31
Mar 15

¡Ya vino el pan!

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¡Ya vino el pan que nos envían de la Costa Sur!  Es inconfundible al aroma que le dan el  horno de leña, la leche ordeñada el mismo día en que se hizo el pan, la mantequilla y los huevos de las gallinas de la vecindad.  Hecho, además, con cariño y a manopor mi cuata Shalvy.   ¡El aroma y el sabor de esos panes son la vida!

La tradición de hacer y compartir pan en esta temporada es una de mis favoritas. El aroma, el sabor y la textura del pan hecho en casa son primigenios y nos conectan con la historia, con la tierra y  con las costumbres que enriquecen nuestras experiencias de vida.  ¡Por eso es que el pan es bueno para celebrar la vida y lo que la hace buena!  En Occidente, el pan está vinculado a la civilización y la cultura.

En la Costa Sur de Guatemala, se acostumbra preparar pan para Judas. La costumbre es que, el miércoles, grupos de jóvenes van de casa en casa y por las calles con música y pidiendo pan. La gente le da pan a Judas y por unos pesos los jóvenes bailan con el apóstol y con quienes les dan dinero y pan.   Y…¿para qué quiere pan, dinero, chocolate, miel de garbanzos u otra especie que reciba Judas?   Para las conmemoraciones de la noche en las que participa todo el que quiera.

También es costumbre que la gente intercambie pan.   Sospecho que esta costumbre tiene sus raíces en  aquellos tiempos en los que  las panaderías cerraban durante el asueto de esta semana y, en consecuencia,  la gente tenía que hacer su propio pan. Y luego…la necesidad se hizo fiesta, como puede ocurrir. La comida se disfruta más cuando se hace compartida; y especialmente cuando se comparte con quienes se les tiene cariño, amor, respeto y admiración.  Sospecho que, en parte, la tradición de llevar y traer pan tiene que ver con una celebración de la abundancia; pero también de la generosidad, porque aún los que menos tienen…tienen algo de pan para compartir.

Hace cuatro años hicimos el pan en la casa y salió sabroso; pero como no tenemos horno de leña, faltó aquel toque especial.

En la Costa Sur chapina  la costumbre es remojar el pan en la miel de garbanzos; y a mí me gusta mucho así, o remojado en leche, o en chocolate…o sólo por pedazos.


31
Mar 15

Deliciosos moyetes para las fiestas

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Los moyetes son parte del menú de postres propios de muchas celebraciones chapinas: Del Día de los muertos, y de las de estas fechas, por ejemplo.  Los moyetes o molletes son uno de mis postres chapines favoritos.  No los hacemos en casa porque son algo complicados de preparar, y a mí no se me dan bien los envueltos en huevo.   Básicamente son panes de manteca o moyetes rellenos con crema y aderezados con pasas y ron, envueltos en huevo y remojados en una miel de azúcar.

El de la foto es de Nutripunto, una de las cafeterías de la Universidad Francisco Marroquín.  Doña Paca los prepara delicados y deliciosos.  La miel les cala hasta adentro y son un sueño.  Los moyetes se distinguen de las torrejas chapinas porque estas no tienen relleno, aunque son muy sabrosas.  Este moyete me lo desayuné acompañado de un exquisito jugo de zanahorias.

La palabra moyete o molllete se refiere tanto al tipo pan que se utiliza para preparar este postre, como al postre mismo, de modo que puede ser confusa.  Moyete le apodaba, mi hermano Gustavo, a mi sobrino Luis Andrés cuando era un bebé; y moyete es el nombre de un negocio de mi amiga querida.


30
Mar 15

Pan francés con hojas de remolachas

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Si te gustan las hierbas como las espinacas, las acelgas y las puntas de güisquil, seguramente te vas a fascinar con la tortilla de hojas de remolacha; que es uno de los platos más deliciosos -y desconocidos- en casa de mis padres. A mí me encanta como sea y una de mis formas favoritas de comerla es en sandwich, en pan francés con aceite de oliva y mayonesa.  También es rica con salsa de tomate, o con chirmol. Este año, en vez de ponerle mayonesa, le pusimos queso fresco y ¡Por supuesto que también salió deliciosa! Para más alegría, la tortilla de la foto es de remolachas del día de mercado, Bejo.

Entre nosotros, los chapines, no se valora este bocatto di cardinale.  En los mercados de todo el país, las hojas de la remolacha se desperdician y se pudren, o se usan para alimentar animalitos.  Mi abuela, Frances,  contaba que, en Inglaterra, durante la II Guerra Mundial, la gente las comía porque ni modo. Pero aquí, la gente no las aprecia.

La tortilla de hojas de remolacha se prepara exactamente como prepararías una tortilla de acelgas, o de espinacas.


22
Mar 15

Día de mercado 2015 en la finca Bejo

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¡Me encanta, y no sabes cuanto, el aroma de la tierra generosa y meter mis manos en ella y sacar de ahí sus frutos!: zanahorias y remolachas, por ejemplo.  ¿Sabías que hay remolachas anaranjadas y zanahorias moradas?  Me encanta el Día de mercado anual en la finca experimental Bejo porque siempre me encuentro con buenos amigos, porque disfruto mucho cortando tomates y descubriendo verduras que nunca antes había probado.

¡Gracias, muchas, a mis amigos Los España por habernos invitado otro año a esta experiencia tan rica!  ¡Gracias al equipo de Bejo por hacer que el día sea tan agradable y gracias a doña Paula y su equipo por todas las cosas sabrosa que prepara!

Cada año, en marzo,  Bejo organiza el Día de mercado en su finca de Parramos, Chimaltenango. Durante ese día uno puede conocer el surtido de variedades hortícolas; y los interesados pueden intercambiar opiniones con expertos, agricultores, compradores, procesadores y exportadores; y seleccionar sus variedades de acuerdo a las necesidades de su mercado.  Pero lo más hermoso de todo, además de los productos frescos y bellos, es ver a las familias gozando de un día agradable.

Este año la novedad fueron los tomates Mountain Magic que son más pequeños que un tomate Roma y más grandes que uno cherry; y su sabor ligeramente dulzón les da un carácter tan propio y delicioso que no quieres dejar de comerlo.   ¡Como me gustaría hacer el bacalao de este año con este tipo de tomates!  Los que me conocen no podrían imaginarme disfrutando uno de esos batidos de vegetales que están tan de moda; pero hoy probé uno de kale e hinojo que me pareció algo verdaderamente delicioso, algo riquísimo que si podría tomar con gusto.  Y por supuesto que traje mis remolachas con hojas para disfrutar de la tortilla de hojas de remolacha que tanto me gusta.

Cuando uno va a Día de mercado, de Bejo, uno quisiera regresar cargado con todo tipo de hortalizas: cebollas, puerros, apios, chiles, papas, broccoli, romanesco, coliflor, repollo, apio, culantro y más.  Yo quisiera comer todo el menú del almuerzo: carne asada, carnitas, frijolitos colados, tostadas, enchiladas, salsa de tomate y chirmol, ensaladas, dobladas y un atol de arroz con leche que me hace suspirar.  ¿Y de refresco? Jugo de zanahorias con piñas.  ¡Ya te imaginas esas salsas hechas con tomates, cebollas y hierbas del lugar!  ¿Te imaginas las enchiladas hechas con todo fresquísimo?  Todo ello en compañía de amigos queridos.

Lo que se recauda ese día, por cierto, es a beneficio de la Fundación Centro Educativo Agrícola Guatemala Melanie Beemsterboer; que provee educación básica a niños de entre 12 y 15 años, de  familias dedicadas a la agricultura que  no tienen medios para seguir una formación académica, en beneficio del sector agrícola para el mejoramiento de las condiciones de vida en el campo.

Algo que siempre me llama la atención es ver a los niños maravillados con las verduras.  ¿Quién, más que un niño que lo hace por primera vez, puede maravillarse tanto al extraer zanahorias, remolachas y papas de la tierra?  ¿Sabes quienes? Los ancianos.  Los ancianos también gozan mucho con esta experiencia.  Cuando uno llega le dan la bienvenida los aromas de la tierra y de sus frutos, familias enteras recorriendo el campo y arrastrando, o cargando sus preciosos cargamentos de variados colores, aromas, texturas y sabores.  Cada año espero este día con mucha alegría y nunca me defrauda.  Regreso cansado, pero tan contento.


17
Mar 15

Mangos en dulce, otro anuncio de la temporada

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El aroma y el sabor de los mangos en dulce, así como los de los jocotes marañones y el dulce encanto de los corozos son anuncios inquívocos de que hay que sacar las bermudas y las sandalias.  ¡Llegó la época de calor a Guatemala!

A algunos los llama la playa y a mí me llaman las montañas. Esta es la temporada en la que los cinco sentidos explotan con los estímulos más variados e intensos.

El sabor y el aroma de los mangos son inconfundibles y se infusionan en la miel que, en casa, sazonamos con canela, clavos, pimientas negras y pimientas de Chiapas.  Yo me imagino que los mangos amarillos y brillantes son frutos que han capturado  luz del sol y la traen a mi mesa para que me la goce.


07
Mar 15

Jocotes marañones en “Perhaps You Need a Little Guatemala”

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Me embarga el júbilo y me siento muy honrado porque mi foto de los jocotes marañones fue publicada en Perhaps You Need a Little Guatemala.   Ese proyecto es una de las más ingeniosas y emprendedoras iniciativas turísticas en La tierra del quetzal para el mundo.

Para los no iniciados, los jocotes marañones son las frutas de cuya semilla -en el exterior- se extraen las nueces que se conocen como marañones, anacardos o cashew nuts.  Mi tía abuela, La mamita, las asaba en las brasas y también las pintaba de modo que parecían caritas de mono.  Los niños jugábamos con ellas con la advertencia de que eran venenosas y de que no debíamos llevarlas a la boca.

Lo que me fascina de esto es que los niños de mi generación no eramos esos críos sobreprotegidos que hay ahora.  Podíamos jugar con semillas venenosas y se esperaba, de nosotros, que tuviéramos el buen juicio de no ingerirlas.  No se nos apartaba de ellas, ni se nos ocultaban, ni nada parecido.  Teníamos los conocimientos necesarios para no intoxicarnos con estas, o con semillas de higuerillo, por ejemplo; y lo teníamos para no tocar el chichicaste.

Charge it to experience, era la moraleja si uno cometía un error.

En mi casa, los jocotes marañones son señales inequívocas de que ya llegó la temporada de calor con sus festividades propias.


02
Mar 15

Linguini con sepia y salsa de lomo extremeño

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Los linguini son hechos en casa, con tinta de sepias; y la salsa no puede ser más fácil: cubitos de lomo extremeño calentados en aceite de oliva a los que se les añadí buena crema, un toque de sal y paprika.   Luego espolvoreados con queso paremesano rallado.  ¿Y acompañados con qué? Con un aguacate espectacular y un buen tinto.

¡Como me gusta hacer la pasta en casa!  Esta es la primera vez que la hago con tinta de sepias (gracias al buen consejo de mi cuate Luis Carlos); pero también la he hecho con chiles guaques, y con hojas de albahaca.   Cuando la hago normal, me encanta su sabor a huevo y a aceite de oliva.


05
Feb 15

Garritas de pollo para el almuerzo

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¡Gracias a mi cuata, Ellie, hoy almorcé garritas de pollo!  Riquísimas, suavecitas, en una salsa dulzona que permite gozar lo gelatinoso de su carne delicada.  Son una de las delicias que ofrece el Dim Sum que -de por sí- es algo maravilloso.  El Dim Sum contiene combinaciones de carnes, vegetales, mariscos, dumplings y pastelillos. Se suele servir en pequeñas canastas de bambú o en platos, dependiendo del tipo de platillo que se trate.  Soy fan de las garritas, de los dumplings, del bocado de castañas y de las tartaletas de huevo.  ¡Aaaaah, como me gusta el Dim Sum!

Me cuenta Ellie que la gente mayor, en Taiwán, no dejaba que los niños comieran estas garritas y para disuadirlos les decían que si las comían los pollos irían a rayar sus libros con sus garritas.  Para explicar esa negativa elaboramos dos hipóteis:  1. No dejan que los niños coman estas delicias porque los huecesillos podrían ser peligrosos; y 2. A los adultos también les gustan mucho y no querían compartirlas con los niños.  Luego de reírnos mucho seguimos disfrutando de nuestro almuerzo.

¡Feliz año de la cabra, para mis amigos taiwaneses!

Además, cuando como esas patitas de pollo el niño que hay en mi no puede dejar de acordarse de La garra gigante, una peli malísima pero iconográfica que veía cuando estaba en el colegio.  A mi hermano y a mí nos gustaba tanto ver esta peli que cuando la daban en la tele pedíamos permiso para no ir al colegio y quedarnos en casa para verla.

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03
Feb 15

La minestrone de la zia Nina

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La zia Nina era madre de uno de los amigos de mis padres; y cocinaba delicioso.  Su minestrone era como ninguna otra que he probado, principalmente porque era muy espesa.  Era tan espesa que conservaba el calor de tal manera que la zia Nina aconsejaba pasar cucharadas de la sopa del plato hondo al plato plano, añadirle el queso parmesano y bajarle la temperatura ahí.  La primera -y única- vez que comí su minestrone yo estaba embobado.  Me serví tres platos y sólo no me serví un cuarto porque me detuvo y me dijo: Así no te va a caber el almuerzo.  Pero sí me cupo.

Ese día me fijé muy bien en los ingredientes que tenía aquella sopa maravillosa: pancetta, arvejas, zanahorias, apio, alubias y arroz; además de un caldo de res exquisitamente sazonado.  Hago esta minestrone en casa cuando hay mucho frío y aunque no es su receta exactamente, me recuerda mucho la de ella.  Yo la sazono con pimienta, albahaca y perejil; y le pongo un toque de pimentón para darle un color delicado.   Antes le agregaba tomate; pero ahora me gusta más sin tomate.   Y me gozo la sopa en recuerdo de la zia Nina.  Normalmente me gusta con un Pinot noir, o un Pinot grigio; pero el sábado deseaba mucho una cerveza.


29
Dic 14

¡Caldo de pavo y huevos!

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Uno de los platos de temporada que más disfruto -y que es tradicional de mi casa- es el caldo de pavo y huevos.  Es una receta de mi bisabuela, Mami.

La carne del pavo que queda adherida a los huesos es separada y el caldo de huevos se hace con los huesos del pavo, con lo que sobró de relleno y con lo que quedó del gravy luego de que la mayoría de la carne sobrante fuera usada para preparar ensalada de pavo.

Aquellos tres ingredientes se cuecen y luego se cuelan.  Y ese caldo se sazona con crema de tomate (en sobre, o en lata).  Luego se agraga sal, si hiciera falta y se sumerge en ese caldo un ramo generoso de apazote. Cuando el caldo toma el sabor del apazote, se retira el ramo.

Los huevos se cuecen en el caldo, en cada una de las porciones individuales, y los platos se sirven con crema, queso parmesano y chile.

Me gusta destacar que, para llegar al momento en el que uno se toma un plato de esta delicia  antes se tuvo que preparar el relleno del pavo y hornear el ave con toda su sazón y complejidad; y por eso es que este caldo de huevos es superior a cualquiera otro que uno haya probado.

Este año lo comimos acompañado con unos aguacates estupendos y cerveza.