23
Feb 24

Tráfico urbano: ¿Sufrimiento por falta de soluciones audaces?

 

Ojalá me equivoque; pero…¿a veces no te da la impresión de que un porcentaje del tráfico es para crear condiciones artificiales para que la gente pida más y más regulaciones?

Es un disparate, claro; pero se me ocurrió cuando el jueves, 15 hice dos horas entre mi casa, en la Villa de Guadalupe y la Torre del Reformador. El peor tramo fue entre el Centro Comercial Los Próceres y el Hotel Barceló. Nada raro, vas a decir; pero…había por lo menos tres policías municipales de tránsito en el crucero de la Séptima avenida y Segunda calle de la zona 9, justo bajo la torre citada. ¡Y ahí mismo había un nudo gordiano de carros!

Policías de tránsito en el nudo bajo la Torre del Reformador el 15 de febrero de 2024.

Ese nudo era causado, principalmente, por conductores que, por no esperar racionalmente su turno, se dejaban ir y bloqueaban el crucero. De esa forma dejaban trabados a los que iban con semáforo verde. ¿Estaban pintados los agentes? ¿Por qué es que los agentes no multan a los pilotos que bloquean cruceros? Los pilotos que bloquean cruceros -por desesperados y por abusadores- causan muchos problemas parecidos en el bulevar Los Próceres casi siempre que paso por ahí. La falta de educación vial, por cierto, merece un artículo aparte.

Nada de raro, vas a decir; pero…¿cuánto crees que hice entre la Torre del Reformador y la Quinta avenida y Once calle? ¡Ocho minutos!..sin un solo PMT.

Nudo gordiano de tráfico bajo la Torre del Reformador el 15 de febrero del 2024.

He notado, también, mucho énfasis mediático en lo fastidioso el tráfico y si, claro que el tráfico es fastidioso; pero el clamor por una intervención política para resolver, el tráfico, lo que trae es más poder para que los políticos y sus burócratas invadan la esfera de acción privada de las personas mediante regulaciones y controles, y más poder para que los políticos y sus burócratas tomen más dinero de los tributarios.

Ya ves que, recientemente la Municipalidad de Guatemala se atribuyó la facultad de cobrar por el servicio de estacionamiento en la vía pública; cobro que, ¿te diste cuenta? ¿Qué servicio? y si la vía es pública, ¿por qué cabe un cobro?  

¿Sabes qué va a pasar? Tu Muni va a poner sus parquímetros inteligentes…supuestamente para eliminar a los extorsionistas cuidadores de carros;  y vas a tener que pagarles a los parquímetros y a los cuidadores.  Si el problema eran los cuidadores, a estos se les remueve a fuerza de batonazos.  No hace falta poner un sistema de exacciones por un supuesto servicio…en la vía que ya es pública.  

Además, si los propietarios de los inmuebles pagan tasas por el mantenimiento de las calles, que son las vías públicas (del público, ¿verdad?), ¿por qué es que Tu Muni, y no los que pagan las calles, es la que va a cobrar por estacionar en las calles? 

Estoy a favor de que el uso de las calles tenga un precio.  No sólo para parquear, sino para circular.  Ese precio debería ser cobrado por los que pagan por el mantenimiento de las calles (es decir por los propietarios de los inmuebles).  Y si no te gusta esa solución, otra sería que sea total y absolutamente prohibido estacionar en las calles (y no habría que instalar parquímetros, ni habría cuidadores).  Entonces habría incentivos para la construcción de estacionamientos privados que sí prestarían el servicio de parqueo. 

El problema es que los pipoldermos -cual Mickey Mouse como aprendiz de hechicero- van a probar todo tipo de artimañas políticas, sobre todo si acarrean esquilmar a las personas, antes de explorar soluciones que empoderen a los usuarios de las calles, a quienes pagan por ellas y a los tributarios.  

Total…los pipoldermos del 2020 mataron lo que quedaba del transporte colectivo urbano durante los encierros forzados.  Con eso incentivaron las motos y la multiplicación de los automóviles.  Ahora las motos y muchos carros son un problema. Y los pipoldermos de 2024 quieren resolver el desastre que hicieron mediante actos de hechicería. Y para ello necesitan que no sólo se agrave el problema, sino que se agrave la percepción del problema.

Los conductores que bloquean cruceros le hacen mucho daño a la fluidez del tránsito.

¿Recuerdas cómo desató el nudo gordiano Alejandro Magno? Pues eso. Yo digo que se necesitan soluciones audaces y no las viejas prácticas coercitivas y arbitrarias para entrarle al problema.

He notado, también, mucho énfasis mediático en lo fastidioso el tráfico y si, claro que el tráfico es fastidioso; pero el clamor por una intervención política para resolver, el tráfico, lo que trae es más poder para que los políticos y sus burócratas invadan la esfera de acción privada de las personas mediante regulaciones y controles, y más poder para que los políticos y sus burócratas tomen más dinero de los tributarios.

Ya ves que, recientemente la Municipalidad de Guatemala se atribuyó la facultad de cobrar por el servicio de estacionamiento en la vía pública; cobro que…,¿te diste cuenta?…¿Qué servicio? y si la vía es pública, ¿por qué cabe un cobro?  

¿Sabes qué va a pasar? Tu Muni va a poner sus parquímetros inteligente,supuestamente para eliminar a los extorsionistas cuidadores de carros;  y vas a tener que pagarles a los parquímetros y a los cuidadores.  Si el problema eran los cuidadores, a estos se les remueve a fuerza de batonazos.  No hace falta poner un sistema de exacciones por un supuesto servicio en la vía que ya es pública, o sea, de todos. 

Además, si los propietarios de los inmuebles pagan tasas por el mantenimiento de las calles, que son las vías públicas (del público, ¿verdad?), ¿por qué es que Tu Muni, y no los que pagan las calles, es la que va a cobrar por estacionar en las calles? 

Estoy a favor de que el uso de las calles tenga un precio.  No sólo para parquear, sino para circular.  Ese precio debería ser cobrado por los que pagan por el mantenimiento de las calles (es decir por los propietarios de los inmuebles).  Y si no te gusta esa solución, otra sería que sea totalmente prohibido estacionar en las calles, como no sea para carga y descarga (y no habría que instalar parquímetros, ni habría bisne para los cuidadores).  Entonces habría incentivos para la construcción de estacionamientos privados que sí prestarían el servicio de espacios para parquear. 

El problema es que los pipoldermos -cual Mickey Mouse como aprendiz de hechicero- van a probar todo tipo de artimañas políticas, sobre todo si acarrean esquilmar a las personas, antes que explorar soluciones que empoderen a los usuarios de las calles, a quienes pagan por ellas y a los tributarios.  

Total…los pipoldermos de 2020 mataron lo que quedaba del transporte colectivo urbano durante los encierros forzados.  Con eso incentivaron las motos y la multiplicación de los automóviles.  Ahora las motos y muchos carros son un problema. Y los pipoldermos de 2024 quieren resolver el desastre que hicieron, mediante actos de hechicería. Y para ello necesitan que no sólo se agrave el problema, sino que se agrave la percepción del problema.

¿Recuerdas cómo desató el nudo gordiano Alejandro Magno? Pues eso. Yo digo que se necesitan soluciones audaces y no las viejas prácticas coercitivas y arbitrarias para entrarle al problema.

Columna publicada en República.


24
Ene 22

Responsabilidad en el transporte colectivo

 

¿Cuánto es que es? ¿Más de 200 accidentes de tránsito en cinco meses en Guatemala? Accidentes en los que han estado involucrados conductores de transporte pesado, colectivo, o de carga.

La foto es de elPeriódico.

Mientras tanto, la administración -y por presiones- aplaza por cuarta vez la fecha del seguro obligatorio del transporte de pasajeros y de carga. La reforma al Acuerdo Gubernativo 17-2020 que amplía ¡Otros 6 meses! la fecha para el pago del seguro obligatorio para transportistas se da en un momento marcado por busazos, camionazos y otras tragedias viales en el país, protagonizadas -en su mayoría- por pilotos de transporte pesado y colectivo de pasajeros. Este año empezó con un incremento considerable de accidentes de tránsito, principalmente de autobuses, y adivina qué: el abuso de velocidad es una de las causas.

La  Unidad nacional por las víctimas de tránsito afirma que los accidentes viales son la segunda causa de muertes en Guatemala y la primera de heridos y discapacitados.

Pero los pilotos y los propietarios de los buses se rehusan no sólo a hacerse responsables; sino que obstaculizan la entrada en vigencia del seguro obligatorio.  El seguro de responsabilidad civil es un beneficio para quien tiene un accidente y termina causando daños. Además, es una garantía para las víctimas del daño…y evitaría que -en caso de accidente- ciertos pilotos sientan la necesidad de salir armados con una llave de chuchos, o con un machete, para evitar su responsabilidad.

La situación no va a cambiar a menos que se libere completamente el mercado de transporte.  A menos que las autoridades cesen de conceder monopolios en las líneas. A menos que los usuarios puedan elegir entre viajar en un bus asegurado, o en uno que no lo esté; y a menos que las víctimas de aquellos accidentes se unan y demanden judicialmente a los responsables y obtengan compensaciones justas que por sus montos sean incentivos para preferir el pago del seguro. Los pilotos y propietarios no van a pagar seguro mientras sea barato no hacerlo.  Mientras no haya consecuencias jurídicas considerables por no pagarlo. El mercado de seguros, por cierto, también debería ser libertado. No ha motivo alguno para forzar a los transportistas a pagar seguros del cártel local.

Mientras tanto los bloqueos organizados por los transportistas son ilegales y atentatorios contra la libertad de los guatemaltecos y nada, pero nada tiene que ver con el derecho de manifestación.  ¿Por qué es que un bebé debe nacer en un automóvil por el capricho de los transportistas?  Esos bloqueos para evadir responsabilidades y para pedir privilegios son actos violentos e ilegítimos. Dichos actos criminales deben ser combatidos por las autoridades, en defensa de la gente que se moviliza pacíficamente.


09
Oct 20

Transporte caro y privilegios

María, digamos que se llama María, es empleada doméstica y vive en el camino a Santa Rosita, a unos 6 kilómetros del kilómetro 32 de la carretera a El Salvador. Trabaja medio tiempo en una casa en el Km. 19.5 de la CAS.

Actualmente está gastando 75% de lo que gana, diario, en transporte; y ella dice que lo hace para no perder su trabajo, con la esperanza de que cambie la situación. ¿Qué situación?

María iba a su trabajo con un vecino que tiene un pick-up y le pagaba Q14 por ida y vuelta. Pero ahora ya no puede hacer eso, ¿por qué? Porque la empresa municipal de tránsito, de la localidad, les está exigiendo a las personas que ofrecen transporte, un permiso especial para llevar 4 personas, por el cual la alcaldía cobra Q4,000.  Y un tramitador cobra Q200 por hacer las vueltas.

Los vecinos han notado que en el Km. 32 de la CAS hay pick-ups que llevan hasta 17 personas y los polis se hacen los locos, ¡Por supuesto!

De aquello me acordé cuando leí que el incremento en el precio del transporte es uno de los rubros que más impacto negativo ha tenido en el gasto de los hogares guatemaltecos, aumento que en buena parte se debe a la inflación que es consecuencia del dinero que han estado repartiendo los pipoldermos.

Sin embargo, los precios del transporte también son elevados por los monopolios en las rutas, por la arbitrariedad y la corrupción en las concesiones de aquellos monopolios, por el clientelismo y por otras malas prácticas vinculadas al estatismo. No digamos por la imposibilidad financiera de operar con restricciones.

¡Este es el momento para acabar con los vicios en el transporte colectivo urbano y extraurbano!  Los usuarios ya habían resuelto el problema del transporte, y no hacía falta que los estatistas regresaran a politizar el tema, sin duda para no afectar a los privilegios involucrados.

Columna publicada en elPeriódico.


11
Feb 20

¿En peligro el puente sobre el Río Dulce?

El puente sobre el Río Dulce es uno de los pasos vehiculares más importantes del norte del país; sin embargo, la falta de mantenimiento lo pone en riesgo, según vecinos de Izabal. ¿Está en peligro?

Ferry sobre el Río Dulce, 1975.

El puente mide mide 830 metros de longitud, y su utilidad ha crecido en 70 por ciento en los últimos años. La estructura solo está capacitada para soportar 38 toneladas de peso; pero en la actualidad pasan camiones con el doble de peso. Además tiene grietas, baches, daños en las bases y vegetación incrustada. Pasan hasta 10 camiones en caravana sobre la estructura, incluso debido al congestionamiento en una de las salidas muchos vehículos con sobre peso permanecen sobre el puente, en cualquier momento vamos a tener una catástrofe, dijo el presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de la localidad.

¿Te imaginas los daños que sufrirían las personas que dependen del comercio, la industria, el turismo, la agricultura y el transporte si aquel puente fuera inutilizado?

A mí no me extrañaría porque otros puentes, como el Martín Prado Vélez, sobre el barranco de El Incienso, y el Puente de Belice han enfrentado crisis de mantenimiento. ¿Está en peligro el puente sobre el Rio Dulce?

La primera vez que crucé el Río Dulce fue en 1975 cuando fui a Tikal en una excursión del mi colegio, el Liceo Minerva.  La excursión era para los de Quinto bachillerato y era una tradición del colegio; pero tuve suerte y nos invitaron a mi amigo, Ricardo, y a mi,  a pesar de que sólo estábamos en Segundo básico.  Tardamos más de 12 horas en llegar a Tikal, en bus, y tuvimos que pasar la noche en Poptún porque se hizo tarde y llovía a cántaros.  De esa excursión es la foto del ferry en el que, en aquel entonces, cruzaban los vehículos aquel río hermoso.

Un año más tarde, mis amigos Roberto, otro Ricardo y yo fuimos invitados a la excursión y volví a pasar el río en el ferry.  Esa vez comí una de las mojarras más sabrosas que he probado en mi vida.

La última vez que estuve por ahí fue hace unos años con Raúl, Andrés y el Ale y esa vez lo cruzamos en el vehículo y a pie.


10
Dic 18

Sugerencias para Uber

Uber es una App genial y la mayor parte de veces me funciona muy bien; pero en la última semana he tenido problemas que quiero compartir con el propósito de contribuir a que sean solucionados.

El principal clavo es que algunos (y sospecho que muchos) socios de Uber no terminan de confiar en Waze.  Por ejemplo: Para entrar a mi oficina los vehículos tienen que dirigirse por la Diagonal 6 hacia el norte y cruzar a la derecha en la entrada de La margarita que está señalada con el número 10-86.  No me explico por qué es que si Waze señala que al llegar a ese punto hay que cruzar a la derecha, algunos conductores sigue de largo.  Lo malo de eso es que, retornar luego de cometer ese error, le añade unos 10, o 15 minutos a la espera, dependiendo de cómo está el tráfico. Por esa razón he tenido que cancerlar varios servicios, con la consecuencia de que si no lo hago a tiempo tengo que pagar Q5 por cada cancelación.

Eso me lleva a que muchos socios de Uber no saben dónde es el norte y si uno les dice: dirjíjase al norte y cruce a la derecha en el 10-86, es como si uno les hubiera dicho: 向北行驶,在10-86向右穿过. A eso añádele que sospecho que a los socios de Uber nadie les ha explicado cómo funcionan las direcciones en la ciudad de Guatemala, que es -en general- uno de los sistemas más fáciles e ingeniosos del mundo.  Da la impresión de que algunos no saben que la décima calle va luego de la novena y antes de la once; y da la impresión de que algunos no saben que el número del inmueble te dice tres cosas: Antes del guión te indica el número de calle, o avenida anterior que se encuentra a la vuelta;  luego del guíon te indica que el inmueble está esa distancia de la calle, o avenida anterior; y finalmente te dice de qué lado de la vía está el inmueble ya que todos los números pares están de un lado, y todos los impares del otro,

En ese contexto es sorprendente que si le dices a alguien que siga recto por la Sexta avenida y que cruce a la izquierda en la Doce calle hasta llegar a la Diagonal 6, esa persona actúe como que le hayas dicho que 继续沿着第六条大道继续行驶,在十二条街道左转,直到到达对角线6号.

Lo de las direcciones es importante porque, a veces, Waze envía a los conductores por calles que están bloqueadas, o por otras razones.  En ese caso es importante que cuando uno se comunique con el conductor este pueda seguir instrucciones estándar.

Como consecuencia, un par de veces en la semana pasada, para conseguir un Uber he tenido que caminar entre cuatro y cinco cuadras hasta alcanzar un edificio tan icónico que sea imposible no encontrarlo. El otro día tuve que pagar Q90 de taxi por las razones anotadas arriba…además de caminar 5 cuadras.

Soy fan de Uber y lo uso desde que lo descubrí en 2015 y escribí una columna titulada Uber, tecnología y empresarialidad. De ahí que me importe mucho que el servicio esté a la altura. Debo añadir, también, que luego de superado este enorme inconveniente de los puntos de partida, mi experiencia con los viajes es usualmente muy buena.  Nunca he tenido queja alguna, como no sea la mala música que se soluciona de inmediato y sin contratiempos.


31
Ago 18

¿Grandes los taxistas?

Los taxistas tienen la oportunidad de hacerse grandes, ¿van a aprovecharla? Los taxistas están en la posición perfecta para luchar contra las regulaciones innecesarias y absurdas que les impiden prestar el servicio de transporte sin coerción, ni privilegios.

Y cuando su lucha tenga éxito habrán contribuido –grandemente- a liberar a los chapines de ese ese ambiente en el que para producir se necesita la autorización de quienes no producen nada; en el que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes, sino con favores; en el que muchos se hacen ricos por el soborno y las influencias más que por el trabajo, en el que las leyes no protegen a la gente contra aquellos, sino que, por el contrario, son aquellos los que están protegidos contra la gente; y ese ambiente en el que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, ese ambiente en el que Ayn Rand advirtió que la sociedad está condenada.

Para hacerse grandes y ejemplares los taxistas tienen la oportunidad de resistirse a la tentación de hacer como el labrador ruso que tenía una vaca y odiaba a su vecino porque él tenía dos. Un hechicero le ofreció al primer campesino que le concedería un único deseo. Y ¿qué pidió el labriego? Mata la vaca del vecino le ordenó al brujo.

En vez de exigir iguales condiciones de arbitrariedad y regulación contra los socios de Uber; y en vez de demandar rotulaciones, placas específicas y otros obstáculos, los taxistas se harían grandes si lucharan contra las condiciones que condenan no sólo su actividad comercial, sino a la sociedad entera.  Además, el de Uber y el de los taxistas son dos modelos de negocios muy distintos, que sirven a necesidades y propósitos diferentes no sólo de sus usuarios (que son importantes), sino de los proveedores mismos (que no son menos importantes).

Los taxistas podrían conseguir lugar en los libros de Historia como aquellos que la cambiaron para bien; o quedarse en el bote de los que bloqueaban calles para perpetuar el sistema que condena a la sociedad.

Columna publicada en elPeriódico; y la foto es de Prensa Libre.


14
Feb 18

La UNE, Oxfam y Semilla en un hormiguero

La exposición de un fraude de Q270 millones, alrededor de esa alianza público-privada que es el Transurbano, es una grande cosa, como dicen en mi pueblo.

Y no menos notable ha sido que (de paso) la exposición de aquel saqueo se ha traído abajo a Oxfam -a quien le llueve sobre mojado, tanto por el caso de Haití  como en el del Reino Unido– y al grupo Semilla, que desde hace ratos anda con ganas de hacer colapsar hasta nuestros tímidos intentos de república en Guatemala y ahora está más lejos de germinar, que nunca.  El caso es que uno de los protagonistas de este asunto es Juan Alberto Fuentes Kinght, ex ministro de la administración Colom/Torres, Presidente internacional de Oxfam y miembro notable del grupuo Semilla.

Voy a atreverme a interpretar que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público saben atender las sugerencias que vienen de la Avenida de la Reforma y Septima calle, de la zona 10, según los vientos que soplen.  Eso, claro, no le quita méritos a la exposición de la corrupción y de la naturaleza de la administración de los Colom/Torres y de la Unidad Nacional de la Esperanza. A los señalamientos les debería seguir un proceso judicial, y si las pruebas fueran suficientes y los encartados fueran encontrados culpables, al proceso le debería seguir la cárcel.

¿Cuál fue el negocio?

Las autoridades y los grupos de interés que operan el transporte colectivo urbano han probado de todo (o casi de todo) con tal de no liberar el mercado y conservar las rentas que produce el estatismo.

El experimento más reciente fue la alianza público-privada que le dio vida al Transurbano. Este fue, además,  una apuesta de la Unidad Nacional de la Esperanza -el partido de los Colom/Torres y miembro de la Internacional Socialista- para obtener el apoyo electoral de los capitalinos y conseguir más votos en las elecciones de 2015.

¿Por qué digo los Colom/Torres y por qué es es atingente el nombre de Sandra Torres? Fuentes Knight, en un libro con pretenciones expurgatorias titulado Rendición de cuentas, explica que la entonces esposa de Alvaro Colom y luego candidata presidencial de la UNE,  fungió como una especie de “primera ministra de facto”: gobernaba desde la cúspide del poder pero sin estar sujeta a obligación legal alguna porque oficialmente no era funcionaria.

Así, contado a grandes, grandes rasgos la  Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos ofreció comprar 3 mil 150 buses nuevos para reformar la flotilla del servicio público, y el nuevo sistema contaría con paradas seguras y un innovador sistema de cobro, por medio de tarjetas prepago.


08
Jul 17

Queja contra camionetero

En el diario Prensa Libre fue publicada la queja de una señora porque a eso de las 4:00 p.m. el conductor de una camioneta no quiso parar donde ella tocó el timbre y lo hizo como tres cuadras más adelante.

La mujer en cuestión iba acompañada por dos niños pequeños y la afectada considera que es una grosería lo que hizo el piloto.  Cuenta la denunciante que ya se quejó en la empresa de autobuses.

La nota es de marzo de 1980 cuando el hecho de que un camionetero no parara donde corresponde no sólo era una grosería, sino que era motivo de una nota periodística. ¿Te imaginas si los abusos de los camioneteros fueran noticia en julio de 2010?

Cuando yo viajaba en camioneta, en los 70 y 80, no te miento, había normas básicas de urbanidad entre los choferes y los clientes, así como entre los clientes y los pilotos, y entre los usurarios mismos.

O tempora, O mores.


27
Feb 17

Motos y abusos en dos ruedas

Imagen de previsualización de YouTube

En distintas poblaciones del país -donde distintos tipos de motos son medios de transporte populares- entre los conductores de esos vehículos se ha puesto de moda quitarles los silenciadores o mufflers. Esto es un abuso, una grosería y una forma de agresión. El caso de Jocotenango, en Sacatepequez, es un ejemplo por si te hace falta uno. Allá hay cualquier cantidad de motos sin silenciador….¡y hasta tuk tuk!

¿Es posible multar a los conductores de motos  que andan por ahí, escandalizando en las calles con sus vehículos sin silenciador? ¿Qué necesidad hay de agredir con ruido estridente a la gente?

La semana pasada, en el programa Asi es la vida, escuchamos casos de motoristas y ciclistas que circulan sobre las banquetas.  Esa imprudencia ha lastimado a peatones y es un abuso.  ¿Es posible multar a los motoristas y ciclistas que circulan sobre las banquetas?

¿Hay autoridades que tengan la autoridad para sancionar a los abusadores?


06
Nov 16

El tránsito y las soluciones parciales

trafico-21k

La Municipalidad de Guatemala prohibió que el transporte pesado circule en el la ciudad capital de lunes a viernes de 5:00 a 9:00 horas, y de 16:30 a 21:00 horas. Según la comuna un vehículo pesado es a partir de 3.5 toneladas. Los sábados las disposiciones de restricción son de 12:00 a 16:00 horas. Mientras que de lunes a domingo de 5:00 a 21:00 horas también tienen prohibido transitar los automotores de doble remolque, y tampoco pueden estar estacionados dentro del municipio.

La disposición del Palacio de la Loba dio paso a un paro de transportistas y las actividades productivas empiezan a resentirse y  diversos sectores temieron que la situación  pueda llegar a niveles críticos…pero por el momento el asunto fue solucionado.

Mientras tanto, todo intento de solución parcial para el tránsito denso en la ciudad de Guatemala va a perjudicar a unos en beneficio (o en supuesto beneficio) de otros; esto es porque las soluciones parciales -del tipo de aquella prohibición- causan daños y perjuicios.  Es lo que suele ocurrir cuando grupos de interés demandan de las autoridades que resuelvan problemas de la convivencia social por medio de legislación específica y concreta.  El constructivismo racionalista -que ha de creer que gobernar es como jugar Minecraft–  impulsa a resolver los problemas desde arriba, a base de legislación, mediante prohibiciones o mediante obligaciones, es generadora de conflictos y en el largo plazo mina la autoridad.

Toda solución sostenible para problemas de convivencia social como el tráfico denso, las competencias deportivas en las calles, o las procesiones, por ejemplo, deben partir de normas generales y abstractas aplicables a todos por igual.

Si te interesa el tema, checa Street Smart, una obra fundamental para entender el transporte como elemento crucial para el bienestar económico y social. La obra editada Gabriel Roth sostiene que muchos de los problemas que hay en calles y carreteras –a causa del congestionamiento, altos costos, corrupción y mal mantenimiento, por citar algunos– pueden ser solucionados mediante la aplicación de los mismos principios solucionan otras necesidades.

Los métodos electrónicos de cobro permiten el uso pagado de calles y carreteras, sin necesidad de cabinas y sin que los vehículos tengan que detenerse. ¿Por qué no aprovecharlos para aliviar los congestionamientos, como en Singapur? Quizás, en vez de prohibir la circulación de ciertos vehículos y causarles daños y perjuicios a ciertas actividades, lo razonable sea que el uso de las calles y carreteras tenga distintos precios. Un precio para circular de 5:00 a 9:00, uno menor para circular entre las 9:00 y las 16:30 para que luego se eleve el precio por la circulación entre las 16:30 y las 21:00. De esa forma, el uso de la calle, o carretera tendría un costo que los usuarios podrían comparar con otros costos mediante un precio.

Las de Street Smart son soluciones que respetan la vida, la libertad y la propiedad de la gente mediante normas generales y abstractas; ¿qué tal si optamos por estas y no por soluciones a medias y que implican el uso arbitrario de la fuerza?

Lo cierto es que las calles, son bienes públicos (o sea estatales) de acceso público (a diferencia de los bienes públicos (o estatales) de no acceso público -como la Casa Presidencial, o ciertas áreas del aeropuerto-.  Todos los ciudadanos -o más precisemente, todos los tributarios (incluyendo a los transportistas)- somos los propietarios de aquellos benes públicos y, especialmente en el caso de los que son de acceso público es natural que haya conflicto en cuanto al uso que deba dárseles en ausencia de unanimidad por parte de los propietarios.  Para evitar la tragedia de los comunes (el fenómeno de que el uso y abuso de un bien limitado lleve a su destrucción) es prudente que una autoridad regule el uso de los bienes en cuestión con el propósito de evitar que el bien que es de todos se deteriore y hasta se destruye.  Esa autoridad puede ser privada, o pública; pero debe ser autoridad.  Sin embargo, la autoridad reguladora no debería prohibir el uso (sobre todo si la prohibición causa daños y perjuicios); pero sí podría ponerle un precio al uso.

Estas meditaciones, basadas en meditaciones del cuate Fabricio Terán, pueden ayudarnos a ir resolviendo el tema este del transporte y el trásito, el de las antorchas y las bandas del 15 de septiembre, las 21K y otras competencias y las procesiones entre otras actividades parecidas. La opción, advierte Fabricio, es explicarles a los ciudadanos y a los tributarios que las calles no son de ellos, en realidad; sino del estado y de las municipalidades y que por lo tanto los ciudadanos y tributarios son sólo usuarios, y no propietarios. A mí, esa opción me da escalofríos.