23
Dic 09

¡Ya vinieron los tamales!

Ya están en mi casa los deliciosos tamales que disfrutaré entre la Navidad y el Año Nuevo. Magníficos tamales negros y colorados de doña Estela de Alburez (2474 0260).

Doña Estelita heredó, de su señora madre, el arte de los tamales; y calculo que tengo unos 25 años de disfrutar de estas delicias cuyas raíces se hallan en las montañas de San Martín Jilotepeque.
Yo tuve la dicha de todavía ver a mi bisabuela, Adela, haciendo tamales; y durante muchos años, quien nos proveyó de tamales navideños -en casa de mis padres- fue mi tía abuela Baby. Durante un par de años los conseguí con una señora que los hacía, magníficos, allá por el barrio de Gerona; y desde mediados de los años noventa, no cambio por nada los de doña Estelita.
Me gusta que mis tamales tengan sabores, colores y aromas intensos; que la masa sea más suave que dura; que sean más grandes que pequeños; y que sonrían. A mí, los tamales de doña Estelita me sonríen.

19
Dic 09

El torito antes de ser encendido

En este espacio ya he puesto varias fotos y vídeos de Toritos en acción; pero así es como se ve uno de estos juegos pirotécnicos antes de ser encendido.

El Torito es levantado por una persona que se coloca adentro de la estructura y que baila y corre mientras la gente se goza el espectáculo; ypor cierto que hace dos años, por poco y me embiste un Torito.


17
Dic 09

¡Las Luces Campero!

Así vimos las Luces Campero el sábado 12 de diciembre, sobre la ciudad de Guatemala. Compartimos buenos momentos, y cenamos paches.
Nunca antes las había visto en toda su magnitud y realmente son un espectáculo festivo y alegre en celebración de lo que es bueno, bello y pacífico. El niño que hay en mí estaba fascinado.
Las fotos son por mi amiga Marta Yolanda Díaz-Durán.

16
Dic 09

Serenados, nuevos dulces para disfrutar

Yo no conocía los serenados hasta que, la semana pasada, fui al convivio del Museo Popol Vuh y una de las voluntarias tuvo la gentileza de obsequiarnos con estas delicias.

Estos son parte del repertorio de dulces de navidad que desde siempre han sido horneados por las monjas clarisas. En realidad, yo sólo los había probado en su versión industrial y los conocía como polvorones; pero no fue, hasta ahora, que tuve la oportunidad de comerlos artesanales.
Los serenados o polvorones seguramente tienen su origen en España, y me alegro mucho de haberlos conocido y de integrarlos a mi repertorio de golosinas navideñas.

15
Dic 09

La tradición del Nacimiento, en casa

Quién sabe, por qué, en este año las manzanillas, las chichitas y los gallitos están magníficos. Grandes e intensamente aromáticas, las manzanillas contrastan con las del año pasado que estaban todas tristes -y según la señora que me las vendió, mucho más caras-. Casi todos los gallitos de este año vienen con flores moradas, cosa que no ocurrió hace 12 meses; y las chichitas casi todas vienen sin manchas.


En casa nos gusta que el nacimiento tenga carácter chapín; y por eso usamos manzanillas, pinabete, gallitos, chichitas, musgo verde y barba de viejo. En el Nacimiento siempre pongo mi tortuga de cuando usaba pantalones cortos; y pongo los correspondientes chinchines y guacalitos.

En nuestro Nacimiento siempre hay dos Niños: el que ponemos en un guacalito, que me regaló mi abuelita, Frances; y el de un Misterio que nos hizo la Tía Paty.

Cuando yo era chico, en la casa de mi abuelita Juanita se ponían dos nacimientos, uno era el de los adultos que básicamente era un Niño antiguo de La Mamita, acompañado por pastores y ovejas. Y se ponía un Nacimiento divertido, que era el de nosotros, los críos. En ese se usaba un embreyado tradicional, con aserrin de colores, ranchos, ovejas, pastores, lago, río, cisnes, árboles y animales diversos. Todo era desproporcionado, por supuesto, pero así son los nacimientos verdaderamente chapines. Un embreyado, por cierto, era un costal cubierto de brea seca, que servía para darle forma al Nacimiento.

El Nacimiento de mi abuelita Frances también era hecho conembreyados y era un poco más grande, lleno de accidentes geográficos, de personajes y de animales y plantas variados.

En casa de mis padres no se ponía un Nacimiento complejo, el que se ponía era más del estilo del que pongo ahora en casa.. Durante un tiempo pusimos el tradicional de los niños en la casa de la abuelita Juanita; pero luego se fue reduciendo a Niño, ovejas y pastores; y ahora sólo es Niño y pesebre. Pero queda muy sobrio y elegante.

Uno de mis favoritos, en casa de mis padres, fue el que hicimos sobre un comal en el que habíamos hecho crecer chan. Las imágenes de barro de Chinautla se veían hermosa sobre el prado verde que hacía el chan.

El chan, por cierto es la semilla de un arbusto. Es pequeña como la semilla de amapola y, cuando se humedece, adquiere una textura muy agradable. Una limonada, a la que se le añade chan, se convierte en algo divertido. A una persona se le dice que parece refresco de chan, cuando es llena de babosaditas, o sea melindrosa o remilgada. Y el chan germina fácil y a nuestro Nacimiento le dio un aspecto muy fresco y natural.

Actualmente ya ni se consiguen embreyados. En ellos se adhería el aserrín de colores mediante el uso de un engrudo preparado con agua y harina. He visto que, en vez de embreyados, la gente usa un tipo de papel grueso como papel de envolver o de embalaje, o del que se conoce como papel Kraft. De todos modos, alguna vez, me gustaría hacer un Nacimiento con embreyados.


12
Dic 09

¡El Torito en la fiesta!

Anoche vimos dos Toritos en el barrio, durante la fiesta de Guadalupe. De todos los fuegos artificiales que he visto mi favorito es El Torito. Oí por primera vez de él cuando era niño y mi tía abuela La Mamita me contaba de los festejos populares de cuando ella era niña, a principios del síglo XIX. Me contaba de cuando ella llegaba a la parte del Torito, y de cómo se dejaba ir entre la gente mientras disparaba cohetes y luces, yo me emocionaba mucho. Pero no fue hasta la adolecencia que vi uno en persona. Y desde entonces no me resisto a ver toritos, aunque me correteen.

Este es uno de los de anoche, y en un momento del vídeo se ve muy bien cómo le llegan los silvadores a la gente. El vídeo es gracias a mi amigo Raúl, de Así es la vida.

12
Dic 09

Comidas de procesión

Como en mi barrio se celebra la fiesta de Guadalupe; no faltan las tradicionales procesión, cohetes, bailes, toritos y alimentos.
Estas son unas muestras de la comida que se suele vender en estas ocasiones: plataninas, churros, rosquillas, conserva de coco, dulces de pepitoria, manzanas, elotes, longanizas, carne adobada, chuchitos, rellenitos de plátano, molletes y buñuelos.

11
Dic 09

¡Ya está listo el árbol de Navidad!

El aroma del pinabete, las luces y las figuras decorativas alegran ya la temporada navideña en mi casa. Con el árbol listo, ya estamos preparados para los tamales, las galletas, el turrón, el stollen, el mazapán, el ponche, el pastel de frutas, el mincemeat pie, los regalos y los cohetes.

El aroma del pinabete y el de la manzanilla celebran el mensaje de Paz en la tierra, a los hombres de buena voluntad que trae la Navidad; y a esta hora, me da los buenos días.

De mi infancia recuerdo varios árboles importantes. En casa de mi abuelita Juanita es imposible olvidar unos chiribiscos hermosamente adornados con cabello de ángel y con luces en tonos pastel. También recuerdo los pequeños árboles que ella, y mi tía abuela La Mamita, solían montar -con primor extraordinario- para mi hermano y para mí, junto a nuestro propio nacimiento en miniatura.

En la casa de mi abuela, Frances, recuerdo que los árboles generalmente pinabetes, o cipreses. A veces adornados con nieve fabricada elaborada en la casa con un jabón que venía en escamas; y siempre llenos de figuras variadísimas, algunas muy antiguas, y luces multicolores. Allá los árboles eran tan altos que mi padre y mi tío Freddy tenían que usar escalera para llegar hasta arriba y distribuir bien las luces y las figuras.

En la casa de mis padres tuvimos toda clase de árboles. Aunque los favoritos eran los pinabetes, tuvimos cipreses, pinos y chiribiscos. En algún momento de principios de los años 70 se pusieron de moda los árboles que ya venían nevados y tuvimos uno de esos. Y en los malos tiempos tuvimos un árbol prestado, y un árbol simbólico, hecho con chorizo de pino, en la pared.

Este año, gracias a doña Mireya, don Ronald y al Rafa, tenemos un árbol galán que nos llena de magia y de alegría la casa. Ese arbolito me trae invaluables recuerdos de decenas de alegres festejos, y promete muchos más; y si usted quiere su pinabete, los hay hermosos en la 30 calle 11-42, zona 12, colonia Santa Rosa II; teléfono 2476-0496.


07
Dic 09

Meditaciones del Diablo

Ay tata, me dijo el Diablo, no hay derecho. El Cachudo anda de bajón porque si algo le agrada a él es inaugurar la maratón Concepción Reyes; festividad que lleva a los chapines por una supercarretera de celebraciones que van del 7 de diciembre (Día de Concepción) hasta el 6 de enero (Día de Reyes). Sin embargo, ahí anda la mara, ¡hasta los de Jóvenes por Guatemala!, intentando acabar con los fogarones con los que los chapines queman al Chamuco.

La juventud no respeta las tradiciones, lamenta Satanás, cuando medita acerca de que así se va a ir acabando nuestra identidad. ¿Qué se tenían que meter las embajadoras de Francia y de La Pérfida Albión con esos patojos? ¿Qué los tenían que meter en ese cuento de la contaminación y de salvar al planeta? Así se cuestiona Belzebú, mientras que en su corazón guarda la esperanza de que los guatemaltecos no se olviden de él -hoy al atardecer- y que salgan a quemarlo como a él tanto le gusta.
…y yo le ofrezco a Lucifer que le encenderé aunque sea un fueguito. Le cuento que me comeré unos buñuelos y me tomaré un vaso de ponche con ron a su salud. Le digo que no se aflija, que seguramente todavía hay buenos chapines que no se intimidan con esas modas.
¿Sabe qué me da rabia?, añade Cándido que es cuate de el Príncipe de las tinieblas, que toda esa mara que alega contra la quema de su servidor porque contamina el ambiente, es mara que tiene carro, es mara que no anda en vehículos como los de los Picapiedra, sino que anda en carro. Esa mara viaja en avión. ¡Mucha de esa mara, cuando sale a bloquear carreteras, hasta quema llantas! Malataza esa gente.

06
Dic 09

Las compras de Navidad

Mi amiga Pamela escribió: Christmas shopping is insane…there most be a better way. Y tiene razón; regalar, en Navidad, debería ser un placer, un acto de amor…pero no un motivo de tensiones, ni algo desagradable.
Hace ratos resolví el problema de forma salomónica:
1. Compro en Internet y/o
2. Sólo compro lo que de verdad me hace feliz y lo que de verdad me da placer; porque, ¿qué sentido tiene salir de compras para obsequiar cosas que nos causa infelicidad comprar?
María Elena Schlessinger, en su columna Navidad esencial, escribió que les propongo que nos simplifiquemos la vida y que nos deshagamos de la soga de angustias que nos aprieta en estas épocas, porque el tiempo siempre se hace corto, o porque el presupuesto siempre se enjuta en diciembre. Les propongo, este año, celebrar las fiestas de Navidad como lo hacían nuestros antepasados en este Valle de las Vacas, con austeridad y recato.
Yo no soy muy minimalista, y de la Navidad, lo que me gusta es lo que les gusta a los niños: los regalos, las golosinas, las luces y los cohetes. Pero algo me llegó de la columna de Schlessinger y algo me llegó de la queja de Pamela. Es cierto que la mara se estresea demasiado, y a mucha gente se le estropea la fiesta a causa de tanta agitación, tanta expectativa, y tanta tensión. ¡Se supone que la fiesta debe ser divertida y agradable!, ¿o no? Total, el lema de la fiesta es: Paz en la tierra, a los hombres de buena voluntad.
…y con eso de los regalos, a lo mejor hay dos opciones que valdría la pena explorar para añadirles novedad y una nueva experiencia: regalar en el Día de San Nicolás, o regalar en el Día de Reyes. Y por cierto que, el primero, es celebrado hoy.
Por sí solo, cambiar de día no resuelve el tema de la tensión de las compras y de qué regalar; pero si se cambian el concepto y el contexto, puede regresar el verdadero significado de obsequiar y puede cambiar la naturaleza de los regalos.
La fiesta de la paz, y de la buena voluntad, no debería ser la celebración del stress.