Meditaciones del Diablo

Ay tata, me dijo el Diablo, no hay derecho. El Cachudo anda de bajón porque si algo le agrada a él es inaugurar la maratón Concepción Reyes; festividad que lleva a los chapines por una supercarretera de celebraciones que van del 7 de diciembre (Día de Concepción) hasta el 6 de enero (Día de Reyes). Sin embargo, ahí anda la mara, ¡hasta los de Jóvenes por Guatemala!, intentando acabar con los fogarones con los que los chapines queman al Chamuco.

La juventud no respeta las tradiciones, lamenta Satanás, cuando medita acerca de que así se va a ir acabando nuestra identidad. ¿Qué se tenían que meter las embajadoras de Francia y de La Pérfida Albión con esos patojos? ¿Qué los tenían que meter en ese cuento de la contaminación y de salvar al planeta? Así se cuestiona Belzebú, mientras que en su corazón guarda la esperanza de que los guatemaltecos no se olviden de él -hoy al atardecer- y que salgan a quemarlo como a él tanto le gusta.
…y yo le ofrezco a Lucifer que le encenderé aunque sea un fueguito. Le cuento que me comeré unos buñuelos y me tomaré un vaso de ponche con ron a su salud. Le digo que no se aflija, que seguramente todavía hay buenos chapines que no se intimidan con esas modas.
¿Sabe qué me da rabia?, añade Cándido que es cuate de el Príncipe de las tinieblas, que toda esa mara que alega contra la quema de su servidor porque contamina el ambiente, es mara que tiene carro, es mara que no anda en vehículos como los de los Picapiedra, sino que anda en carro. Esa mara viaja en avión. ¡Mucha de esa mara, cuando sale a bloquear carreteras, hasta quema llantas! Malataza esa gente.

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