27
Sep 07

La Guatemala canalla

  • “Es lamentable que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que años atrás, bajo la conducción de los magistrados Arturo Herbruger Asturias y Mario Guerra Roldán, fue la garantía inconmovible de la realización de procesos electorales transparentes y sin mácula alguna, actualmente genera una percepción de falencias ante la opinión pública nacional e internacional. En efecto, ahora le ha tocado el turno a la Contraloría General de Cuentas y a la Procuraduría General de la Nación señalar que nuestro flamante TSE sería el supuesto responsable de la reelección de candidatos que, solo eso nos faltaba, ¡tienen reparos por mal manejo de fondos del Estado! O sea que el máximo tribunal en asuntos de elecciones permitió la inscripción de candidatos insolventes, que no cumplieron con los requisitos establecidos por la Ley de Probidad”.
  • “La desaparición de cinco jóvenes, el viernes recién pasado, y el aparecimiento de sus cadáveres ayer, son hechos preocupantes no solo porque se unan a la larga lista de víctimas de la violencia que asuela al país, sino porque han sido capturados y acusados de haber participado en el crimen dos agentes de la Policía Nacional Civil. Esto acrecienta el temor ciudadano a las autoridades, a quienes se les ve como ofensores, delincuentes y amenaza a la sociedad”.

Si bien es cierto que cuatro de aquellos cinco jóvenes eran delincuentes (y uno de ellos tenía ¡26 ingresos a la cárcel! por robo, agresión y amenazas, entre otros delitos menores), sigue siendo absolutamente inaceptable que las autoridades que deberían protegernos de la delincuencia, sean los protagonistas de asesinatos extrajudiciales, o de asesinatos propios de sicarios.

¿Y dónde me deja lo del Tribunal Supremo Electoral? Si a los chapines no nos queda más que elegir entre mafiosos y otros criminales no es sólo porque no asumamos como nuestra la responsabilidad individual de averiguar por quién fregados estamos votando. Lo que pasa es que los cancerberos no hacen su tarea. Quizás por miedo, quizás por componendas, o quizás por qué se yo que excusa intragable.


04
Abr 07

Historias policiales de miedo

“Si gritas te vamos a matar”, fue la advertencia que recibió María*, para que no se opusiera a ser violada por dos agentes de la Policía Municipal de Tránsito de Santa Catarina Pinula, quienes minutos antes habían ofrecido llevarla a su casa, luego que su vehículo se quedara sin gasolina en el kilómetro 11, carretera a El Salvador.

“Hoy fui víctima de una lenta y ridícula persecusión por un elemento de la Policía Nacional Civil que anotó mis datos en su libreta”, nos cuenta Mauricio Romero en su bitácora. “No escribo ni quiero el tema se use contra la institución, yo escribo porque con tanta inseguridad da rabia que algunos elementos dediquen los recursos de la PNC a perseguir,detener y tomarle datos a un ciudadano, que va solo en un carro, sabado a las cuatro de la tarde, en una cola de mas quince minutos en el boulevard Lourdes escuchando MP3 de su celular”, añade Romero.

Recuerdo que cuando estaba en Segundo grado de primaria tenía un libro (seguramente de Salud y Seguridad), en el que había un ilustración que mostraba a un niño pequeño hablando con un policía. La maestra nos explicó que si algún día nos perdíamos, o nos veíamos en apuros lo mejor era acercarse a un policía y pedirle auxilio. Después de leer las historias de arriba, ¿qué le aconsejaría, usted, a un niño, o a un adolescente?

En cuanto los vea les diré a mis sobrinos que si se ven en apuros, de día o de noche; y peor aún, que si la policía se les acerca, que llamen inmediatamente y con total confianza a sus padres, o a mi y que avisen exactamente dónde estan.

*El nombre es ficticio para proteger a la víctima.
La ilustración la tomé de http://waronjunk.blogspot.com/


17
Mar 07

Mi calle sitiada…otra vez

Otra vez está sitiada mi calle. Cuando la cerraron porque estaba, aquí, el presidente del país más poderoso del mundo; y que se encuentra en guerra con terroristas que son capaces de destruir las Torres Gemelas, o de hacer volar un tren lleno de pasajeros, pues andaba yo condecendiente.

Ahora todo está lleno de policías, soldados y que se yo a causa de un montón de banqueros centrales y así ya cambia la cosa.

En fin, a uno, ¿que le queda sino aguantarse? No sin suplicar que, por vidita suya, no les de por cerrar las calles cada vez que recibimos visitas.


12
Mar 07

Mi calle sitiada

Mi calle está sitiada. Hay una malla de metal en un extremo y un obstáculo de concreto en otro. Hay Policías Nacionales, Policías Municipales, SAAS, Antimotines, soldados chapines y gringos, perros, bomberos, periodistas, curiosos y quién sabe qué más.

Para entrar a mi casa tuve que identificarme y mi carro fue registrado.

Es incómodo, pero si algo se puede decir en su descargo es que durante el registro los encargados fueron muy educados.

Todo esto no es normal, claro; es porque viene el presidente George W. Bush.

Como me dijo un cuate. Ahora si podés salir a caminar con reloj, con tu celular y con tu laptop y tener la ilusión de que es seguro caminar por la ciudad.

A eso, otro cuate responde: Si el problema no es la inseguridad. El problema es que Berger puede hacer cualquier mulada. “Sí”, dice la Gatona, “peor si le da por contar uno de esos chistes que sólo se cuentan en familia”. “Que no le vaya a necear con que cante, como le hizo a Juanes”, dijo Raúl.


14
Oct 06

El poder de la ecohisteria

1. Mis maestros positivistas enseñaban que, en la Pirámide de Kelsen, la Constitución era la ley suprema y que debajo de ella estaban todas las demás normativas, reglamentos y circulares.

Desde otra perspectiva don Alberto Herrarte, enseñaba que el constitucionalismo era uno de los pilares del Estado de Derecho. Pero claro, para que aquello sea cierto debe haber concordancia entre las prescripciones constitucionales y la realidad social del ejercicio del poder. En esas condiciones el proceso del poder se somete a las normas de la Constitución. Una constitución semántica, según Herrarte, es aquella que si bien se aplica según sus prescripciones, estas tienen por objeto afianzarle el poder a sus detentadores.

Gottfried Dietze añade y advierte algo importante: que el constitucionalismo es una forma compleja de gobierno, difícil de perfeccionar.

Estas meditaciones vienen al caso porque en 1989 el Congreso de la República de Guatemala aprobó la Ley de Areas Protegidas sin cumplir con el requisito constitucional de contar con una mayoría de dos terceras partes del total de diputados que integran el Congreso.

El caso es que el Parlamento (organismo encargado de decretar, reformar y derogar las leyes) incumplió un requisito fundamental para que aquella ley fuera legal. Empero, existe una presunción de legalidad en cuanto a las normas emitidas por el Congreso; de modo que, aunque la Ley de Areas Protegidas haya nacido con un pecadote original, si a nadie le importa lo suficiente como para interponer una Acción de Inconstitucionalidad, aquella normativa tiene vigencia plena.

Puesto de otra forma puede decirse que mataron a un sujeto en la esquina, pero que, como nadie ha visto el cadáver, se presume que el muerto está vivo.

Pero el hecho es que alguien vio el cadáver. A principios de septiembre la Cámara de Industria de Guatemala impugnó la Ley de Areas Protegidas; ¡y los ecohistéricos pegaron el grito en el cielo!

No voy a discutir ahora si aquella ley es buena, o mala para la protección del ambiente. Voy a pasar por alto que el narcotráfico, la tala ilegal de bosques y el contrabando campean en las áreas protegidas; y voy a hacerme el loco con aquello de que lo que es de todos no es de nadie.

El punto que de verdad me llama la atención es que, como la ley citada sirve a los intereses de algunos ecologistas y de muchos ecohistéricos, el vicepresidente Stein ha intervenido y ha movido a la CIG para que retire su impugnación. De esa cuenta, la Cámara desistió de la Acción de Inconstitucionalidad. Pobrecitos los ecohistéricos; ¡pero que poder tienen!

Como veo las cosas es así: existe una violación constitucional evidente en una ley importante; pero como hay grupos de interés poderosos a quienes no les conviene que se destape esa olla, el comandante-vicepresidente ha conseguido que prevalezcan aquellos intereses sobre la Pirámide de Kelsen, el constitucionalismo, y sobre el Estado de Derecho mismo.

Estoy claro en aquello de que no hay inconstitucionalidad sin declaratoria de inconstitucionalidad; pero hay un muerto en la esquina y ya hiede. Sin embargo, el poder político y los grupos de interés han acordado que sigue vivo y que aquí no ha pasado nada.

Me atrevo a decir que no es así como se perfeccionan el constitucionalismo y el Estado de Derecho. Así como vamos, mejor sustituyamos aquella norma que dice que el ejercicio del poder está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley (artículo 152 de la Constitución); por una que diga que el poder está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley, siempre y cuando los funcionarios y los grupos de interés no dispongan lo contrario.

2. ¡Felicitaciones!, a las autoridades encargadas de Presidios y de la Seguridad Ciudadana por la limpieza que hicieron en Pavón y que debe continuar en otras áreas