24
Feb 08

Por el placer de comer

Como brócoli, no porque pueda tener antioxidantes, sino porque el brócoli es delicioso. Como manzanas, no porque An appple a day, keeps the doctor away; sino porque su aroma y su sabor son magníficos. ¡Me da tanto coraje cuando oigo que alguien le dice a un niño que se tome su limonada porque es buena para evitar que te den catarros! ¡Jodido!, ¿qué tiene de malo que algo sea bueno sólo porque da placer? ¿Por qué se tiene que justificar el gozo de algo con algún tipo de beneficio utilitario?

Hoy, en The New York Times que trae Prensa Libre, leo que hay restaurantes que ofrecen menús que “refuerzan el sistema inmune”. ¿Qué tan bajo se puede caer? Un día de estos la gente va a salir a comer, no para divertirse y excitar a sus sentidos, sino para alimentarse y fortalecer sus sistema inmunológico.

Eso me recuerda a un amigo que ha observado que si un niño derrama una gaseosa y se le pregunta qué pasó, el niño responde que la gaseosa se cayó, y no que él la botó. Este es el caso de aquellas personas que, si se les pregunta por qué vienen mojadas contestan que es porque llovió, en lugar de reconocer que es porque olvidaron sacar el paraguas.

Da miedo vivir en una sociedad en la que la gente prefiere no asumir la responsabilidad de sus actos; pero da terror espantoso vivir en una sociedad en la que la gente come para llenarse de elementos químicos, en vez de hacerlo para gozar las delicias de los alimentos.


16
Feb 08

¿Qué clase de gallinas somos?

1.- ¡¿Qué clase de gallinas somos?! Alguien envía un correo electrónico desde alguna oficina y, como en un gallinero, los cacareos son ensordecedores.

La semana pasada circularon e-mails acerca de la supuesta quiebra del Banco Agromercantil, y el sistema financiero chapín fue puesto en jaque. ¿Qué dice esto, de la sociedad chapina?
Que haya un canalla capaz de iniciar aquellos rumores, no me extraña, pero lo que es embarazoso es que miles de personas estén dispuestas a ser cómplices, mediante el reenvío de los correos. ¿Saben qué voy a hacer la próxima vez que algún lector, conocido, amigo o pariente me mande uno de esos correos? Voy a publicar su nombre en http://luisfi61.blogspot.com/ Así voy a ayudar a ser responsables de sus acciones a los que, sin usar un poco de sentido común —ya sea de buena o de mala fe— colaboran para que funcione el terrorismo financiero.

Dado que la superintendencia correspondiente goza de una credibilidad que se cuantifica en números negativos, ha sido necesario que los clientes del banco perjudicado salgan en defensa de aquella organización bancaria. Uno mira los diarios y se encuentra con páginas de campos pagados cuyo precio es de por lo menos Q14 mil 500 cada uno. El total de estos gastos es escandaloso, si se toma en cuenta que no tendrían razón de ser si los chapines fuéramos un poco más responsables, o si la vez anterior, cuando ocurrió algo parecido con otro banco, alguien hubiera ido a parar a la cárcel por generar los correos pusilánimes.

Quizás los chapines deberíamos ser más creativos y positivos con nuestra capacidad de participación ciudadana. En vez de ser happy triggers para reenviar campañas negras, bien podríamos dejar claro que no toleraremos un alza a los impuestos, que nos indigna el desperdicio de recursos en el Congreso, o que urge una reforma constitucional integral que restituya el estado de Derecho. Usted no me crea, pero un cuate me contó que como consecuencia de los correos citados, una maestra reunió a los padres de familia de una escuela y les dijo que, si tenían cuentas en el banco citado, deberían cerrarlas. ¡No frieguen, muchá; hay formas más positivas de ejercer el liderazgo! ¡Hay causas más dignas de tanta energía!

2.— Armas sin registro: el viernes leí que en 85 por ciento de los delitos que son cometidos en Guatemala se usan armas que no están registradas. Pero ¿qué clase de delincuente pendejo registra su arma para luego salir y cometer crímenes?

Mi punto es que en la queja del Departamento de Control de Armas y Municiones, puesta como está, llevaría a pensar que un incremento en la calidad del registro de armas disminuiría la comisión de delitos mediante el uso de armas no registradas. ¡Y no es así!

La noticia nos revela que, aunque el Departamento de Control de Armas y Municiones (Decam) existe desde finales de los años 1980, en realidad es una dependencia inútil por su incapacidad técnica de cumplir con su cometido básico. Y la pregunta es: si no puede llevar registros apropiados, ¿para qué existe? ¿Para qué finge llevar registros, del todo?

Este es un mal típico de la administración pública. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) regula lo relacionado con los comicios, pero a la hora de hacerse respetar, como en el tema de la propaganda electoral, o en el del financiamiento de los partidos, el TSE es el hazmerreír de los políticos. El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, que debería de proteger a viudas y lisiados, no es más que la cueva de Alí Babá.

¡El colmo es que el Decam no tiene registradas, ni siquiera, las armas de la Policía y del Ejército! Este es otro caso de cómo es que la administración da el mal ejemplo y por eso carece de autoridad alguna para hacer que se cumpla la ley.

Al final, la solución para la violencia armada no es solo que haya un registro eficiente, y mucho menos que se prohíban las armas. Como los delincuentes prefieren víctimas desarmadas, parte de la solución es que los ciudadanos honrados puedan portar armas ocultas.

Publicada en el diario Prensa Libre, el sábado 16 de febrero de 2008


02
Feb 08

¡Ni un centavo más!

En esta semana nos enteramos, o más bien, confirmamos, que el Gobierno ha pagado un alto sobreprecio por las medicinas que compra. También leímos que el Organismo Ejecutivo andaba detrás de la aprobación de un préstamo de US$8 millones para consultorías.

Nos escandalizamos, hace poco, al enterarnos de que un estudio que no aparece, sobre el sistema de salud, podría haber costado unos US$6 millones. También leímos, con indignación, que en el Congreso habían gastado US$1 millón para comprar un sistema electrónico, para el control de las votaciones, y de que a los diputados no les da la gana usarlo. Leemos que los nuevos puestos en el Ejecutivo, para la administración socialdemócrata, costarán US$3.2 millones. El Organismo Legislativo está plagado de plazas fantasma. Todo esto es solo lo que se sabe; y la consigna parece ser: “¡Atásquense, coches, que hay lodo!”

En medio de aquella tragedia se asoma lo que es de esperarse, sin estado de Derecho y sin mercado confiables. Tras haber alcanzado su mejor ciclo de crecimiento de los últimos 30 años, la economía guatemalteca empieza a mostrar síntomas de desaceleración: el crédito bancario a las empresas y el Índice de Medición de la Actividad Económica muestran un ritmo descendente.
Pero claro, no hay nada tan malo que no pueda ponerse peor. Ahí anda el vicepresidente Espada, amenazando con que va a subir los impuestos al tabaco y al licor, y que va a elevar el Impuesto Único sobre Inmuebles, cosa que ya tiene encaminada el alcalde capitalino. Y la Junta Monetaria sube que sube las tasas de interés, alzas que castigan violentamente a quienes están pagando su casita, y marginan a quienes soñaban con empezar a pagar la suya. Los pipoldermos* son como Pac Man, que por donde pasan devoran y corroen.

Y si usted creyó que toda la tragedia terminaba aquí, entérese de que el Grupo Promotor del Diálogo Fiscal propondrá un paquete de impuestos que elevará la carga tributaria a 13.2 por ciento del Producto Interno Bruto. No es broma, nos quieren subir los impuestos en el momento en el que la actividad económica va en descenso. Claro que eso sólo puede ocurrir si usted deja que ocurra.

Mi opinión es que los pipoldermos, de la ideología que sean, no tienen derecho a pedir que usted trabaje más, para mantener a los que viven del presupuesto del Estado, hasta que no ocurran dos cosas: 1. Que cesen total y absolutamente la mala administración y el desperdicio de los impuestos tomados de los tributarios. 2. Que sea revisada la calidad del gasto público y que todo gasto innecesario o que sirva para atender las demandas de los buscadores de rentas parasitarias sea eliminado.

Solamente hasta que se cumplan aquellas condiciones previas se puede hablar de impuestos. El diálogo fiscal no debe ser con y entre grupos de interés, sino con los tributarios mismos; por lo que cualquier reforma tributaria debe ser sometida a consulta popular. Los que pagan deben poder ejercer su derecho a decidir si quieren pagar y para qué. Los tributarios tienen el derecho a saber, exactamente, cuál es el costo de tener gobierno.

Hasta ahora, los guatemaltecos hemos actuado más como súbditos que como ciudadanos. Habiendo sido criados en una cultura que no cuestiona la pretensión de unos en cuanto a vivir del trabajo de otros, por medio de los impuestos, estamos demasiado dispuestos a soportar canalladas como las que encabezan esta columna.

Con tanto desperdicio, ¿ya se dio cuenta, usted, de que el problema no es que los pipoldermos no tengan dinero? ¡Lo que les sobra es la plata, y por eso la malgastan y la hacen piñata! Si su asociación gremial se sienta a pactar impuestos con la administración, renuncie a ella. Si conoce de actos de corrupción y de desperdicio de tributos, escriba a Prensa Libre, o llame a Todo a pulmón. ¡Por Dios, no contribuya con su indiferencia al enriquecimiento de los que viven de la teta del Gobierno! *Pipoldermos: pícaros políticos que por el momento detentan el poder.

Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 2 de febrero de 2008


18
Ene 08

Recogiendo aceitunas con las nalgas

Antes de ser golpeado y de ser dejado por muerto, Marcelo Tiriquiz conducía un picop en el cual Pascual Grave, Mario Ramos y Pedro Mateo supuestamente iban a cargar mazorcas de maíz.

Cuando Tiriquiz llegó a recoger la carga fue golpeado con palos y fue herido de gravedad. Al ver que no se movía, sus agresores lo dieron por muerto y se llevaron el vehículo. Tiriquiz se recuperó, pidió ayuda y denunció a sus atacantes.

Los vecinos del cantón Chulumal Segundo, de Chichicastenango, capturaron y hallaron culpables de aquellos actos a los tres sujetos mencionados arriba.

El pueblo, que no es Fuenteovejuna, decidió que no sometería a los acusados a las leyes occidentales; y decidió hacer justicia por su propia mano. Los acusados, en lugar de ser escuchados y vencidos en juicio a la usanza de Occidente, fueron sometidos a la justicia rápida y jacobina que hace las delicias de algunos y que se dice democrática y consuetudinaria.

Grave, Ramos y Mateo fueron dejados en calzoncillos; fueron atados en la plaza pública y fueron sometidos a castigos como llevar carga mientras recorrían un tramo sobre piedrín; también tuvieron que acarrear la carrocería de un picop y fueron manguereados.

Si estas cosas no fueran serias, me darían algo de risa. ¡Por lo menos no se les ocurrió la salvajada de rociarlos con gasolina!, como ha ocurrido en otras partes y en otras ocasiones. Pero, ¿es aquello justicia? Si a usted le robaran su auto y lo dejaran por muerto luego de apalearlo, ¿qué pensaría de esto? Los castigos que recibieron Grave, Ramos y Mateo más bien parecen pruebas de fraternidad. La próxima vez, ¿por qué no hacen que los presuntos delincuentes se traguen un pez dorado? Talvez podrían obligarlos a que recojan, con las nalgas, sendas aceitunas puestas sobre bloques de hielo.

Más allá de todo esto, ridículo como es, ¿de qué nos han servido años y años de experiencia penal para la eliminación de las penas inafamantes en Occidente?

¿Saben qué me gustaría saber? ¿Qué ocurre con las personas a quienes se les imponen este tipo de castigos? ¿Vuelven a deliquir? ¿Siguen viviendo como si nada en el pueblo? ¿No vuelven a asomarse por ahí? ¿Escarmientan? ¿Se ríen de todo frente a un litro de cerveza, mientras chupan limones colgados de hule canche? Los próximos que causen lesiones graves y roben un auto, ¿serán sometidos a los mismos castigos, o recibirán castigos diferentes? ¿Cómo se definen los castigos?

La foto es de Prensa Libre, por Jimmy Ren.


17
Ene 08

La sífilis y la Conquista

Cuando en 1521 los españoles y los tlaxcaltecas entraron en Tenochtitlán, encontraron las casas llenas de muertos. No por la batalla, sino por enfermedades como la viruela y el sarampión. En pocos años, casi toda la población nativa del Caribe y del Continente fue devastada por plagas para las que nos indígenas no tenían inmunidad.

Desde entonces, la lista de calamidades traídas a América por la Conquista incluye a aquellas plagas y es uno de los reclamos que las dirigencias indigenistas y populares, sacan a colación cuando se discute el tema. Aquellas plagas no sólo diezmaron físicamente a los los habitantes del continente, sino que los desmoralizaron porque contribuyeron a su creencia de que los españoles eran dioses y que la Conquista era un designio divino.

Lo que no se sabía es que la sífilis de transmisión sexual se originó en el Nuevo Mundo y que fue llevada a Europa por la tripulación de Cristobal Colón, según un estudio realizado por la Universidad de Emory, publicado en el Public Library of Science Neglected Tropical Diseases. Una comparación del ADN de cepas de gérmenes causantes de la sífilis y enfermedades similares aportó pruebas de que ese factor patógeno evolucionó, primero, en Sudamérica. Esto lo leí en un despacho de Efe, publicado el 16 de enero de 2008 en la página 47 de Prensa Libre.

Esta evidencia pone la Historia más interesante, porque si los conquistadroes trajeron la viruela y el sarampión, de aquí se llevaron la sífilis.

El estudio, por cierto, explica que en Europa ya existía una cepa de Treponema (originaria de Africa) que deja lesiones parecidas a las de la sífilis. Sin embargo esta no era de transmisión sexual.


12
Ene 08

El buen pastor

Algunas veces, en medio de hechos que podrían ser noticiosos, la presencia de la Prensa ocasiona que se alteren los ánimos y que las cosas se salgan de su justa dimensión.

“Estábamos en una calle haciendo tomas de los grupos que empezaban a congregarse. La gente sólo se reunía. De repente, uno de los que estaban al frente se dio cuenta de que mi compañero y yo estábamos grabándolos y empezó a vociferar y a saltar con violencia. Agitaba un palo y se dirigió al grupo que lo seguía; y en un momento todos le siguieron en sus gritos y en sus brincos. Gritaban muy fuerte, tomaron piedras y empezaron a destrozar vitrinas y automóviles”.

Hace años, después de una serie de disturbios ocasionados por migrantes haitianos en varias ciudades de los Estados Unidos de América, tomé un curso de producción de noticias por televisión. El curso lo dieron una productora y un camarógrafo de Miami y la anécdota anterior la relató el camarógrafo para ilustrar cómo es que la presencia de las cámaras tiene “efectos secundarios” que pueden ser perjudiciales y que pueden ofuscar la conducta de las personas.

Yo creo que algo así es le pasa a Rodolfo Quezada y que por eso es que domingo a domingo dispara homilías como cañón suelto. El Cardenal sabe que la prensa está ahí para llenar segundos y cuartillas, de modo que se siente presionado para opinar. Digo esto porque tengo cuates que creen que él hace esas cosas con mala intención; y porque por un momento creí que lo hacía por ignorancia. Ahora creo que sólo es porque el pobre se siente presionado.

El domingo pasado, por ejemplo, el Príncipe de la Iglesia especuló sobre las regalías que deberían recibir las empresas mineras, sobre turismo y sobre ambientalismo.

El último día de 2007, al purpurado hizo observaciones acerca de si José y María habían sido migrantes ilegales e incursionó en los campos de la economía y del salario para dar su opinión sobre aquellos temas. El 24 de diciembre no estuvo tan mal porque habló de Nacimientos; pero el 17 ya había dado una “cátedra” de economía al hablar sobre el consumismo y el mercantilismo, e hizo cábalas sobre la naturaleza del valor.

Así puede uno irse hasta no a saber cuándo y lo que se va a notar es que Quezada se luce, frente a las cámaras, comentando hechos de actualidad y difundiendo sus peculiares hipótesis sobre los campos más diversos del conocimiento humano. Su Eminencia llena cuartillas y ocupa segundos como pocos.

Yo creo que esa avidez mediática les hace daño a su organización y a su rebaño. Si no, ¿por qué es que la mayoría de chapines cree que la Navidad es el 24 de diciembre? Para el guatemalteco promedio, el 25, que es el verdadero día de la fiesta de la Natividad, no sirve más que para recuperarse de la goma y para levantarse tarde. ¡Hasta las misas del gallo se hacen bien temprano el 24!; práctica que pareciera confirmar, de forma imprecisa y algo velada, que la fiesta es ese día.

Algo así ocurre con la festividad de la Pascua. El chapín promedio recuerda con solemnidad y a grandes costos la pasión y muerte de Jesús. Por eso es que el Viernes Santo es el la cúspide de la Semana Mayor. Tres fastuosas procesiones recorren las calles capitalinas, además de una multitud de pequeños santoentierros, de barrio. La Antigua Guatemala se pone sus mejores galas y el mensaje de llorad y arrepentíos cunde en los corazones.

¿Y qué pasa en el Domingo de Resurrección? Niente. Ese es el día en que los guatemaltecos se curan de la cruda adquirida como consecuencia de la parranda del Sábado de Gloria. El chapín promedio conmemora la muerte; y deja pasar la oportunidad de celebrar la vuelta a la vida.

En vez de hacer tantas homilías sobre política y economía, Quezada y su equipo ya podrían concentrarse en cuestiones religiosas que contribuyeran a la formación y al crecimiento espirituales de su rebaño. El prelado seguramente no saldría tanto en los medios; pero su grey se lo agradecería.

Publicada en el diarioPrensa Libre el sábado 12 de enero de 2008


05
Ene 08

Pies de barro

Estoy convencido de que el avance de la humanidad, y su mejor forma de aprendizaje, son un largo proceso de prueba y error. A veces damos tres pasos para adelante, y cuatro para atrás; pero a la larga no se pierde si aprendemos de los errores, y porque perder por conocer, no es perder. Verá, usted, que la historia política reciente de Guatemala ilustra muy bien aquel largo proceso de aprendizaje.

En el primer período presidencial, luego de la Constitución de 1985, los chapines eligieron como emperador a un muchacho de barrio, bastante hiperactivo, que, abanderado del socialcristianismo, hizo de su administración una parranda de cinco años. A él le sucedió un advenedizo que trató de hacer las de Fujimori y a quien hubo que sacar a cinchazos. El tercero de esta etapa fue sólo para pasar el aguacero y, anodino, como pocos, concluyó sin pena ni gloria.

El cuarto período presidencial, de esta etapa, fue el del aristócrata arrogante que sabe mejor que nadie lo que es bueno y que no duda en hacer berrinches y pataleos si no se hace su voluntad. Como reacción a tanto encumbramiento, los electores chapines optaron por un matón con sombrero, botas y todo; y el pobre se mareó tanto de vivir en la zona 14 que terminó fugitivo en México. Eso porque allá había pasado sus años de revolucionario y a pesar de que allá es donde debía unos ayotes.

El sexto período presidencial fue para el bonachón. Arrastrado a la presidencia por la falta de algo mejor, el actual jefe de la administración vino, vio, y pasó, con cantos de grillos como música de fondo.

En aquella importante tradición de la prueba y el error, el chapín promedio va a saborear, ahora, una fórmula diferente: la de la socialdemocracia pelada. Digo pelada porque, en realidad, Guatemala siempre ha sido una socialdemocracia. Aquí, los intereses colectivos siempre han privado sobre los derechos individuales; los impuestos sirven para redistribuir la riqueza, o para moralizar; el estado se reserva muchos monopolios como el del seguro social y el de la educación pública; la Junta Monetaria diseña y controla la macroeconomía; y bueno…uno puede seguir enumerando características que no son propias de una sociedad libre y que dibujan una sociedad inclinada hacia el socialismo.

Claro que aquella socialdemocracia no ha sido expresa; pero aquí ha estado siempre, al servicio de quienes tienen la posibilidad de usar el poder en su beneficio propio. Y ahora, en manos de un empresario progre y de un médico chispudo, los chapines tendremos la oportunidad de experimentar sin inhibiciones.

Lo bueno de todo esto es que, en la política guatemalteca, vivimos un período de desplome de ídolos con pies de barro. Tal fue el caso de la memoria de Jacobo Arbenz, cuyo hijo obtuvo 1.52% de los votos en su oportunidad; o el del difunto guerrillero, Rodrigo Asturias, que sólo consiguió 2.58 de los sufragios. Por cierto que, en aquella elección iconoclasta, también cayó el mito de Ríos Montt, que fue favorecido por un magro 19.32% de los electores. Y en 2007 Rigoberta Menchú y los otros dos candidatos exguerrilleros, no juntaron ni el 6% de los votos válidos.

Los triunfadores, Colom y Espada, tienen la oportunidad de hacer realidad los sueños más salvajes de los socialdemócratas, de los socialcristianos, de los socialistas reales y de otros revolucionarios y reformadores; y ojalá que lo que hayan de hacer lo hagan pronto. Que la agonía no dure cuatro años. Que ofusquen al máximo la fatal arrogancia del colectivismo y que pasado el primer año de desmadres, retornen la razón y el buen juicio. Así, se desplomará el ídolo con pies de barro que es la “nunca antes probada socialdemocracia chapina”.

Publicada en el diario Prensa Libre, el sábado 5 de enero de 2007


31
Dic 07

La Abui

 

La Abui era mi abuela, Frances; y salvando las diferencias, siempre la vi un poco como a la Auntie Mame, el personaje principal de la novela homónima de Patrick Dennis. Quizás eso explica por qué es que la mencionaba mucho en mis columnas, hasta el punto de que una vez, a un mi primo, un amigo suyo le dijo: Al que no soporto es a ese columnista que siempre menciona a su abuela. Mi hermano, Gustavo, fue quien le puso el apodo de Abui.

Frances de Figueroa, La Abui.

La Abui era muy católica; tenía una novena para cada necesidad y varias más por si acaso. Una vez me preguntó que por qué es que yo no iba a misa, y cuando le expliqué que yo no quería tener nada que ver con la organización que las celebraba, sólo se sonrió con un gesto que delataba su capacidad para entender más allá de las formas. Ella me obsequió La rebelión de Atlas y me dijo: Este libro es muy bueno, el final es algo filosófico, pero te va a gustar.

Tenía una biblioteca estupenda. Leyó a Shakespeare, a Cervantes y a Alighieri. Pero también leía otras cosas. Una vez me dijo: I am tired of getting in and out of Amber´s bed, al referirse a las actividades intensas de la heroína de una novelita que estaba leyendo.

Conmigo compartía su gusto por la historia de Inglaterra, por la ópera y por la música ranchera. Ella me introdujo al mundo del Scrabble y al de los crucigramas, a la filatelia y a la numismática. De donde quiera que regresara, lo hacía cargada de monedas y de estampillas que la emocionaban mucho.

No navegó mucho por Internet; pero cuando una vez se la describí como el Mare Nostrum, alrededor del cual estábamos todos e intercambiábamos todos, sus ojitos brillaron. Ella se fascinaba mientras le mostraba todo lo que uno podía encontrar ahí. En una de sus últimas fotos se la ve observando una revista en 3D, con los anteojos correspondientes puestos.

Su sentido del humor era extraordinario; pero era muy mala contando chistes, lo cual la hacía reír. Hasta sus últimos días sostuvo un vaso de vodka y un cigarrillo; y mientras que otras abuelitas sembraban violetas y culantrillos, ella tenía, entre aquellos, una matita de marihuana que no superaba los 12 cms. de alto. ¡Y gozaba tanto, cuando le hacíamos bromas sobre la plantita!

A lo largo de su vida siempre fue generosa. Su casa era punto de encuentro para su familia y para una pléyade de hijos postizos a quienes siempre les tuvo mucho cariño. Nunca hay un momento aburrido en la Casa Figueroa, dijo una vez una amiga suya, que venía a Guatemala y a su casa a pasar temporadas. Era generosa en particular y era generosa en general. Fue presidenta del Club Zonta de Guatemala, fue colaboradora de la Sociedad Protectora del Niño y del Instituto Guatemalteco Americano.

La Abui se crió junto al mar y caminaba descalza al colegio. Cómo refacción llevaba patas de pulpo secadas al sol y sazonadas con una mezcla de chile y cabezas secas de camaroncillos. En su niñez nadó con Duke Kahanamoku, nadador olímpico y actor que hizo de Tarzán. Vivió su niñez en Hawaii, con su abuela; y así como bailaba bien el hula, también bailaba bien el tango.

Con aquella mezcla de chile y de cabezas de camarón molidas, solíamos cenar frijoles con crema, queso duro y pan. Mientras hacía sus magníficos pays, a los niños nos enseñó a hacer palitos de queso con la masa que sobraba. Hacía galletas deliciosas para la Navidad y su fiambre es el Santo Grial que perseguimos todos los que hacemos fiambre en la familia.

A La Abui le ocurrió lo peor que puede pasarle a alguien: dos de sus hijos murieron antes que ella. Y aún así, nunca dejó de ser inspiración, alegría, consuelo, y amiga para quienes la buscábamos.

A todos los que perdieron a un ser querido en este año, les deseo que 2008 venga cargado de prosperidad, felicidad, y de centenares de recuerdos maravillosos ganados y construidos a lo largo de los años que pudimos compartir con aquellos que ahora no están con nosotros.

Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 29 de diciembre de 2007.


15
Dic 07

¿Dormirá tranquilo?

En presencia del equipo de procónsules que se hacen pasar por embajadores en Guatemala; y bajo la presión de representantes de distintos grupos de interés, 109 diputados guatemaltecos aprobaron la nueva ley de adopciones. Y sólo uno de los asistentes tuvo la decencia de razonar su voto en contra.

Al respecto, tengo algunas preguntas:¿Cómo evitarán, los políticos chapines, que el monopolio que han creado en el Consejo Nacional de Adopciones sea diferente al que tenía Guatel, o al que tiene el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social?

¿Qué harán para que el CNA no sea un foco de inhumanidad como es el Centro de Atención Médica Integral para Pensionados?

¿Por qué es que los burócratas y políticos que medrarán en el CNA no cometerán las mismas canalladas que sus colegas, “servidores públicos”, han perpetrado en el IGSS, en el Crédito Hipotecario Nacional, en el Instituto de Previsión Militar, o en las compras de medicinas para el Ministerio de Salud, por mencionar sólo unos casos?

Cuándo dar en adopción un hijo no querido deje de ser una opción deseable, ¿cuál va a ser la siguiente posibilidad?

Dentro de cinco años, ¿quién va a tener las agallas de publicar cifras comparativas de, digamos: cuánto se tarda, ¡de verdad!, un proceso de adopción; cuánto cuesta en términos reales y cuánto cuesta en términos de “mordidas”; cuánto ha crecido el número de abortos; y cuánto cuesta el CNA por cada niño que logre ser adoptado?

¿Cómo van a ser los hospicios del Estado para los niños que no sean abortados? ¿Algún lector tiene idea de cómo era la vida de los niños los orfanatos espantosos que estaban a cargo del gobierno? ¿Van a ser como el “magnífico” hogar que Oscar Berger les dio a los “jóvenes en riesgo” en la Finca Santo Tomás?

Para ese entonces, los Berger, Rodolfo Quezada, y los embajadores de los “países amigos”, ¿cuánto tiempo tendrán de no dormir tranquilos?

Si es cierto que algunas adopciones han sido hechas de forma anómala, ¿por qué es que no hay notarios presos? ¿Quién los encubría? ¿Cómo reaccionará la fiscalía ahora que las adopciones estarán en manos exclusivas de un grupo selecto de consejeros nacionales?

He aquí algunos hechos que son convenientemente omitidos cuando se discute este tema:

Nueve de cada diez casos de adopción son para los EUA. De aquellos, el 96% son niños a quienes sus padres los entregan voluntariamente, lo que se comprueba por medio de dos pruebas de ADN. El otro 4% es de niños declarados en abandono, lo cual lleva un proceso judicial largo.
De 150 denuncias de “sustracción de menores” que tenían las autoridades hasta agosto de 2007, se comprobó que sólo 5 de ellas eran verdaderas. El resto era de padres separados que quitaban los niños a la madre, o de madres que habían dado sus hijos en adopción y que luego se arrepentían y los declaraban como que se los habían robado.

Rosa María de Frade, ex vocera de la Presidencia, declaró en el programa de radio Todo a Pulmón que no estaba comprobado que fueran ciertas las denuncias de que se robaban niños para darlos en adopción.

A los de la Casa Quivirá se les acusó de “traficar con menores robados” y se les cerró el hogar y se les “confiscaron más de 40 niños”. Se hizo un gran aspaviento al respecto pero al final, todo resultó ser un espectáculo para los medios de comunicación. Para ahora, ya varios de esos niños han terminado el proceso de adopción ¡que estaba en regla!, y el resto se los han tenido que ir devolviendo al hogar porque los procesos no estaban viciados. Pero más importante aún es que, si los niños eran robados, ¿dónde están las madres que los están reclamando?

¿Por qué es que el monopolio de las adopciones en manos de los burócratas y políticos que siempre criticamos por corruptos e ineptos, es bueno? ¿Le confiaría usted un hijo a esa gente? ¿Qué va a hacer, usted, al respecto? ¿Dormirá tranquilo, hoy en la noche?

Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 15 de diciembre de 2007


12
Dic 07

Con la esperanza en manos de burócratas

Los diputados guatemaltecos aprobaron la nueva ley de adopciones. Y al respecto, tengo algunas preguntas:

¿Cómo evitarán, los políticos chapines, que el monopolio que han creado sea diferente al monopolio que tenía Guatel, o al monopolio que tiene el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social?

¿Qué harán para que el Consejo Nacional de Adopciones no sea un foco más de inhumanidad como es el Centro de Atención Médica Integral para Pensionados?

¿Por qué es que los burócratas y políticos que medrarán en el CNA no cometerán las mismas sinvergüenzadas que cometen en el IGSS, en el Crédito Hipotecario Nacional, en las aduanas, o en las compras de medicinas para el Ministerio de Salud, por mencionar sólo unos casos paradigmáticos?

Cuándo dar un hijo no deseado en adopción deje de ser una opción deseable, ¿cuál creen que va a ser la siguiente posibilidad?

Dentro de cinco años, o menos, ¿quién va a tener las agallas de publicar cifras comparativas de, digamos: cuánto se tarda, de verdad, un proceso de adopción; cuánto cuesta en términos reales y en términos de “mordidas”; cuánto ha crecido el número de abortos y cuánto cuesta el CNA por cada niño que logre ser adoptado?

Para ese entonces, los Berger, Rodolfo Quezada, y los embajadores de los Estados Unidos de América, los Países Bajos y España, van a poder tener el sueño tranquilo?

¿Cómo van a ser los hospicios del Estado para los niños no deseados que no sean abortados? ¿Van a ser como el legendario Elisa Martínez? ¿Algún lector tiene idea de cómo era la vida de los niños en ese lugar y en los otros hospicios que estaban a cargo de las “buenas gentes” que dirigían esos lugares espantosos? ¿Van a ser como el “magnífico” hogar que Oscar Berger les dio a los “jóvenes en riesgo” en la Finca Santo Tomás?

¿Por qué es que el monopolio de las adopciones en manos de los burócratas y políticos que siempre criticamos por corruptos e ineptos, es bueno? ¿Le confiaría usted un hijo a esa gente? Para muchos niños cuyo sueño es tener una familia, la esperanza ahora está en manos de esa gente. ¿Qué va a hacer, usted, al respecto?

La foto de la vergüenza es por Erlie Castillo, de Prensa Libre