22
Ago 08

El obituario de la DCG

El obituario de la Democracia Cristiana Guatemalteca fue publicado hoy, entre las Breves de Prensa Libre y no se encuentra en su sitio Web. Como en una fosa común, la noticia de que el Tribunal Supremo Electoral canceló a la DCG está apilada con la nueva de que también desaparecieron otros dos partidos políticos y con una miscelánea de notitas.

El partido que Vinicio Cerezo despeñó durante la parranda que fue su período constitucional, yace ahora -sin pena, ni gloria- donde yacen el Movimiento de Liberación Nacional, el Partido Institucional Democrático y el Partido Revolucionario, que fueron sus contemporáneos. Yace al lado de la Unión del Centro Nacional, y del Movimiento de Acción Solidaria. Allá, esperan al Partido de Avanzada Nacional, al Frente Republicano Guatemalteco, a la Gran Alianza Nacional y a la Unidad Nacional de la Esperanza. Veo que la socialdemocracia va por el mismo camino que allanó el socialcristianismo.

Ninguno de ellos descansa en paz…porque todos llevan, sobre sus hombros, la Guatemala insegura, pobre y ansiosa que tenemos hoy.


12
Jul 08

Una razón más para volver a votar nulo

Los partidos políticos evolucionaron como organizaciones de ciudadanos que podían funcionar como intermediarios entre quienes ejercen el poder (el gobierno) y los que los elijen y pagan los impuestos (los gobernados).

Por descuido de estos últimos, aquí y en muchas otras partes del mundo, los partidos políticos han degenerado en grupos de interés al servicio de quienes los controlan. En Guatemala la situación ha emperorado porque, francamente, los partidos ni siquiera son facciones, son roscas electoreras organizadas para llevar a sus propietarios al poder.

¿Le daría usted $4 a una de estas roscas? Hoy leo que la Comisión Electoral del Congreso quiere duplicar la deuda política y pretende poner sobre los hombros de los electores y tributarios el peso de más de más de $14 millones.

Los partidos chapines, que deberían cumplir su función natural con base en plataformas programáticas y principios que unan a sus miembros, no son más que maquinarias temporales para tener acceso a puestos de eleccion pública. Y yo digo que es una sinvergüenzada y una canallada lo que pretenden los políticos. Yo digo que hasta que los partidos deben ganarse la confianza de sus potenciales donantes, yo digo que los partidos no deben poder forzar a la gente a mantenerlos, yo digo que los partidos deben madurar.

En una democracia en construcción, y sobre todo en una república sana, los partidios deben evolucionar al lado de la sociedad de la que forman parte. Los partidos son importantes porque tienen una función dentro del sistema político; pero si nos engañamos mediante el financiamiento artificial de partidos que no lo son (sino que son roscas electoreras), lo que hacemos es criar una democrácia y una república asentadas en arenas movedizas.

La llamada deuda política no independiza a los partidos como se pretende hacer creer; al contario, los hace inmerecedores de la confianza de los electores, los hace artificiales, los hace totalmente dependientes de la teta del estado, los hace serviles, les hace innecesaria la maduración y refuerza su tendencia a convertirse en roscas.

Yo por lo pronto, si tengo que darle un centavo más a un partido, contra mi voluntad, ya tengo una razón adicional para votar nulo…, como si hicieran falta más motivos.


28
Ene 08

La Gana se va por el caño y la UNE se tambalea

En Guatemala no hay partido politico que sobreviva al ejercicio del poder. La Democracia Cristiana se ahogó en su propia inmundicia; el Movimiento de Acción Solidaria, que sólo existía en papel, se consumió después del fracaso del serranazo; el Partido de Avanzada Nacional no aguantó la salida de Alvaro Arzú y la primera derrota de Oscar Berger; el Frente Republicano Guatemalteco se ha ido extinguiendo y cuando ya no exista Efraín Ríos Mont (que talvez le sobreviva a las cucarachas, luego de la guerra nuclear) ya no quedará nada de él.

Esa suerte está corriendo la Gran Alianza Nacional luego de que perdiera las elecciones pasadas y luego de estar en el poder con Oscar Berger. La Gana también era un partido de papel; pero la dirigencia empresaurial había invertido millones en construir la marca. Ahora, todo se va por el caño porque “las tensiones en las filas de la Gana llegaron a su punto más crítico: el divorcio entre el grupo de diputados que ocuparon cargos en el anterior gobierno y quienes fueron reelectos ahora. Queda decidir cuál de los dos grupos será la bancada de esa agrupación”.

En la Unidad Nacional de la Esperanza, el partido de los actuales pipoldermos las cosas no se pintan mejor porque “Aunque nadie lo reconoce públicamente, todos en el Congreso lo comentan: la UNE afronta una crisis en sus filas; una bomba de tiempo que está muy cerca de explotar, debido a la inconformidad de varios de sus legisladores con las directrices del presidente Álvaro Colom”.

Los problemas en la UNE son tres: que los ministros nos sean del partido; que se haya bloqueado la comunicación entre diputados y ministros (para eso de los recomendados); y que se haya centralizado la comunicación entre alcaldes y el Ejecutivo.


01
Sep 07

Ficciones

En Guatemala vivimos de ficciones. Ayer leí que la PGN reconoció que once fincas ubicadas en la biósfera maya, que se las habían apropiado personas particulares, han sido recuperadas sólo en papel, ya que en la realidad están en poder de 38 grupos de invasores. Esta es la misma PGN que supervisará el control absoluto de las adopciones en Guatemala. Y si así como les va con las fincas, les va a ir con las adopciones, el futuro de los niños abandonados se pinta mal.

Aquí, en este bello paisaje el estado es dueño del subsuelo, supuestamente para el bien común. Y lo que resulta, en realidad, es que los propietarios del suelo han sido despojados de la propiedad del subsuelo y de sus riquezas, y han sido condenados a padecer la pobreza, mientras viven y trabajan sobre potenciales fuentes de enriquecimiento. El dueño de un terreno en Texas se hace rico si encuentra petróleo en su tierra, en tanto que el dueño de un terreno en Guatemala, sigue pobre si encuentra oro negro en su terreno. ¿Por qué? Porque el chapín no es propietario del subsuelo.

Los guatemaltecos hablamos de partidos políticos, cuando lo que tenemos son roscas y maquinarias electoreras. Un partido político, propiamente dicho, funciona como intermediario entre los gobernantes y los electores y los tributarios, y es una plataforma para la discusión de ideas y de políticas públicas. Sin embargo las organizaciones que conocemos como partidos son grupos de amigos que se asocian para llevar a alguien al poder; y una vez alcanzado ese propósito, o habiendo fracasado en el intento, esas organizaciones se consumen.

Así le pasó a la DCG, que por mucho fue el partido más grande y mejor organizado de su tiempo, y que luego de llevar a Vinicio Cerezo al poder se consumió en la corrupción y en la gran parranda que fue aquella administración para terminar malviviendo, a duras penas, hasta nuestros días. La UCN fue un castillo de naipes que se vino abajo con el asesinato de Jorge Carpio. El MAS fue un estornudo que se hizo nada como consecuencia de los delirios de Jorge Serrano. El PAN, luego de llevar a Alvaro Arzú a la presidencia, no aguantó la primera derrota de Berger y en estas elecciones sólo le faltó irse a parar a la Diecisiete calle de la zona 1 para ver si alguien le hacía el favor. El FRG, tras la escandalosamente corrupta administración de Alfonso Portillo, se diluye poco a poco en la medida en que el patriarca Efraín Ríos Montt se hace más y más irrelevante.

El PU, el CASA y el PP son poco más que clubes de amigos. El primero gira alrededor de Arzú; el segundo lo hace alrededor de Eduardo Suger y el tercero alrededor de Otto Pérez. Otros grupos como la URNG, la ANN, el MAIZ y EG, cuentan entre su dirigencia con varios exguerrilleros y con simpatizantes de la exguerrilla. Entre ellos hay tantos rencores, tanta amargura, y tantas cuentas pendientes, que se atomizan cada vez que pueden. Y la UNE no es más que la necedad de llevar a Alvaro Colom a la presidencia.

En Guatemala, las organizaciones políticas que nosotros llamamos partidos tienen una vida máxima de 20 años; pero aunque vivieran 50, su contribución a la madurez política de los electores y de los tributarios sería casi nula. El problema, una vez más, es que vivimos una ficción. Una rosca electorera, no es un buen intermediario político y no es una plataforma de discusión apropiada para fundar una democracia, ni un estado de derecho.

Quizás los guatemaltecos deberíamos dejarnos de quimeras y de ficciones. Los políticos chapines, presionados por la comunidad internacional y por “los países amigos”, en connivencia con los intereses de numerosas ONG, están abdicando a la facultad de gobernar. Y el primer paso para esta declaratoria de autointerdicción política es la CICIG. ¿Qué otra ficción vendrá después?

Ahora bien. Todo esto no ocurre en el vacío. Ocurre porque muchos creen que las cosas no pueden cambiar, y porque permiten que ocurra. ¿Y usted, qué piensa?

Publicada en Prensa Libre el sábado 1 de septiembre de 2007


14
Ago 07

¿Cómos será si llegan a poder?

Los informes acercade los financistas de los partidos políticos, publicados por el Tribunal Supremo Electoral, son un chiste.

Hoy leo que “la publicación que ayer hizo el Tribunal Supremo Electoral (TSE) acerca de los financistas de los partidos políticos para la campaña proselitista refleja datos que no coinciden con los reportes de gastos que organizaciones de observación y de monitoreo efectuaron. El recién pasado 10 de julio, las organizaciones partidistas presentaron al TSE los reportes de quienes financian la campaña, por primera vez, luego de las reformas hechas a la Ley Electoral en el 2004. La Unidad Nacional de la Esperanza reportó haber recibido financiamiento por Q1 millón 681 mil; el Partido Patriota registró Q4 millones 682 mil, y la Gran Alianza Nacional, Q9 millones 476 mil”.

¡Hágame usted el favor! El TSE es el hazmerreir del sistema político chapin; y si los Partidos son así de cuenteros y de mañosos son ahora, ¿cómo serán si llegan al poder?


18
Jul 07

¡Cuidado con las roscas electoreras!

En Guatemala, en realidad, no hay partidos políticos. No hay esas organizaciones que, en una democracia, sirven de intermediarias entre el gobierno y los electores y los tributarios. Tampoco hay esas organizaciones fundadas sobre plataformas programáticas y menos sobre principios. Lo que hay son maquinarias electoreras y roscas de amigos (o de cómplices), cuyo objetivo es llegar al poder, o llevar a alquien al poder.

Por eso no es extraño que “la participación de candidatos para optar a cargos de elección popular disminuirá al menos en 10 mil -en comparación con los comicios del 2003-, de acuerdo con el ingreso de expedientes en la Jefatura de Organizaciones Políticas, del Registro de Ciudadanos”. Según Prensa Libre, “Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), opina que la causa principal de que haya menos candidatos a cargos de elección popular es la reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos. En ésta se fijó en mil 500 el número de firmas necesarias para constituir un comité cívico, y ya no cien, en municipios que superen los cien mil empadronados”.

Las roscas electoreras tienen el monopolio de la participación política; y yo opino que eso es peligroso.


11
Abr 07

Narcopolítica

Leo que “El clima electoral en Jutiapa no dista mucho de una batalla, en la que el dinero y la violencia, más que el voto, juegan un papel decisivo para alcanzar la alcaldía.
Un investigador policial expresó: En Jutiapa se están matando unos a otros; eso no son elecciones, es pura narcopolítica”.

A mí, esto me parece que es la punta del témpano de hielo, como se dice por ahí. Razón de más para que los electores, en estos comicios, votemos nulo. Primero, porque así rechazamos expresamente a los candidatos y a las organizaciones políticas involucradas en este estado de cosas; segundo, porque así no les damos los $2 de subsidio político; tercero, porque así demandamos que sea reformado totalmente el sistema; y cuarto, para no ser cómplice.


22
Mar 07

A lo mejor es de otra forma

Leo que “Los partidos políticos no podrán gastar más de Q44.7 millones en la campaña electoral, según disposición del Tribunal Supremo Electoral (TSE). El límite máximo para la campaña se basa en el número de empadronados hasta el 31 de diciembre del 2006, de acuerdo con el Reglamento de Fiscalización del Financiamiento Público y Privado de las Organizaciones Políticas”; y leo que “Los partidos políticos deberán abrir una cuenta específica para registrar sus gastos de campaña electoral, un mes antes de la convocatoria a comicios generales (2 de mayo)”.

Cayó en mi escritorio The Falacy of Campaign Finance Reform, por John Samples. El autor pone a pensar acerca de cuestiones que “la sabiduría popular” da por incuestionables. Si se les prohibe a los partidos políticos recibir contribuciones de corporaciones, sindicatos e individuos, ¿eso beneficia a la democracia? ¿Qué tal si hay poca, o ninguna evidencia de que las conttibuciones realmente influyen en las decisiones de los miembros del Congreso de los Estados Unidos de América? ¿Qué tal si la publicidad política negativa realmente mejore el proceso democrático al informar mejor al votante? ¿Y qué tal si los limites a las donaciones para las campañas electorales benefician a los candidatos oficiales porque hacen más difícil que pierdan sus lugares en el poder?

Samples explora muchas falacias alrededor del tema de las campañas electorales y da qué pensar porque ¿cuántas de aquellas falacias están presentes en la reforma electoral chapina? ¿Cómo influirán en los próximos comicios?