Hasta ahora la administración de los pipodermos ha tenido el buen tino de no generar violencia en los plantones y las marchas de protesta. Puede que el presidente Otto Pérez Molina y su administración salgan del poder señalados como una de las más corruptas de este lado de la Vía Láctea; pero…¿quieren salir manchados de sangre?
No conozco mucha gente cercana al Presidente; pero…Ricardo Sagastume, recién nombrado Ministro de Economía, ¿puedes pedirle al mandatario que garantice que su gente va a respetar a los manifestantes de mañana? ¿Puede Carmen Urizar, comisionada de Energía Eléctrica hacer lo mismo?
Este jueves miles de personas -y miles de jóvenes- marcharán para pedir la renuncia del Presidente. Creo que ambas son malas ideas -tanto la de marchar por las calles y obstaculizar el tránsito, como la de pedir la renuncia del mandatario- porque recordemos algo que escribió J. Schumpeter: La Historia es un record de efectos, la mayoría de los cuales nadie tenía la intención de producir; pero dadas las circunstancias lo peor que podría hacer la administración es propiciar un choque, generar violencia y conseguirse un martir….aunque sea por medio de interpósitas personas.
Hasta ahora las características más notables de los plantones en la Plaza de la Constitución:
1.Su carácter familiar
2. Su carácter pacífico
3. Su carácter incluyente
Cualquiera que haya estado en ellas puede dar testimonio de ello. Son verdaderas fiestas cívicas en las que las personas se reunen, sin perjudicar a nadie (esto último no se aplica a las marchas), con el propósito de manifestarse como mandantes, ciudadanos y tributarios para ponerle un ¡Hasta aquí! a la corrupción y a los corruptos. La gente está como la gran diabla, pero ha mantenido la calma.
¿Quiéren Otto Pérez Molina y sus funcionarios, encima de todos sus vicios, pasar a la historia como los regímenes de Nicolás Maduro y Rafael Correa que agarran a palos y golpes a la gente? Estas meditaciones tienen su origen en el llamado de OPM a lo que el llamó la Guatemala profunda para que lo defienda. Uno no sabe exactamente qué quiso decir con eso; pero no está de más prevenir. ¡No se vale armar un Jueves Negro como el que armaron el Frente Republicano Guatemalteco y Efraín Ríos Montt en su momento; ni enviar grupos de provocadores como los que enviaron los Colom/Torres (sin éxito afortunadamente) durante las jornadas de mayo de 2009! No se vale que los pipoldermos empleen a lacras como Acevedo, Lara y Pascual para usar acarreados como carne de cañon.
Si el Presidente y sus funcionarios leales han de resistir -para que el país no caiga en manos de quién sabe qué- deben hacerlo sin las manos manchadas de sangre. Lo peor que puede pasar, ¡y lo que no debe ocurrir!, es una escalada de violencia. No sólo por lo que eso implicaría en términos de vidas y propiedad; sino porque a los grupos que quieren un rompimiento constitucional los mártires les son muy útiles…y tienen mucha experiencia en aprovecharlos.
¿Qué hacer si los grupos pacíficos de mañana encuentran acarreados violentos? No se…no hay nada escrito, pero lo importante es mantener la calma y documentar el encuentro.
Si quedas atrapado frente a algún grupo brincón la prioridad debe ser evitar la violencia. Y luego evidenciar a los agresores si hubiera agresiones. A mí se me ocurre que que la gente lleve banderas blancas, Banderas de tela, o de plástico, fáciles de hacer y de llevar. Y si grupos pacíficos son atrapados en un bloqueo de acarreados podrían salir con banderas y plantarse frente a los agresores y a lo largo y lo ancho de todo el bloqueo. Podrían cantarles el himno nacional (que dura 5 minutos) cada 30 minuto si fuera necesario.
La cosa es no quedarse cruzados de brazos y entretenerse. No dejes de tuitear fotografías, o publicarlas en Facebook; puedes publicar videos cada 15 o 20 minutos describiendo la situación. Si hay actos de violencia, o de vandalismo, las fotos y los vídeos son importantes. Quizás con un hashtag como #NoALaViolencia.
Son ideas y seguramente hay mejores. La cosa es no quedarse cruzado de brazos, de malas pulgas y, sobre todo, evitar la violencia para no caer en la provocación de los agresores.
La foto la tomé de aquí.