La columnista Reny Bake fue propuesta, por la Cámara Guatemalteca de Periodismo, para integrar el Consejo Asesor de Seguridad; y el CAS, según el artículo 1 del Acuerdo Gubernativo que lo crea, es una instancia de asesoría y auditoría ciudadana sobre la función de seguridad que el Estado está obligado, constitucionalmente, a desarrollar y proveer.
El lunes pasado y por medio de una publicación de prensa, Reny descubrió que la CAS había traspapelado parte del expediente de su publicación y que había sido dejada fuera del proceso. Luego de las quejas respectivas, dos días después de la primera publicación apareció una aclaración de parte de la administración de la CAS, pero sin ofrecer disculpas por los inconvenientes causados.
Reny sigue postulada porque apareció su expediente, sino, porque, fuera de la situación de si su servidora se encuentra postulada; pero me compartió las siguientes observaciones sobre la Comisión:
1. De la convocatoria: Los miembros del CAS saliente convocaron tarde (el 15 de junio, cuando deberían haberlo hecho a más tardar el 3 de junio). En la mencionada convocatoria solicitan más requisitos que los que establece la ley. Y dejan claro que No es indispensable contar con personalidad jurídica para proponer candidatos… Ante eso, Reny se pregunta: ¿Qué representatividad puede tener alguien que no es propuesto por un grupo con personalidad jurídica?
Yo no creo en eso de las representatividades de grupos de interés; pero Reny tiene un punto tratándose de un asunto oficial, y siendo que se supone que hay que reducir la ilegalidad y la informalidad de acuerdo con los estándares internacionales y las políticas internas. Lo anterior no deja de ser irónico.
2. Los miembros del CAS saliente establecieron una auto comisión de postulación, cuando ni el Acuerdo de creación, ni el reglamento le da esa función. El articulo 11 de creación del CAS, menciona la palabra realizará convocatoria, pero en ningún lado del reglamento se le autoriza al CAS saliente a emitir opinión sobre los candidatos, o a pedir más allá de lo que establece el acuerdo de creación del CAS. En el sector público, sólo se puede hacer lo que la ley faculta. ¿Estarán excediendo funciones?, se pregunta Reny. ¿Dónde están las organizaciones que velan por el cumplimiento del Estado de Derecho en Guatemala ante esta situación? ¿Con qué autorización, ley, o reglamento es que los miembros del CAS saliente están evaluando, o revisando papelería de aquellos postulados para reemplazar al CAS saliente? Y aunque existiese una ley, o reglamento que se los permita, ¿Es esto ético que sean jueces y partes?
3. En la página web de CAS no hay información de su presupuesto, ni nada relacionado. Esto puede estar violando la ley de acceso a la información, dice Reny. Los miembros de la CAS dicen ser representantes de la sociedad (o sea, de nosotros); pero la palabra transparencia y la frase rendición de cuentas no existe en sus actuaciones. Esta gente saliente, varios de los que aspiran a ser reelectos, fueron nombrados por Alvaro Colom. ¿En que se gastaron el dinero que tenían asignado asignado? El año pasado tuvieron un millón asignado y este año, tenían 4 millones de quetzales.
Aclaro, dice Reny, que si en dado caso fuese elegida, renuncio a las dietas, si es que existen.
4. En la lista de personas postuladas que salió en distintos medios escritos el 30 de julio, no se dice que organizaciones, o sectores están apoyando a las mismas. El CAS saliente solicitó hoja de vida institucional y de los candidatos; pero no hace transparente la información de que organizaciones están postulando a aquellos que aspiran a representar a la sociedad en el CAS 2012-2016. Eso sí, se tomaron la molestia de aclarar que no es indispensable contar con personalidad jurídica…¿Por qué?
Es triste y grave es que estas personas del CAS saliente, que dicen ser representantes de la sociedad , varias de ellas aspiran a ser reelectas; pero no le rinden cuentas públicas y claras al pueblo de Guatemala.
Dice Reny que no importando a quién seleccione el Presidente para el CAS 2012-2016, es importante que no reelija a ninguno de los miembros salientes; y que se exija rendición de cuentas de su actuar a estas personas, especialmente a la coordinación técnica, que según el artículo 14 del reglamento, es la responsable del buen funcionamiento del CAS ante el Presidente.
Yo digo que esta es una historia fascinante que nos muestra como opera la oligarquía de las representaciones en Guatemala. Sin rendir cuentas, sirviéndose a sí misma, impunemente, y sin que nadie repare en el daño que hace.