11
May 22

Salmorejo “guatemalensis” y almuerzo frío

 

No se por qué, desde hace semanas andaba con la gana de hacer salmorejo.  Seguramente que el calor de esta temporada contribuye al deseo por esa sopa fría; pero también un poco de nostalgia por los días en que, al volver a casa, había gazpacho, o sopa de banano para el almuerzo en casa de mis padres.

En casa nos gusta interpretar las recetas ya sea que preparamos un clásico como el salmorejo, o que preparemos una receta familiar, o de amigos.  Es normal que le quitemos, o le pongamos ingredientes para que el resultado sea nuestro, aunque basado en receta ajena.

De ahí que al salmorejo que preparamos el lunes le hayamos añadido el adjetivo guatemaltensis.  Ya que a los ingredientes tradicionales: Tomates pelados y sin semillas, buen pan de ayer,  aceite de oliva virgen, ajos asados y sal, le añadimos…le añadimos…chile guaque asado.  MI mamá preparaba el gazpacho con chiles guaques y como no teníamos vinagre de Jeréz, usamos un toque, un toquecito de vinagre de manzanas.  El chile guaque le da mucho carácter al salmorejo.  Lo servimos bien frío.

Los tropiezos fueron el clásico huevo duro; y sustituimos el jamón serrano por tocino sólo porque eso es lo que había en casa.  También sustituimos los trocitos de pepino por trocitos de uvas verdes, práctica que aprendí con mi amiga, Maite y que nos gusta mucho en casa.

La verdad es que quedamos contentos con el resultado y con ganas de volverlo a hacer.

Esto me lleva a la tradición del almuerzo frío.

Cuando pasaba la fiesta de Pascua en el Hotel Cacique Inn, en Panajachel (gracias a la generosidad de mi tía Adelita) era tradición que el jueves se sirviera un plato frío para el almuerzo.  Práctica atinadísima para los calores y el espíritu relajado de la temporada. La semana pasada, en casa, hicimos una interpretación de aquella costumbre y preparamos platos con pastrami, jamón de York y jamón prensado, acompañado por huevos endiablados, chucrut, ensalada de papas, y mostaza a la antigua o mostaza de grano. Acompañado por buena baguette fue un éxito.

¿Y la sopa de banano?

Cuando yo estudiaba la primaria había dos jornadas en el colegio: de 8:00 a 12:00 y de 14:00 a 16:00 horas.  Uno llegaba a casa, con calor justo antes de la hora del almuerzo, y en esta temporada mi madre a veces servía sopa de banano.

Aquella no era más que un batido de banano con leche servido bien frío en un plato sopero con un cubito de hielo flotando.  A los niños nos caía en gracia la ocurrencia y siempre era motivo de alegría que hubiera aquella sopa fría.  Luego se servía el almuerzo normal.

¿Te animas a preparar alguno de estos tres platos antes de que se termine la temporada de calor?


05
Ene 22

Así le han robado valor a tu dinero

 

El 21 de octubre de 1994 hice el primer supermercado para mi primer apartamento.  Imagínate la ilusión; pocos días antes había equipado la cocina y ese día iba a llenar la despensa.  Compré 108 artículos diversos y el total fue de Q925.19 ¿En cuánto te saldría el super si hoy mismo fueras a comprar los 108 artículos que compré hace 28 años? Sin duda en mucho más porque las autoridades monetarias le han robado valor al dinero que ganas y ahorras. Eso se llama inflación.

Mi mamá contribuyó con algo para que la lista no fuera más larga, pero te comparto algo de lo que incluía aquella compra y los precios: Una crema Maggi costaba Q2.12; una lata de frijoles Ducal costaba Q.3.22; una bolsa de queso parmesano tenía un precio de Q9.95; ¿Una libra de cebollas? Q1.75; un paquete de tocino por Q8.46 y una docena de huevos por Q6.34.

Sigo. Una caja de Raisin Bran costaba Q. 12.22; un frasco de mayonesa, Q.10.64; un frasco de Listerine costaba Q8.18; una lata de leche Carnation costaba Q4.38; y una bolsa de harina Gold Medal, Q14.27. Una libra de manzanas rojas costaba Q. 5.70.

¡El IVA estaba a 7% y no a 12% como ahora! Otro detalle para la historia es que pagaba con cheque. ¿Sabes? Tengo meses de no tener chequera. Me causa gracia que pusieran especie, en vez de especia.

La forma popular de detectar la inflación es cuando suben los precios; pero ese es el efecto de la inflación, no la inflación misma.  Para entender el fenómeno y su naturaleza perversa, es mejor verlo desde su realidad: la inflación es la pérdida de valor de la moneda; por eso es que necesitas más quetzales para comprar lo mismo.

Guardé esa factura, junto con la de equipamiento de la cocina dentro de mi Guía de las ruinas de Quiriguá, por Sylvanus G. Morley y apareció hace unas semanas cuando moví mis libros sobre los mayas de la casa a la oficina.


08
Dic 21

Equipar una cocina en 1994

 

En octubre de 1994 volví de La Antigua a la ciudad de Guatemala para armar mi primer apartamento: y la lista que ves abajo es la de algunas de las compras que hice para equipar la cocina, principalmente.

Mi mamá contribuyó muchísimo para ese equipamiento; con una vajilla completa, un par de ollas y algunos instrumentos y cubiertos. Pero el 19 de octubre fui a Cemaco a comprar elementos que me hacían falta.  Veintisiete años después, algunas de aquellas compras como el cucharón, el tenedor, la cuchara y la cuchara calada, de acero todavía están en uso y en perfecto estado.  El rallador está nítido. La sartén cuadrada todavía la usamos para panqueques, o tostadas a la francesa. ¡Que calidad de productos!

La lista tiene gracia, pero más los precios.  La sartén, que es lo más caro de los objetos recién mencionados me costó Q70.08 y en aquel tiempo el dólar estaba a Q5.77 por $1, de modo que el cucharón costó $12.14.  Descontando otros factores y sólo por hacer un ejercicio, si hoy comprara aquella sartén a $12.14, tendría que pagar Q95.05.

Descontando otros factores y en esa dirección, si en 1994 el total de la factura fue Q1708.40, ó $296.08; hoy tendría que pagar Q2318.30. ¡El IVA estaba a 7% y no a 12% como ahora!

Otro detalle divertido es que pagué con cheque, algo que tengo añales de ya no hacer.

Aquella pérdida de poder adquisitivo del quetzal se debe, en elevado porcentaje, a un fenómeno monetario llamado inflación.  La inflación le roba valor a tu sueldo y a tus ahorros, es un impuesto oculto y es muy inmoral.

Guardé esa factura, junto con la de abarrotes y otras que compartiré en otra ocasión, dentro de mi Guía de las ruinas de Quiriguá, por Sylvanus G. Morley y apareció ahora que moví mis libros sobre los mayas de la casa a la oficina.


19
Oct 21

Árbol de persimones, que alegría

 

Este año todavía no he comido persimones; pero, ¡Sorpresa!, ayer me encontré con un árbol de esas deliciosas frutas y es la primera vez que veo uno.

Los persimones siempre me recuerdan a mi abuela, Frances, en mi adolescencia.  En aquel tiempo no eran comunes, ni conocidos, y ella compartía conmigo los suyos que le llevaba su comadre, Queta, cosechados del jardín de su suegro don Manuel, en Panajachel.  La Abui, como le decíamos a mi abuela los comía crudos disfrutando de su dulzura y de su textura peculiar; o preparaba un pudding que sacaba lágrimas de emoción de lo delicioso que era. Freddy, que es primo de mi papá, me contó una vez que los primeros árboles de persimones que vinieron a Guatemala los trajo mi bisabuelo Federico y uno de esos arbolitos estaba en la casa de mi tía abuela, Olga, la mamá de Freddy.

Los persimones (junto con los chicos) son unas de mis frutas favoritas no sólo por su sabor, sino por sus color y textura. Esta es una caricia y, ¿sabes?, su pulpa tiene dos texturas distintas.


04
Oct 21

Batidoras Sunbeam retro

 

¿Vas a creer que he visto la batidora de la casa de mis padres en tres películas distintas?

Es una Sunbeam Mixmaster de finales de principios de los años 60. En realidad había dos que fueron regalos de bodas.  En esas batidoras hicimos muchas galletas, pasteles y otras delicias.

Me causa mucha gracia que aparecen tanto en películas ambientadas en los años 50.  ¿Sábes qué me gusta? Buscar en ese tipo de pelis artefactos con los que crecí en los 60 y 70.  He visto automóviles, mesitas para comer en la sala, térmos y otros objetos.


02
Oct 21

Pay de ruibarbo, recuerdos y rescate

 

Solemnemente declaro que en casa somos los dioses vivientes del pay de ruibarbo que, cuando yo era niño, no estaba en mi lista de favoritos; pero ahora lo hemos rescatado y ¡Ya!, ya está en mi lista de preferidos.

De cuando en cuando mi abuela, Frances, hacia rhubarb pie con esa maestría que tenía para los pays.  Quizás porque era algo ácido y porque su color no es atractivo nunca estuvo entre mis preferidos, yo me lo comía porque era sabroso, pero nunca se me hubiera ocurrido pedirlo.  A Nora, mi madre, no le gustaba, tampoco, de modo que ella no lo incorporó a su menú de pays; y voy a decir que tenía unos 38 años de no comerlo.  Pero andaba con antojo y desde hace ratos quería hacerlo.

Esta semana, Raúl llegó con un manojo de ruibarbos frescos y aromáticos, de modo que, anoche, Nora y yo hicimos el pay; pero primero, no hallamos la receta de La Abui y Nora no se acordaba exactamente de cómo se hacía el pay; segundo, busqué rectas en Google y las que encontré no se parecían a la de La Abui; tercero, Nora sugirió que exploráramos el Joy of Cooking y siendo que nos dio la impresión de que esa receta era la que usaba La Abui, pues Raúl sugirió que la interpretáramos.   Cambiamos ligeramente algunas proporciones (que hicimos a ojo de buen cubero) y salió delicioso el pay.  Justo de ácido y de dulce, justo de consistencia, justo de sabor y aroma.

La nota chistosa es que cuando yo era niño era…¿cómo se dice?…algo bravo…rascado; y no recuerdo si mi abuelita Juanita, o mi bisabuela, Mami, me daban polvo de ruibarbo; remedo que suelen tomar las personas enojonas.  Y ahora que publiqué mi desayuno en Facebook, don Manuel Figueroa, propietario de una farmacia en Jalapa, comentó: Esa si no me la sabía, el ruibarbo lo vendo en la Farmacia FAS para los de carácter bravo, espero no sea al caso. Pues vea, don Manuel, todavía me enojo cuando me incomodan, ja ja ja, pero no fue por eso que hicimos el pay en casa.

¡Estoy contento porque hemos rescatado el pay de ruibarbo para el menú de la casa!


16
Ago 21

Mi pastel de chocolate favorito

 

Mi pastel de chocolate favorito es el que hacía mi abuela, Frances. Estaba anotado en su recetario como Mother´s $100 chocolate cake y el turrón era de menta.

No es que la receta costara $100 hacerla, claro; sino que sabía como $100. Ya sabes…en sentido figurado, claro. La receta era de mi bisabuela, Adela.

La semana pasada traté de hacerlo y aunque tenía la apariencia de $4, sí tenía ese sabor y esas texturas que yo recordaba desde niño.  El chocolate magnífico y el sabor de la menta no me defraudaron.  Todavía no domino el arte de ese pastel del modo en que domino los pays de mi abuela y de mi madre; pero ya voy cerca.

Me encantan esas comidas que me transportan en el tiempo y en el espacio.  Esas comidas que con aromas, sabores, colores, formas y texturas me llevan a cocinas ocupadas, a mesas alegres y a las sonrisas y miradas de personas con las que tuve la dicha de crecer.  Me encanta compartir aquellas experiencias con las personas que amo y con las que comparto el camino.


06
Jul 21

Adiós a Rafaella Carrà

 

La música de Rafaella Carrà siempre estaba presente en las fiestas en la casa de mis padres; y a mí me alegraba y me alegra mucho escucharla. Tengo varias de sus canciones en mi playlist y siempre las disfruto.

Rafaella Carrà, foto por Sara B., CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons.

Puntos extra para Carrà: su tema Tuca Tuca fue censurado por Giovanni Montini AKA Pablo VI, a raíz de una actuación polémica en la RAI, tras la cual el Vaticano emprendió una campaña de desprestigio contra ella por medio de de L’Osservatore Romano por considerar la canción demasiado provocadora.

Ahora que murió me sorprendió que también era actriz.  Entre mis canciones favoritas de ella, se cuentan:

Adiós Rafaella Carrà.


20
Jun 21

¿Tuviste una de estas?

 

Son vasos plásticos en forma de botas vaqueras.  ¡Bienvenidos al club de la nostalgia!

Tuve el mío ca. 1966. Fueron las sorpresas repartidas en mi cumpleaños que mis padres me celebraron en el colegio San José de la Montaña, en la Avenida Simeón Cañas..  La costumbre era que a la hora del recreo se rompía la piñata, se cantaba el Happy Birthday y se cortaba el pastes, se refaccionaba y tras la entrega de sorpresas todo volvía a la normalidad.  Es decir que volvíamos a clase.

En aquella ocasión las botas estaban llenas con dulces y algún chalchigüite.

Yo no era muy de celebrar mi cumpleaños con piñatas y fiestas de niños.  Recuerdo que en Segundo grado me hicieron una celebración parecida a la ya mencionada, en el Colegio Julia Camacho; y que al cumplir 10 años me organizaron una fiesta en la que el pastel era de astronautas, que es lo que estaba de moda.  Posiblemente a los 12 me organizaron otra en la que el pastel era una bandera de Guatemala porque mi cumpleaños es el 17 de septiembre. Es posible que esto lo tenga confundido. A partir de los 13, la costumbre fue que salíamos en familia a cenar a algún restaurante y yo de verdad disfrutaba de esa forma de celebración.

Dicho lo anterior, ¿cuáles eran mis celebraciones favoritas de cumpleaños? Las que caían en fin de semana y eran almuerzos largos con amigos de mis papás.  Esas fiestas eran muy alegres. También las dos, o tres que pasé en Panajachel…¡Ah!…como extraño el pastel de cumpleaños que hacían en el Cacique Inn.

Ayer vi la foto en una cafetería a donde pasé a tomar un té luego de los aguaceros que cayeron en la ciudad de Guatemala; y me dio alegría ver la bota porque me recordó aquel cumpleaños.

¿Qué cambió en las botas? Las espuelas.  En1965 eran más picudas y filosas.


17
Jun 21

¡Hoy es el Día del padre!

 

Mi padre -Luis- era un personaje divertido y alegre.  Generoso. Era un buen hombre y es una lástima que haya muerto antes de conocer a sus nietos y antes de ver que sus hijos y sus familias crecimos y somos  felices.  A veces… hasta extraño las discusiones que teníamos. No, eso no.

Un ejemplo de su espíritu juguetón era el juego de buscar el tesoro que armaba ya fuera cuando El ratón nos dejaba dinero a cambio de dientes, a mis hermanos y a mí; o cuando cumplíamos años.  Las fotos que acompañan esta entrada son muestras de uno de esos juegos.  Este fue en una ocasión en la que fui a pasar mi cumpleaños a Panajachel.  Al volver me estaban esperando en casa no con un regalo, sino con un sobre que contenía la primera instrucción: Happy Birthday Luisito, busque debajo de su almohada.

Haz clic en la foto para ver el resto del juego.

Luego de eso se desataba el recorrido por toda la casa en el cual yo (o cualquiera de mis hermanos) iba siguiendo las instrucciones y las pistas, y mis padres y los demás iban (o íbamos) detrás divirtiéndose como micos y emocionados por el misterio y la emoción.

A la primera instrucción seguía otras:

Manix tiene sorpresa, papás, Hnos, Nacho y Manix, etc. etc. etc.  Manix era uno de los perros de la casa y Nacho -era un gallo que nos habían regalado; ya sabes: Nacho, el gallo más macho.  Y la siguiente pista estaba en el collar de Manix.

Yu ju. Busque dentro de la caja de juegos de cuero.  Esa una caja con dados, barajas que había sido de mi bisabuela.

Dentro del congelador de la hielera hay ALGO.

ALGO tenía que encontrar, busque en el limonar del patio de enfrente.

Aquí como hiede, se orinó Manix, busque debajo de la almohada Nona.  Nona es mi madre y ese era uno de sus apodos…tiene varios.

Buscar capítulo XXVII Libro 1 de los Paralipómenos…y uno tenía que averiguar qué jodidos era Paralipómenos…antes de Google.

Me gustan las toronjas.  Busque.  Allí sí verá algo.

Verdad que yáatengo toronjas? Busque debajo de la almohada de papito.  Él era papito, claro.

Busque en la maceta de la flor de pascua.

Busque en horno de el comedor.

Te toca ir a la almohada de Guisela.  Guisela es mi hermana.

Dele un beso a La Chuchis, linda.  Ya casi, casi.  La Chuchis era Guisela…y habia que darle un beso.

Dale un beso a La Nona, y ya casi casi. Beto.  Beto era yo, por Alberto.  Me tenia varios apodos: Beto, Beto el recluta, Fray Junípero, Lalo, y algún otro que no recuerdo.

Ahora no recuerdo qué era el regalo.  Lo importante era el juego, el ambiente que se armaba, el cariño que se recibía.  El alboroto familiar.  Es una dicha que haya guardado los papelitos del juego porque en ellos estaba la clave de todo…  Estos son sencillos; pero otros eran más complejos e incluían dibujos: Un perico siendo perseguido por Simón, o por Manix, por ejemplo.

¡Feliz Día del padre a los papás que leen este espacio!