Haz cllic en la foto para ver más fotos.
Este año el tradicional y alegre día de campo en El zapote tuvo novedades: El lugar donde nos establecimos para el picnic olía a miel. ¡Qué cosa más maravillosa! Debe haber estado cerca de quién sabe qué panal enorme que olía deliciosamente a miel. Por un momento pensamos que eran flores -orquídeas como Encyclia baculus que huelen intensamente- pero no las hallamos por ningún lado y concluimos que era un panal.
Haz clic sobre la foto para ver más fotos.
Los rugidos y truenos que vienen del volcán de Fuego siempre se escuchan y se hacen sentir; pero ahora el paseo fue precedido por una inmensa erupción del volcán Pacaya.
El día se pasa plácido y suave en el jardín inglés de la finca. Comemos y bebemos bajo la sombra de un árbol frondoso. De cuando en cuando pasan amigos y conocidos a quienes da gusto saludar. Las chicharras y los pájaros se dejan oír cada vez que pueden.
Esta excursión anual, que se hace gracias al Museo Ixchel, siempre me la gozo mucho. El zapote una finca antigua en la que se cultivaba café en el siglo XIX; y ahora se dedica al del árbol del cual se extrae la quinina. Y esta es ingrediente importante para combatir la malaria y para hacer agua tónica, o Campari, entre otras cosas. La corteza de aquellos árboles es exportada a Alemania y allá es procesada y comercializada. Y ahora está la novedad de que uno puede alquilar alguna de las casas del lugar e ir a pasar ahí el fin de semana, por ejemplo.