El niño que hay en mi se emociona cuando el Museo Popol Vuh exhibe su calavera de cristal; especialmente cuando la muestra coincide con la fiesta de Halloween y con El museo a oscuras, una actividad para patojos.
El cráneo es de cristal de roca y muestra rastros de cinabrio; un mineral rojo que simboliza sangre, por su color y era usado por los mayas para la protección de tumbas por su alta toxicidad.
Entre los aztecas y toltecas era común guardar cráneos como trofeos de guerra. Por ejemplo, la diosa Cuatlicue o La de la Falda de Serpiente, está adornada con calaveras y otras partes humanas en su cuerpo. Los primeros españoles que tuvieron contacto con los habitantes del continente americano observaron que en muchos edificios estaban ornamentados con calaveras colgadas, y en la colección del Museo Popol Vuh, varias urnas funerarias están decoradas con cráneos descarnados. Los sacerodotes Xipe Totec se cubrían a sí mismos con la piel de sus víctimas y en la colección de Museo pueden ser observadas piezas con esta característica macabra.
La revista Archaeology, en su edición de mayo/junio de 2008, publicó un reportaje sobre la leyenda de los cráneos de cristal.
En el mundo hay varias calaveras similares. En el Museo de Arqueología de México hay una adornada con turquesas, y más de una circula en exhibiciones y ferias como objetos con poderes sobrenaturales y curativos. Las hay de cristal de roca; pero también hay falsificaciones, tan evidentes, que son de vidrio y de acrílico. De una de las más famosas se cuenta que fue encontrada por un arqueólogo en un templo de Belice, en la selva; sin embargo, no falta quien diga que la compro en una subasta en Europa. En el Museo Británico hay otra que se supone que fue elaborada en el siglo XIX. También el Museo del Hombre, en París; y la Smithsonian Institution, cuentan con calaveras de cristal.
La calavera del Museo Popol Vuh forma parte de la colección que le dio origen al mismo y que fue propiedad del coleccionista Jorge Castillo, antes de que él lo donara a la UFM en 1977.
El Museo Popol Vuh se encuentra en el campus de la Universidad Francisco Marroquín, 6 calle final, zona 10. Teléfono 2338 7896. La admisión es de Q35 para adultos, y de Q10 para niños de 10 a 12 años; para estudiantes con carné es de Q15. Estacionamiento, Q30 por hora.