En menos de 24 horas, el esperado trailer de Atlas Shrugged, part I estará disponible en la Internet.
Haz clic aquí para verlo en cuanto esté listo.
En menos de 24 horas, el esperado trailer de Atlas Shrugged, part I estará disponible en la Internet.
Haz clic aquí para verlo en cuanto esté listo.
La primera parte de la trilogía de Atlas Shrugged, para el cine, ya está encaminada; y el pasado 7 de diciembre, en The Millennium Broadway Hotel, en Nueva York, hubo una presentación encabezada por John Aglialoro, productor y guionista de la peli.
Taylor Schilling es Dagny Taggart, Paul Johansson es John Galt, Grant Bowler es Hank Rearden, Jsu García es Francisco D´Anconia y se espera que esté en los cines el 15 de abril de 2011.
¡Yo casi no puedo esperar!, y mi amigo Giancarlo estuvo en Nueva York el 7 de diciembre pasado durante la presentación. El trajo la foto firmada por Taylor Schilling.
Voy a decirle lo que puede hacer. -señaló los apartaderos donde unos vagones estaban siendo cargados con lingotes.- Eso que ve ahí es metal Rearden. Acérquese con sus camiones, igual que cualquier otro saqueador, pero sin riesgo alguno, porque no dispararé contra usted, cosa que sabe perfectamente, tome todo el material que desee y márchese…Si desea ese metal, tiene las armas para tomarlo. ¡Adelante! Así le dijo Hank Rearden al enviado del gobierno que llegó a tratar de convencerlo de que le vendiera parte de su metal al estado. En La rebelión de Atlas, por Ayn Rand, Hank entiende que el gobierno es la fuerza y que tiene las armas y el poder para tomar lo que desee; y que no hay necesidad de aparentar que no es un saqueador cuando quiere serlo, ni de aparentar que no duda en usar la fuerza cuando así le conviene a sus intereses.
De esto me acordé cuando leí que la administración socialdemócrata de Los Colom quiere más dinero de los tributarios y que quiere más impuestos directos. El monstruo saqueador está dispuesto a tomar lo que desea y seguramente va a usar la fuerza para hacerlo. Es como con el metal de Hank Rearden.
Ahora que leo que representantes de poblaciones (llamadas comunidades) de San Miguel Ixtahuacán afirmaron que la cooperativa de café orgánico local tiene problemas para enviar su producto a Alemania porque aquel país teme que para el riego se esté usando agua contaminada por la mina Marlin, me acordé de un pasaje de La rebelión de Atlas.
En el capítulo titulado La línea John Galt, Ayn Rand relata que cierto famoso columnista escribió que no existen los hechos objetivos. Todo informe sobre ellos no es, en el fondo, más que la opinión de alguien. Resulta inútil, por lo tanto, escribir sobre hechos. Y luego cuenta que algunos empresarios pensaron que valía la pena considerar la posibilidad de que el metal Rearden tuviera algún valor comercial, e iniciaron una investigación por su cuenta. Pero no contrataron a metalúrgicos que examinaran las muestras, ni a ingenieros que visitaran el tendido, sino que organizaron una encuesta pública en la que diez mil personas garantizadas como auténticos representantes de todos los estratos sociales debieron responder a la siguiente pregunta: “¿Viajaría usted en la línea JohnGalt”? La respuesta unánime fue “No”.
Este capítulo y estas meditaciones parecen mandadas a hacer para que calcen con lo que pasa con la Mina. Los hechos no cuentan y lo que importan son las opiniones de los representantes del pueblo. Por eso es que la foto que ilustra la noticia correspondiente, lo que se ven no son científicos, ni técnicos, sino una familia con bebé y todo.
En su columna de hoy, Alvaro Velásquez asegura que la filosofía objetivista, que él llama randismo, le rinde culto al dinero personificado en el dios Mamón. Yo creo que eso pasa porque Velásquez talvez no ha leído el discurso sobre el dinero, por Francisco D´Anconia, uno de los personajes de La rebelión de Atlas. Cuando lo lea se enterará de que el dinero es un instrumento de cambio, que no puede existir a menos que haya bienes producidos y hombres capaces de producirlos. El dinero es la forma material del principio según el cual, los hombres que quieran tratar entre sí deben hacerlo a través del intercambio dando valor por valor. El dinero no es instrumento de mendigantes que piden regalado a base de lágrimas ni de los saqueadores que arrebatan a la fuerza. El dinero se hace posible sólo por los hombres que producen. Por eso es que el dinero es valorado en el contexto liberal en general, y objetivista en particular. Porque representa valor. Y por eso es que el dinero es valorado en casi todos los contextos. Por eso es que Velásquez cobra por su trabajo; y seguramente cobra en dinero. Porque ese dinero que cobra representa el valor de su trabajo. Sabiendo esto, ¿cómo puede uno despreciar lo que representa el dinero? Y valorar, ¡por supuesto!, no es lo mismo que rendir culto. Valorar el trabajo, por ejemplo, no es vivir para trabajar, sino trabajar para vivir.
Según los lectores, en The Modern Library, La rebelión de Atlas y El Manantial, por Ayn Rand, ocupan los dos primeros lugares entre las 100 mejores novelas. Himno y Los que vivimos, de la misma autora, están entre los primeros 12 puestos, en compañía de Catch 22, Ulysses, Fear, Mission Earth, To Kill a Mockingbird, The Lord of the Rings, y Battlefield Earth.