18
Feb 19

El afán exportador

El viernes nos enteramos de que las exportaciones guatemaltecas registraron un segundo año consecutivo de bajos desempeños, que la generación de divisas se mantuvo estancada y que las importaciones van al alza.

Al leer la noticia así de dramática me acordé del capítulo titulado El afán exportador, en La economía en una lección, por Henry Hazlitt.

Furgones en algún paso fronterizo. La foto es de elPeriódico.

En esa obra, que es una joya, Hazlitt advierte que el ansia enfermiza de exportar que experimentan todas las naciones se halla superada tan sólo por el temor, no menos morboso, a las importaciones.

Esta afirmación, que Hazlitt explica muy bien en el capítulo que te recomiendo leer, es contraintuitiva, ¿verdad? Por eso te recomiendo leer el texto al que me refiero en esta entrada.

Es cierto que los ejemplos que muestra Hazlitt son de los Estados Unidos de América; pero los principios de su argumentación son universales.  No te dejes distraer por lo eventual y accesorio del capítulo. Concéntrate en los principios. Hay que tener cuidado porque el autor señala bien que las mismas personas capaces de razonar con claridad y sensatez cuando el tema se refiere al comercio interior se muestran increíblemente apasionadas y torpes cuando se trata del comercio exterior.

Hazlitt concluye en que empréstitos antieconómicos y subsidios a la exportación son ejemplos adicionales del error de tomar en consideración tan sólo las consecuencias inmediatas de una política sobre determinados sectores, sin tener en cuenta, por falta de paciencia o inteligencia, los efectos a largo plazo de tal política sobre toda la colectividad.

La nota que da lugar a esta entrada tiene otra curiosidad contraintuitiva.  Un exviceministro de Comercio, de Guatemala, dice que el crecimiento marginal que tuvo el ingreso de divisas por exportaciones es preocupante porque muestra menor competitividad en algunos sectores.

Sobre el concepto de competitividad, la economista Deirdre McCloskey acaba de decir, en Colombia, que la competitividad no es una palabra que un economista serio usa. Es una expresión de escuela de negocios, y es insignificante. Cualquier país tiene una ventaja comparativa, sin importar cuál sea su ingreso, y los patrones de comercio son determinados por ella, y no por lo que los economistas llaman ventaja absoluta (es decir, cuán productivo es). Si la ventaja absoluta, la competitividad, genera comercio, y no todos son tan productivos como EE.UU. o Japón, ¿no se debe hacer nada? Por ejemplo, si James Rodríguez es el mejor jugador en la cancha, ¿el resto del equipo debe sentarse en la banca y no hacer nada? No es así.

Da que pensar, ¿verdad?

Ojo, porque el de los exportadores es un lobby muy influyente que, en busca de beneficios de corto plazo para sí mismos, puede genrar efectos muy perjudiciales para todos, en el largo plazo.


21
Sep 18

El mal huevo de un mal cuervo

Estoy leyendo la biografía de Leonardo Da Vinci por W. Isaacson; y es admirable como es que la prosperidad en Florencia fue un ambiente propicio para las artes, no sólo en los espacios públicos y políticos, sino en los espacios privados.  El asunto viene al caso porque un amigo –artista- me contó que, en lo que va del año se le han caído tres proyectos grandes (privados) porque sus mecenas no están en ánimo, ni en disposición de emprender proyectos artísticos.  No hay confianza en el futuro y si ese recelo ya se nota en el campo artístico (que es un lujo), ¿cómo estarán las cosas en el campo productivo?

El ambiente de tensión extrema que se vive en el país no sólo ocurre en las redes sociales virtuales donde el vitriolo va y viene entre tirios y troyanos acerca de si Iván se va, o si Iván se queda. Si me preguntan diré que prefiero que se vaya; pero no me opongo a un acuerdo en el que el jefe de la CICIG nombre a un adjunto y que el jefe dirija la comisión desde afuera.  El ambiente de tensión es una realidad violenta donde hay ataques a hidroeléctricas, invasiones de fincas y bloqueos; así como donde hay intimidaciones, insultos, desmanes y empujones en espacios públicos.  La conflictividad fabricada está siendo asfixiante.

En un informe titulado Inversión en Guatemala, ¿problema estructural, o coyuntural?, el equipo de UFM Market Trends advierte que la causa del atraso económico ha sido la incapacidad de Guatemala de atraer inversión extranjera directa, o para generarla endógenamente mediante más ahorro. ¿Y para qué quieres que no haya atraso económico? Para que haya más bienes y servicios, para que la gente encuentre trabajo, para que mejoren los salarios, para que la gente pueda llenar sus necesidades y ahorrar, para que no tengamos que privarnos de obras de arte hermosas en espacios públicos.

La CICIG es un experimento fallido, es un mal huevo que salió de un mal cuervo; y la conflictividad que ha disparado debe ser resuelta cuanto antes, por vías racionales, con los ojos puestos en el futuro y no en busca de algún tipo de victoria pírrica.  Antes de que cause más daños.

Columna publicada en elPeriódico.

Ilustración de Leonardo da Vinci [Dominio público], via Wikimedia Commons


02
Jul 18

Con privilegios y censura no va a crecer la economía

Estamos fritos si la competitividad del país depende de la manipulación política de un precio, de la censura y del privilegio que esto implica para quienes se benefician con aquellas tres maniobras.

¿A qué me refiero? A que las compras de divisas del Banco de Guatemala -para mantener artificiosamente elevado el precio del dólar- suman US$546.6 millones. Maniobra que también sirve para mantener artificiosamente devaluado el quetzal.

El encarecimiento del dólar, ya sabes, hace que los combustibles que compras sean más caros porque los combustibles se importan en dólares; hace que la amortización de tu casa, o de tu carrito, por decir dos bienes, sea más caras; hace que todo lo importado, todo lo que se hace con maquinaria importada y todo lo que se hace con materia prima importada sea más caro.

  • El dólar aritificiosamente caro (y el quetzal artificiosamente devaluado) no son consecuencias de que los actores en el mercado demanden más dólares, o de que abunden los quetzales.  Son consecuencias de que en el penthouse del Banguat representantes del poder político acuerdan elevar la demanda de dólares y elevar su precio.
  • El dólar artificiosamente caro (y el quetzal artificiosamente davaluado) constituyen censura porque los precios son mensajeros.  Llevan y traen información acerca de dónde colocar recursos; y los actores en el mercado usan esa información para optimizar sus recursos.  Si la información que lleva y trae el tipo de cambio (que es un precio) está manipulada, los actores recien información falsa y equívoca.  Es censura porque es una intervención política en un contenido informativo.
  • El dólar artificiosamente caro (y el quetzal artificiosamente davaluado) es un privilegio porque los exportadores reportan ganancias y se reparten utilidades,  no porque haya mejorado objetivamente su productividad; sino porque gozan de un beneficio adquirido políticamente a costa de otros; con daños y perjuicios para otros.

Y nótese que no es el país el que recibe los beneficios.  Si así fuera, ¿cuándo fue la última vez que recibiste un cheque por las utilidades que son consecuencia de la devaluación artificiosa del quetzal?

Si todavía no estás indignado, es porque no estás poniendo atención. Pero aquí ta va otra:

La recaudación tributaria se beneficia con la devaluación artificial del quetzal; y ¿qué significa eso? Que más dinero de los tributarios pasa del sector productivo y voluntario de la economía al sector improductivo y coercitivo de la economía.  Significa que hay más dinero para la piñata y menos dinero para ahorrar, formar capital e invertir.

…y luego, los políticos y burócratas que dirigen el Banco de Guatemala gimen porque ven riesgos para el crecimiento económico.  ¡No se puede crecer en una economía artificiosa, con precios censurados y montada sobre privilegios! ¡No se puede!…y por eso es que migran los chapines.


30
Jul 17

Política y tipo de cambio

En 1999, cuando el dólar estaba escalando e iba a Q7.30 por uno, había gente se preocupaba porque el quetzal perdía valor y clamaba porque los políticos y sus burócratas hicieran algo para apuntalar la moneda nacional (principalmente que el Banco de Guatemala vendiera dólares para elevar la oferta artificialmente). Dieciocho años después, cuando el dólar está al mismo precio de Q7.30 hay gente que se preocupa porque el quetzal vale demasiado y clama porque los políticos y burócratas hagan algo para apuntalar el dólar (principalmente que el banco central compre dólares para elevar la demanda artificialmente).

¿Ves lo que pasa cuando se permite que la política controle los precios?  No se puede tener a todos contentos y la política favorece a aquellos que tienen la posibilidad de influir en ella y de usarla en su propio beneficio.

Los precios, como el del dólar con respecto al quetzal, son mecanismos de información que les sirven a los actores económicos para saber dónde alocar recursos y dónde no. Por ejemplo, ahora que están caros los tomates, porque ha bajado la oferta, quizás sea tiempo para sembrar tomates, o importarlos.  Es mal tiempo para dejar de producir tomates.

Si los precios son alterados políticamente para beneficiar grupos de interés particulares, la información que acarrean los precios es censurada y los actores económicos no tienen información confiable sobre donde alocar recursos, y donde no.

Antes había gente incomodada porque la política no servía a sus intereses, y ahora hay gente incomodada porque la política no sirve a sus intereses.  Pero lo único que sirve a los intereses de todos -en el largo plazo y all things considered– es que la información que acarrean los precios sea confiable. Y la eliminación del privilegio de usar la política y la legislación en beneficio propio.


11
Jun 17

¿Por qué es que la gente compra “de contrabando”?

Cuando leemos que 11 por ciento de los productos de la canasta básica que adquieren los hogares guatemalteos son de contrabando; lo que eso quiere decir es que 11 por ciento de aquellos productos que adquieren los hogares chapines son cargados con impuestos tan altos que -para proteger la economía familiar- los responsables de proveer aquellos hogares no tienen objeción alguna a pasar sobre la ley.

El caso es que los impuestos de importación elevan artificialmente los precios de muchos artículos de la canasta básica, hasta tal punto en que si estos mismos artículos son comprados -sin que hayan tenido que pagar lo que demandan los políticos y sus burócratas- el gasto rinde más.  El contrabando, por cierto, aunque es delito, no es crimen; es decir que no es malo en sí mismo, sólo es malo porque está prohibido.

El jueves pasado leímos que desde 2010 el quetzal ha perdido Q0.22 de poder de compra, y que en los últimos 12 meses el quetzal ha pasado de tener un poder adquisitivo correspondiente a Q0.87 (de 2010) a Q0.78.  ¡Nos están haciendo bajada! y por eso no es extraño que muchos hogares acudan a productos que sean lo más barato posible. Mientras tanto, el Banco de Guatemala se mantiene ocupado protegiendo el valor del dólar, frente al quetzal, y en consecuancia los bienes de la canasta básica importados son artificialmente más caros.

¿Viste por que es que la gente opta por comprar de contrabando?

Por cierto, ¿recuerdas el poema de Pepe Batres (1809-1844), sobre el contrabando?

Hubo siempre y habrá contrabandistas
que al gobierno defrauden sus caudales,
a pesar de los guardas, de los vistas,
los administradores, los fiscales;
inútilmente los economistas
con su ciencia y sus fórmulas legales
el medio de evitarlo van buscando:
¡Mientras más leyes hay, más contrabando!
.
Y yo de sopetón, sin que se entienda
que en materias que ignoro me entrometo,
a la dificultad hallo la enmienda;
y la quiero callar con el objeto
de colocarme al frente de la hacienda:
cuando la obtenga se sabrá el secreto,
que, en reserva, sin tropas y sin balas
consiste en suprimir las alcabalas.

06
Mar 17

Cuando los precios no son de gusto político

dolar


Para algunos tecnócratas, si los precios no son los que ellos quieren, en función de los intereses de su clientela, los precios están mal y deben ser corregidos de forma política; o sea, por la fuerza de la ley.

En eso pensé cuando leí la columna titulada Preocupación por la aprecición del quetzal. En ella, su autor Mario A. García Lara, dice que: 

Tanto la autonomía como la credibilidad del Banguat están en riesgo debido a un fenómeno de origen principalmente externo: la permanente apreciación del quetzal con respeto del dólar estadounidense.  Sucede que el esquema de MEI tiene una debilidad: la estabilidad de precios no solo es un fenómeno de exceso de demanda agregada; también existen factores del lado de la oferta (como las fluctuaciones de los precios internacionales de las materias primas o las fluctuaciones del tipo de cambio debidas a flujos de capitales) que afectan los precios internos

Según el columnista, es malo que los precios de las materias primas que se producen en Guatemala se eleven porque eso hace crecer la oferta de dólares aquí; y es malo que los chapines que viven y trabajan en el exterior les manden dinero a sus familias porque eso hace crecer la oferta de dólares aquí.  ¿Y por qué es malo? Porque ambos fenómenos perjudican las metas políticas (que el Banguat llama explícitas) de inflación del banco central.  ¿Por qué digo que las metas son políticas y por qué es que eso es importante? Porque por medio de la ley, de acuerdo con planes políticos, esas metas alteran políticamente los resultados de la oferta y demanda citadas por García.

Es cierto que el método que usa la Junta Monetaria para intervenir políticamente en el mercado es uno que excluye la arbitrariedad escandalosa; pero eso no quita que sea una forma de intervención, y no quita que sea forzada.  Forzada por la ley; pero forzada.

Esos factores externos han ocasionado no solo que la moneda nacional se mantenga apreciada (en términos reales) respecto del dólar sino que, además, han ocasionado incluso que la inflación se ubique en ocasiones por debajo de la meta establecida por el Banguat.  Esto, además de deteriorar la competitividad del sector exportador, erosiona la credibilidad del banco central, lo cual afecta su capacidad de influir en el mercado para propiciar la estabilidad del nivel general de precios, dice el columnista García Lara.

Según el columnista el hecho de que el quetzal no se deprecie y el hecho de que la inflación sea baja, es malo.  Mientras que en otros países la gente se angustia porque sus monedas se devalúan y porque la inflación se dispara hacia arriba, aquí es al revés.  Ya sabes, tal vez es cierto que Guatemala es el país donde las piedras flotan, la madera se hunde y Como no, quiere decir Sí. Ahora bien…¿para quienes es malo que el quetzal no pierda valor y que la inflación esté casi por el piso? ¡Para los exportadores!, García lo dice claramente.  Es decir para un grupo social específico, con intereses específicos y particulares.  No para el bien común, que es el bien de todos, sino para el bien de algunos…en perjuicio de otros. ¿Quiénes son los perjudicados? Los importadores; los que amortizan sus casas, sus autos, y sus inversiones de capital en dólares para hacer más competitivos sus negocios y para crear más y mejores puestos de trabajo. ¿Para quiénes más es malo que el quetzal no pierda valor? Para los políticos,  funcionarios, burócratas y tecnócratas que perderán su capacidad de influir en el mercado para que los precios sean los que ellos desean, en función de su clientela.

La solución a este dilema es relativamente sencilla.  La apreciación del quetzal tiene un efecto de reducir las presiones inflacionarias y ocasiona una restricción de la demanda agregada (pues deprime las exportaciones), por lo que equivale a haber elevado las tasas de interés.  La respuesta adecuada de la política monetaria ante la continuada apreciación del quetzal debió haber sido (desde hace tiempo) una reducción sensible en la tasa de interés líder.  Desafortunadamente, un celo excesivo del Banguat ante temores de una inflación (que nunca se dio) ha impedido que la Junta Monetaria actúe más oportunamente reduciendo la tasa de interés líder, explica García Lara.

Es cierto que hay un dilema: Los funcionarios y tecnócratas respetan el precio del quetzal con respecto al dólar, y reconocen su valor como información con respecto a dónde se deberían, y donde no se deberían colocar los recursos; o intervienen en el precio del quetzal, censuran la información e inclinan políticamente la balanza en favor de sus patrocinados. O también pordría intervenir en el precio del crédito (la tasa de interés), censurar la información e inclinar políticamente la balanza…ya sabes, como sugiere García.

La credibilidad del Banco de Guatemala está en riesgo debido a que los exportadores están presionando fuertemente para que la Junta Monetaria favorezca sus negocios. Hasta ahora, los políticos, funcionarios, burócratas y tecnócratas de la JM han hecho joggling con talento, sin arbitrariedades escandalosas; pero los exportadores les han metido otra bola en el juego…o tal vez es un machete.

Si te interesa el tema de la relación entre los economistas y la política, te recomiendo What Economists Should Do?, por James M. Buchanan.


24
Feb 17

¿Arbitrariedad de vuelta al Banguat?

dolarEscucha el podcast aqui.

La llamada regla monetaria del Banco de Guatemala es un procedimiento que, basado en normas explícitas, transparentes y comprensibles -sin discrecionalidad- le permiten al Banguat participar en la compra-venta de divisas para intervenir en el mercado de aquellas y modificar el precio del dólar, por ejemplo.

Como toda intervención de estado en los mercados, esta es de carácter político; pero si hemos de buscarle una ventaja, está la de que no es discresional.  El miércoles, la Junta Monetaria no se atrevió a modificar aquella regla; pero le jugó la vuelta.  Las autoridades monetarias resolvieron que el Banguat emitirá Certificados de Depósito a Plazos, en dólares para que el quetzal no se siga apreciando frente a aquella divisa.

El banco central tiene facultades legales para hacer eso; pero está jugando con fuego porque le ha abierto la puerta a la arbitrariedad.  ¿A quiénes sirve esta decisión tan aventurada, tan arriesgada?

Al vender los CDP recogerá dólares del mercado y elevará su precio.  Como el Banguat no emite dólares, es evidente que tendrá que comprarlos para pagar los intereses de los CDP y para redimirlos.  Estas compras elevarán el precio de los dólares.  La mano de los exportadores -por medio de sus amigos en el gabinete y en la Junta Monetaria- ¿es la mano invisible en esta medida?

La venta de CDP es peligrosa porque le ha abierto la puerta a la arbitrariedad en un área donde -desde hace añales- había sido eliminada. Todos perdemos con esta movida.  Pero también es peligrosa porque el endeudamiento en dólares y la venta de papeles por parte del banco central hace crecer la bomba monetaria ya que las pérdidas cuasifiscales del Banguat siguen sin ser reconocidas y sólo se están acumulando.

Si eres visitante frecuente de este espacio, sabes que la intervención política de los precios en el mercado es una forma de censura.  Esto es porque los precios son mensajeros que llevan y traen información sobre la escasez y abundancia de recursos. Esta información es usada por los actores económicos para tomar decisiones económicas sobre dónde colocar, o donde no colocar sus recursos.  Si esa información está alterada -por la política al servicio de intereses particulares- todos perdemos.


23
Ene 17

Bergoglio dice que el liberalismo económico mata

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Evidentemente, hoy día Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico, de ese que yo condeno en “Evangelii Gaudium” cuando digo que esta economía mata. Mata de hambre, mata de falta de cultura….dijo ¿quién? ¡Acertaste! Jorge Mario Bergoglio.

El mismo personaje añadió que los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias. Bergoglio pidió, para solucionar lo que según él es un problema, rearmarse con formaciones de políticos que realmente den a Latinoamérica la fuerza de los pueblos. Contra toda evidencia Bergoglio asegura que Desde el punto de vista económico, hoy día la clase media tiende a desaparecer.

Los seguidores de Bergoglio dirán que donde dijo digo, dijo Diego y muchos de ellos seguirán financiándolo y financiando su organización, como si sus declaraciones fueran moralmente neutras.  Es como aquella anécdota que se le atribuye a Lenin: el día en que los condenen a la horca, los capitalistas (o los burgueses) serán los primeros en vender la cuerda con que serán ahorcados.

Por cierto…si has oído que Bergoglio diga que el socialismo mata, que el colectivismo mata, o algo así de contundente, como dice que el liberalismo mata…¿nos lo compartes? Digo…para que no pensemos, los lectores de este espacio, que Bergoglio no dice lo que dice, sino que dice…ya sabes.


15
Nov 16

El tipo de cambio como arma de destrucción masiva

dolar

Por aquí hay un debate intenso acerca de si conviene, o no que las autoridades monetarias guatemaltecas usen el poder político para devaluar el quetzal.  Les comparto unos párrafos y el artículo titulado Tipo de cambio como arma de destrucción masiva de Dani Fernández, director de Market Trends:

La idea básica [de los devaluacionistas] es aumentar competitividad del sector exportador vía disminución de salarios en términos de moneda extranjera. Es decir, el sector exportador tiene un “pie” en dólares y otro en quetzales. Cobra en dólares y paga en quetzales. Si los exportadores consiguieran hacer la suficiente presión a las instancias públicas para depreciar al quetzal, entonces significaría que de facto los sueldos que pagan disminuirían también. Nótese la doble moral de enarbolar la bandera de la creación de empleo y engañar a los trabajadores haciéndoles creer que ganan más.

Ahora bien, existe un tipo de cambio nominal (el que se pretende depreciar) y un tipo de cambio real (tipo de cambio nominal modificado por precios internos vs precios externos). Para que la teoría de los devaluacionistas funcione es necesario que una vez se deprecia el tipo de cambio la inflación no aparezca (ya que volvería a hacer caro pagar a la mano de obra y los insumos denominados en quetzales). O lo que es lo mismo, es necesario que el tipo de cambio real reaccione ante cambios en el tipo de cambio nominal (o engañar a tus trabajadores para que trabajen por los mismos quetzales con un poder adquisitivo menor).

Y frente a aquello, Dani explica que en el caso de Guatemala ¿cómo cambia el tipo de cambio real ante cambios en el nominal? ¿realmente se gana competitividad con las caídas del valor del quetzal? La evidencia empírica para el caso guatemalteco apoya la teoría expresada en anteriores artículos. Y es que a corto plazo existe una ganancia de competitividad que sin embargo dura muy poco tiempo (3 años).

Los datos para Guatemala nos sugieren que efectivamente se gana competitividad en el corto plazo, pero que los aumentos de precios hacen que esa competitividad se pierda en 3 años. Peor aún, la espiral de inflación que ayuda a desatar la depreciación hace que a largo plazo se pierda competitividad vía mayor aumento de precios en el mercado interno que en el externo (vamos que la depreciación consigue justo el efecto contrario al pretendido).

Esta pérdida de competitividad a largo plazo es lo que termina provocando que los países se hagan “adictos” a las devaluaciones. Una modificación del tipo de cambio como piden los devaluacionistas conllevaría de nuevo presión para una nueva depreciación inducida en 4 o 5 años.

Si tomamos datos desde 1990 (para no tener en cuenta la década perdida de los años 80s y la inestabilidad macroeconómica que aconteció en esos años), tenemos que la evidencia empírica señala exactamente la misma relación (ganancia competitividad en el corto plazo por engaño a trabajadores y pérdida de competitividad a largo plazo).

Luego en Guatemala efectivamente la teoría queda contrastada. La ganancia de competitividad por vía monetaria es siempre transitoria y termina creando un gap de inflación (precios internos crecen más rápido que los externos). La inflación termina por hacer de nuevo menos competitivo al país en los mercados internacionales y conlleva demandas de nuevas depreciaciones.

Te recomiendo que leas el artículo completo y -que no dejes de leer- los artículos de los devaluacionistas.

Por cierto que en el marco del Foro Noj, este miércoles 23 de noviembre, a las 6:30 p.m. en el Auditorium Friedrich Hayek, de la  Universidad Francisco Marroquín, habrá un debate entre Dani Fernández, director de Market Trends y Lisardo Bolaños, uno de los defensores de la devaluación. La entrada es gratuita.


29
Sep 16

Dólares y aguacates caros para ti

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Los políticos y funcionarios que dirigen el Banco de Guatemala dispusieron que el banco central compre dólares y presione el precio de esta hacia el alza porque -según ellos- hay una sobre oferta de esta divisa en el mercado y está demasiado barata comparada con el quetzal.  A juicio de los que dirigen el Banguat, los guatemaltecos que viven y trabajan en el exterior están enviando demasiada riqueza a sus familias en Guatemala.

El encarecimiento del dólar no es el único daño que causa el Banguat cuando compra aquella divisa.  Al comprar dólares, el banco central inyecta quetzales en el mercado y, como tu ya sabes que la inflación es un fenómeno monetario, ya sabes que aquella inyección de quetzales significa que se encarecerán los bienes y servicios.

Normalmente, cuando Paca va al mercado y Carmela -la señora de los aguatectes- le pide Q5 por cada uno, paca le ofrece Q3 y para hacer la historia corta, puede ser que vendedora y compradora acuerden un precio de Q4 por aguacate y santos en paz. Pero cuando los políticos y funcionarios inyectan quetzales Carmela se da cuenta y pide Q6; en tanto que Paca, como tiene billetes (inyectados por los políticos y funcionarios) quizás ofrezca Q5, o hasta tal vez no le moleste pagar Q6…y así es como suben los precios.

De paso, el encarecimiento artificial y político de los dólares beneficia a los exportadores, en perjuicio de los importadores…incuyendo a los importadores de bienes de capital que sirven para elevar la productividad y multiplicar la riqueza y las oportunidades de empleo.

¿Todavía no estás indignado?