La censura de la película Apocalypto, en Guatemala, le será pedida al Ministerio de Cultura y Deportes por el comisionado presidencial contra la Discriminación y el Racismo, Ricardo Cajas. Así lo informa el diario Siglo Veintiuno en su edición de hoy, página 21.
La censura es una práctica totalitaria que consiste en que el gobierno prohiba la discusión, el conocimiento y la difusión de ciertos temas e ideas.
En su soberbia, este dirigente político cree que ustedes y yo no debemos ver Apocalypto. Cree que tiene la facultad de utilizar la fuerza de la ley para impedir que usted y yo veamos la película. Cree que usted y yo no tenemos la capacidad intelectual para entender dicha peli. O talvez es peor, talvez cree que allá afuera hay una masa inculta, a la que él debe proteger aunque para eso tenga que pasar sobre la libertad de expresión, la libertad de empresa y las libertades de ver, leer, oír y conocer.
Señor Cajas: la época en que los dirigentes podían sacrificar a sus gobernados ya terminó (o debería terminar). Ni la vida, ni el intelecto de los guatemaltecos, aunque sea de los guatemaltecos más sencillos, tienen por qué estar sometidas a los dictados de políticos arrogantes que se pavonéan en la cima de sus pirámides imaginarias.