“Tres semanas y media después de haber empezado el período legislativo, el Congreso dio, por fin, posesión legal a los integrantes de las comisiones de trabajo. La UNE, el FRG y el PP son los más favorecidos, y la Gana y la UCN, los marginados. Eso sí, los diputados no titubearon cuando cobraron dietas por comisiones en enero, y no adelantaron nada del trabajo de análisis legislativo y fiscalización en el último mes”, así dice la información de hoy en Prensa Libre.
Las “comisiones de trabajo” se multiplican en el Congreso para satisfacer los intereses personales de los diputados. Todo eso está mal, pero tiene remedio. Y usted puede hacer el cambio. ¿Cómo? Por favor consulte ProReforma y asuma su responsabilidad de ciudadano, de tributario y de elector. O no haga nada, como la mayoría de la gente.
Congreso
08
Feb 07
Mejor que no trabajen
02
Feb 07
¡Espantoso vacío legal!, o no
La gente cree que donde no hay reglamentación, donde no hay normativa y donde no hay regulación, lo que hay son vacíos legales. Yo creo que no es así.
Creo que donde no hay reglamentaciones, normativas y regulaciones, lo que hay es libertad; es decir, hay ausencia de coacción arbitraria, o sea: libertad para elegir.
La gente cree que toda normativa emanada del Congreso, o de algún otro órgano regulador, es una ley. Yo creo que no es así.
Las leyes son normas generales y abstractas, propias del derecho privado, en el cual a las personas les está permitido hacer TODO aquello que no esté prohibido; en contraposición a las regulaciones y normativas particulares y específicas, propias del derecho público, en el cual a las personas SÓLO les está permitido hacer aquello que la normativa le permite hacer.
Mucha gente preferiría que no hubiera vacíos legales; es decir, que hubera normas que regularan todo, todo. Yo prefiero que las leyes sólo castiguen el incumplimiento de los contratos y las violaciones que unos cometan contra los derechos de otros. Mientras más generales y abstractas las leyes, mejor. Mientras más particulares y específicas, peor. ¿Mejor y peor para qué? Pues para la libertad individual de todos, y para el derecho que tenemos, todos, de buscar la felicidad, sin afectar a terceros.
31
Ene 07
¿Aprueba, usted, que se repita este Congreso?
Uno de mis dichos favoritos es aquel que dice: Si usted no está indignado, es porque no está poniendo atención. Indignación es, precisamente, lo que da cuando uno lee que 113 (de 158) diputados están interesados en reelegirse.
Prensa Libre informa que ese grupo tiene asegurado un puesto en las listas de los partidos políticos; y yo digo que los tributarios y los electores no deberíamos permitirlo. Le sugiero echarle un ojo a la propuesta de ProReforma, una opción para defendernos de la voracidad de los politiqueros chapines.
22
Dic 06
¡Detengan la diarrea legislativa!
¡Felicitaciones al Congreso de la República! Leo que “Los diputados al Congreso confirmaron en 2006 que, en su mayoría, no son productivos. Treinta y ocho, de los 158, no presentaron iniciativas de ley, y 55 sólo incluyeron su nombre en propuestas grupales, de hasta 15 colegas”. Sigan con el buen trabajo. Detengan la diarrea legislativa.
18
Dic 06
Otra sinvergüenzada en el Congreso
Los funcionarios deberían de vivir bajo las leyes que promueven; y los diputados deberían no sólo vivir bajo las leyes que aprueban, sino que deberían pagar los tributos que imponen. Claro, como no es así, entonces pasa lo siguiente:
Aquí en Guatemala, los “funcionarios, desde hace varias administraciones, han puesto en práctica la receta perfecta para salir airosos: tributar poco y recuperar todo lo que puedan.
Diputados, ministros o burócratas de primer nivel devengan sueldos elevados, pero a la hora de hacer cálculos para tributar, las cifras los colocan, en algunos casos, al nivel de trabajadores con sueldo promedio”, según fue revelado hoy.
¡No hay derecho!
17
Dic 06
…pero, ¿debería haber una ley?
“Es urgente que el Congreso de la República promulgue una ley general de archivos, con el fin de que se tenga la información requerida, de una manera inmediata. Para esto, es necesario contar con organización y control eficientes de la documentación de las instituciones gubernamentales”, dice hoy el historiador Rodolfo Hernández, al quejarse de que la carrera de Técnico Universitario en Archivos, de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (la universidad estatal), tendrá que cerrar por falta de alumnos. ¿Qué grupo de interés no quisiera una ley que obligara al garantizarle trabajo a sus integrantes?
17
Dic 06
¿Debería haber una ley?
De cuando en cuando mis colegas en los diarios chapines se quejan de que en el Congreso de la República no se trabaja porque no se producen suficientes leyes. Y aveces, como sucedió hoy, hasta se cuantifica la poca producción legislativa.
Yo digo que primero hay que definir exactemente qué es ley; en contraposición a lo que es legislación, normativa o regulación. Me adhiero a aquello de que una ley, para serlo, debe ser “general y abstracta”, en contraposición a las normativas que son “particulares y específicas”; pero en cuanto al tema de suponer que el Congreso es como una fábrica de salchichas -en donde mientras más salchichas se producen, mejor- pues, no estoy de acuerdo.
En ese sentido, recuerdo algo que escribió Hillary Arathoon en 1979: Debería haber una ley. “Sí, pero una que limitara la emisión de leyes, restringiéndolas a las estrictamente necesarias para que los gobiernos pudieran desempeñar a cabalidad la labor para la que originalmente fueron constituidos, o sea la de garantizar a los ciudadanos en el goce de sus derechos.
Según la «Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica», dichos derechos son: «el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad».
Si los gobiernos del mundo entero lograran desempeñar a cabalidad esa misión, habrían dado un gran paso. Desgraciadamente cada vez parecen distanciarse más de poder realizarla. En cambio, su intervención en todas las otras actividades de la vida del hombre, es cada vez mayor al grado de hacerle casi imposible toda actuación”. Esta intervención, claro, siempre es por medio de normtivas y regulaciones en forma de legislación.
16
Dic 06
En clandestinidad
1. En la clandestinidad, a oscuras y por temor a un saludable y transparente debate público sobre su naturaleza y sobre su legitimidad, fue negociada la creación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, por la Organización de las Naciones Unidas y la Administración de Oscar Berger.
La Cicig, es la sucesora de la nonata Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos. Por eso se entiende que la ONU y la Administración, hayan llevado a cabo aquellas negociaciones al amparo del secreto y de las sombras.
En 2004 los guatemaltecos repudiamos la formación de la Ciciacs porque era inconstitucional. Por ejemplo: usurpaba del Ministerio Público la facultad de ejercer la persecución penal; y violaba el principio de igualdad de todos ante la ley, al crear privilegios tributarios y procesales para sus funcionarios.
La inconstitucionalidad, la usurpación y la multiplicación de privilegios fue lo que motivó a muchos a oponerse a la creación de la Ciciacs. Nadie, en su sano juicio, se va a oponer a la eliminación de los cuerpos ilegales y a los aparatos clandestinos; y nadie, con dos dedos de frente, se va a oponer al combate contra la impunidad. Pero esas batallas deben ser libradas dentro del marco del estado de derecho y no a su costa. Este principio era válido para rechazar la Ciciacs y es válido para evaluar la Cicig. ¡A los cuerpos clandestinos y a la impunidad que pudren el estado hay que acabarlos; pero no con una Stasi, una KGB, o una Gestapo!
Ahora que la negociación entre la ONU y la Administración chapina es un hecho, nos vamos enterando de que la Cicig podrá recabar, evaluar y sistematizar información oficial y privada; de que podrá publicar informes y de que podrá exigir la aprobación de leyes especializadas, entre otras facultades. Está por verse si los guatemaltecos nos sentimos cómodos con un procunsulado de esa naturaleza; y si así fuera, habría que asegurarse de que sus funciones sean hechas, ¡por lo menos!, con respeto a las garantías constitucionales y de forma proba.
Digo esto último porque una de las cosas que más llaman la atención es la candidez de aquellos que, haciendo caso omiso de los escándalos de corrupción que involucran al hijo de Koffy Annan y los que envuelven a la Organización Internacional de Migraciones, ven en la ONU y en los organismos internacionales a ángeles puros, radicalmente diferentes a los burócratas venales criollos. Suponen, los inocentes, que en nuestra incapacidad de cuidarnos a nosotros mismos, los chapines necesitamos de niñeras y capataces extranjeros para salir adelante. ¿Usted que cree?
Por lo pronto, y de acuerdo con dos exconstituyentes (Molina y Linares), y un exmagistrado de la Corte de Constitucional (Rohrmoser), la Cicig no viene exenta de peligros. Algunos son de procedimiento como el traslape de funciones con el Ministerio de Relaciones Exteriores y con el Ministerio Público; pero otras son de fondo como la posible violación de la confidencialidad y la privacidad de las personas y la inmunidad frente a daños a terceros que pudieran cometer los funcionarios de la Comisión, entre otras.
El futuro de la Cicig pasa ahora a manos del Congreso de la República donde su discusión debe ser serena. No sólo evaluando las ventajas de doblar la cerviz frente a la ONU y las embajadas “amigas”; sino sopesando los costos en el largo plazo, principalmente para la constitucionalidad y el estado de derecho.
2. Mojito peligroso: Fidel está en las últimas; y llama a Raúl y le dice: “Raúl, estoy preocupado por el futuro de nuestro pueblo. Si me muero, ¿crees que te seguirán como líder?” A lo que Raúl contesta: “Si Fidel, no lo dudes ni un momento”. Y Fidel pregunta: ¿Y si no te siguen?” Entonces Raúl contesta: “Te prometo que entonces te seguirán a ti”
Publicada en Prensa Libre el 16 de diciembre de 2006
08
Dic 06
Abortos y adopciones
En Guatemala, cada año, casi 22 mujeres necesitan tratamiento médico por complicaciones causadas por abortos provocados, dice una noticia. Muchas mujeres acuden a métodos y a personas que sólo les causan fuertes hemorragias y daños en la matriz. Aquellos métodos incluyen introducción de sondas, perchas y varas de metal. Una mujer que no quiere tener a su hijo, acude hasta a poner en riesgo su propia vida para deshacerse del embrión. Esto no debería suceder y las mujeres deberían tener otras opciones.
Leo, también, que sectores interesados presionan para que el Congreso de la República se adhiera al Convenio de La Haya, véalo aquí, en inglés. Uno de los efectos de este convenio será que las adopciones tendrán que ser autorizadas sólo por jueces, para quitarlas, supuestamente, de las manos de los notarios. Yo pregunto: los jueces encargados, ¿serán el mismo tipo de juez que en Guatemala retrasa la justicia; falla con base en testigos falsos, o de dudosa credibilidad; y que constantemente estamos criticando por venales? Pregunto, también, ¿qué efecto tendrá ese cambio en las decisiones de las mujeres para las cuales dar un hijo en adopción es una opción frente al aborto?
23
Nov 06
Los viejitos engañados y el estado niñera chapín
El fondo solidario para el adulto mayor, recientemente aprobado por el Congreso de la República de Guatemala, es el más notorio engendro del estado niñera chapín. No es una contribución, como dicen sus promotores, porque no es voluntario. En realidad es una imposición. Tampoco es solidario porque la solidaridad es una especie de virtud, algo así como la caridad, o la benevolencia; empero, el fondo citado, al no ser voluntario carece de virtuosidad. Carece de carácter moral y se convierte en una flagrante expoliación legal.
Eso es tan evidente que hoy, en Prensa Libre, el presidente de la Asociación Nacional de Personas de la Tercera Edad Sin Cobertura Social, Héctor Montenegro, afirmó que los diputados les aseguraron que la contribución de los empleados al fondo que servirá para pagarles sería voluntaria, y no impositiva. “Si nos engañaron, están jugando con nosotros”, dijo.
Seguramente nadie les dijo, a los viejitos, que su “pensión” iba a ser dinero ajeno tomado por la fuerza.