Luego de que se confirmó públicamente que el presidente Otto Perez Molina era uno de los dirigentes de la red de defraudación aduanera conocida como La línea, junto a su vicepresidenta Roxana Baldetti, el mandatario es moro al agua. La ahora ex Vicepresidenta fue detenida y supuestamente fue enviada al cuartel general del Ejército, conocido como Matamoros, que era su nombre en el siglo XIX. El Ministerio Publico y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala presentaron un antejuicio contra Pérez por tener suficientes indicios de su vinculación con la red de defraudación aduanera desarticulada en abril pasado. A estas alturas nadie da un centavo por Otto Pérez y sus cómplices.
Entre otros grupos influyentes, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (la cúpula empresarial); y el Colegio de Abogados pidieron formalmente la renuncia de Perez. Sus ministros de Economía y Educación, así como su Comisionado de Competitividad y otros funcionarios ya saltaron del barco, abandono que hubiera sido virtuoso si hubiera ocurrido en abril cuando se empezaron a destapar los escándalos de corrupción de los pipoldermos y no ahora cuando es evidente que no queda de otra. Otto Pérez ha de estar oyendo Las golondrinas en coro, en rap, en regetón, con marimba, con mariachis, a capella y de todas formas posibles.
Cándido y al hacer a un lado un tamalito de elote con crema y canela, me dijo: Vea ahora. La voracidad corrupta y criminal de Otto Pérez Molina y los otros pipoldermos le van a poner en bandeja de plata la Presidencia a la exguerrilla que, organizada en plataformas y supuestos movimientos de intelectuales orgánicos, con la bendición de la embajada de Obama y los vítores de “Raimundo y todo el mundo”, van a tomar el control del Organismo Ejecutivo; ya sea convirtiendo al actual vicepresidente y próximo presidente, Alejandro Maldonado, en una marioneta del Vicepresidente que siembren aquellos grupos; o desplazando a Maldonado con casi cualquier pretexto y copando la Presidencia y la Vicepresidencia con personajes que tengan un “pedigree” de militancia y goce de popularidad en Washington y en Europa.
Cuando Cándido dice esas cosas a mí me dan escalofríos. Otto Pérez va a salir a sombrerazos, y va a ir a vestir traje de rayas…y nos va a dejar bien clavados.
La ilustración la tomé de Facebook.