20
Oct 10

Xaras y carpinteros reales bajo mi ventana


En esta temporada del año, el cedro de mi vecino pierde casi todo su follaje y deja ver a las aves y otros animalitos que lo pueblan.  Hoy en la mañana estaba lleno de xaras con sus característicos plumaje azul y su cabeza negra; así como de pájaros carpinteros reales con sus elegantes cabezas rojas.

Lástima que no pude obtener una buena foto de las xaras volando de un árbol a otro porque es hermosísimo verlas planear, con sus alas azules, sobre el follaje verde.


26
Jul 10

Pájaros hermosos al atardecer

El sábado, al atardecer, varios de estos pájaros llegaron al cedro de la vecindad. Y ahí se estuvieron y pudimos observarlos y fotografiarlos. ¿Alguien sabe qué clase de ave es?

El cuate Roberto, me explicó que es un pájaro carpintero real.

29
Jun 10

Un pájaro huérfano cayó en buenas manos

Este pajarito huérfano tuvo la buena suerte de caer en las manos de mi amiga Carla y de su familia. Memo apareció en su casa y Mario, el hijo de Carla, se dio a la tarea de criarlo. El lo alimenta y le da agua, lo abriga y lo cuida. Carla dice que Memo es muy lindo e inteligente.

El pichón se siente como en casa. La familia de Carla le hizo un nido sobre un mueble y ahí duerme. Memo descansa y cena con la familia. Está haciendo sus primero tanes de vuelo dentro de la casa y en la terraza. Medio en broma y medio en serio, pienso que Memo cree que Mario es su papá.

31
May 10

¿Víctima de la arena, o de la lluvia?

Este pichón nonato, que encontré sobre la Avenida Independencia de la zona 2, ¿cayó víctima de la ceniza del Pacaya, o del agua de Agatha?
Las aves que viven a la vecindad de mi casa tardaron en salir a vocalizar, luego de los azotes que recibieron entre el jueves y el sábado pasados. A media mañana de ayer, vi un pájaro que alzó el vuelo y noté que aleteaba desproporcionadamente rápido para lo poco que se elevaba. Luego se detuvo en el aire y se dejó caer en picada, de vuelta para los árboles.
De plano que las aves sufrieron mucho por la arena y la lluvia.

23
May 10

Xaras desde mi ventana

Las xaras que viven en el terreno que hay al lado de mi casa, ayer estuvieron particularmente visibles. Lucieron sus hermosos y elegantes plumajes azules mientras se desplazaban, con mucha gracia, entre árbol y árbol.

Según información del Arboretum de la Universidad Francisco Marroquín, estas aves son relativamente grandes. El dorso y sus alas son azules, en tanto que su cabeza y su pecho son negros y su iris es amarillo. El plumaje de su cabeza puede ser erizado para formar una cresta moñuda, y de ahí su nombre: xara moñuda o xara centroamericana. Su canto se asemeja al de un loro pequeño.
Xaras se llaman, también, unos hongos azules de San Juan Sacatepequez; y un lugar estupendo para ir a descansar, en Tecpán.

09
May 10

Alegre apareamiento de los cenzontles

Esta es la temporada de apareamiento de los cenzontles; y qué mejor lugar para escucharlos que el campus de la Universidad Francisco Marroquín y su Arboretum. He aquí un enlace a la grabación que hizo hoy en la madrugada mi amiga Rebeca, de la alagarabía que arman aquellas aves.

Con un grupo de amigos y por iniciativa de mi amiga, Mayra, dispusimos llegar a escuchar las vocalizaciones de los tordos. A las 4:00 a.m. nos apostamos en el Jardín Manuel F. Ayau y ahí escuchamos la gran variedad de cantos de estas aves. La visita fue guiada por el ornitólogo Héctor Castañeda.
Los cenzontles vocalizan para atraer pareja. Con ese propósito, no utilizan plumaje llamativo ya que este no haría diferencia alguna con la luz de la madrugada y menos entre las copas oscuras de los árboles. La estrategia evolutiva de los tordos es la de atraer pareja mediante vocalizaciones de lo más variadas; pero no sólo eso, para no tener que competir con otras aves, estos pájaros evolucionaron de modo que se despiertan una hora antes que otros plumíferos y así tienen, sólo para ellos, la hora que hay entre las 4:00 y las 5:00 a.m. De esa forma, sus vocalizaciones no se confunden con las de otras aves y son los amos y señores del bosque.
Con eso de que los cenzontles imitan otros sonidos, recuerdo haber oído a historia de que mi bisabuela, Adela, tenía un cenzontle mexicano que imitaba los gorgoritos de los policías de tiempos de Jorge Ubico. Un día unos policías llamaron a la puerta de la casa de mi bisabuela para inquirír por qué es que en esa casa tocaban pitos propios de las fuerzas del orden. Y cuál fue su sorpresa cuando mi bisabuela le mostró que no habían tales gorgoritos de policía en su casa, sin que era el cenzontle mexicano.

10
Abr 09

Un nido y la libertad

Desde que era pequeño me gustaban los nidos de aves; pero muy especialmente los que tienen esta forma.  Hubo un timepo en que tuve uno en mi dormitorio, pero tuve que deshacerme de él porque se llenó de insectos.  

Me parece maravillosa la forma en la que los pájaros los hacen, y luego la idea de que el nido es para la protección de la vida.  Me gusta la idea de que el el ambiente perfecto para crecer, y que luego lo es para empezar a volar.  En ese sentido se relacionan este nido y la palabra libertad que mi amiga, Marta Yolanda, tiene tatudo en el brazo de la foto.

Este lo encontramos ayer, con unos amigos, en un bosque cerca de Santa María Cauqué.  


Digg!


15
Feb 09

Los pájaros se pelaron

Hoy, al atardecer, los pájaros que viven en los árboles que están frente a mi ventana se pelaron. Se tenían un alboroto. Sus cantos, y los ladridos lejanos de los perros, me ofrecieron una serenata. Y ahora, en este preciso momento, sigue el concierto; pero está a cargo de las chicharras y de los grillos.

 


17
Nov 08

Casa Xara, un finde entre la lluvia horizontal

 

Acabo de estar en el túnel del tiempo; porque pasé un par de días en el Molino Helvetia, en Tecpán.

Helvetia tiene unos 100 años y era un molino de trigo. En sus inicios era movido por el agua del río adyacente y ahí se producía harina con el trigo que se cultivaba a inmediaciones. Con la modernidad, la fuerza hidráulica fue sustituida por energía eléctrica; y más recientemente, la actividad molinera fue trasladada a la ciudad capital.

Allá, en Tecpán, quedaron la casa patronal, la maquinaria, los silos, la presa, los talleres, la casa del molinero, la capilla y un bosque exuberante bañado por la lluvia horizontal, como se le conoce allá a la neblina.

Tuve la suerte de ser alojado en la casa Casa Xara; una edificación de madera de allá por los años 50, que está impregnada de ese aroma relajante que tienen las casas que son calentadas con leña, casi a diario. En ella se hallan revistas de los años 20 y 30, baúles para cruzar el Atlántico, docenas de detalles encantadores y un inconfundible ambiente de casa de campo, entre sereno, sobrio y ensoñador.

La Casa del Molino es diferente. Buena parte de ella es de los años 20, cruje en consecuencia y su aroma es dulzón porque queda justo al lado de las viejas instalaciones molineras. En ella se vive un ambiente rústico, familiar y misterioso.

En ambas casas, y en el molino, el tiempo se ha detenido.

El bosque que rodea el molino está lleno de encinos, pinos, cipreses y pinabetes, muchos de ellos majestuosos. Está habitado por helechos y una gran variedad de flores. Y claro, entre sus habitantes se encuentra, también, una pléyade de aves. De hecho, y sin ser experto, a mi me despertaron por lo menos 8 diferentes piares y graznidos. Por cierto que, ¿saben qué música me hubiera gustado escuchar allá? Fiesta de pájaros, de Jesús Castillo; y Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi.

Los cantos de las aves, el rumor del río, el viento entre los árboles y el silencio son los ruidos que rodean Helvetia. Y en ese medio, tan propicio para intercambiar ideas y para pensar, tuve la dicha de pasar dos días, invitado por la Asociación Guatemalteca de Intérpretes y Traductores, con motivo de su Seminario 2008. Ahí presenté una conferencia titulada Del telégrafo al blog.

Allá estuve acompañado por Ana Herrerías, empresaria que hace posible Casa Xara; así como por la escritora Carol Zardetto; el dramaturgo Rubén Nájera; y un elenco extraordinario que incluía a Valentina, la astróloga; y a Judy, la actriz.

En esa compañía y en aquel ambiente, pasé un fin de semana en el cual aprendí mucho.


19
Jun 07

¡Pero qué escándalo!


Ayer, al medio día, cuando caminaba por el Arboretum, algunos de mis compañeros de trabajo hicieron un gran escándalo. No se les ve; pero se les oye, en este vídeo que alcancé a tomar cuando pasaba debajo de este alegre grupo de aves. Talvez por esto es que don Diego, el papá de mi amigo Raúl, dice que “los niños son como pájaros”.