Majestuoso se ve el nuevo Oakland Mall sobre la Calle Real de la Villa. Hoy me lo encontré así, temprano por la mañana.
Entre los 8 y los 13 años de edad, viví a inmediaciones de donde ahora está por ser concluido ese centro comercial. En aquellos años, la Calle Real sólo tenía dos vías y en donde ahora hay supermercados, centros comerciales, condominios, colegios y edificios, no se hallaba más que una enorme pared amarilla, de adobe y coronada con tejas, que protegía la propiedad de Los Herrera. Esa pared se cayó parcialmente con el terremoto y lo poco que queda de ella ya perdió su color.
El barrio ha cambiado; pero todavía está ahí la esquina en donde yo tomaba el bus para el colegio, o donde tomaba la camioneta numero 2, cuando me echaron del bus. Ya no están el Supermercado Oakland, ni la farmacia del mismo nombre. Ya no están los Helados San Gregorio, pero todavía está la vieja gasolinera.
El barrio ha adquirido personalidad del Primer Mundo con el nuevo vecino. ¡Y lo celebro!