Oliverio Garcia Rodas, presidente de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, sustituyóa Carlos Contreras en la terna de candidatos vicepresidenciales, ya que la candidatura del Ministro de Trabajo era inconstitucional (¿Por descuido, o a propósito?).
Toma nota de que aquella comisión y su presidente son altamente reponsables del deterioro institucional y político al que hemos llegado. En 2010 él y los otros miembros de aquella comisión engavetaron ProReforma, una propuesta de reforma constitucional valiosa y avalada por más de 70,000 ciudadanos. Con ello impidieron deliberadamente el cumplimiento del artículo 277 (d) de la Constitución. Dos características inconfundibles de ProRefrorma es que eliminaba todos los privilegios y limitaba profundamente el poder de los políticos y sus funcionarios. Tanto la existencia de privilegios, como el ejercicio arbitrario del poder son fuentes del deterioro no sólo en la Superintendencia de Administración Tributaria y las aduanas; sino en toda la cosa pública.
Si él resultara electo, su curul sería ocupada por Daniela Beltranera, a quien ya conoces porque está muy vinculada con la Ex vicepresidenta Baldetti.
Dos lectores de este espacio se mueren de ganas de que comente un artículo titulado Los famosos detrás de las 47 maquilas; seguramente porque en uno de sus párrafos dice: En Guatemala hubo una persona que trajo el libertarianismo, el neoliberalismo, que promulga la libre competencia en el mercado. Se llamaba Manuel Ayau, fundador de la Universidad Francisco Marroquín, fallecido hace un lustro. “El verdadero remedio es no repartir privilegios, sino que las autoridades traten a todo el mundo de igual manera”, escribió en su columna en “Prensa Libre” en abril de 2006 . No obstante, Samboro, empresa de cerámica y primera empresa fundada por él de las resaltadas en su biografía en Wikipedia, no sólo se inscribió en el 29-89 [Ley de fomento y desarrollo de la actividad exportadora y de maquila] en 1996 y sigue con la ventaja sobre la devolución del IVA, sino que le ha vendido al Estado.
El propósito de ese párrafo es llevar al lector incauto a la conclusión de que Manuel F. Ayau (uno de mis maestros más queridos y admirados) decía una cosa y hacía otra. Los autores del artículo aprovechan para confundir el libertarianismo con el neoliberalismo.
Antes de entrar en materia, por favor sígueme por el siguiente camino:
¿Has jugado Monopoly? Cuando juegas ese, o cualquier otro juego de mesa, ¿sigues las reglas del mismo? Si dijiste que no, no tiene sentido seguir; pero si dijiste que sí, hazme el favor de continuar.
Cuando va al mercado a comprar tomates y la vendedora te pide Q10 por libra. ¿Le ofreces Q12, o le ofreces Q8? Si le ofreces Q12 no tiene sentido seguir; pero si dijiste que le ofreces Q8, o menos que Q10 hazme el favor de continuar.
Uno sigue las reglas del juego porque eso permite anticipar las conductas de otros; porque las reglas evitan conflictos; porque definen la naturaleza del juego y hasta hay quienes las siguen sólo porque son las reglas. Uno no ofrece menos por los tomates porque no tenga conciencia social; uno ofrece menos por los tomates porque necesita que sus recursos le alcancen para las cebollas y para la hierbabuena (si va a hacer un chirmol).
¿Ya atisbas para dónde vamos?
Como lo dice el artículo en cuestión, la empresa citada se inscribió en régimen del Decreto Legislativo 29-89 en 1996. Aquellas reglas del juego (la ley de maquilas) son previas (¡pero muy previas!) a la inscripción de la empresa en el régimen de maquilas, la ley es de 1989 y la inscripción es de 7 años después. Aquel régimen es el marco legal que existe y si bien es cierto que crea privilegios, es el marco existente. Es el que hay. Hay otros, claro, pero el régimen de maquilas es el más barato. Como con los tomates, te permite destinar recursos a otras cosas que generalmente son otras inversiones y emprendimientos. ¿Cómo es que se le dice al que va a un mercado y compra caro, pudiendo comprar barato? Posiblemente es lo mismo que podría decirse de quien va al mercado e invierte caro, pudiendo invertir barato.
¡Por supuesto que legislaciones como la de la maquila crean privilegios!, y son promovidas por empersaurios mercantilistas, por ingenieros sociales, y por los que creen que los intereses colectivos deben prevalecer sobre los derechos individuales. Pero cuando permitimos que estén vigentes, son instrumentos legales. Lo ético en estos casos no es renunciar al uso del instrumento y dejar de invertir, o invertir caro. Eso no sólo perjudicaría la creación de riqueza (en el sector privado de la economía, que es el sector voluntario y pacífico) -aunque sea a expensas del sector público (que no sólo consume riqueza, sino que es el sector coercitivo de la economía)- sino que dañaría la creación de empleos productivos, el mejoramiento de salarios y el crecimiento del ahorro.
Lo ético frente a legislaciones específicas, concretas y creadoras de privilegios es lo que hizo Manuel F. Ayau: Combatirlas de raíz. El proyecto de reforma constitucional ProReforma, propuesto por Ayau y más de 70,000 guatemaltecos tenía una propuesta concreta: queen ningún caso el Senado o la Cámara de Diputados emitirán Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo. ¡En ningún caso!, dice. En ninguno.
¿Qué pasó con esa propuesta en particular y con ProReforma en general? Fue inconsitucionalmente ignorada por el establishment político y no fue apoyada por los empresaurios mercantilistas; las izquierdas ¡espantadas! cerraron filas contra ProReforma. En parte, porque, ¿quién, si no Manuel F. Ayau, se atrevería a cerrarles constitucionalmente las puertas a los privilegios? Ya lo dijo Henry David Thoreau: por cada mil personas atacando las ramas de un problema, hay una sola atacando sus raíces. ¿Quiénes entre los que se quejan por privilegios particulares, se opondrían a todos los privilegios como en ProReforma? ¿Quiénes entre los que se quejan por los privilegios para otros propondrían leyes para acabar con todos los privilegios (incluidos los propios), como hizo Ayau? ¿Quiénes entre los que rechazan los privilegios apoyan la igualdad de todos ante la ley?
Los capitalistas o empresarios de verdad, que hacen su dinero en mercados abiertos y competitivos, tienen derecho a sus enormes riquezas; pero los capitalistas mafiosos, los capitalistas del favoritismo, los capitalistas de connivencia -que dependen de los privilegios estatales- no se merecen nuestro apoyo. Es hora de rechazar el capitalismo de amiguismo y abrazar la realidad. Aquellas son las ideas principales de un artículo por Allistair Heath, publicado en The Telegraph.
De aquello me acordé cuando leí el debate alrededor de una pieza de legislación llamada: Ley de promoción deinversión y empleo, identificada como iniciativa 4644;controversia que, ¡por supuesto!, no es acerca de si debería haber más inversiones y más generación de empleo; sino acerca de si esos objetivos deseables deben ser conseguidos por medio de privilegios.
¿Sospechas de qué lado estoy? Estoy del lado del No. Estoy del lado de la igualdad de todos ante la ley; y estoy del lado de la oposición contra todos los privilegios.
Aquella iniciativa multiplica privilegios fiscales y les otorga hasta décadas de exoneraciones de impuestos a los empresaurios que sean beneficiados. ¡Empresaurios!, ¿por qué? Porque hacen uso de la majestad de la ley para conseguir ventajas que no tendrán otras personas. Porque hacen uso de su habilidad para influir y controlar el poder político para beneficiarse directamente a costa de los tributarios que tendrán que cargar el peso que ellos se rehusan a cargar. Si antes eran aceptables esas prácticas, no deben ser aceptables nunca más.
No importa si son grandes, o pequeños emprendimientos los que serán beneficiados con aquel privilegio. Un privilegio es un privilegio. Es una fuente de desigualdad ante la ley. Es un abuso. Es una negación del estado de derecho.
Como los impuestos son una forma de robo, porque son tomar dinero ajeno por la fuerza y luego repartirlo entre los intereses y las clientelas de quienes controlan el poder político, sólo hay de dos sabores: Acabas completamente con aquel sistema de expoliación, o la carga se reparte por igual sin privilegios. Otra cosa es no sólo injusta, sino que aberrante. Mañana que se celebra el 4 de julio, quizás deberíamos meditar acerca de que los impuestos injustos solían causar revoluciones.
¡Por supuesto que para mejorar la calidad de vida hacen falta más inversiones y empleos productivos! Pero aquellos no deben ser conseguidos mediante privilegios, ventajas, abusos, o injusticias. ¿Queremos más inversiones y empleos? Recordemos cuando ProReforma proponía que en ningún caso el Senado o la Cámara de Diputados emitirán Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo. ¿Queremos más inversiones y empleos pero no tenemos las agallas de acabar con la expoliación? Acabemos con el impuesto a los rendimientos del capital, acabemos con la inflexibilidad laboral. Hagamos algo que no sea empeorar el sistema mercantilista, amiguista, compadrero, y fabricante de miseria que hemos tenido desde siempre.
Que el capitalismo no sea confundido con el mercantilismo, ni con sus variantes. Por la libertad individual de producir, consumir, intercambiar y servir, sin coerción ni privilegios.
El vitral de los privilegios, en Tournai, Belgica. Foto por Jean-Pol GRANDMONT (Own work) [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC-BY-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)], via Wikimedia Commons.
Muy atinada es la oposición del la cúpula empresarial a las reformas constitucionales que pretente el Organismo Ejecutivo. En realidad es un paquete desintegrado (o sea: no integrado) de reformas que abrirá la puerta para que el Congreso podría modificarlo, o ampliarlo; de modo que sabríamos qué entra (y podríamos estar de acuerdo, o no con sus particularidades); pero nunca sabríamos qué es lo que va a salir.
Eso por ejemplo, no ocurriría con una propuesta como la de ProReforma que es totalmente integrada, que responde a una filosofía, y que sólo contiene normas generales y abstractas. Además de que es una iniciativa respaldada por más de 70,000 ciudadanos y enmarcada en un procedimiento constitucional.
No es cierto que la oposición a las reformas del Ejecutivo sea una oposición vacía y caprichosa; ahí está ProReforma que, de acuerdo con la Constitución, debería ser conocida por el Congreso y este la tiene engavetada deliberadamente. ProReforma integrada y profunta. La única que se ha atrevido expresamente a prohibir los privilegios de todos; y la única que se enfoca 100% en limitar el poder.
Me adhiero al NO del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales y Financieras para las reformas constitucionales del Ejecutivo; y al respecto te sugiero leer el artículo: La respuesta es No a Otto Pérez, por José Raúl González.
El presidente Otto Pérez presentó su propuesta de reformas constitucionales, que incluye cambios a 50 artículos de la Carta Magna; y el plan es entregárselas al Congreso el próximo 2 de julio.
Tengo la impresión de que la Administración va a tratar de darles, a las reformas constitucionales, el tratamiento express que le dió al paquetazo fiscal.
Las propuestas puedes verlas aquí, en detalle; y vale la pena leerlas. De plano hay que discutirlas porque es lo que hay. Sin embargo, no deja de ser inquietante que la Administración haya ninguneado la propusta de ProReforma, siendo que esta se hizo de conformidad con el artículo 277 inciso e, de la Constitución y con el apoyo no de sólo 5,000 personas como dice el precepto constitucional, sino con el de 73,000.
El Cuco es un monstruo mítico con el que se asusta a los niños para que obedezcan a sus padres. No es casualidad que ese fuera el nombre abreviado de una Cruzada contra la corrupción, que hace años emprendió un grupo de amigos. Asusta, a los políticos y a sus funcionarios, la idea de ver su poder limitado.
Si ha de haber una reforma constitucional, es deseable que sea una que limite los poderes de los políticos y sus funcionarios, una que les devuelva el control del Estado a los votantes y a los tributarios, y una que le cierre las puertas a la corrupción.
Con aquello en mente, la semana pasada comenté que el Artículo 133 de la Constitución, que le impide al Ejecutivo pedirle al banco central que le imprima billetes para inflar la economía y financiar la demagogia es uno que no debe ser alterado.
Hoy, y basado en aquel Cuco de la corrupción, me permito sugerir un artículo para añadir al proyecto de reformas: El presupuesto de egresos totales del Estado no podrá exceder al 10 por ciento del Producto Geográfico Bruto oficial, último, publicado por el Banco de Guatemala. No quedarán comprendidos, dentro de lo estipulado por este artículo, los casos de Estado de excepción, originados por causas naturales, o de fuerza mayor, con la correspondiente declaratoria del Congreso de la República.
Desde aquel Cuco, hasta ahora, hay consenso con respecto a que las sucesivas administraciones han gastado demasiado, endeudado a los chapines, minado el valor de la moneda, y cargado a los guatemaltecos con más y más impuestos. Con cada Administración, suben los gastos y suben las demandas de impuestos y de endeudamiento por parte de los políticos y sus funcionarios. Sin que votantes y tributarios podamos defendernos.
Si me preguntan, mi opción primera para una reforma constitucional es la de ProReforma que apoyan más de 73 mil ciudadanos; pero si la reforma a la que nos va a meter esta Administración va a ser un chirmol, esta es mi contribución para que sea el chirmol menos dañino posible.
Los perjuicios que los políticos y sus funcionarios les pueden causar a los chapines deben ser evitados por medio de una norma constitucional que restrinja la capacidad discrecional de la Administración para gastar más allá del límite que puede tolerar la economía nacional.
El fantasma de la reforma constitucional recorre Guatemala; no porque la reforma de la ley fundamental sea mala por sí misma, sino porque: no se sabe qué es lo que quieren reformar los promotores del cambio y solo hay rumores; el presidente Pérez Molina mencionó algo acerca de promover la propuesta generada por la Usac, la URL, y la Asies, que superficial y cosmética además de que se enfoca en reacomodar y concentrar el poder en las comisiones de Postulación de magistrados en la CSJ y en la de Jefe del MP; además, el fantasma no toma en cuenta que hay propuestas más comprehensivas, como Pro Reforma, que fue solicitada por 73 mil ciudadanos.
Se dice que la Constitución debe ser reformada porque es hija de su tiempo y que las cosas han cambiado; empero, esto ocurre solo porque nuestra Ley Fundamental está plagada de normativas específicas y particulares. Si la Carta Magna fuera una ley general y abstracta, su contenido sería intemporal. Cualquier cambio que se le haga a la Constitución debería apuntar a erradicar las normativas específicas y particulares en su contenido, y a que el texto constitucional sea un límite efectivo para quienes ejercen temporalmente el poder.
Dice el jurista guatemalteco, Alberto Herrarte, que la Constitución es un sistema de normas que regulan las relaciones entre los detentadores del poder y los destinatarios del mismo; así como la relación entre los diferentes detentadores del poder. Y en una república sana, esa relación debe ser una en la que los destinatarios del poder sean los mandantes, en tanto que los detentadores del poder sean los mandatarios. Por eso no es extraño que Keith Rossen afirme que las finalidades esenciales de una constitución son las de distribuir y limitar los poderes del gobierno.
Rossen sostiene que la mejor explicación de los fracasos del constitucionalismo latinoamericano yace en la cultura jurídica. Y por cultura jurídica entiende el juego de valores y actitudes del lego y del profesional con respecto al derecho, lo que determina, principalmente, qué aspectos del sistema jurídico y formal funcionan y cuáles no.
Por eso es importante que tú y yo, como ciudadanos, tributarios y como poder constituyente rechacemos la cultura de privilegios y la de concentrar el poder. ¡Exprésate!
El primer informe de la organización Mirador Electoral confirmó lo que ya sabemos: que el modelo político que arrastramos desde mediados del siglo XX y que ahora se expresa en la Constitución de 1985 se agotó y está caduco.
Yo sugiero dos vías para evitar que aquellos agotamiento y caducidad terminen en alguna forma violenta que haga colapsar el sistema republicano. Sugiero:
ProReforma, de lo cual ya hemos platicado bastante; y
Si usted cree que votar por su candidato preferido es un desperdicio; porque no está en los dos primeros lugares de las encuestas, aunque sea la mejor de las opciones. Si por esa razón usted se siente obligado a votar por alguno de los que encabezan. A ustred le interesa el sistema electoral de rondas simultáneas.
El sistema actual de votaciones, en Guatemala, desanima a las personas para que voten por el candidato de su preferencia; y las incentiva a apostarle a los candidatos que encabezan las encuestas. Lo peor de todo es que a muchos electores no les queda más remedio que votar en contra, o sea darle su voto a un candidato no porque confíe en él y en su programa, sino para evitar que quede el otro.
Por eso es que el ganador de las elecciones chapinas, no es el ganador de la confianza de los electore chapines. Por eso es que la legitimidad del candidato ganador es cuestionada, por sus propios electores, desde el primer día que ejerce sus funciones públicas. Al ganador no se le vota por ser el mejor, sino porque el otro es peor. Se le vota porque el otro es peor.
Este sistema les permite, a los electores, no sólo marcar cuál es su candidato favorito en la papeleta; sino que, también, le permite ordenar al resto de los candidatos en orden de preferencias, en el caso de que su primera opción no resultara favorecida por la mayoría de electores.
De esta forma el voto no se desperdicia porque el ganador resulta electo en una sóla ronda instantánea de votaciones; y la gente tiene la oportunidad de votar de acuerdo con sus valores y sus ideales, y no en respuesta a sus temores.
El sistema, además, elimina las componendas políticas necesarias para una segunda vuelta y la supresión de esta resulta en un ahorro sustancial de recursos para los tributarios.
Según Francisco Dall´Anese, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, hay consensos con el Presidente de la Corte Suprema de Justicia…creo que pasó la reacción inicial. Eso dijo luego de anunciar que se integrará un equipo para investigar las actuaciones de los jueces; propuesta que aseguró que le ha planteado en distintas conversaciones a miembros de la Corte Suprema de Justicia.
Empero, Arturo Archila, presidente del Organismo Judicial, asegura que Yo no he convenido de formar ningún equipo investigador. Y aunque está anuente a que los actos de corrupción cometidos por funcionarios del OJ deben ser investigados, esas investigaciones deben ser hechas siguiendo los canales ya establecidos y que la corrupción en aquel Organismo se ataca con el programa Cero Tolerancia. Archila, sin embargo, sí recuerda haber conversado informalmente con Dall´Anese.
¿Quién de los dos miente? ¿Quién no está contando toda la verdad? A saber. A saber.
Yo conozco jueces probos y decentes que dignifican su alta magistratura en el Organismo Judicial; y he leído de jueces despreciables, venales y cínicos. Y sea como sea, prefiero que los guatemaltecos enfrentemos y resolvamos nuestros problemas a la actitud de moda que es la de abdicar a la responsabilidad y esperar que de fuera vengan las soluciones.
Por eso no me gusta la CICIG. Porque creo que es una falsa solución y -hasta ahora- lo que hemos visto es que la Comisión sólo es buena para actuar como procónsul. No sólo en detrimiento de la responsabilidad y de la virtud de los políticos, funcionarios, electores y tributarios; sino en detrimiento de las instituciones y de la educación cívica propia de una república sana.
Aunque me defrauden, prefiero confiar en Archila y en la Corte Suprema de Justicia, para no caer en la falsa creencia de que una sociedad puede ser sanada desde afuera, y contra su voluntad. Prefiero ser parte de la solución, a convertirme en espectador.
Si me preguntan…diré que para componer el Organismo Judicial lo que hay que hacer es hacer una placa de agradecimiento para la CICIG, dársela en una cena elegante, decirle adiós a Dall´Anese y poner en marcha ProReforma.
La Usac, la Universidad Landívar y Asies presentaron una propuesta que contiene diez reformas a la Constitución; y Asies, hizo un llamado a los diputados para que las urnas de septiembre sean aprovechadas para realizar la consulta popular.
Al principio parecía que la idea iba a volar; pero ahora parece que no es tan así. De todos modos, si la iniciativa logra un dictamen favorable tendrá que ser conocida por el Pleno, que aprobaría, o no la realización de una consulta popular para que el pueblo decida si las aprueba, o no.
Todo muy bonito; pero, sin perjuicio de discutir el fondo de la propuesta citada, el Congreso y los diputados todavía tienen un asunto pendiente con sus electores: la discusión de ProReforma.
Basadas en el Artículo 277 de la Constitución –que dice que tiene iniciativa para proponer reformas a la Constitución el pueblo mediante petición dirigida al Congreso, por no menos de 5 mil ciudadanos debidamente empadronados– más de 70 mil ciudadanos debidamente empadronados presentamos ProReforma, que es una propuesta constitucional integral.
Pero, a pesar de que la Constitución dice que el Congreso debe ocuparse “sin demora alguna del asunto planteado”, la Comisión encargada “ha estado mareando la perdiz”. Y el Pleno no ha asumido la responsabilidad de conocer ProReforma. La Comisión correspondiente organizó una serie de audiencias consultivas y no se ha manifestado oficialmente al respecto, ni le ha sometido al Pleno aquella petición de más de 70 mil ciudadanos.
En ese sentido, ¿los diputados estarían incurriendo en el delito de incumplimiento de deberes tipificado en el Artículo 419 del Código Penal? Más de 70 mil ciudadanos estamos esperando a que el Congreso se ocupe de conocer ProReforma.
Si “la sociedad civil” tuvo la ocasión de manifestarse con respecto a ProReforma, ¿no sería democrático que también tuviera la oportunidad de hacerlo ahora, con la nueva propuesta de reforma?
Y si están sobre la mesa 2 propuestas de reformas a la Constitución; una preparada por 2 universidades y una asociación prestigiosas y otra preparada por más de 70 mil ciudadanos respetables, ¿qué más democrático que someter ambas a consideración de los votantes? Las 2 deberían recibir el respeto que merecen y la gente debería tener la oportunidad de decidir.
Carpe Diem significa Apodérate del día y resume bien mi visión del mundo. La libertad es el valor fundamental que guía mi vida y mis reflexiones en Carpe Diem. Vivo en Guatemala, un país que aún está por ser construido y en el que los derechos individuales y la igualdad ante la ley son precarios. Por eso, aquellos son mis temas favoritos para estos comentarios. Con todo y todo, este espacio -políticamente incorrecto- existe al amparo del artículo 35 de la Constitución de la República; y del 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (por si acaso). Me gustan la cocina, la lectura y la compañía de mi familia y de mis amigos. También me gusta pasar tiempo conociendo mi país y a su gente. Al perpetrar Carpe Diem comparto con mis lectores algunas reflexiones y experiencias en busca de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es pacífico. ¡Por la libertad y la razón!
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