08
Jul 22

¿Quién se enriquece con las mascarillas forzadas?

 

¿Algún funcionario, o algún empresaurio se quedó con furgones de mascarillas sin vender?  Pregunto porque el Ministerio de Salud y los pipoldermos quieren volvernos a tapar la nariz y la boca, por la fuerza.

El meme lo tomé de Facebook.

Eso es absurdo porque estimo que -a pesar de que ya había sido levantada la obligación de usar barbijo- es fácil estimar que 7 de cada 10 personas los usan de forma voluntaria, en áreas urbanas.  En los últimos días he estado de gira por el interior del país y aquí casi nadi la usa.  Quizás porque la gente tiene más perspectiva; Aquí sí murió gente por la pandemia, pero casi todos los que murieron eran gorditos, me dijo una señora al comentar el tema de la oblgatoriedad de las mascarillas.

Es absurdo porque la gente anda con temor de covid.  ¿Por qué no digo miedo, sino temor? Porque el temor es irracional y el miedo es racional.

Este meme lo obtuve en Facebook,

¿Por qué es irracional el temor al covid? Porque la cepa actual aunque es hipercontagiosa, no es -ni de cerca- fatal como otras.  De hecho es una maravilla porque está inmunizando a Raymundo y a todo el mundo haciendo más posible la sana inmunidad de rebaño.

Meme que tomé de Facebook.

La necedad de volver a imponer las mascarillas sólo se explica por presiones políticas, o porque alguien está perdiendo mucho dinero.  Porque por motivos científicos no es.  Está clarísimo que los barbijos no evitan el covid y menos si se usan mal, como los usa la mayoría de las personas que los usan.


04
Jul 22

¡Feliz 4 de julio!

 

Iba a decir que a mis amigos y familiares en los Estados Unidos de América les deseo un feliz 4 de julio; pero, en realidad, es a la humanidad y especialmente a occidente a quienes hay que desearles ¡Feliz 4 de julio! ¿Por qué?

Porque la frase ¡Happy fourth!  representa una celebración propicia para meditar acerca de los principios que hacen posible la convivencia pacífica, la cooperación social y el bienestar.

Cada 4 de julio -si las cosas no siguen cambiando para mal-  se celebran los principios, valores y virtudes, así como el documento fundacional de esa gran nación que es los Estados Unidos de América. En esta fecha se celebran los principios que hicieron posible aquella república, y no a su gobierno, ni a sus políticas intervencionistas, racistas, o colectivistas. No se celebra a su gobierno del color que sea, ni a sus defectos y menos a sus políticos y funcionarios, todos temporales. Se celebran las ideas universales expresadas en aquel documento que concluye con una frase que deberíamos meditar todos los chapines: Así que, para sostener esta declaración… nosotros empeñamos mutuamente nuestras vidas, nuestras fortunas y nuestro sagrado honor.

Ojalá que los ciudadanos de aquel gran país se dieran cuenta de lo que están echando a perder a manos de lo políticamente correcto y del misticismo.

Hace cuatro años, cuando estaba leyendo The Anti-Federalist Papers con un grupo de colegas, mi cuate Jesús María llamó la atención sobre una frase que no ha perdido vigencia en casi 250 años: Los Anti-federalistas le temían al poder nacional que socava la autonomía de los estados porque, como escribió Montesquieu todo poder tiende a crecer.


01
Jul 22

“Mea culpa”

 

El 19 de junio hubo un derrumbe cerca del kilómetro 24 de la ruta interamericana.  El deslizamiento de tierra bloqueó aquella vía. Ayudantes y pasajeros de un bus botaron unos arbolitos que había en el camellón y lo cruzaron para buscar una salida al atolladero que ya había durado horas.

Mi primera reacción, en Twitter, fue: ¿Y esto se puede hacer?…Digo, para saber. A manera de crítica contra lo que en pensé que era una acción vandálica. Unos días después lo comenté con mi cuate, Ricardo, y él me preguntó: Si hubieras estado detrás de la camioneta, ¿hubieras pasado por la brecha que abrieron?  Y no dudé en contestar que sí; y aunque posiblemente no hubiera tenido la iniciativa de botar los arbolitos, no hubiera dudado en pasar.

Y…como dicen en México…Ahí me cayó el veinte. La gente tenía horas de estar varada en la carretera sin que autoridad alguna diera muestras de ayudarlos a salir del problema.  Nadie de Provial, de la PNC, de alguna policía municipal, ni del pomposo Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, nadie de ningún lado.  En un momento de emergencia y de crispación por las horas perdidas, ¿El hambre?, y quién sabe qué circunstancias apremiantes, y hasta peligrosas, todo el aparato estatal que se auto atribuye la construcción y mantenimiento de las carreteras y de la vialidad le falló a aquella gente.  Gente que paga impuestos directa, e indirectamente.

Luego de horas de espera, ¡Para nada!, la gente optó por ayudarse a sí misma y cortar unos arbolitos para resolver el problema y seguir su camino para ir a sus casas, atender negocios, o lo que fuera.  ¡Ah, qué precipitadamente juzgué mal aquella situación! Mea culpa, por no atender la lección de Bastiat con respecto a lo que se ve, y lo que no se ve.

En este caso vi el corte de los arbolitos; pero dejé de ver el daño que el estatismo le hace a las vidas de las personas cuando los políticos y burócratas se atribuyen facultades que son incapaces de ejecutar con mediana decencia.  Mea culpa, mea gravissima culpa.

Falta hablar del manejo de emociones, y del daño a la propiedad; pero ya se me acabó el espacio.

Columna publicada en elPeriódico.