El comunicado que ilustra esta entrada es de la Organización del Pueblo en Armas, uno de los tres grupos guerrilleros que -durante 36 años- intentaron establecer la dictadura del proletariado por medio de asesinato y actos de terrorismo.
He aquí ejemplos de lo que presumían los guerrilleros en 1981.
En Santiago Atitlán, Sololá: Una unidad nuestra incendió la finca Olas de Moká…el fuego consumió la casa patronal, oficinas, beneficio, bodegas, garage y un camión nuevo. Se fusiló públicamente al administrador de la finca.
En Jutiapa: El ataque se realizó con explosivos de alta potencia y con fuego de fusilerías. Le causamos al enemigo 19 bajas, 7 muertos y 12 heridos. ¿7 viudas, 7 mutilados, cuántos huérfanos?
En Santo Tomás La Unión, Suchitepéquez: El ejército sufrió 10 bajas; 4 muertos y 6 heridos. ¿Cuántas viudas, huérfanos y mutilados?
En Chicacao: Se incendió la finca Santa Ana Mixpiya…se incendió la casa patronal, las oficinas, bodegas de café y un tractor.
Además del asesinato citado arriba el comunicado menciona varios casos del uso que los guerrilleros hacían de las poblaciones civiles:
Durante dos horas nuestras fuerzas realizaron una reunión política con la numerosa población que se reunió para escuchar los avances de la guerra popoular revolucionaria. Se distribuyó abundante propaganda revolucionaria a la población.
Se invitó a la población a escuchar el mensaje revolucionario.
Se tomaron militarmente las fincas Sansur, San Ignacio, Claritas y Pamira en San Pablo, departamento de San Marcos, donde se realizaron reuniones de propaganda revolucionaria.
La veracidad de estas acciones está respaldad (sic) por numerosos testigos oculares.