23
Oct 10

¿Tres que desaparecieron?

Vaya usted a saber por qué, hoy amanecí pensando en el soldador de ollas, el afilador de cuchillos y la compradora de papel y botellas.  Tengo añales de no ver a los tres.  Estos tres personajes recorrían las calles de los barrios de la ciudad de Guatemala y ofrecían sus servicios.  No recuerdo cómo lo hacía el primero; pero el afilador de ollas llevaba un pito inconfundible y la tercera gritaba ¿Tiene papel o boteeeeeeeeeeeellas?

El primero que desapareció, según mis recuerdos era el soldador de ollas; oficio que creo que desapareció totalmente porque, ¿quién suelda sus ollas?, del mismo modo en que ¿quién zurce sus calcetines? Ahora resulta más barato y conveniente comprar una olla nueva, o estrenar calcetines que soldar aquellas, o zurzir estos.

Los otros dos es posible que no hayan desaparecido, sino que es sólo que ya no los veo.  Cuando el afilador de cuchillos llegaba a la casa le sacábamos todos los de la cocina; pero no los del comedor, porque estos eran llevados a un lugar especializado.  Es que aveces, a los afiladores de la calle se les iba la mano y recuerdo que, en la cocina de mis padres, había un cuchillo de mango blanco cuya hoja fui viendo reducirse y reducirse hasta que parecía casi un estilete.

La compradora de papel y botellas me causaba mucha alegría porque en la casa de mis padres se recibían entre dos y tres diarios; y siendo ellos jóvenes y parranderos, nunca faltaban las botellas. Así que si la compradora pasaba en algún momento que no estaba ninguno de los dos, yo sacaba el papel y las botellas y era el beneficiado por la venta.

¡Chispas!, tiene razón la lectora y cuata AnaLu, que dejó un comentario: Me faltaron los que componen zapatos; y el grito que yo recuerdo era el de ¿Zapatos para cooomponeeeeeeeeeer?


22
Oct 10

Facta non verba: Arzú, el azote de la economía

Creímos que la política debía someterse a la economía y ahora nos damos cuenta de que es al revés; dijo el alcalde y dios del Palacio de la loba, Alvaro Arzú al amenazar que volverá a la política nacional.

Lo que seguramente no recuerda el Jefe Edil es que, durante su presidencia, la economía estuvo tan sometida a sus caprichos políticos, que mantuvo elevadísimas las tasas de interés activas, mismas que anduvieron en un promedio de 19.37%, habiendo llegado hasta 22.4%.  Con ello y políticamente, movilizó el siempre escaso capital de la economía real a la economía de papel y generó una pirámide de inversiones en papeles que, concluyó en la quiebras que afectaron a muchísimos pequeños ahorrantes e inversionistas.

Sin duda no sabe, el Jefe del Ayuntamiento, que la economía tiene que ver directamente con el significado y la relevancia de las acciones humanas; mismas que son cocientes y tienen propósitos.  La economía tiene que ver con los medios que las personas elijen para alcanzar sus fines; mismos que las personas seleccionan de acuerdo con sus juicios de valor.  Si se admite que los fines que persiguen las personas, y los medios que eligen para alcanzar aquellos propósitos tengan que estar sometidos al poder político, tenga usted miedo, tenga mucho miedo.

Si Arzú hiciera realidad eso con lo que está amenazando, en el sentido de que la economía debe estar sometida a la política, no estaría actuando de forma diferente a Los Colom que querían una banca central socialdemócrata para que, precisamente, la economía esté sometida a la política.

Así en broma, la gente cree que Arzú dice aquel tipo de cosas porque es un ignorante enciclopédico como dijo una vez no me acuerdo quién; pero no es así.  Las dice porque es un arrogante; porque se cree el Jorge Ubico del Siglo XXI; y porque puede.  Arzú de verdad cree que él elegiría mejores fines que la gente, y cree que -de plano- los medios que él seleccionaría serían aún mejores.  De eso se trató su Presidencia en 1996-2000 y de eso se trata su gestión municipal.  El cree que es el capitán del barco, el pastor del rebaño, el padre de la patria, el niño en el bautizo y el muerto en el funeral. Querer que la economía esté sometida a la política es querer que el árbitro decida cómo se juega el partido.

Esta entrada fue publicada en el diario Siglo Veintiuno.


22
Oct 10

No hay tal cosa como una factura petrolera del país

Supuestamente, la factura petrolera del país se incrementó un 23.9 por ciento; pero eso no es cierto.  Esa colectivización del consumo de combustibles fósiles es perversa y ahora le cuento por qué.  Usted paga un factura petrolera y yo pago una factura petrolera. El gobierno y todos los que consumimos productos del petróleo pagamos facturas petroleras.  Puede haber una sumatoria del monto de todas las facturas petroleras individuales; pero esa sumatoria no es del país.  Es suya, es mía y es del gobierno, pero no del país.

La colectivización es perversa porque siento que su factura es suya, y mi factura es mía, tanto usted como yo somos responsables de ella.  Y la administramos de acuerdo con nuestras necesidades y posibilidades.  Empero, si la factura fuera del país, los que dicen representar al país se sentirían con alguna autoridad política para modificar e influir en la forma en que usted y yo administramos nuestras facturas petroleras que pagamos usted y yo de acuerdo con nuestras necesidades y posibilidades.  Los que dicen representar al país se sentirían con la autoridad política para quitarnos a usted y a mí la responsabilidad del manejo de nuestras facturas petroleras y diluirían esa responsabilidad individual -suya y mía- en la colectividad política e irresponsable que ellos dirigen.
Si la responsabilidad fuera colectiva o de todos, pararía siendo de nadie.  Y si fuera colectiva o de todos, todos, menos usted y yo tendríamos la última palabra en cuanto a nuestro consumo individual de combustible.  Y no importaría si lo podemos pagar, porque es nuestra factura, los que dicen representar a todos podrían querer decidir por nosotros y someternos a su voluntad en cuanto a nuestro particular consumo de combustibles.

Lo mismo ocurre con la energía eléctrica -y la foto lo ilustra muy bien-.  No hay tal cosa como un consumo de energía eléctrica del país.  Somos usted y yo quienes consumimos energía eléctrica, y usted y yo pagamos nuestras facturas y somos responsables de ellas.  Si apagamos un foco, ahorramos un poco…pero usted y yo, no la colectividad porque la colectividad no es la que paga su factura, ni mi factura.

Hay que tener cuidado con la perversa idea del consumo colectivizado.  La responsabilidad y la libertad son cuestiones individuales.  No de la colectividad.

21
Oct 10

Muchá, desvincúlense de la exguerrilla

Durante las manifestaciones de ayer el grupo integrado por miembros de la Alternativa Nueva Nación, de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, y del Frente Nacional de Lucha se enfrentó con otro grupo integrado por sindicatos de varias entidades, incluida la embotelladora de Coca-Cola.

Lo curioso es que las arengas de la ocasión llamaban a la unidad de las izquierdas; pero usted ya sabe: donde hay dos dirigentes de izquierda, hay tres, o cuatro organizaciones en pugna.  En parte esto es porque hay demasiados intereses en juego; y en parte porque entre ellos no han cerrado las heridas que dejaron las traiciones, la corrupción y las inconsistencias que, entre ellos, dejaron los 36 años de enfrentamiento armado.

En las filas de las izquierdas hay muchas personas intelectualmente inquietas, sinceras y consistentes; personas a quienes la vinculación con la exguerrilla eclipsa, empaña y convierte en cómplices de aquellos 36 años de enfrentamiento esteril, así como del sacrificio de centenares de vidas valiosas para instaurar la dictadura del proletariado.

A esas personas inquietas, sinceras y consistentes que buscan el bien para los guatemaltecos -aunque por medios equivocados como el principio de que los intereses colectivos pueden prevalecer sobre los derechos individuales- les conviene desvincularse de la exguerrilla atávica, rabiosa, violenta y totalitaria. Les conviene distinguirse de ellos y separarse radicalmente de ellos.

Si aquello ocurriese, la calidad del diálogo cívico mejoraría sustancialmente; y si ello ocurriese las diferencias de opinión no serían más que sinceras discrepancias sobre ideas muy complejas, en vez de ser expresiones de una mítica lucha de clases que sólo puede terminar con el exterminio de una de las partes involucradas para el éxito de la revolución.

Este es un caso en el que la unión no necesariamente hace la fuerza; y a la izquierda honrada le conviene desvincularse de los recuerdos de la exguerrilla y de su propensión a la violencia y al totalitarismo.


21
Oct 10

Hoy sí estoy de acuerdo con Alvaro Velásquez

Hoy si estoy de acuerdo con Alvaro Velásquez, columnista que hoy escribió que quienes piensan que ser libertarios significa solamente defender la la propiedad privada y la libertad de empresa se equivocan.  La libertad tiene muchas implicaciones y alrededor de ella, la coherencia entre teoría y práctica es una necesidad moral y científica.

Muchos críticos de la filosofía de la libertad, del liberalismo clásico y del libertarianismo (como usted prefiera llamarlo) creen que el liberalismo es un asunto propio de la ciencia económica, creen que se trata sólo de la facultad de usar, gozar y disfrutar lo que es propio, y creen que se trata sólo de la posibilidad de emprender.  Velásquez tiene razón al subrayar que la libertad implica mucho más y que la coherencia es necesaria.

Coincido con los que advierten que la defensa de la filosofía de la libertad es un asunto de orden ético; y se explica de la siguiente forma:  la alternativa fundamental que tiene todo ser humano es la de vivir, o morir.  Si opta por la segunda posibilidad, no hay nada que discutir; pero si opta por la primera, hay que tomar en cuenta que para los seres humanos vivir es hacerlo qua seres humanos.  Vivir, pues, no es sólo existir, sino vivir plenamente.  Una orquidea, una gallina y una ameba existen en términos del vocablo griego zoe; pero los seres humanos vivimos en términos del vocablo griego bios, porque no sólo existimos, sino que los individuos humanos somos seres teleológicos y tenemos circunstancias.  Y sólo vivimos plenamente si nuestras acciones, elecciones y decisiones están a salvo de la coacción arbitraria de parte de otros; presión que elimina al individuo como ser pensante que tiene un valor intrínseco y hace de él un mero instrumento en la consecución de los fines de otro.  Friedrich A. Hayek, además, es clarísimo cuando dice que la libertad no significa la posesión de toda clase de bienes, o la ausencia de toda clase de males.  Entonces, la libertad es un impertativo moral para la vida humana digna; y moralmente bueno es aquello que no impide la vida humana qua vida humana.

Lo de la coherencia entre la teoría y la práctica también es una observación valiosa de Velásquez.  Un principio liberal, liberal clásico o libertario es el de que, en las relaciones sociales, los intereses colectivos no deben prevalecer sobre los derechos individuales.   Si alguien se dice libertario; pero sostiene lo contrario,  pues entonces no, no es libertario.  Es al revés de aquello de que si algo camina como pato, tienes plumas de pato, tiene pico de pato y hace cuac como pato, entonces es pato.  Es que si algo no camina como pato, no tiene plumas de pato, no tiene pico de pato y hace guau, como perro; a lo mejor no es pato.

Desde otra perspectiva, otro principio liberal, liberal clásico o libertario es el de la igualdad de todos ante la ley; y si se diera el caso de que alguien dice ser libertario, pero estima pertinentes, o útiles algunas excepciones o privilegios, pues entonces no es libertario.  El hecho es que las partes no contradicen al todo.  Y, entonces, no se puede criticar al liberatrianismo, o a los libertarios, por ideas que no sostiene el libertarianismo, o acciones que no haría un libertario.

La filosofía de la libertad tiene inmensas dimensiones éticas, jurídicas, estéticas y económicas; y por eso es injusto -e intelectualmente deshonesto- encasillarla en la facultad de tener, o en la libertad de emprender. Y por eso es muy atinada la observación de Alvaro Velásquez.


21
Oct 10

Luisfi en la radio

Hoy, a la 1:00 p.m. (Central Time), estaré en el programa de radioTodo a pulmón que conducen mis amigos Marta Yolanda Díaz-Durán y Jorge Jacobs. El programa se transmite en 100.9 F.M. y en 5.60 A.M. y usted lo puede ver en libertopolis.com


21
Oct 10

"El crique", una historia de despojo, abusos y corrupción

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La de la finca El Crique es una historia de despojo, abusos y corrupción.  Ahora es la familia Del Busto Ledesma la que enfrenta sóla el poderío de los que pueden usar la fuerza impunemente; pero el día de mañana, ¿serán usted y su familia?

No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética; lo que me preocupa es el silencio de los buenos, dijo Martin Luther King, Jr.  ¿De qué lado estás?

Actualización: El Periódico publicó un reportaje al respecto.

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21
Oct 10

¿También estaban en el lugar equivocado?

A ver…y la gente que fue asesinada hoy en Pizza Hut de San Cristobal, ¿también estaba en el lugar equivocado y a la hora equivocada?   Y los heridos en el bus que iba para Mixco, ¿también estaban en el lugar equivocado y a la hora equivocado?

No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética.  Lo que me preocupa es el silencio de los buenos, dijo Martin Luther King, Jr.


20
Oct 10

Xaras y carpinteros reales bajo mi ventana


En esta temporada del año, el cedro de mi vecino pierde casi todo su follaje y deja ver a las aves y otros animalitos que lo pueblan.  Hoy en la mañana estaba lleno de xaras con sus característicos plumaje azul y su cabeza negra; así como de pájaros carpinteros reales con sus elegantes cabezas rojas.

Lástima que no pude obtener una buena foto de las xaras volando de un árbol a otro porque es hermosísimo verlas planear, con sus alas azules, sobre el follaje verde.


20
Oct 10

El reino Kan en el reino de la impostura

Lo triste es que no debería de extrañarnos: Las ruinas de la cuna de la cultura maya están en peligro de destrucción por saqueo; y El Mirador, la que fuera la ciudad más grande de los mayas -en el reino Kan-, allá por 600 a.C. está por llegar a un punto de destrucción irreversible.

Afortunadamente tuve la oportunidad de visitar el reino Kan en 2005 y de vivir ahí, junto a la mejor compañía, una aventura extraordinaria.  En diciembre de ese año volamos a Flores, Petén, y ahí nos estaban esperando 2 vehículos que nos internaron en la selva hacia la población de Carmelita donde desayunamos.

Al concluir los alimentos, un equipo de lugareños -integrado por el guía Darwin, la cocinera Gladys, un ayudante y dos muleros- nos tenía preparada la recua de 12 mulas que nos llevaría por dos días y medio hasta El Mirador.  Y así agarramos camino.

Nos enlodamos hasta dentro de las orejas, dormimos en un campamento de chicleros y en otro que olía a orines de serpientes.  Vimos huellas de jaguar y oímos a esos magníficos felinos una noche.  Comimos el mejor pollo frito que he saboreado en mi vida.  Vimos la osamenta de una mula que fue atacada por abejas y  mi sobrino sacó una tarántula de su zapato.  En la única noche que vimos el cielo, este era tan estrellado que no pudimos identificar las constelaciones.  Una noche dormimos entre el agua y bajo un aguacero.  El vino no faltaba para la cena, y los panqueques se sentían deliciosos en el desayuno.  Dos veces me caí de la mula porque la silla de montar no estaba bien apretada. Atravesábamos bajos en los que el agua nos llegaba hasta la cintura, y pasábamos sobre lodo que, al pisarlo, despedía nubes, ¡nubes! de insectos.  La lluvia sólo de oía, porque la espesura de la selva no dejaba que llegara hasta nosotros en el suelo.  A ratos, no había nada más que verde, verde, verde, y más verde.  A ratos había un sol que abrazaba, a ratos la humedad mantenía mis anteojos nublados y a ratos todo era tan fresco y tan rico.

¿Cuál fue mi experiencia más dramática en esa aventura?  Pues…iba yo montado en mi mula durante el segundo día del viaje, pensando: What possessed me?, cuando vi que por mi izquierda se aproximaba hacia mí una hoja llena de espantosas arañitas negras con rojo.  Con un movimiento como de la película Matrix me incliné hacia la derecha y logré evadir el conglomerado repugnante de arácnidos. Entonces, con la mano izquierda me quité los anteojos y con el dorso de la mano derecha me sequé el sudor que caía sobre mi ojo izquierdo.  Y fue, entonces, cuando una hoja quedó atrapada entre el dorso de mi mano y mi ojo, así que sentí cuando aquella se frotó contra mi piel.  Momentos más tarde empecé a sentir calor y ardor alrededor de mi ojo izquierdo.  Y el calor y el ardor empeoraron. Y pensé: Voy a perder el ojo. Ahí estaba yo, a dos días de la población más cercana, en medio de la jungla, y me iba a quedar tuerto.  Pero el guía, Darwin, me dijo que seguramente no perdería el ojo y me lo lavó con agua abundante.  Y bueno, yo seguí montado en mi mula hasta que las molestias desaparecieron.  No sin que antes yo me imaginara como el pirata cojo y con parche en el ojo de Joaquín Sabina.

Con todo y todo, la sensación de gozo y triunfo al haber llegado hasta allá en mula y caminando, sólo es superada por la intensidad de lo que se siente cuando uno está viendo la pirámide de La Danta, desde la pirámide de El Tigre, y tiene a sus pies el inmenso mar verde que es la selva.  Todo ello envuelto en la luz del atardecer y el olor a copal.

Que bueno que fuimos porque a como van las cosas, quizás ya no haya El Mirador para rato.  Hoy sabemos de que a pesar de proyectos megalómanos como Cuatro Balam, la abulia, la ineptitud y la guerra contra las drogas podrían acabar con el reino Kan.  El Mirador, ahora, está en el reino de la impostura en el que estamos sumidos los chapines.