17
Abr 07

Azotes y esclavitud

“Con el fin de recuperar y otorgarle legalidad a antiguas formas de impartir justicia entre los indígenas”, Evo Morales propone que se les de latigazos a los delincuentes y que se instituyan los trabajos comunitarios forzosos.

¡Chispas! Los chicotazos serán simbólicos; pero la esclavitud o el trabajo forzoso, no.

Aquí en Guatemala también ocurren cosas parecidas y la dirigencia indigenista presiona para que se reconozcan sus antiguas formas de impartir justicia. Muchos han sido los casos de flagelaciones, vapuleos y linchamientos de presuntos delincuentes, e incluso de personas inocentes.

Gracias a El opinador compulsivo por el tip.


17
Abr 07

¡Dígales NO, a los privilegios!

¡Vaya!, mis respetos para la ministra Carmen Urizar por plantarse frente a un nuevo privilegio que se pretende establecer por medio de una ley. Leo que “el Ministerio de Energía y Minas objetó la iniciativa del diputado Oliverio García Rodas que busca reformar el Decreto 17-85 Ley de Alcohol Carburante, que pretende establecer las bases para mezclar etanol nacional a las gasolinas. El MEM dice que la propuesta presentada por Rodas el 27 de abril, establece únicamente etanol nacional, que limita el libre mercado del producto”.

Con lo que no estoy de acuerdo es con que el uso del etanol deba ser obligatorio; porque, si es que es tan bueno, ¿por qué debe ser coercitivo su uso? El MEM “señala que la iniciativa, que será analizada mañana por la Comisión de Energía del Congreso, no establece claramente la obligatoriedad del uso de etanol, como tampoco quién deberá realizar la mezcla; ni garantiza la libre fijación de precios para el etanol, ni considera infracciones como la coacción y concertación de precios”.

Por su parte, Luis Fernando Pérez, presidente de la Comisión de Energía, que opinó que “siempre es bueno escuchar los puntos del MEM, aunque será el Congreso quien tendrá la última palabra al respecto”.

En el Congreso no escasean los dispensadores de privilegios, ni los serviles.


17
Abr 07

¿Independencia, o irresponsabilidad?

Ojalá que se vea bien; pero aquí va un chico como de 6 años. Va entre el tráfico montado en una bicicleta que le queda grande. Al principio admiré la independencia del chico; pero luego pensé que si se cae, o si pierde el control de la cicle, o lo atropellan, ¿de quién será la culpa? ¿Qué pasará con el pobre conductor que resulte involucrado en un accidente con este chico?


16
Abr 07

Luisfi, Ideas y David Friedman

Me acabo de topar con la bitácora de David Friedman; ese es un espacio muy recomendable para quienes estamos interesados en la filosofía de la libertad.

En la foto estamos el doctor Friedman y su servidor durante la Conferencia de la Mont Pelerin Society de 2006 que se celebró en Guatemala.


16
Abr 07

Los maestros-burócratas se columpian a lo grande

Leo que “Un comisariato que le costaría al Estado Q44 millones, 10 vehículos para el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala, gasolina gratis, asueto para los trabajadores en su cumpleaños y dos ausencias anuales para celebrar el Día del Maestro, además de no laborar 10 días calendario por causas imprevistas”, son parte de las peticiones incluidas en el proyecto de Pacto Colectivo que prentenden los maestros-burócratas guatemaltecos.

Leo, también, que los cien mil trabajadores del Ministerio de Educación no recibirán el primer aumento salarial anunciado la semana recién pasada, pues la Asamblea Nacional Magisterial ha dispuesto que los Q35 millones que corresponderían al incremento de abril sirvan para pagarle al abogado, Enrique Torres, la asesoría que le ha brindado a la ANM.

Leo, por último, que de forma sospechosa dos colegios le extendieron notas finales a Fidel Arístides Sandino Acevedo, hijo del dirigente sindical de los maestros-burócratas, Joviel Acevedo. Fidel fue reprobado en un colegio y fue aprobado en el otro (en el mismo año).

¡No hay derecho!


16
Abr 07

Luisfi y “Girls on trampolins”


Sin comentarios, gracias a la Kitty Paulina y a La Gatona.


14
Abr 07

Mi hija, y el señor

Tomar dinero ajeno por la fuerza es robo, aquí y en la Cochinchina. La gente normalmente se opone a este tipo de despojo, a menos que aquella expoliación ocurra como consecuencia de una decisión política (a cargo de los mismos políticos que la gente critica por corruptos e ineptos). Sin embargo, no deja de sorprender que la gente crea que está obligada a pagar impuestos, sin más.

Ahora que leo que el Fondo Monetario Internacional ha exhortado a la administración chapina para que impulse una reforma fiscal, en este año, con el objetivo de aumentar impuestos; y que la Comisión de Seguimiento del Pacto Fiscal anda muy activa, vale la pena hacer algunas reflexiones sobre el tema impositivo.

En mi humilde opinión, como tributario y como elector, ninguna reforma impositiva debería dar un paso más sin resolver los siguientes puntos:

Ni un solo centavo de los impuestos que pagamos debe servir para favorecer, promover, incentivar, financiar, subvencionar, proteger, ni fomentar intereses particulares, ni privilegios.

Hasta el último centavo de los impuestos que pagamos debe ser utilizado única y exclusivamente para el bien común. Entendido este como el bien de todos, no como el bien de algunos, ni como el bien de muchos.

Leo que de 332 municipalidades, 275 no pasan por la fiscalización de sus presupuestos por parte de la Contraloría de Cuentas; y quién sabe que cosas parecidas ocurren a todo lo ancho y todo lo largo de la administración. Luego, hasta el último centavo de los impuestos que pagamos debe ser fiscalizado de forma transparente.

Recuerdo que antes las facturas detallaban cuánto es que uno pagaba de Impuesto al Valor Agregado; posteriormente, ese detalle importante fue ocultado en las facturas para que la gente no estuviera consciente de que está pagando un tributo. Luego, todo habitante de la República debe cargar con su parte alícuota del costo de tener gobierno. Así, estoy seguro de que seríamos más cuidadosos con permitirles, o no a los políticos, usar nuestro dinero para favorecer los intereses particulares y los privilegios de quienes no ven nada malo en usar, para sus negocios y sus fines, dinero ajeno tomado por la fuerza.

Antes de que el más mínimo aumento de impuestos sea llevado a la mesa, siquiera, la administración debe garantizar plenamente que: no se usa el dinero de los tributarios para beneficiar a nadie en particular; todos cargamos con el costo de tener gobierno; el dinero de los tributarios no se desperdicia y no se pierde en corrupción; y se hace todo lo posible por recaudar eficientemente. Si así fuera, así sí baila mi hija con el señor.

Sólo en estas condiciones es posible admitir, con mucha cautela, que tomar dinero ajeno por la fuerza tiene alguna justificación: si todos contribuyen por igual, sin se usa para el bien de todos y si se administra honradamente.

Esto es, no sólo porque robar es muy malo; sino porque los impuestos tienen efectos que no son muy evidentes y que son perjudiciales. Por medio de los tributos (por altos, o por complejos) el gobierno puede destruir la base productiva que hace posible el desarrollo económico.

A estas alturas alguien dirá que exagero cuando digo que el cobro de impuestos es violento; pero, ¿habrá quien niegue que se llaman impuestos, precisamente porque no son donaciones voluntarias? ¿Habrá quién no recuerde que si uno no paga sus impuestos corre el riesgo de irse enchachado a la cárcel? El uso de la fuerza para tomar el dinero ajeno está ahí presente, aunque se nos olvide.

Pasadas aquellas precondiciones, sólo queda tomar en cuenta que, para que los impuestos no erosionen la capacidad productiva y competitiva de la población económicamente activa, deben ser neutros, lo que significa que no deben afectar los precios relativos para que no cambien la manera en que las personas valúan las cosas y toman sus decisiones. Y dicho lo anterior, el primer tributo que debería desaparecer, entonces, es el impuesto a los rendimientos del capital.

Publicada en Prensa Libre el sábado 14 de abril de 2007


13
Abr 07

El Gallito

Este es El Gallito, que vende aguacates y guaguas en una población de la Costa. “El Gallito no es malo. Huele pegamento y si uno deja algo mal puesto puede que se lo lleve; pero nunca se entra a las casas”, dice la gente de por allá.


13
Abr 07

Facta, non verba

Este no es oído al pasar; sino leído al pasar. ¿Quién será don Kenny? ¿Por qué lo molestarán?


12
Abr 07

Justicia, ¿o qué?

En Santa Cruz del Quiché, cinco personas fueron capturadas y acusadas de extorsionar a comerciantes, vecinos y pilotos de mototaxis de aquella ciudad.

Ojalá que la ley caiga sobre estos delincuentes, que han tenido atemorizada a la población. No es justo que uno trabaje honradamente para ganar dinero, y que los pandilleros se lo arrebaten de esta forma, citó un piloto de mototaxi”.

El martes pasadola Policía aprehendió a los nicaragüenses mientras asaltaban y extorsionaban. Los pobladores llegaron al centro de detención de la localidad con intenciones de sacar a los presuntos delincuentes y hacer justicia con su propia mano, pero la fuerza pública se los impidió.

Al no lograr su cometido, los vecinos hallaron a 2 guatemaltecos quesupuestamente son compañeros de los nicaragüenses, y los vapulearon en la concha acústica. No puse foto de la golpiza porque no está en prensalibre.com.gt; pero sí está en la edición física del diario.

Según la Policía, los nicaragüenses fueron entregados a la Dirección General de Migración, mientras que los guatemaltecos están en prisión a la espera de la acción judicial.

Como los chapines no llevan nombres indígenas (Gómez Urizar y Martínez Mungía), ¿será por eso que además de ser vapuleados en público fueron devueltos a la Policía? Porque lo que ocurre con personas indígenas es que sólo son golpeados y no tienen que enfrentar a las autoridades. Por otro lado, si no tienen nombres indígenas, ¿quiere decir eso que no son indígenas? Y luego, ¿cuál es el criterio de aplicación para el supuesto derecho consuetudinario entre los indígenas?

Esto es lo que escribí, hace poco, sobre el tema de los linchamientos y los vapuleos.

¿Y el gobierno?

Cuatro casas de supuestos mareros, en Palín, fueron quemadas por pobladores del lugar. Los incendiarios indicaron que decidieron actuar así debido a la ineficacia de las autoridades llamadas a protegerlos de los delincuentes organizados en maras.

Por si alguien no lo sabe, las maras son pandillas juveniles; y muchas de ellas son tristemente célebres por ser organizaciones criminales cuyos miembros extorsionan y pueden, incluso, hasta asesinar a comerciantes, transportistas y vecinos de las áreas donde operan. Muchos integrantes de maras son delincuentes. Eso es cierto. Como lo es, también, que igual que otros delincuentes, estos operan impunemente ante la ausencia de gobierno y de autoridad en Guatemala.

El de los presuntos pandilleros de Palín no es un caso aislado. Muchos vecinos en otros lugares actúan contra los mareros en formas menos escandalosas, pero efectivas. Por eso es que dicen que en solares aislados y en cunetas de aminos oscuros aparecen cuerpos de jóvenes tatuados, y sin vida.

El de los presuntos mareros de Palín está lejos de ser un caso aislado. Cinco días antes de las citadas quemas, en las que los hechores no dejaron que los bomberos apagaran los fuegos, un grupo de habitantes de Sumpango protagonizó el ominoso lichamiento de dos personas a las que acusaban de ser robaniños.

Repito, y sostengo, que cualquier presunto delincuente debería ser citado, oído y vencido en juicio antes de que se la aplique una pena preestablecida y proporcional al delito que hubiere cometido. Ni para mareros, ni para robaniños es justicia el linchamiento, de igual forma que no es justicia la destrucción de propiedad ajena, o el sacrificio de los derechos individuales, por los intereses colectivos. Pero claro, a aquello hemos llegado en buena parte porque en vez de gobierno tenemos una burocracia que, en vez de cumplir con el mandato constitucional de proteger a las personas y garantizarles la vida, la seguridad y la justicia, lo que hace es administrar intereses, asegurar privilegios y buscar acuerdos hasta dónde no hacen falta.

Vea usted, por ejemplo, lo que pasó con el levantamiento popular de hace poco más o menos una semana. Lo que iba a ser un alzamiento generalizado no fue más que pequeños grupos de acarreados tratando de pasar inadvertidos mientras bloqueaban los accesos a la ciudad de Guatemala. Preguntados en televisión a qué habían venido, la mayoría de participantes en el movimiento indígena, campesino y popular desconocía por qué estaba ahí. Unos decían que venían porque los habían traído, otros decían que venían acompañado a alguien, y los más enterados citaban los más diversos motivos para acuerpar el motín. Entre todos no eran más que un puñado de señoras llevadas ahí por una dirigencia irresponsable, abusiva y canalla. Pero eso sí, el comandante Stein salió al rescate del levantamiento, que era un fracaso evidente, y para ponerle fin, a algo que no estaba pasando, instaló una mesa de negociaciones y legitimó las pretensiones de los alzados. Ahora ya tenemos lo que no hacía falta: una mesa de negociaciones más, integrada por ese tipo de delincuentes que puede tomar la ciudad impunemente y que no representa absolutamente nada más que intereses políticos de lo más viles.

Lo dije arriba y lo repito: en vez de gobierno tenemos una burocracia dedicada a administrar intereses, asegurar privilegios y buscar acuerdos hasta dónde no hacen falta. Los gobiernos son esencialmente una negación de la libertad. En consecuencia debería haber algún motivo para tolerar tal negación. Ludwig von Mises nos lo da cuando explica que el gobierno “debe proteger a los individuos contra los ataques violentos y fraudulentos de los gangsters”. Ya sean estos mareros, robaniños, o revoltosos, para lo que queremos gobierno es para que nos proteja de ellos, no para que los deje en manos de las turbas, ni para que legitime sus demandas.

La foto es por Oscar Toledo, de Prensa Libre.