Leo que “El 25 de enero fueron recibidos en Puerto Barrios, Izabal, 14 cubanos rescatados por una embarcación estadounidense. Tras 10 días de permanecer en el albergue de la Dirección General de Migración los balseros solicitan al Gobierno que los reciba como refugiados, algo que es analizado por las autoridades. Según la Cancillería, existen dos procedimientos para regularizar una situación migratoria de cualquier ciudadano de otro país: la vía del asilo político, el cual estipula una inmunidad y extraterritorialidad total para la persona, y la de carácter de refugiado.En la segunda entran los cubanos, quienes deben hacer la solicitud a la Dirección General de Migración, y ésta a una comisión interinstitucional que analiza el tema”.
Estos migrantes no agarraron sus tujas y salieron de la misma forma en que se van nuestros compatriotas que cruzan el Suchiate, o el Desierto de Mojave. Estos vienen escapando de una dictadura perversa que ya lleva como 50 años en el poder. La Administración guatemalteca y la sociedad chapina ¿actuarán como quisieran que se tratara a nuestros compatriotas migrantes, o aplicarán un doble estándar y vejarán, o mandarán de vuelta a estas personas que huyen de la tiranía?
Actualización: Siglo Veintiuno reporta que aunque las autoridades ya empezaron a atender a los cubanos “tras estar 20 días en Migración, ninguna autoridad les notificó a los balseros que podían optar por una condición de refugiados”. Adicionalmente, el diario Prensa Libre ofrece un muy buen editorial al respecto, que dice que “debe existir una congruencia entre lo que pide Guatemala cuando es exportadora de refugiados y cuando es receptora”, precisamente lo que he estado diciendo en este espacio.
La foto es por Paulo Raquec, de Siglo Veintiuno.