Hoy, que leo un reportaje sobre la diferencia que hay entre los precios en el campo y los precios en los mercados y supermercados, me acuerdo de una obra de Frederic Bastiat llamada Lo que se ve y lo que no se ve.
Por supuesto que un quintal de frijol negro es más barato si se le compra en la puerta al productor (y al por mayor) que si uno lo compra en el mercado del barrio, o en el supermercado más cercano a su casa. Según el reportaje por un quintal de frijol, con el productor, pagas Q310; y en un mercado pagas Q500, en tanto que en el super pagas Q880.
Claro que a esos precios tienes que añadirles la gasolina que gastarías en ir a buscar el quintal en Parramos, Ipala, o donde quiera que haya que irlo a buscar y no es lo mismo ir a buscar el frijol a un lugar cerca de donde tu vives, que a un lugar que quede lejos. A eso súmale lo que se gasten las llantas de tu auto y lo del aceite. Si gastas medio tanque de gasolina en ir y venir; y tu tanque se llena con Q400, a los Q310, súmale Q200. No le sumes todo si vas a usar el viaje para hacer otras cosas; pero súmale proporcionalmente. Si usted trabaja, o deja de hacer otras cosas por ir a comprar el frijol, súmele al precio del quintal, el precio de su tiempo. Digamos que ganas Q6000.00 al mes (netos), eso quiere decir que, si trabajas 8 horas al día, 20 días a la semana, tu hora vale Q37.50. Añádele Q37.50 al quintal, por cada hora que dure tu viaje para ir a comprar fijoles. Súmale una proporción de esa misma naturaleza, si te acompaña tu esposa que también trabaja y gana lo mismo.
Grosso modo, y siguiendo lo que nos aconseja Bastiat, lo que se ve es el precio de Q310 que cuesta el quintal, sin todos los demás costos que asume el intermediario en tu lugar. Pero lo que no se ve es el costo de ponerte el quintal de frijol en tu camino, o a unos metros de tu casa; ni se ve el costo que te ahorras en tiempo, energía y dinero, al no tener que viajar para ir a comprar tu quintal de frijoles.
¿Y qué tal si se complica la cosa? No es lo mismo que tu vayas, cada mes, a comprar tu quintal de frijoles en Ipala, Parramos o donde sea, que la posibilidad (absurda) de que todos los consumidores de frijoles saliéramos a comprar nuestros frijoles a las puertas de los productores.
Los intermediarios, que se quedan con la diferencia entre lo que pagarías por un quintal de frijoles en la granja del productor de frijoles y lo que pagas por tu quintal en el supermercado más cercano a tu casa (donde también compras muchas otras cosas) nos ahorran la molestia y el costo (en dinero, y de oportunidad) de tener que ir a buscar el producto.
Cuando meditemos sobre este tema, el de los intermediarios, no olvidemos lo que nos dice Bastiat: La sociedad es el conjunto de servicios que los hombres prestan por la fuerza o voluntariamente los unos a los otros, es decir, servicios públicos y servicios privados. Los primeros, impuestos y reglamentados por la ley, que no siempre es fácil de cambiar cuando debería, pueden sobrevivir largo tiempo, tanto como su propia utilidad, y conservar aún el nombre de servicios públicos, incluso cuando dejan de ser servicios, e incluso cuando no son más que vejaciones públicas. Los segundos son del ámbito de la voluntad, de la responsabilidad individual. Cada uno da y recibe lo que él quiere, lo que puede, tras un debate contradictorio. Se les supone siempre una utilidad real, medida con exactitud por su valor comparativo.