05
May 07

La mera historia

En 1519 el uei tlatoani, Moctezuma, se enteró de que Quetzalcoatl había vuelto; y con él, vio venir el fin de su imperio.

Claro que el que venía no era Quetzalcoatl; sino Hernán Cortés, a quien los pueblos de Cempoala y Tlaxcala vieron como su libertador frente a la tiranía mexica que los hacía fuentes de tributos onerosos y de carne para sacrificios humanos.

Por eso es que los pueblos sojuzgados de Mesoamérica se aliaron con los invasores en la empresa de conquistar el área para la cristiandad y para la corona española. Los tlaxcaltecas ayudaron a Pedro de Alvarado en la primera incursión hispánica en Guatemala; los cakchiqueles se aliaron a los españoles contra sus opresores quichés; y los quauhquecholtecas fueron socios y protagonistas de la conquista definitiva de este Goathimala, junto a Jorge de Alvarado.

La historia de aquella aventura fue relatada por los co-conquistadores de este país en un lienzo y el objetivo del mismo era relatarle y probarle a Carlos I que las fuerzas militares de los quauhquecholtecas habían participado en la conquista en igualdad de condiciones con sus socios ibéricos.

Durante años el lienzo ha estado en el Museo Casa del Alfeñique, en Puebla; y ahora una copia extraordinaria, acompañada por una presentación de primera, está a disposición de los guatemaltecos bajo la Plaza de la Libertad, en la Universidad Francisco Marroquín. La restauración digital del Lienzo y su presentación audiovisual se basan en la tesis doctoral y en el libro Conquered Conquerors de la arqueóloga Florine Asselbergs, complementada con estudios efectuados por la UFM.

El lienzo es un mapa geográfico vivo cuya presentación se hacía acompañada por el relato oral que no sólo representaba características territoriales, sino que contaba una historia. Por eso es que al seguir la gesta en el Lienzo de Quauhquechollan, el observador es involucrado en los acontecimientos. Personajes, lugares, batallas, encuentros, acuerdos, ahorcamientos y actividades como el espionaje están perfectamente descritos e identificados.

Lugares tan familiarmente actuales para los chapines, como San Martín Zapotitlán, donde ahora está el parque Xetulul; o Quetzaltenango, que era famoso por su mercado de plumas, se encuentran fácilmente en el Lienzo. Igual cosa ocurre con Amatitlán, Escuintla, Ciudad Vieja, Cobán, y Huehuetenango, entre otros.

Rico en detalles sobre accidentes geográficos y sobre la naturaleza del país, quien recorre el camino de la conquista, de la mano de los quauhquecholtecas, encuentra ríos caudalosos y volcanes en erupción, así como pinos, piñas y ceibas.

Llaman la atención las barricadas que bloquean carreteras, las temibles trampas de varas afiladas al estilo Vietnam, y el hecho de que los quauhquecholtecas se pintan a sí mismos de color blanco, como sus aliados españoles, en tanto que pintan a los quichés, cakchiqueles, pocomames, pipiles y quekchies conquistados, de color oscuro. Algunos detalles, como los ataques de perros, dan escalofríos.

Son impresionantes los detalles con los que están pintados los ricos atuendos de los caciques y el armamento que usaban los diferentes ejércitos tanto indígenas como españoles. Destacan las insignias de las casas nobles y las de las prestigiosas órdenes militares de los conquistadores quauhquecholtecas.

El lienzo también es rico en elementos culturales más pacíficos como danzas, rituales y mercados, por ejemplo.

La presencia de esta restauración digital en Guatemala ha sido posible gracias a un uso intenso de la tecnología. Uso que nos permite enfrentar mejor el reto intelectual de aclarar y comprender nuestra historia por medio de la comprensión de la naturaleza de la acción humana.

En aquella tareas, ha sido muy feliz la conjunción de la UFM, de la Casa del Alfeñique, y del Banco G&T Continental.

Publicada en Prensa Libre el sábado 5 de mayo de 2007


17
Abr 07

Azotes y esclavitud

“Con el fin de recuperar y otorgarle legalidad a antiguas formas de impartir justicia entre los indígenas”, Evo Morales propone que se les de latigazos a los delincuentes y que se instituyan los trabajos comunitarios forzosos.

¡Chispas! Los chicotazos serán simbólicos; pero la esclavitud o el trabajo forzoso, no.

Aquí en Guatemala también ocurren cosas parecidas y la dirigencia indigenista presiona para que se reconozcan sus antiguas formas de impartir justicia. Muchos han sido los casos de flagelaciones, vapuleos y linchamientos de presuntos delincuentes, e incluso de personas inocentes.

Gracias a El opinador compulsivo por el tip.


28
Mar 07

Menchú, Morales, Chávez y el omelette

Se celebra en Guatemala (¿o en Iximulew?) la III Cumbre de Pueblos y Nacionalidades Indígenas Abya Yala. Uno podría pensar que es la ocasión ideal para que los dos dirigentes indígenas más encumbrados del continente americano se reunieran en fraternal abrazo, en el contexto de un encuentro tan concurrido e importante.

Pero no ha sido así. Ni Rigoberta Menchú (Premio Nóbel de la Paz), ni Evo Morales (presidente de Bolivia) han “podido” estar en la Cumbre. Uno, que es inocente, se pregunta ¿por qué?

Hoy leo que Menchú dice que ante todo es una mujer pragmática y que su gobierno será pragmático. Y eso me lleva a penar que, en medio del pragmatismo, quizás ella se está alejando de Morales para verse más moderada y para que no se la vincule con Hugo Chávez, por medio del presidente boliviano.

El pragmatismo, por cierto, suele ser interpretado como opuesto a las ideologías; en tanto que se basa en la en la practicidad y en la utilidad de acciones concretas (praxis), más que en principios y valores que podrían impedir aquellas acciones concretas. En la cultura popular, por ejemplo, una postura pragmática es aquella de que “para hacer un omelette es necesario romper huevos”. Y en aquel mismo contexto (sobre todo en el de raíces marxistas), todo conjunto de principios y de valores es una ideología. De modo que sería interesante saber exactamente a qué se refiere Menchú cuando dice que, de ganar las elecciones, su gobierno será pragmático y humilde.


17
Feb 07

Electrizado

A principios de los años 90 en Guatemala había racionamientos de energía eléctrica que duraban más de cuatro horas. La situación era tan mala que hubo restaurantes de comida rápida que para operar tenían que tener sus propias plantas eléctricas; y no se autorizaban las aperturas de centros comerciales, o de fábricas porque no había energía para ellas.

Después de la Década Perdida en la que la inversión en nuevas fuentes de generación eléctrica fue insuficiente, los guatemaltecos llegamos al punto en que la demanda de energía superaba a la oferta.

En aquellas condiciones fue que el gobierno, que en aquel tiempo era el generador monopólico, se vio obligado a tomar decisiones de emergencia y a contratar energía eléctrica a precios de desesperación. (Que ironía, ¿no? El gobierno era el generador monopólico para garantizar el servicio. Mmmm, pone a pensar, ¿verdad?)

Por cierto que lo malo que podría tener un monopolio, propiamente dicho, no es que haya un solo oferente como se cree. Puede haber un monopolio con muchos oferentes, porque la actitud monopólica tiene más que ver con la existencia de barreras para entrar y salir del mercado, que con el número de oferentes. Y en aquellos años el gobierno impedía que otros tuvieran acceso al mercado de generación de energía y, como perro de hortelano, ni comía, ni dejaba comer.

Lo del racionamiento ya se les olvidó a muchos guatemaltecos porque ya hace bastante más de diez años de todo eso. Pero no se nos debería olvidar para no caer en los errores que nos llevaron a aquella situación.

Entre aquel entonces y ahora las cosas han cambiado porque ya no hay racionamientos. Esto es porque ya no hay un solo productor monopólico y porque ha habido inversión en la actividad productora de energía eléctrica. Es decir, porque fueron derribadas las barreras de entrada al mercado.

En los tiempos del racionamiento la mayoría de la energía eléctrica era producida por el sector público y 60% era producido por plantas hidroeléctricas. Ahora la situación ha variado y aunque 70% es producida por el sector privado, 65% es generado por plantas térmicas. Peor aún, se prevé que no estamos preparados para satisfacer la demanda creciente; y es obvio que la energía que se está produciendo en el país es más cara que la que se produce con hidroeléctricas.

Una dirigencia popular irresponsable tiene mucha culpa de que no estemos preparados para satisfacer la demanda creciente. Ecohistéricos, indigenistas y activistas de todo tipo, se ocupan de obstaculizar, o espantar nuevas inversiones en plantas generadoras. Pero también hay empresaurios que, en la mejor tradición mercantilista, buscan mantener, o levantar barreras de entrada al mercado y conservar sus feudos libres de competencia.

La culpa la tiene, también, una ley que a diferencia de la de Telecomunicaciones, hizo cosas como segmentar artificialmente el mercado entre generadores, transmisores y distribuidores; y no estableció un mercado verdaderamente libre. ¡Y ya no digamos el daño que hace la demagógica tarifa social!

Dicho lo anterior, y ahora que el regulador y los generadores tienen un zipizape, conviene: fomentar la competencia y la transparencia en la generación; no obstaculizar la inversión en nuevas líneas de transmisión; y actuar, no en defensa de intereses particulares, sino para garantizar que no habrá barreras para entrar y salir del mercado. Para evitar los costosos racionamientos.

Independientemente de aquellos intereses particulares (sean del sector público, o del sector privado), el momento para abrir Guatemala a nuevas inversiones en generación de energía eléctrica es ahora, antes de que se repitan las condiciones de 1990 y de haya que negociar entre la espada y la pared.

Electrizado, por cierto, es un juego infantil que consiste en que una persona debe perseguir a los otros participantes; y cuando los toca, estos deben quedar inmóviles, o electrizados.

Publicada en Prensa Libre el sábado 17 de febrero de 2007.