09
Jun 10

Entre la espada y la pared

Si obtiene del Consejo del Ministerio Público un informe circunstanciado de las acusaciones que Carlos Castresana hizo contra el Fiscal General, Conrado Reyes, -y estas resultaran probadas- Alvaro San Nicolás Colom tendría suficientes elementos para remover al Jefe del Ministerio Público. Esa es la espada; porque ¿quién quiere un Fiscal General con las características que se le endilgan al actual titular?

¿Cuál es la pared? Conrado Reyes fue electo de entre los candidatos que se presentaron; es decir: Eso es lo que había para escoger.
Adicionalmente, Reyes fue seleccionado, como candidato, por la comisión a la que, de acuerdo con la ley, le correspondía seleccionar candidatos. Esa comisión no estaba integrada por cualesquiera ciudadanos. Sus miembros son los decanos de las facultades de Derecho; incluido el de la universidad estatal y un representante del Colegio de Abogados; así como uno del Tribunal de Honor de aquel grupo corporativo. Y si en aquel grupo de élite hay tres elementos distorsionadores, eso es otro par de zapatos.
Si quisiéramos mejores candidatos, y mejores comisionados, ¿a dónde tendríamos que ir a buscarlos? Y dicho aquello, lo cierto es que los candidatos que hubo, electos por los comisionados que manda la ley -y que en general no son cualquier cosa-, fueron seleccionados de acuerdo con los procedimientos que manda la ley.
…y resultó que los resultados no les gustaron ni al Presidente, ni al jefe de la Cicig, ni a la comunidad internacional, ni a ese nudo de intereses que dicen ser los representantes de la sociedad civil. Y seguramente no es el mejor resultado, al final de cuentas.
Pero…¿cuál es la opción?
La pared es que los comisionados elijan a alguien del gusto de los personajes citados arriba. Que no se molesten en evaluar y que mejor, desde el principio, pregunten: ¿A quiénes quieren sus mercedes? Sólo así se podría garantizar que los seleccionados fueran del gusto de los que parecen ser, en realidad, los grandes electores.
Digo que estamos entre la espada y la pared porque es malo si el Fiscal electo es el personaje que la Cicig et al dicen que es; pero también es malo pasar sobre la ley y la poca institucionalidad que hay, sólo porque el candidato electo no es el que quieren el Presidente y algunos grupos de interés. Ahora bien, la Comisión postuladora no sólo le presentó un candidato al Colom. Si Reyes es Fiscal, es porque de los candidatos que había disponibles, el Presidente lo eligió a él. ¿O no? Esa parte me parece rara.
¿Cómo es que dice la maldición china? Ah, Ojalá que vivas en tiempos interesantes.

08
Jun 10

"Guatemala no ha cumplido su parte"

Carlos Castresana dijo ayer que, para la Organización de las Naciones Unidas, Guatemala no ha cumplido su parte. Puesta así, la frase es algo vacía porque, ¿qué es Guatemala? ¿Quién es Guatemala? Más bien…¿quienes dicen representar a Guatemala? Yo creo que la mentalidad colectivista mueve a decir Guatemala, donde se debió haber dicho los guatemaltecos. Y puesta así, la frase no deja de tener razón: muchísimos guatemaltecos no han cumplido su parte.

El concepto de una Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, y el de un supercomisionado con poderes de procónsul es muy cómoda para algunos grupos de chapines. Por un lado están aquellos que no quieren mojarse los pantalones y que prefieren dejar en manos de la comunidad internacional la solución de nuestros problemas. Por otro están aquellos que ven en la Cicig una oportunidad más para ganar -quedito y desde el poder- lo que no pudieron ganar durante la guerra de 36 años. Por otro lado están los resignados, los abúlicos y perplejos. Tres de aquellos grupos, sólo para dar tres ejemplos.
Hay, sin embargo, más de 73,000 guatemaltecos que apoyan ProReforma. 73,000 que no están esperando a que vengan a barrernos la casa; 73,000 que no están minando la institucionalidad que hay; 73,000 que no están sentados soñando con que esto también pasará. ¡Hay miles de patojos participando en Jóvenes por Guatemala, en Un techo para mi país, en el Movimiento Cívico Nacional, en Un joven +, en Rotarac y en muchas otras iniciativas ciudadanas!
Claro que ProReforma, por ejemplo, no es del gusto de todos; y claro que ProReforma no es perfecto, como les gusta decir a algunos críticos; pero, ¿quién tiene una mejor propuestas? ¡¿Quién tiene una propuesta?! ¿Quién se atreve a poner una norma que prohíba expresamente todos los privilegios? ¿Quién se atreve a dividir la facultad legislativa, de la facultad normativa?
En cierto sentido, es verdad que Guatemala no ha cumplido su parte; pero sólo es porque hay guatemaltecos que no actúan como ciudadanos.
Más interesante resulta, el asunto, si tomamos en cuenta lo que nos advierte el lector Luis Godoy: Me parece que no es exactamente lo que dice Castresana, ya que escuchando la grabación dice: “para las autoridades de los tres poderes del estado es necesario recordar que…las autoridades de Guatemala no están cumpliendo”. Minuto 4:45 del Tercer vídeo de la página de la Cicig. Si así es como es la cosa…ciertamente que es un grupo bien identificado de chapines el que no está cumpliendo. Y qué casualidad…es el grupo que tiene el poder.

07
Jun 10

Castresana, ¿se va sin pagar la cuenta?

La de Carlos Castresana, recién renunciado jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, me recuerda dos historias.

La primera es la de aquellos niños que, siendo dueños de la pelota, cuando no se seguían sus reglas en la chamusca, o cuando iban perdiendo, agarraban su pelota y dejaban el campo. La segunda, es una leyenda que se cuenta de tiempos de Manuel Estrada Cabrera. Cuenta, esta historia, que una vez Washington le mandó a no se qué especie de ministro/procónsul y que el Presidente lo mandó a traer a Puerto Barrios. Al nomás bajar del tren, le hicieron fiesta y luego de esta se lo trajeron a la capital por donde había que traerlo. Eso sí, en cada pueblo que pasaban, al enviado lo recibían con fiesta. Y así se lo trajeron, lo pasaron por la capital y se lo llevaron al Puerto de San José en donde lo embarcaron, bien socado, para San Francisco, sin que hubiera podido cumplir la misión para la que había sido enviado.
Algunas de las personas con las que comparto información de cuando en cuando, creen que la renuncia de Castresana es un berrinche a causa de que no resultó reelecto, como Jefe del Ministerio Público, el ex fiscal general Amílcar Velásquez, que era el elegido por Los Colom, y por el Jefe de la Cicig, con el apoyo de la comunidad internacional. En ese sentido es que Castresana se lleva su pelota; o, como dicen en otros círculos, en ese sentido es que Castresana mejor se viste y se va.
Otras, de aquellas personas, creen que Castresana -acostumbrado a lidiar con etarras y otros criminales parecido-, nunca se imaginó las dimensiones verdaderas que tiene la Costra Nostra chapina. Estas personas creen que la mafia chapina le mareó la perdiz y le entretuvo la nigua, lo abrazó, lo usó y lo escupió a la calle. En ese sentido es que Castresana fue rebasado por fuerzas que no supo dimensionar, hasta el punto de que compartió con ellas la mesa.
Carlos Castresana, si se va, dejará más incógnitas que respuestas. Armó un guión de opereta para el caso Rosenberg; pero, de los casos de impacto que investigó durante su primer año, ¿de cuantos puede, Castresana, rendir cuentas y decir: misión cumplida? A Alfonso Portillo, por ejemplo, sí lo tiene de un huevo; pero, ¿puede decir: misión cumplida?
Castresana se va sin pagar la cuenta; pero su su renuncia nos deja una lección: Si los guatemaltecos no asumimos la responsabilidad de nuestro presente y de nuestro futuro, menos va a poder hacerlo un procónsul. Si no rescatamos nuestras instituciones y si seguimos dándole la espalda a la realidad, podemos ignorar la realidad, pero no vamos a poder evitar las consecuencias de hacerlo. Ya les encomendamos a otros la solución de nuestros problemas; ¿qué tal si ahora, para variar, actuamos como ciudadanos y dejamos de hacer lo mismo y esperar resultados distintos?

17
May 10

Guatemala en manos de la comunidad internacional

¡Coño!, hay que verlo para creerlo. Carlos Castresana, el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, ya le planteó a la comunidad internacional la supuesta necesidad de una serie de reformas constitucionales específicas; y según él hay que hacer la reforma ya, pero ¡ya! Y cuando uno lee esta frase, casi escucha los dedos tronando, del Señor Procónsul. Parece que estuviera diciendo: ¡Se me cuadran, pero ya!

Vamos a ver qué pasa porque cuando la idea de hacer una reforma constitucional integral vino desde lo interno de la sociedad guatemalteca, promovida por más de 70 mil ciudadanos que respaldaron ProReforma, el establishment se consolidó graníticamente para ningunearla y obstaculizarala. A ver qué hace ahora, el establishment con la propuesta de Castresana y su comunidad internacional.
La parte más coyona del establishment temió apoyar a ProReforma porque no era perfecta y porque le podía abrir la puerta a una reforma constitucional que reviviera las inquietudes del intento de reforma de finales del siglo pasado, que sirviera a los intereses de Los Colom, y que orientara al país más hacia el colectivismo; pues bien…aquí se las está ofreciendo Castresana y la quiere ¡para ya! Sólo que ahora, ProReforma está en el congelador y como no era perfecta, Castresana, Los Colom y la comunidad internacional casi que tienen la mesa servida.
Paralelamente la parte progre del establishment, que aprende de sus yerros, a ver si comete los errores que cometió durante el intento de reforma del siglo pasado. Se que invirtieron mucho tiempo en entender qué pasó, y seguramente enmendarán sus equivocaciones. Pero esta vez…con la asesoría de la Cicig, y quizás con la asesoría de expertos chavistas.
Y el tiempo dirá si tengo razón. A los guatemaltecos nos volvió a dejar el tren; pero este ha regresado para pasarnos encima.
Esta entrada fue publicada en el diario Siglo Veintiuno.

14
May 10

La insolencia de Castresana

Cuando objeté desde el principio a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (desde que era el proyecto de CICIACS), tenía dos razones para hacerlo: la primera es que la Cicig podría convertirse en una forma de policía política al estilo de la KGB, la Stasi y la Gestapo en busca de enemigos del estado; y segunda, que como los chapines somos dados a no asumir la responsabilidad cívica de nuestras decisiones, íbamos a delegar en la Comisión aquellas responsabilidades y entonces la Cicig se iba a convertir en una forma de supragobierno, o de proconsulado. ¡Y dicho y hecho!

Ahora en el contexto de la selección de candidatos para Fiscal General, el jefe de la Comisión, Carlos Castresana se ha atrevido a decir que a diferencia de los procesos anteriores, el problema no es la lista, no son los candidatos. El problema son los postuladores. Y esto es porque los postuladores que son los que manda la ley que sean, no han elegido como candidato al actual Fiscal, que es el del gusto de la Cicig, de Los Colom y de un grupo oenegero afín. Muchas de las organizaciones del grupo oenegero estuvieron relacionadas directa, o indirectamente con la guerrilla.
¡Dicho y hecho!, ahora resulta que el proconsulado de la Cicig quiere decir la misa, tocar las campanas, barrer la iglesia y pedir la limosna. Y yo creo que ese es un abuso y una insolencia.
Yo se que los candidatos no son perfectos; pero, ¿hay candidatos perfectos? Yo se que los comisionados no son perfectos; pero, ¿hay comisionados perfectos? Los comisionados son lo que da la melcocha, pero entre ellos hay mucha gente buena y honorable que está cumpliendo con un mandato legal y político, a pesar de que es muy ajeno a las funciones privadas en las que se desempeñan académicamente.
Mi opinión es que al Jefe de la Cicig se le está pasando la mano cuando pretende microadministrar los procesos políticos hasta el grado de que si no se hace exactamente lo que él quiere, hasta se atreve a retar las decisiones cívicas y legítimas de ciudadanos como los que integran la Comisión. Ciudadanos que, con sus vicios y sus virtudes, son a quienes les corresponde decidir.
Corremos el peligro de que, si le damos más cuerda a Castresana y a la Cicig, siempre seguiremos siendo adolescentes políticos y nunca aprenderemos ni maduraremos en ese largo proceso de prueba y error que es la educación cívica. La insolencia de Castresana puede convertirnos en ciudadanos impedidos…lo cual no va a ser difícil entre una población que está más acostumbrada a ser de súbditos, más que de ciudadanos; y que está más acostumbrada a comportarse como ovejas y observadores, que a comportarse como tigres y actores.

13
May 10

Interesante actitud de comisión postuladora

En respuesta a una desatinada orden de la Corte de Constitucionalidad, la Comisión de Postulación de Fiscal General, se puso los pantalones y luego de deliberar respecto a la reconocida honorabilidad de los 19 aspirantes a dirigir el Ministerio Público, ratificó la lista que ya había seleccionado el 19 de abril pasado.
Lo interesante es que la Comisión no se plegó a las insinuaciones descaradas de parte de Los Colom, y las insinuaciones proconsulares de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, de la embajada de los Estados Unidos de América y de algunas embajadoras europeas, en el sentido de que el actual fiscal debería estar incluido en la lista. Lo interesante, también, es que la Comisión desatendió las insinuaciones feas de algunos sectores oenegeros, y las de la mafia.
La lista no es perfecta; pero los comisionados respetaron los procedimientos, e hicieron lo que políticamente podían y tenían que hacer, con las limitaciones del caso. Yo creo que, con todo y todo, el que los comisionados no se hayan dejado asustar por las presiones, es una lección para la construcción de la República chapina. Y el que se hayan expuesto las debilidades y las amenazas a las que está sujeto el procedimiento de selección de candidatos, también es pan para nuestro matate.

12
May 10

Una decisión desacertada en cuanto al Fiscal

La Corte de Constitucionalidad le ordenó a la Comisión Postuladora de Fiscal general que repita la elección de los seis candidatos a dirigir el Ministerio Público. Esta decisión desacertada responde, en apariencia, a un amparo interpuesto por la diputada Nineth Montenegro; pero un análisis más profundo podría revelar causas muy perturbadoras.

Tanto el Presidente de la República, Alvaro San Nicolás Colom, como el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, Carlos Castresana, se mostraron inconformes con los candidatos ya propuestos por la Comisión Postuladora. Y esto es básicamente porque el actual Fiscal General no estaba incluido entre los candidatos seleccionados por la Comisión. Incluso se dio el caso de que -de forma muy comedida, claro- más de una embajadora europea se acercó a los Comisionados para insinuar que el actual Fiscal debería de haber sido incluido en la lista.
Lo que nos dicen estos hechos es que existe un interés político bastante evidente que apunta hacia el actual Fiscal. Tanto el Ejecutivo, como la comunidad internacional, con la complicidad de el grupo oenegero, quieren al Fiscal en la lista de nominados para reelegirlo.
Esto, por supuesto, viola el principio de independencia que debería fundamentar las decisiones -para bien, o para mal- de los Comisionados. Viola el principio de división del poder, propio de un estado de Derecho. Invalida el trabajo que pudieran haber hecho los Comisionados. Viola todo el espíritu que está detrás de la idea de que las comisiones postuladoras sean integradas por personas supuestamente confiables porque ocupan los puestos que ocupan. Y tanta violación raya en burla.
Al final, creo que lo que va a pasar es que va as ser electo uno de dos: el candidato de Los Colom y sus comparsas (¿o debería ser el de la Cicicg y sus comparsas?), o bien ganará el candidato de la mafia.
A ver si estoy en lo cierto…o no.

26
Abr 10

Una idea disparatada para la CICIG

Cuando objeté, desde el principio, a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, y a su predecesora la nonata Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad, lo hice sobre dos argumentos que me parecían muy negativos e inquietantes:


1. La manía chapina de no resolver las cosas y esperar que otros limpien lo que ensuciamos; y
2. El peligro de crear una superpolicía política al estilo de la KGB, la Stasi, o la Gestapo.

Ya lo primero se vio cuando -sin la concurrencia de la Cicig- la sociedad civil chapina no hubiera podido controlar a las mafias durante la elección de magistrados en el Organismo Judicial y se está viendo durante la selección de candidatos a Fiscal General. Agravado el hecho, eso sí, porque aparentemente la Cicig tienes sus planes propios y las decisiones de los electores (en cumplimiento de lo que les encarga la ley) han incomodado a la Comisión. De hecho, ya un juzgado se cuadró ante las exigencias de los grupos de interés que medran alrededor de la Cicig y anuló la selección de finalistas en la elección de Fiscal. ¡Este será uno de esos casos en los que saldrá peor el remedio, que la enfermedad!

Del punto dos no nos ocuparemos ahora, para no distraer el tema principal.

Lo que motiva estas meditaciones es una especie que circuló entre el viernes y el sábado pasados, en el sentido de que la Cicig debería investigar a los candidatos a diputados. Yo creo que esta es una mala idea y que es una idea muy peligrosa.

¡Los chapines nos estamos acostumbrando, demasiado, a no ser responsables por nuestras acciones y decisiones! En lugar de encarar y resolver los problemas que hemos creado con nuestra abulia y nuestra irresponsabilidad, hemos descubierto que se los podemos encargar a alguien más. Puede ser que en determinada circunstancias una manita de afuera pueda ser muy útil; pero de eso a que le encarguemos más y más procesos políticos a la burocracia internacional, y renunciemos a nuestras responsabilidades ciudadanas, en esa medida estaremos cultivando un futuro pantanoso. Uno en el que la responsabilidad ciudadana será inexistente y hasta innecesaria. Uno en el que no habrá más que obedecer lo que se nos mande a ejecutar desde Washington, Nueva York, Ginebra, o desde Bruselas.

Si los chapines tenemos magistrados, fiscales y diputados (entre otros funcionarios) mafiosos, corruptos e ineptos, es porque los chapines los llevamos al poder, o porque nos escondemos cuando se trata de evitar que lleguen al poder. Usted quizás no me lo crea, pero…¿qué tal y si la causa de tal estado de cosas está en nosotros mismos? ¿Qué tal si exploramos la posibilidad de que los funcionarios mafiosos, corruptos e ineptos son nuestra responsabilidad?

Claro que podemos encargarle a la Cicig que nos seleccione a nuestros magistrados, a nuestros fiscales, a nuestros diputados, a nuestros candidatos a presidente y a alcaldes, y le podemos encargar que nos limpie la casa y la conciencia… Pero, ¿y qué tal si no? ¿Qué tal si actuamos como jaguares, en vez de balar como ovejas pusilánimes escondidas detrás de las enaguas de la burocracia internacional?

Esta entrada fue publicada por el diario Siglo Veintiuno.


23
Abr 10

Peligrosas maniobras en elección de Fiscal

Peligrosas, pero muy peligrosas, son las maniobras de algunos activistas que persiguen que Alvaro San Nicolás Colom devuelva la lista de candidatos a Fiscal General.


La ley manda que los comisionados elijan 6 candidatos y de esa lista es que el Presidente tiene que elegir al Fiscal. En ninguna parte, dice la ley que el Presidente puede devolver la lista si no le gustan los seleccionados. De hecho, en aras de la división del poder, la idea es que la selección de candidatos sea independiente y que el Presidente tenga que atenerse al buen juicio de los comisionados.

Ahora resulta que ni Los Colom, ni la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, ni sus grupos aliados entre la sociedad están contentos con la lista de seleccionados porque en ella no fueron incluidos sus dos predilectos. Y resulta que los activistas están presionando para que la lista sea devuelta y para que los comisionados elijan de acuerdo con los deseos de el establishment.

Eso es muy peligroso porque, si ocurre, de nada serviría todo el procedimiento legal de selección; y más valiera que, para la próxima vez, el Presidente (o la CICIG) de una vez les ordenaran a los comisionados a quién fregados quieren que incluyan en la lista.

Claro que la lista de seleccionados no es perfecta y claro que no deja contentos a todos; y claro que todos los candidatos de la lista podrían ser cuestionados y lo cierto es que no importa quienes hubieran resultado seleccionados, ¡todos tenían más, o menos cuestionamientos! Eso sí, hay cuestionamientos de cuestionamientos; y aquellos que tenían tachas por tener relaciones con narcos, con secuestradores, y con otros miembros del crimen organizado, obviamente son más peligrosos que los que tenían cuestionamientos menos ominosos.

Con todo y todo, lo peor que puede ocurrir es que la lista sea devuelta y que los comisionados se vean obligados al incluir en ella a quienes arbitrariamente ordenen Los Colom, o la CICIG.

24
Mar 10

Admirable compromiso del MCN y de jóvenes

Mientras que la mayoría de los guatemaltecos ve con indiferencia el importante proceso de selección de jefe del Ministerio Público; y mientras que la mayoría de chapines no hace más que quejarse, hay contados guatemaltecos que no se conforma con balar y lamentarse. Ayer, miembros del Movimiento Cívico Nacional se presentaron ante la comisión de postulación y portaban carteles con los nombres de los candidatos de quienes presentaron denuncias en su contra. También el grupo de Jóvenes por Guatemala ha hecho lo suyo para colaborar con este proceso.


Y en ese contexto es que el director de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, Carlos Castresana le pidió a la comisión postuladora para elección de fiscal general que ejerza un trabajo cuidadoso para analizar y postular a los seis mejores candidatos para que no haya sorpresas indeseables.

Como en el Caso Portillo, a mi me angustia mucho que estos procesos no salen de los guatemaltecos. Ahí están el MCN y los Jóvenes; pero no se ve que la sociedad chapina esté involucrada y comprometida con rescatar la república y establecer un estado de derecho. Aquí estamos los guatemaltecos del siglo XXI viendo como pasa la Historia, ¿y nosotros? Rascándonos la barriga, quejándonos, esperando a que otros nos resuelvan los problemas, escondidos bajo la cama, ¿dónde estamos los chapines?


La noticia que da origen a esta entrada está en la página 3 de Prensa Libre de hoy, y no puse enlace porque no la encontré en su sitio Web.