24
Jun 11

Artillería pesada a favor de más impuestos

La artillería pesada ha enfilado sus cañones contra los tributarios chapines:

1. Ayer vimos a Hillary Clinton, secretaria de Estado de los Estados Unidos de América pidiéndoles a los empresarios que aporten más recursos para la guerra perdida contra las drogas.  ¡Como si los impuestos que pagan los ricos no salieran de menos inversiones, menos productividad, menos competitividad y menos oportunidades de empleo!

2. Hoy leemos que Francisco Dall´Anese, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, insiste en que, sobre los tributarios guatemaltecos debe pesar una carga tributaria fuerte.  Dall´Anese cree que cobrando en un país de pobres y sin instituciones, lo que sus colegas políticos cobran en países de ricos y con instituciones,  la delincuencia va a ser menos y la justicia va a ser más.

3. Ayer, también, leímos que  Orlando Blanco, y los partidos del oficialismo amenazaron con movilizar gente si el Congreso no aprueba sus pretensiones endeudadoras y tributarias.  El uso de acarreados, para intimidar y para presionar, es un recurso que les gusta a estos personajes; y no tienen escrúpulos para usarlos cuando se trata de apretarles el cuello a los guatemaltecos.

¿Podrán, los tributarios chapines, resistir a tan poderoros enemigos?


17
Jun 11

La CCICIG y Thalia

Hay una costumbre chapina –que talvez es latinoamericana– que me incomoda: la de suponer que si alguien no está de acuerdo con uno, es porque está involucrado en saber qué.

Cuando se discutía el tema de la conveniencia de la Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad, muchos de sus promotores decían que quienes estaban contra aquella propuesta seguro que eran miembros de algún cuerpo ilegal. Cuando se discute la despenalización de las drogas, no falta quien diga que eso es de narcos. Si alguien advierte contra la monopolización de la adopción, ¿quién duda de que haya interés comercial en dicha advertencia? Si alguien escribe un libro de Historia, y cuestiona la Historia oficial, para algunos de plano que el autor está vendido.

A sabiendas de aquel riesgo, esta semana se nos presenta una oportunidad para meditar y a cuestionar. ¿A quién? A la poderosa Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que debería hallarse bajo la seguidora porque, en nota publicada por Prensa Libre, el 15 de junio, se lee que la jueza Verónica Galicia explicó que no aceptó la recusación en el caso Maskana por estar fuera de tiempo. “La CICIG intentó hablar con el oficial para que pusiera sello y fecha atrasada, y que cambiara la constancia de su notificación, pero no se le permitió. Esas situaciones provocaron que tomara la decisión de separarme de los dos procesos”, dijo la jueza. Lo que Galicia dice es que la CICIG trató de hacer que pareciera como que sí había entregado los documentos dentro del plazo de ley y así poder utilizarlos dentro de un juicio; aunque la entrega había sido extemporánea.

Cosas como esta erosionan el prestigio que sus promotores le atribuían a la CICIG. Por cosas así sus casos chuecos se han desplomado como castillos de naipes. ¿Debería, el Ministerio Público, investigar detenidamente los casos de la Comisión? Yo digo que sí; y no soy conspirador. Solo soy un ciudadano que quiere una verdadera y mejor administración de justicia. Tristemente, la costumbre citada va como aquella canción de Thalia que dice:

Parece que somos armas mortales/ Pues sin miedo mutilamos sentimientos naturales/ Destrozamos la alegría, acabamos con la vida/ Sabotajes para el alma, tropezones y apatía/ Juzgamos a todos los que encontramos/ Destrozamos sus creencias y evadimos sus razones/ Que si es guapo, pues “gay”; que si es rico es del cartel/ Que si es joven y es muy bella la cuchilla estuvo en ella.

Esta columna fue publicada en El Periódico.


12
May 11

Otra vez, y otra vez, la CICIG en entredicho

Si me hubieran preguntado, yo hubiera dicho que el único caso rescatable de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala era el del expresidente Alfonso Portillo.  Y ahí está que no.   El caso de Alejandro Giammattei, que no tenía pies ni cabeza, también se les cayó en esta semana.   Qué lejos están los días en los que la CICIG y el Procónsul que la dirigía con arrogancia insoportable, se pavoneaban por logros que no habían conseguido, y docenas de corifeos declamaban y cantaban exitos que no se veían bien.

Lo que da curiosidad es que yo creo que el del peculado en el Ministerio de la Defensa no debe haber sido el único caso de corrupción habido durante la administración de Portillo.   Y puedo suponer que si la Comisión y el Ministerio Público se enfocaron en él era porque tenían los pelos de la burra en la mano.  Y ahí está que no.

En realidad, y si nos damos cuenta, lo que ha hecho la CICIG a lo largo de su, ahora larga, historia de fracasos, es apoyarse en soplones o colaboradores eficaces.   Y esa estrategia, aunada a la falta de investigaciones profundas, convincentes e incontestables, ha facilitado que los casos se disuelvan ya se en historias de telenovela, o en güizachadas de tinterillo.

A esto, añádele que el problema de fondo, en la falta de justicia en Guatemala, no está siendo enfrentado en serio.  Pasa lo que desde hace años he dicho que iba a pasar: Niente.  Criamos una nueva burocracia y no resolvimos el problema de fondo.  Abdicamos a nuestra responsabilidad, y las cosas siguen como estaban.

La ineptitud de la CICIG y del Ministerio Público, no descarta que en el resultado del juicio contra Portillo hayan habido presiones e incluso alguna forma de corrupción.  Sin embargo, la responsabilidad principal es de la Comisión y de la Fiscalía.  Que para estas alturas ya deberían saber con quiénes están tratando.

Está por verse, ahora, en qué terminan estas historias.  Y está por verse como leen, las justicias de Nueva York y de Francia, lo que acaba de ocurrir.  Allá también esperan al Expresidente, y está por verse cuál es el papel que jugarán la CICIG y el MP en aquellos procesos.


04
May 11

¡Sorpresa! Los colaboradores eficaces cuestionados

Marco Antonio Villeda, juez quinto del ramo Penal, dijo que el Ministerio Público debe ser más acucioso en la información que proporcionan los colaboradores eficaces.  Marta Sierra, jueza octava Penal, señaló que la Fiscalía debe estudiar a cabalidad los datos que el presunto criminal está proporcionando.  Otros jueces expusieron que, en varias ocasiones, en la audiencia se determina que muchos procesados están mintiendo en sus declaraciones.  Los jueces criticaron el abuso de la figura de los colaboradores eficaces, por parte del MP y señalaron que en algunos casos los datos que proporcionan los delincuentes no se pueden confirmar.

¡Sorpresa!, y de eso nos enteramos ahora, luego de que muchos de los casos supuestamente resueltos por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala se basaron en testimonios de delincuentes tratados como colaboradores eficaces.


29
Abr 11

Otra vez, la CICIG cuestionada, esta vez por adopciones

En su reciente visita a Guatemala, la senadora estadounidense, Mary Landrieu, dijo que no comparte todos los hallazgos que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala presentó a finales del 2010, en el que señala anomalías en los procesos de adopción que quedaron en transición entre la ley anterior y la actual ley antiadopciones.

Según la investigación de la CICIG, que fue cuestionada por la Senadora,  más del 60 por ciento de procesos eran ilegales.

¿Quién tiene la razón?  Si el sistema antiguo -supervisado por jueces y la Procuraduría General de la Nación era tan malo como dicen; ¿resultó igual, o peor la centralización y monopolización de las adopciones en manos del Consejo Nacional de Adopciones?  ¿Será este, otro fiasco de la CICIG?

¿Cuántos niños no tienen familia debido a la ley antiadopciones y al Consejo Nacional de Adopciones?


14
Abr 11

Yo les creo a Los Musa

Hoy, que se cumplen 2 años del asesinato de los empresarios Khalil y Marjorie Musa,  sus familias exigieron que sea esclarecido el doble crimen y que no se le dé crédito a los colaboradores eficaces que propuso la Fiscalía Especial de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala .

Según las familias de las víctimas, la declaración de Lucas Santiago López y de Abelino Morales Pérez, quienes esperan ser beneficiados como colaboradores eficaces, mancha su nombre, porque pretenden obtener beneficios personales.

Según la historia presentada por la CICIG, el asesinato se originó luego de que los empresarios no cancelaron Q300 mil, como parte del pago de un furgón de textiles que adquirieron los Musa.  Esta historia está ligada a la del asesinato de Rodrigo Rosenberg y vea…igual que los Musa, yo  tampoco le creo a la CICIG.


01
Abr 11

Las consecuencias de ignorar la realidad

Dice el dicho que se puede ignorar la realidad; pero no se puden ignorar las consecuencias de ignorar la realidad.  De eso me acordé cuando leí que que 3 de cada 10 encuestados piensan que hace mal, o muy mal su trabajo.  Desde otra perspectiva mientras que 8.7% de los encuestados piensa que la Cicig hace muy mal su trabajo; sólo 3.2% piensa que lo hace muy bien.

¡Peor aún!, casi 4 de cada 10 encuestados considera que el trabajo de la Cicig ha contribuido a recuperar la confianza de la gente en los tribunales de justicia.

Yo digo que lo que está pasando es lo que tenía que pasar; porque la Cicig en lugar de resolver los problemas de fondo vino a constituirse en una especie de proconsulado, cuando no en una especie de tractor que pasa sobre cualquier cosa.  La gente se dio cuenta del humo y de los espejos; y se desencantó.

Que lejos quedan, pues, aquellos días en los que la Cicig era vista (y ofrecida) como uno de aquellos ungüentos que, según los curaderos del siglo XIX curaban desde la caspa hasta el ojo de pescado, pasando por la tos, la impotencia, la rasquiña y otros males.

El problema que tenemos los chapines con el sistema de justicia no se compone importando burócratas internacionales; se compone revisando nuestras premisas y nuestro compromiso con los valores republicanos y con la justicia misma.  Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum.


03
Mar 11

¿Qué tienen en común “Evita”, Arzú y la CICIG?

Sandra Evita Torres quiere ser candidata presidencial, aunque hay una prohibición constitucional para que lo sea; y para tratar de legitimar su candidatura, la gente de su campaña organizó manifestaciones de personas que piden que ella sea la candidata del partido oficial.

Alvaro Arzú quiere ser reelecto como presidente de la República, a pesar de que la reelección está prohibida por la Constitución; y para tratar de legitimar su pretensión su gente se dio a la tarea de recoger firmas.

La CICIG y el estilo de Carlos Castresana, ex jefe de esa Comisión, están siendo cuestionados: y para tratar de apuntalar la legitimidad de su mandato, la Comisión se reunió con la comunidad oenegera para oxigenarse.

Tanto Evita como la CICIG están en entredicho y buscan el apoyo de su clientela para tratar de pasar el aguacero.  Tanto jacobinismo ataranta.


02
Mar 11

Atinada decisión de los jueces

La Asociación de Jueces y Magistrados rechazó la intervención de la Comición Internacional contra la Impunidad en Guatemala en la elaborción de un plan de emergencia para darles seguridad a los operadores de justicia.  Carlos Aguilar, presidente de la Asociación, indicó que no es prudente aceptar la colaboración del ente internacional, ya que en algunos casos judiciales la CICIG es acusadora y tiene a su cargo investigaciones penales que se ventilan en los tribunales.  Por su parte, Juan Ramón Lau, secretario de la Asociación de Trabajadores del Organismo Judicial, expuso que la seguridad de jueces y personal judicial debe ser una obligación del Ministerio de Gobernación, y no de la Cicig.

Muy atinado lo advertido por la Asociación de jueces ya que, ciertamente, no es prudente que la seguridad de los operadores de justicia dependa de una entidad que es parte en los procesos que tienen que resolver.  Muy atinado, también, lo advertido por la Asociación de Trabajadores del Organismo Judicial ya que el Ministerio de Gobernación es el llamado a ofrecer seguridad ciudadana.

Desde siempre, desde que se discutía la nonata Comisión Internacional de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad, yo advertía que no era buena idea que los guatemaltecos abdicáran a su responsabilidad de eliminar la impunidad y la ausencia de estado de derecho.  Mi oposición a la CICIACS y a la CICIG siempre se ha basado en que es muy desatinado entregarles a otros la responsabilidad de resovler nuestros problemas.

Por eso celebro que esté pasando ya aquella etapa nefasta en la que se hacía lo que la CICIG quería y en la que a la Comisión se le permitía actuar como un tractor que pasaba sobre lo que fuera y sobre quien fuera, sin más discusiones; y que ni los jueces están dispuestos a depender de ella, ni los trabajadores del Organismo Judicial le condonen al Ministerio de Gobernación lo que es su más harta obligación.

¿Será que estamos madurando?

La caricatura es del genial Fo, de Prensa Libre.


21
Feb 11

Las cuitas de la CICIG

Según mi cuate, Felipe Valenzuela, el pleito que se está librando entre Francisco Dall´anese, director de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y su sucesor, Carlos Castresana, debe ser abortado cuanto antes.  Felipe parece sostener que los trapos sucios se lavan en casa; y aunque yo estoy de acuerdo con que esa máxima es perfectamente apropiada para la vida privada, no lo es para asuntos de interés público.

Soy, desde los tiempos de la nonata Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y de Aparatos Clandestinos -predecesora de la CICIG-  muy descreído de las bondades de semejantes comisiones.  Empero, si fuera cierto que la Comisión es una oportunidad para fortalecer las instituciones y avanzar contra la impunidad, eso sólo sería posible bajo la luz de la transparencia y en un ambiente en el que el fin no justifique los medios.  No en uno que dependa de que los trapos sucios se laven en casa, ni en uno en el que un mediador eficiente detenga la autocrítica y cualquier proceso de discusión y rectificación pública de errores graves cometidos.

Hace unos meses, cuando prevalecian la condecendencia y el secreto sobre la CICIG, esta, su jefe y sus actuaciones eran incuestionables.  Excepto, claro, por parte de un pequeño grupo de críticos tenidos como parias por el establishment.  Hoy, sin embargo, el mismo Felipe habla de la erosión del prestigio de la CICIG, y los errores y los resbalones del excomisionado Carlos Castresana.

Juan Luis Font, cuate, también, se refiere, hoy, a los tormentos de la CICIG y a la pesada herencia que, a modo de lastre, digo yo, le dejó Castresana a su sucesor.  A Dall´anese le toca dar la cara frente a penosas derrotas frente a los tribunales, dice el columnista.  La mismísima Helen Mack -laureada internacionalmente- está teniendo sus que sí y que no con la Comisión y con el comisionado.  Y estoy de acuerdo con Font en el sentido de que este tipo de diferencias se discuten, no se acallan.

Otro columnista, Edgar Gutierrez, hace referencia al virus Castresana, a los vicios de Castresana y de su gente y a los casos chuecos que heredó el mismo Castresana y que podrían desplomarse como castillos de naipes en los tribunales.   Hace referencia a implantación de pruebas, coacción de testigos y otras prácticas.

¡Que lejos parecen los días en los que todo crítico de la CICIG y de su Comisionado eran señaladas de ser parte de una conspiración, o alguna forma de mercenarios!  Y que bueno que ya se pueden discutir el papel y la naturaleza de la Comisión y el desempeño de sus jefes.