30
Ago 10

¿Por qué muere asfixiada la hija de una niña?

El viernes pasado, una niña de 14 años le dijo a su madre que tenía un dolor fuerte de muelas y se metió al baño. Acto seguido, la niña parió y su bebé murió casi en el acto, asfixiada por su cordón umbilical. A mí, historias como esta me dejan triste por horas y horas.

Yo digo que cosas así se podrían evitar si los hijos tuvieran alguna confianza en sus padres. Cosas así se podrían evitar si los padres compartieran con sus hijos -sin prejuicios- información acerca de la vida sexual y de la reproducción. Se podrían evitar si padres e hijos tuvieran opciones como las de dar a sus bebés no deseados en adopción, principalmente si esta se pudiera acordar con anticipación y a cambio de dinero y cuidados para la madre potencial y para el fruto de su vientre en todas sus etapas.
Pero claro, a los padres ignorantes e irresponsables (que son los primeros llamados a educar); se les suman los tartufos que impiden que los maestros informen de la sexualidad y de la reproducción a los estudiantes que, de todos modos, son sexualmente activos voluntaria e involutariamente; y por ultimo, se le suma la ley antiadopciones que pone a las niñas/madres entre la espada y la pared obligándolas al aborto, o al embarazo secreto y sin cuidados.
A mí, historias como esta me dan rabia.

30
Ago 10

Ley maya, o abusos tribales

En Chunimá, Quiché, un grupo de personas impuso una serie de regulaciones y les cobra exacciones a los pobladores. Si los afectados incumplen, pueden hasta recibir agresiones físicas. Por estas acciones 44 familias han tenido que huir hacia las montañas. Y quienes detentan el poder dicen que sus acciones se basan en la ley maya. ¡Abuso tribal, diría yo!

Las regulaciones, por ejemplo, prohíben que las mujeres embarazadas reciban atención de comadronas si no están al día con las exacciones que exigen los que detentan el poder. Estos personajes pueden, porque tienen la fuerza para hacerlo, suspender servicios como agua potable, trasnporte, molino de nixtamal, salud, tiendas de consumo, empleos, energía eléctrica, acceso el mercado y cementerio. Chunimá es el ideal de cualquier dirigente, activista y político totalitario.
Los habitantes de la aldea incluso deben avisar a la autoridad comunal si van a trabajar fuera y deben decir dónde pueden ser localizados. la constitución de Chunimá no le regatea poder a los que lo detentan; y dice que en estas normas hay otros aspectos que no están escritos, pero no dejan de ser derechos y obligaciones que también pueden ser sancionados. O sea que todo se vale.
¡Por supuesto que la tensión y el miedo prevalecen en la aldea!
Chunimá no es un caso aislado, porque se sabe de otras poblaciones en las que existen reglamentos invasivos y cacicazgos totalitarios parecidos. En Santiago, Chimaltenango y en Todos Santos, Huehuetenango, las autoridades la han emprendido contra el consumo de licor. En otros lugares, como Acatán, Huehuetenango, el grupo que detenta el poder ha ido tan lejos como para prohibir el divorcio y el basquetbol. En Zunil, Quetzaltenango, un hombre pude robarse una esposa, aunque ella sea menor de edad.
Ya sea ley maya, o cacicazgo tribal, estas prácticas seguramente son más abundantes de lo que conocemos. Y tengo la sospecha de que si se las sigue alcahueteando, como se alcahuetean los linchamientos, estas barbaries van a convertirse en pesadillas fuera de toda proporción.

30
Ago 10

¿"San Nicolás" aprovecha tragedia de migrantes?

En la Feria Chapina de Los Angeles, luego de reunirse con organizaciones de Migrantes y frente a periodistas de agencias de noticias importantes, Alvaro San Nicolás Colom dijo que indemnizará a las familias de los cinco guatemaltecos que fueron asesinados en Tamaulipas, México.

¿Qué clase de canalla hay que ser para aprovecharse mediáticamente de una tragedia como aquella? ¿Que spin doctor le dijo a San Nicolás que esa era buena idea? Yo digo, porque aquí en Guatemala hay digamos que unos 16 muertos y 21 heridos diariamente -¡Porque la Administración de Los Colom es incapaz de proveer un mínimo de seguridad ciudadana y justicia!- y no se ha oído que San Nicolás vaya a indemnizar a las víctimas locales de la delincuencia local.
Pero eso sí, una vez que hay un acto delictivo que atrae las miradas del mundo y que llama la atención de la prensa internacional, ahí si corre San Nicolás, para ofrecer generosa e irresponsablemente el dinero que no es suyo; y que no se usa aquí, para proteger a la gente que está aquí y que todos los días se arriesga para ir a trabajar.
Lo que les hicieron a los migrantes chapines en Tamaulipas es una tragedia espantosa que indigna y da rabia. Lo que les hacen a los migrantes chapines en tierras mexicanas clama al cielo; pero…¿y los chapines que son asesinados en Guatemala todos los días? Esos sí que son responsabilidad de la irresponsabilidad de Los Colom. Las familias de los 16 muertos y de los 21 heridos diarios, porque en Guatemala no hay seguridad ni justicia, ¡esos se merecen estar antes en la fila de los indemnizados! Pero a estos, ¿qué les dijo San Nicolás? A estos que no están en la mira de la prensa internacional, Colom les dijo que se aguanten.
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Esta entrada fue publicada por el diario Siglo Veintiuno; y por el diario El Periódico.

30
Ago 10

La insoportable irrelevancia del dolor

El 29 de mayo pasado, cuando se abrió el agujero de Ciudad Nueva, Isaías Choc vió por última vez a su hermano Rigoberto, porque este fue tragado por la tierra en la oscuridad de la noche. Hace 91 días que Isaías espera que talvez Tu Muni, o quizás la Administración de Los Colom, busque y localice el cuerpo de su hermano.

Pero ni una ni la otra están ocupadas en eso. ¿Será que Rigoberto Choc es irrelevante? ¿Será que Isaías es irrelevante? Si el caso de Rigoberto e Isaías llamara la atención de la prensa internacional, ¿habría una, o más cuadrillas buscando el cuerpo desaparecido?

30
Ago 10

Carpe Diem: Vivir cada día como si fuera el último

Este es el discurso que Giancarlo Ibárgüen S. pronunció en la graduación del Colegio Americano de Guatemala en junio de 2010. Lo comparto porque es una pieza poderosa, inspiradora como pocas y llena de sabiduría. Porque al autor le tengo mucho respeto y cariño. Y porque quiero que lo lean mis sobrinos.


Estimados graduandos: Me siento muy honrado de estar con ustedes, celebrando su graduación, en uno de los mejores colegios de Centroamérica. Conocí a Isabel, mi esposa, precisamente aquí, hace más de tres décadas. Ambos nos graduamos aquí mismo, y hoy nos sentimos padres orgullosos –hace poco de dos, hoy ya de tres– hijos graduados en el mismo plantel… Conozco a muchos de ustedes desde muy pequeños. Los he visto crecer y por eso me siento en la confianza de darles algunos consejos y de compartir con ustedes algunas experiencias de mi vida.


Lo primero es conocerse a sí mismos.


El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha es un libro extraordinario y, si aun no lo han leído, deben leerlo, como se dice comúnmente, de cabo a rabo. Si lo han leído ya, vale la pena que lo relean. Don Quijote es un personaje con un espíritu noble y un hondo sentido de la justicia. Así lo demuestran sus consejos a Sancho Panza, antes de que éste asumiera la gobernación de la ínsula Barataria. Veamos uno de esos consejos, que es el primero que yo me permito darle a ustedes. Le dice don Quijote a Sancho: “Has de poner los ojos en quién eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse”.

Los libros grandes, los clásicos, nos enseñan a conocernos a nosotros mismos; cambian nuestras vidas; nos hacen emular a los espíritus inclaudicables –como los de Séneca y Catón el joven, o Frédéric Bastiat y Ludwig von Mises, por ejemplo–, que jamás comprometieron sus principios. Los libros grandes nos llevan a encontrar la sabiduría… Al leer a los clásicos, comprendemos la fuerza del amor en los buenos momentos y en los malos; somos capaces de vernos a nosotros mismos como los otros nos ven; … Los libros –los grandes libros– constituyen siempre una escuela perdurable.


Solía leer, una y otra vez, en voz alta con mis hijos, el estupendo libro del Dr. Seuss –sí, oyeron bien, del Dr. Seuss– Oh, The Places You’ll Go. Este pequeño, pero enorme libro, está lleno de enseñanzas para grandes y chicos. No olviden que, lo mismo que suele ocurrir con las personas, la grandeza de los libros no suele estar precisamente en su tamaño.


Así hablaba el Dr. Seuss:

You have brains in your head.

You have feet in your shoes.

You can steer yourself any direction you choose.

You’re on your own. And you know what you know.

And YOU are the one who’ll decide where to go.


Más adelante nos advierte:

So be sure when you step.

Step with care and great tact

And remember that Life’s a great balancing act.

Just never forget to be dexterous and deft.

And never mix up your right foot with your left.


Conocerse a sí mismos significa levantarse cada día con el pie derecho y no avergonzarse de verse en el espejo. La vida les pondrá delante tentaciones, extravíos y dinero “fácil”. No se dejen vencer ni extraviar. No pierdan de vista el valor de la vida, la libertad, la paz, la verdad y la justicia. Nunca, nunca, claudiquen contra sus principios. Véanse en el espejo cada mañana y háganlo con el orgullo de vivir una vida coherente con sus valores. Que nada ni nadie les arrebate estos valores y estos principios morales, ni la conciencia de ser ustedes mismos.


Hay que vivir cada día como si fuera el último.


Los libros me apasionaron desde muy chico. No pocas veces caminé por estos corredores con un libro –“mi libro”– en la mano. (Bueno, en el High School, en ocasiones llevaba también una pelota de básquet, pues jugaba en el equipo del cole). Aproveché mi tiempo y no perdí ocasión de aprender algo nuevo, o de jugar al básquet. Antes de finalizar el 10º grado, me enlisté como oyente en las clases vespertinas de una universidad que, en aquellos tiempos, tenía su campus frente al Campo Marte y hoy en un bellísimo barranco de la zona 10… (¡Ni modo!, como todos habrán intuido, estoy hablando de la UFM).


Entonces apenas sospechaba cómo esa actitud de “young man in a hurry” me ayudaría a confrontar las diversas vicisitudes de la vida. Adopté, sin saberlo, el lema de Mohandas Gandhi:

“Vive, como si fueras a morir mañana. Aprende, como si fueras a vivir siempre”.


A la edad que tienen hoy ustedes es difícil entender este consejo, pues el puño que tocará a la puerta de todos algún día seguramente les parece lejano. Pero el consejo no es fatalista. Al contrario: lo que significa es que hay que vivir la vida intensamente, aprovechando cada minuto, como si cada día fuera el último (pues eso es lo que significa carpe diem). Inicien el día preguntándose si harían lo que piensan hacer en el caso de que alguien pudiera asegurarles que sería el último, pero no se lo pregunten con espíritu lastimero, sino con espíritu emprendedor.


El Dr. Seuss nos previene:

I’m sorry to say so

But, sadly it’s true

That bang-ups and hang-ups

Can happen to you.


A veces la vida les golpeará en la cabeza como con un gran martillo. No dejen que vacile su espíritu ni pierdan la fe en esa misma vida. Hace tres años y medio me diagnosticaron que sufro de ELA, una complicada enfermedad degenerativa. Al confirmar el diagnóstico en Miami, el doctor me dijo: “regresa a casa y vive tu vida normalmente”. Así lo hicimos mi esposa y yo, sin mirar para atrás, ni lamentarnos por el infortunio. El consejo que hoy comparto con ustedes me permitió afrontar, con dignidad y valentía, uno de los momentos más difíciles que me ha tocado vivir.


Jóvenes, permítanme que se lo repita: ¡vivan cada día de sus vidas como si fuera el último!

Antes de pasar al siguiente consejo, cito a Baltasar Gracián: “Hay cuatro formas de conocer mucho: vivir una larga vida, viajar por tierras lejanas, leer muchos y buenos libros (que es lo más fácil), y conversar con amigos sabios (que es lo más agradable)”. ¡Ojalá tengan la suerte de que todo esto se les cumpla! Pero más que viajar, que leer muchos y buenos libros, que conversar con amigos sabios, e incluso que tener una vida larga, procuren que su vida sea una vida intensa: será la intensidad de nuestra vida lo único que, a fin del camino, servirá para medir nuestro peso, nuestra altura, nuestra anchura y nuestra profundidad.


Busquen el sentido de sus vidas.


La semana pasada mi esposa y yo cenamos en un excelente restaurante de carne en Dallas, Texas. Nos atendió un joven llamado Curtis. En su ausencia, le dije a mi esposa: “¡Te apuesto a que estudió leyes!” En efecto, Curtis nos dijo luego que se graduó de abogado y que se encontraba estudiando su cuarta maestría. Le pregunté qué es lo que más le gustaba hacer y me respondió: ser mesero. Eso es, mesero. Invirtió $300,000 en su educación y descubrió que su vocación es ser un excelente mesero, lo que le permite servir a la gente y conocerla. Curtis es feliz y lleva una vida ejemplar. ¿Por qué? Porque le encontró un sentido a su vida.


El sentido de la vida difiere de una persona a otra. Viktor Frankl dice: “A cada hombre se le pregunta por la vida y únicamente puede responder a la vida respondiendo por su propia vida; sólo siendo responsable puede contestar a la vida”. Jóvenes graduandos: para ser felices, cada uno de ustedes tiene que encontrar el sentido de su vida. Todos tienen que encontrar lo que les apasiona, lo que de verdad aman. El educador Sir Ken Robinson, en su libro The Element: How Finding Your Passion Changes Everything, sostiene que la única manera de hacer un gran trabajo es amando lo que se hace. Si lo que hacen no los apasiona, busquen otra cosa. Si no la encuentran pronto, no se detengan, sigan buscando. Cuando se encuentren en “su elemento”, lo sabrán.


Eso sí, hagan lo que hagan, háganlo con excelencia y pasión. Sean acuciosos, sacrificados, disciplinados, tenaces, responsables, buenas personas. Que nadie les robe la pasión por lo que hacen, ni mucho menos por la vida misma. Caminen siempre con dignidad y con la frente en alto, sabiendo que viven una vida consecuente con sus principios y valores morales. Sean empresarios, profesionales, meseros o misioneros –lo que sea–, pero háganlo con excelencia y pasión. Que nadie les impida construir un mundo mejor.


“En nombre de lo mejor que hay en ti”, dice Ayn Rand en su novela La rebelión de Atlas, “no sacrifiques este mundo a los peores… No olvides que el… hombre es… capaz de recorrer caminos ilimitados. No permitas que se extinga tu fuego…en los pantanos sin esperanza de lo aproximado, lo casi, lo no aún, lo nunca jamás. No permitas que perezca el héroe que llevas en tu alma, en solitaria frustración por la vida que merecías, pero que nunca pudiste alcanzar. Revisa tu ruta y la naturaleza de tu batalla. El mundo que deseas puede ser ganado, existe, es real y posible; es tuyo.” Me despido de ustedes felicitándolos de nuevo y repitiendo lo que les digo a mis hijos cuando salgo de viaje: Read a great book. Be good. Be happy.


30
Ago 10

Desayuno dominguero: tostadas a la francesa

Ya tengo ratos de estar buscando las tostadas a la francesa perfectas; y ayer las conseguí. Acompañadas por tocino y aliñadas con miel de abejas, helas aquí, gracias a una receta provista por mi hermano Juan Carlos. Bien esponjosas, tostaditas por fuera y suaves por dentro.

En otro campo relacionado, y aunque usamos la misma receta -de mi bisabuela Adela o Mami- a mí los panqueques no me salen bien. En cambio mi hermano, Juan Carlos, es el dios de los panqueques. En lo que sí tengo mucho éxito es en la elaboración de waffles. También uso la receta, ¡y la wafflera!, de Mami; y francamente sólo en la casa de mis amigos Grete y Rodrigo he probado waffles mejores que los míos. Y ahora ya puedo añadir las tostadas a la francesa entre mis éxitos de desayuno.

30
Ago 10

5 días con más de 600 visitantes cada uno

Durante la semana pasada y durante 5 días seguidos, Carpe Diem recibió más de 600 visitantes únicos diarios. ¡Cada día! Muchas gracias a ustedes que visitan este espacio. Ojalá que se lo sigan disfrutando.

La foto es por mi amiga, Marta Yolanda.