08
Ago 25

Agua a salvo, y IV

Sin agua no somos nada; y desde la perspectiva praxeológica desarrollada en el libro «Fundamentos praxeológicos del derecho», de Ricardo Rojas, y los principios del ambientalismo de mercado del Property and Environment Research Center, la privatización del agua —o al menos su gestión basada en derechos de propiedad claramente definidos— se justifica por cuatro razones:

¿Quién querría el agua estatizada en manos de políticos y burócratas?

Incentivos para la conservación
El PERC argumenta que los derechos de propiedad privada alinean los intereses de los propietarios con la gestión sostenible de los recursos. Si una persona o comunidad tiene derechos claros sobre un cuerpo de agua (como un río, lago o manantial), tiene incentivos para protegerlo, ya que su valor económico y utilidad dependen de su calidad y disponibilidad. Por ejemplo, el propietario de un manantial querrá evitar su contaminación para maximizar su uso —agrícola, turístico, o de otro tipo—, mientras que, en un sistema estatal, la falta de responsabilidad directa normalmente lleva al descuido.

Acción individual y orden espontáneo
En Fundamentos praxeológicos del derecho, Ricardo Rojas sostiene que los fenómenos sociales —incluido el derecho— emergen de las acciones individuales coordinadas. Aplicado al agua, esto implica que los derechos de propiedad surgen cuando las personas reclaman y gestionan recursos para satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, comunidades locales que dependen de un río pueden establecer acuerdos privados para su uso y así generar normas de conservación sin intervención estatal. Este enfoque evita la burocracia y promueve soluciones adaptadas a las necesidades locales.

Diversidad de usos y eficiencia
Los distintos tipos de aguas —marinas, lacustres, fluviales, manantiales o residuales— tienen usos variados: navegación, pesca, agricultura o tratamiento de residuos. El PERC resalta que los mercados, basados en derechos de propiedad, permiten asignar recursos de manera eficiente a través de precios y acuerdos voluntarios. En mercados de agua como los del oeste de Estados Unidos, por ejemplo, agricultores pueden vender derechos de agua a empresas turísticas o municipios, optimizando su uso según la demanda.

Responsabilidad por daños
Tanto Rojas como el PERC coinciden en que los derechos de propiedad facilitan la rendición de cuentas. Si un río es privado o gestionado por una población, cualquier daño —como la contaminación por aguas negras o industriales— puede ser reclamado directamente al responsable, incentivando prácticas sostenibles. En un sistema público, la responsabilidad suele diluirse y el Estado rara vez compensa adecuadamente a los afectados.

La Constitución de Guatemala establece que las aguas son de dominio público y que su aprovechamiento debe servir al interés social, con obligaciones como la reforestación. Sin embargo, la debilidad institucional ha contribuido a la contaminación de ríos como el Motagua y el Samalá, así como de lagos como Amatitlán y Atitlán. Desde las perspectivas praxeológica y del PERC, estas fallas responden a la falta de incentivos claros y a la politización de la gestión del agua.

Una legislación basada en derechos de propiedad y mercados podría abordar estos desafíos, sin excluir salvaguardas para proteger tanto a las comunidades como al medio ambiente. La privatización del agua —entendida como la asignación de derechos de propiedad o de uso— fomenta la conservación y la eficiencia al alinear los incentivos individuales con el bienestar colectivo, como argumentan Rojas y el PERC.

La estatización, en cambio, suele generar problemas como la tragedia de los comunes, la burocracia y la politización, que afectan negativamente la gestión del agua y el desarrollo social en Guatemala. Una legislación no populista debería combinar derechos de propiedad definidos, mercados de agua, responsabilidad por daños y descentralización. Todo esto respetando la libertad individual y promoviendo la sostenibilidad ambiental y el desarrollo social.

El futuro del agua en Guatemala no depende de la política y la burocracia, sino de más libertad, responsabilidad y propiedad.

Fin de la serie. Columna publicada en República.


05
Ago 25

Menos fiscalización, más abusos

 

Darle dinero y poder al gobierno es como darle whisky y las llaves del carro a un adolescente, dijo el periodista P. J. O’Rourke, y de esa frase sabia me acordé cuando leí que la administración semillera pretende hacer pasar legislación que autorice contrataciones y compras gubernamentales sin los controles y requisitos propios de la Ley de Contrataciones del Estado.

¿Gastos sin controles? ¿Como es que eso no va a parar en corrupción? La ilustración es de Grok.

¡Imagínate! Si con controles la burocracia y los pipoldermos se las arreglan para hacer mano de mono y otros bienes, ¿qué ocurriría si ministerios, municipalidades y Codedes pudieran disponer del dinero que toman de los tributarios de la misma forma en que un adolescente dispondría del whisky y el carro?

Encima, un grupo de diputados de oposición pretende hacer pasar su propia legislación de laxitud para compras muncipales. Está claro que, para tirios y troyanos, gobernar es gravar para gastar… y para salir de pobres.

Legislaciones que neutralizan la necesaria supervisión de cómo se gasta el dinero de los tributarios facilitan la arbitrariedad, favorecen la profundización de la corrupción y del clientelismo, y oscurecen la transparencia.

A todo aquello, súmale que la administración Arévalo ha sido notoriamente inútil en cuanto a ejecución presupuestaria; y si son incapaces de hacer obras tan sencillas como cortar las malezas que hay en los camellones de las carreteras, ¿de dónde sale la idea de que necesitan menos fiscalización de toda la plata que tienen? ¿Cuál es el objetivo real de aquellas pretensiones legislativas?

Dar rienda suelta al gasto público sin controles es abrir la puerta al despilfarro y al abuso. Los tributarios merecemos un gobierno -o por lo menos una admnistración- que rinda cuentas, no que se emborrache con nuestro dinero mientras conduce quién sabe con qué rumbo. ¿Es hora de exigir transparencia y responsabilidad?, o muy feo.


04
Ago 25

Mina dormida y sueños rotos

 

No sé qué fue más impresionante, si cuando se apagaron las luces y quedamos en la oscuridad total a quién sabe cuántos metros de la superficie de la tierra, cuando llegamos al área donde se halla la veta de plata, o cuando me di cuenta de que sobre mí había casi 500 metros de tierra y piedras.

Me refiero a que el domingo pasado visité la mina Escobal, en San Rafael las Flores, Santa Rosa a donde se llega por caminos encantadores. No fue solo una aventura bajo tierra, sino que fue una experiencia informativa y educativa.

¡Nos perdimos!

Como iba con Raúl y Lissa… por supuesto que pasó lo que tenía que pasar y tanto Waze como Google Maps nos llevaron no solo por el camino largo, sino por caminos equivocados. Si visitas Carpe Diem con frecuencia sabrás que eso nos ocurre en cada excursión que hacemos. Y no es que me queje, porque para mí eso es parte de la aventura y ya es un chiste. En un momento nos detuvimos a preguntarle por el camino a un muchacho y nos contestó: Sigan dos kilómetros y ahí está el desmadre. Cuando llegamos al desmadre era una población con tráfico y todo. Como nos acompañaban Francisco y Carrie para quienes el español no es su primer idioma, la palabra desmadre fue un éxito. Si visitas Carpe Diem con frecuencia, recordarás que en las excursiones que hacemos siempre hacemos hashtags de situaciones chistosas y absurdas que nos ocurren, así que el de este paseo es #esundesmadre.

Después de eso, perdidos y todo llegamos como 50 minutos más tarde que el resto de nuestros compañeros de paseo: los Wyld, los Fernández, los Edu y Elena.

Luego del desayuno en terrenos de la mina, Jennifer -nuestra anfitriona- y su equipo nos contaron acerca de la mina y de su triste historia, detenida por intereses mezquinos desde hace ocho años. Acto seguido nos explicaron los procesos de apertura de túneles y de extracción de la plata. También nos informaron acerca de los protocolos de seguridad para visitar el lugar.

Sábes qué fue emotivo, cuando puse la ficha con mi nombre en el registro de ingresos a la mina, como en la película October SkyNo pude sino pensar en quienes ya no pueden colgar su ficha porque perdieron sus trabajos y en quienes tuvieron que migrar como consecuencia dela interrupción de los trabajos en Escobal.

Seguridad y aventura

Cerrada y todo, la mina y los pocos trabajadores que están ahí para garantizar el mantenimiento de todo ese capital desperdiciado reciben visitas educativas. Fuimos provistos con botas, cascos, chalecos reflectivos y un dispositivo para respirar en caso de emergencia, así como otro dispositivo para geolocalización.

En pickups nos condujeron por las instalaciones hasta la entrada y fuimos bajando por los túneles, bajando, bajando y bajando hasta donde se encuentra la veta de plata y otros minerales. En el fondo sí se siente calor, pero no tanto como lo sentí en Semuc Champey y el ambiente es húmedo. En el fondo de la mina el equipo que nos acompañaba nos dio guantes y un martillo para que golpeáramos la mina y tuviéramos la experiencia de minar plata. Yo me distraje y terminé no usando el martillo, pero igual me encantó oír historias sobre la vida en la mina.

De regreso fue mi momento favorito: los vehículos se detuvieron, nos pidieron que apagáramos los teléfonos y todas las luces del túnel fueron apagadas. ¡Silencio y oscuridad totales durante unos segundos! ¡Chispas! Eso es una experiencia surrealista que, aunque yo ya había vivido en la mina Marlin, de San Marcos, volvió a ser algo impresionante, especial e inolvidable. Por cierto…Escobal está cerca de la falla de Jalpatagua, detalle chulo ahora que estamos en temporada de temblores. 

Capital y talentos despediciados

Al volver a la superficie visitamos la maquinaria espectacular necesaria para convertir piedras en los concentrados de zinc y plomo con plata que eran exportados cuando la mina funcionaba entre 2014 y 2017. El equipo que todavía trabaja en la mina se encarga de que todo esté listo para que, cuando al fin se les permita volver a operar, toda la maquinaria y equipo respondan como debe ser. Con todo y todo, ese proceso llevaría 9 meses para que la operación volviera a ser capaz de exportar. Mientras tanto, toneladas y toneladas de material que estaba listo para ser exportado se contamina y se estropea irremediablemente. Y a todo ese desperdicio se le añade el drama humano de los trabajadores que perdieron sus empleos, de los emprendedores que establecieron negocios porque prestarían servicios a la mina y a sus trabajadores… pero quebraron por el cierre, y el de una población que se quedó sin el mico y sin la montera.

La visita a Escobal terminó con un almuerzo sabroso en un restaurante local acompañados por Jennifer, Byron y otro miembro del equipo minero. Yo regresé con un sentimiento agridulce. Fascinado con la tecnología y la ciencia modernas involucradas en la minería -tan radicalmente distinta a la que estudié en mis clases de historia de Hispanoamérica-; pero triste por el desperdicio de capital, talento y recursos a causa de malas políticas y de intereses ruines.

@luisficarpediem

Inpresionante y educativa visita a la mina El Escobal #mina #mineria #escobal #plata #excursion #sanrafaellasflores #santarosa #alegre #geologia

♬ sonido original – Luis Figueroa

En última instancia, esta mina dormida es un recordatorio brutal: el progreso no se detiene por caprichos, sino que se ahoga en ellos, dejando atrás oportunidades perdidas que claman por un despertar urgente.


04
Ago 25

Recuerdos de Manuel Ayau

 

La primera vez que oí hablar de Manuel Ayau fue antes del terremoto de Managua porque mi papá, que entonces era Secretario Ejecutivo del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, lo había llevado a él y a un grupo de guatemaltecos al INCAE, en la capital nicaragüense.

Yours Truly y Manuel F. Ayau.

Mi padre regresó fascinado con las ideas de Muso, que proponía un gobierno con poderes limitados; libertad para intercambiar; eliminación de privilegios; y el respeto a la vida, la libertad y al cumplimiento de los contratos; propuestas que eran muy poco exploradas y apreciadas en los años 70. Acto seguido, en casa empezamos a leer Tópicos de Actualidad, el folleto que publicaba el Centro de Estudios Económico-Sociales, centro de pensamiento que dirigía el doctor Ayau.

Luego de que me gradué de bachiller, mi padre hizo lo que pudo para que yo estudiara en la Universidad del Muso; y ahí lo conocí en persona. Él era el Rector y a él le correspondió recibirnos a los de la Clase de 1980. El día del acto de bienvenida se subió al podio y dijo: Me han pedido que les dé la bienvenida… así que bienvenidos. Y se bajó. Los del público tardamos unos segundos en entender lo que había pasado y estallamos en risas y aplausos. Entonces él hizo una mueca, y se subió de nuevo para ofrecernos una bienvenida que estoy seguro que no duró más de 3 minutos. Y a mí me ganó el corazón. Es imposible no querer, admirar y respetar a la persona que escribía lo que yo leía en Tópicos de Actualidad, y encima tenía el sentido del humor y el savoir faire que tenía Ayau. Ese era el hombre que, cuando fue electo presidente de la Mont Pelerin Society, en vez de ofrecer un discurso, cantó una parodia de Is it true what they say about Dixie? ; parodia que, muchos años después, Joe Keckeissen convirtiera en Is it true what they say about Muso?

Como él era un Grande, era generoso y sencillo. Muso era magnánimo con sus conocimientos, con su tiempo y con sus recursos. Más de una vez me cachó en alguna inconsistencia y más de una vez me bajó de la moto; pero cuando me ofrecía una luz en el mundo de las ideas -aunque me viera con cara de cómo se te ocurre semejante cosa – siempre lo hizo con un aire de padre y guía. Una vez que le comenté cómo es que cierto personaje era agradable y humilde, a pesar de ser encumbrado me dijo: Ya te diste cuenta de que los más grandes son los más sencillos.

Muso era un contador de historias fenomenal. Uno podía oír y oír sus anécdotas que, encima de todo, no eran cualquier cosa porque él se movía cómodamente entre Premios Nobel y líderes de talla mundial. Estaba como pez en el agua entre estudiantes. Y gozaba en compañía de gente sencilla que, como él mismo, tenía sed de aprender y de descubrir. En sus últimos años, disfrutó mucho las oportunidades que tuvo para escuchar lo que la gente del interior del país que decir sobre su proyecto ProReforma. Nunca le hizo el feo al ejemplo y a las enseñanzas que podía recibir de otros.

Manuel Ayau fue un guatemalteco universal, un hombre del Renacimiento y un prócer; y en esa dirección, la influencia de su ejemplo y de su compromiso con la Libertad inspiró a miles de personas en América Latina y en todo el mundo. Este educador y emprendedor chapín -tan chapín como las champurradas- sembró el amor por la libertad y el descubrimiento en miles de mentes y corazones que desde la academia, desde los medios de comunicación, en la política y casi todos los campos de la acción humana.

Era un sabio porque andaba en busca del conocimiento y en busca de la verdad. Pocos, como él, entendían el significado profundo de aquella frase de Friedrich A. Hayek que dice que todas las teorías políticas dan por sentado que la mayoría de los individuos son muy ignorantes. Aquellos que propugnan la libertad difieren del resto en que se incluyen a sí mismos entre los ignorantes e incluyen también a los más sabios.

Cuando un día de estos yo haga la lista de las cinco bendiciones más grandes que he recibido en mi vida, una de ellas será la oportunidad de haber compartido la mesa con Muso, de haberlo servido y de contar con su ejemplo.

Cuando firmó mi ejemplar de su libro El proceso económico, Muso escribió: Para Luis, con aprecio de su correligionario en la lucha por la libertad. Y así era él, no se veía a sí mismo como el maestro, el líder, el padre y el ejemplo que era, sino como uno más que iba aprendiendo en el camino, y uno más que iba compartiendo en el camino. Para conocerlo mejor, puede escuchar Una conversación con Manuel Ayau, producida por The Liberty Fund.

En un mundo que anhela guías auténticos, el legado de Muso nos recuerda que la verdadera grandeza radica en la humildad y el compromiso inquebrantable con la libertad: un faro eterno para generaciones venideras.

Muso forever!


01
Ago 25

Agua a salvo, III

 

Recuerdas, ¿verdad? «Sin agua no somos nada» es la frase que inspiró esta serie de artículos sobre la legislación de aguas. Hoy voy a abordar las características que debería tener una legislación de aquella naturaleza para que respete la propiedad y la libertad, proteja el ambiente y favorezca el desarrollo social.

Pero no lo hago en un vacío filosófico ni práctico. Para ello me baso en principios como el de que el derecho surge a partir de las interacciones y conflictos entre individuos, no necesariamente de la intervención de un Estado, bien explicado en el libro «Fundamentos praxeológicos del derecho», de Ricardo Rojas; y en las experiencias del Property and Environment Research Center.

Lago de Amatitlán.

Una legislación de aguas alineada con aquellos principios y experiencia debería:

Definir claramente los derechos de propiedad:
Establecer derechos de propiedad transferibles sobre cuerpos de agua (ríos, lagos, manantiales) o derechos de uso específicos (por ejemplo, para riego, pesca o turismo). Estos derechos pueden asignarse a individuos, comunidades u otras formas de organización, según el contexto. Ejemplo: Similar a los mercados de agua en el oeste de los EE. UU., donde los agricultores pueden vender derechos de agua a municipios o empresas turísticas, una legislación en Guatemala podría facilitar que comunidades locales gestionen manantiales o ríos no navegables.

Mecanismos de mercado para la asignación:
Facilitar el surgimiento de mercados de agua donde los derechos puedan comprarse, venderse o arrendarse, asegurando que el agua se destine a los usos más valiosos (agrícolas, turísticos, domésticos). Esto fomenta la eficiencia y reduce conflictos. Ejemplo: Un agricultor podría vender parte de sus derechos de agua a una empresa turística que desee preservar un lago para actividades recreativas.

Responsabilidad por daños ambientales:
Establecer normas claras que responsabilicen a los propietarios o usuarios por la contaminación o degradación de las aguas. Esto incluye multas, compensaciones o la obligación de restaurar (por ejemplo, tratar aguas negras o reforestar riberas). Basado en «Los fundamentos…», los tribunales privados o sistemas de arbitraje podrían resolver disputas, evitando la burocracia estatal.

Incentivos para la conservación:
Podrían considerarse beneficios fiscales o económicos a los propietarios que implementen prácticas sostenibles, como sistemas de tratamiento de aguas negras, reforestación de riberas o mantenimiento de cauces. Ejemplo: PERC propone que las tarifas de entrada a parques nacionales se usen para financiar su mantenimiento. En Guatemala, los ingresos por el uso de aguas (por ejemplo, en turismo) podrían ser reinvertidos en la conservación.

Descentralización y participación comunitaria:
Facilitar que las poblaciones locales gestionen sus recursos hídricos mediante acuerdos voluntarios, como propone Rojas. Esto respeta el conocimiento local y fomenta la cooperación. Ejemplo: Comunidades indígenas en Guatemala podrían tener derechos sobre manantiales cercanos, gestionándolos según sus tradiciones y necesidades. Hay que entender mejor las experiencias en Totonicapán, donde las poblaciones han desarrollado sistemas comunales exitosos para la preservación de bosques y fuentes de agua, con comités de vigilancia y guardabosques que integran el manejo hídrico con la conservación ambiental. En La Fragua (y otras localidades de Zacapa) hay experiencias valiosas sobre la admnistración del agua por parte de los usuarios. 

Flexibilidad para diferentes tipos de aguas:
Es necesario reconocer que cada tipo de agua (marítimas, lacustres, ríos navegables, no navegables, manantiales, aguas negras) requiere enfoques específicos. Por ejemplo: Aguas marítimas: Gestionadas mediante derechos de pesca o navegación, como las cuotas transferibles individuales propuestas por PERC. Lagos y ríos: Asignar derechos de uso a comunidades o empresas, con obligaciones de reforestación y mantenimiento. Aguas negras: Promover sistemas privados de tratamiento, incentivados por beneficios económicos.

Minimización de la intervención estatal:
Limitar el rol de políticos y burócratas a garantizar los derechos de propiedad y resolver disputas graves, dejando la gestión diaria a los propietarios y usuarios. Evitar regulaciones uniformes que ignoren las particularidades de cada cuerpo de agua, como se critica en «Los fundamentos…».

Promoción del desarrollo social:
Explorar la conveniencia de que los mercados de agua incluyan mecanismos para proteger a las poblaciones vulnerables, como subsidios cruzados o derechos prioritarios para el consumo humano. Fomentar la inversión privada en infraestructura hídrica (por ejemplo, sistemas de riego o plantas de tratamiento), lo que impulsa no solo la conservación del agua, sino la creación de riqueza.

En última instancia, una legislación de aguas anclada en la propiedad privada y la libertad no es solo un marco teórico: es la clave para transformar un recurso disponible en un motor de prosperidad compartida, donde cada gota cuente para un futuro sostenible y justo para los guatemaltecos.

Columna publicada en República.


29
Jul 25

Nos sacuden los sismos

 

Sentado y tranquilo estaba en mi oficina cuando sentí el crujir inconfundible que acompaña a los sismos.  ¿Qué ocurrió en un día como hoy; pero en 1773? 

El 29 de julio de 1773 a las 3:40 p. m. sucedió un terremoto en la ciudad de Guatemala. La foto es del Archivo Histórico de Guatemala/UFM AGCA Sig. A1. Leg. 1801. Exp. 11805.

Fueron bien breves porque, cuando me levanté de mi escritorio y me dispuse a grabar cómo se mece una de las perchas de libros que tengo en mi oficina, ya el movimiento se había detenido, en las tres ocasiones. Me quedo medio frustrado cuando no puedo grabar los movimientos. El cuarto movimiento telúrico no lo sentí para nada y eso que ya estaba en mi casa, en un piso 11.

¿Sabes qué me perturba mucho? Que en situaciones como esta y como ocurrió durante los encierros forzados del 2020, demasiadas personas pierden el más mínimo sentido de cortesía y de amabilidad. Demasiadas personas se ponen en “The Walking Dead” mode y eso multiplica las tensiones y crispa los ánimos. Sobre todo en el tráfico.  No importa en qué carro vayan, a las personas les sale el cobre en días como hoy.

Las magintudes fueron:

En la madrugada hubo uno de 4.5; pero ese nadie lo comentó. Todos, menos el de la madrugada que fue en Océano Pacífico frente Ocós, San Marcos; fueron en el Departamento de Jutiapa.

Desde los sismos de hace unos dias en casa tenemos preparadas y a la mano no sólo nuestras mochilas de emergencia; sino las carpas, catres y bolsas de dormir. Hoy comenté que si volvía con ganas, los iba a devolver a su lugar usual; pero ahí está que mejor no.

Haz clic aquí si deseas conocer algunas recomendaciones para antes, durante y después de un terremoto. Recuerda que Guatemala está asentada sobre tres placas tectónicas, tiene tres volcanes activos y está cruzada de fallas, tres de ellas muy inquietas.

Hoy, en la historia

Se les llama terremotos de Santa Marta a una serie de sismos fuertes que destruyeron la ciudad de Santiago de los Caballeros, actual Antigua Guatemala, en  1773, en un día como hoy.  A las 3:40 p. m. (hora que coincide con los movimientos de hoy) se produjo el primer temblor rápido y violento que hizo salir a los habitantes de sus casas. A las 3:50 un segundo temblor, más fuerte, causó la destrucción de edificios que se hundieron, o desplomaron.  El movimiento fue tanto horizontal, como vertical y nadie podía mantenerse en pie, ni aun de rodillas. 

El 7 de septiembre hubo un terremoto de magnitud tal que derribó edificios que habían quedado dañados desde el 29 de julio; y el 13 de diciembre dos fuertes sismos desataron un nuevo enjambre sísmico.

Estos terremotos fueron la excusa para trasladar la capital del Reino al Valle de la Ermita. 

En días como estos, la preparación y la calma son nuestras mejores herramientas. No dejemos que el miedo o la impaciencia nos conviertan en parte del problema. ¡Tomemos el control, mantengamos la cordura y sigamos adelante con prudencia! Y…¡Chispas! de verdad uno no quiere un terremoto en temporada de lluvias, y en manos de los semilleros.


27
Jul 25

Amigos y caldo colorado

 

Hoy fue día de caldo colorado y fuimos a Mixco en busca de esa delicia tradicional, esta vez en el comedor de la familia Yantuche. El caldo colorado se prepara con hueso y carne de res, tomates, tres tipos de chiles, clavos de olor, pimienta gorda y de Castilla, achiote, canela, cebollas, ajos, culantro, güicoyes sazones, repollos y güisquiles.

Las ollas tiznadas son impresionantes cuando se vierte el caldo colorado.

La fiesta comenzó al llegar a casa de Majito A., donde su mamá y su tía nos ofrecieron una riquísima limonada para refrescarnos, porque caminamos —bajo el sol— desde la entrada a la población, donde nos dejó el Uber, hasta la casa que queda poco más allá del parque central.

Una vez recuperados, caminamos hacia la casa de la familia Yantuche con un buen cargamento de tortillas de maíz negro, aguacates y limones. Este año no tomamos dos caldos —como el año pasado— porque las porciones estaban muy generosas. Y, por supuesto, no podía faltar la chelita correspondiente. Caldo colorado en buena compañía es lo puro utz.

El color, el aroma y el sabor del caldo colorado son tentadores.

El caldo colorado es rojizo, su color vibrante proviene del achiote y los chiles, que le dan un tono anaranjado intenso. Es ahumado, su aroma tiene notas profundas y ligeramente ahumadas por los chiles tostados. Su sabor destaca por un toque picante que estimula el paladar. Es cálido porque evoca una sensación reconfortante, con un equilibrio de especias y caldo. Es sabroso, rico y complejo, con matices de tomates, achiote y carne.

Mientras comíamos llovió con granizo y todo, así que la sobremesa se alargó y yo deseaba muchísimo hacer una siesta. Si no hubiera sido por las risas, creo que ahí me hubiera enrollado en un rincón para dormir unos minutos.

En toda feria guatemalteca debe haber dulces típicos chapines.

Acto seguido, caminamos hacia la casa de Majito A., donde nos esperaba el café, y pasamos a comprar pan a la panadería San Francisco. ¡Qué pan! Es como el buen pan que hemos comido en lugares como Quiché y Totonicapán. Champurradas, gusanitos, cubiletes y pan francés de primera. Así que, lleno de caldo y tortillas negras, y sin hacer siesta, me comí dos cubiletes, una y media champurrada, un pan francés y medio cuernito mexicano de mantequilla. ¡Todos deliciosamente memorables! Ahí hay que volver.

El café me espabiló y agarramos camino a la legendaria y centenaria tienda de María Valdéz, en la Calle Real, donde doña Carmen nos tendría preparados huevos chimbos para traer a casa. Llegamos a tiempo para ver cuando ella cortaba aquellos dulces y los sumergía en almíbar hirviendo. Los huevos chimbos son un postre antiguo preparado con yemas de huevo, azúcar y canela, y doña Carmen —que es la tercera de una dinastía mixqueña— le añade un piquete al almíbar. Esa tienda y su propietaria son joyas de aquella población y de la dulcería tradicional de Guatemala; además, ella atiende con mucha gracia, encanto y generosidad. 

Doña Carmen Valdéz está seria porque está concentrada; pero tiene mucho encanto cuando atiende.

Cuando íbamos a la tienda pasamos por un monumento que no habíamos visto en otras ocasiones: una cruz de tiempos de don Manuel Estrada Cabrera con símbolos propios de la albañilería y en el había un gato blanco chulo que suelen alimentar vecinos porque su dueña murió hace poco 

Este año no fuimos a ver el convite de Santa Cruz del Quiché, en la plaza de Mixco, pero nos encontramos con uno tradicional con sus personajes alegres. Y hablando de personajes, esta fiesta es una oportunidad para reunir buenos amigos alrededor de la mesa, con anécdotas y risas gracias a Majito A. y a su familia, que nos ofrecen su hospitalidad. Este año nos juntamos Majito S., Sergio, William, Raúl y yo.

Personajes entrañables en uno de los convites de Mixco.

Y así, entre caldos, risas y dulces, recordamos que la vida se vive mejor cuando se comparte. En Mixco, con un plato humeante y amigos queridos, el carpe diem cobra vida: bocados memorables, historias, momentos para atesorar.

@luisficarpediem

Hoy fue día de caldo colorado y fuimos a Mixco en busca de esa delicia. El caldo colorado se prepara con hueso y carne de res, tomates, tres tipos de chiles, clavos de olor, pimienta gorda y de Castilla, achiote, canela, cebollas, ajos, culantro, güicoyes sazones, repollos y güisquiles #caldo #caldocolorado #mixco #tradicion #comidatipicaguatemalteca #amigos #luisfi61 #chapinesenusa

♬ El Mono de los Moros de Mixco – Banda del Maestro Luciano Jimenez


25
Jul 25

Agua a salvo, II

 

La semana pasada expliqué cuatro motivos por los cuales las aguas no deben ser estatizadas, con base en la frase Sin agua no somos nada. Argumenté que no hace falta una legislación de aguas que estatice el líquido vital y expuse la perspectiva praxeológica del derecho de aguas, así como otras experiencias.

Lago de Amatitlán de noche.

Prometí que hoy comentaría por qué la estatización de las aguas y su manejo son peligrosas para la conservación del líquido vital, para su buena administración, para el ambiente y para el desarrollo social.

La estatización de las aguas sería perjudicial por las siguientes razones, a partir de las aportaciones del libro Fundamentos praxeológicos del derecho y del Property and Environment Research Center:

Conservación del agua: La falta de derechos de propiedad claros lleva a la sobreexplotación y contaminación. Por ejemplo, los ríos en Guatemala, como el Motagua, sufren contaminación por aguas negras y otros desechos debido a la falta de responsabilidad directa. El PERC argumenta que los propietarios privados, al tener un interés económico en el recurso, invierten en su conservación (por ejemplo, al limpiar un lago para turismo). La gestión estatal a menudo no logra monitorear ni sancionar eficazmente a los contaminadores, menos aún si la contaminación proviene del propio Estado (como desde las municipalidades), lo que degrada la calidad del agua.

Buena administración: La centralización estatal, como se desprende de la praxeología, ignora el conocimiento local y las necesidades específicas de las comunidades. Por ejemplo, un manantial en una población rural podría gestionarse mejor por los habitantes locales, que conocen sus necesidades, que por un ministerio en la capital. El PERC señala que los mercados de agua, basados en derechos de propiedad, permiten una asignación más eficiente. En contraste, la gestión estatal en Guatemala es lenta y politizada, lo que dificulta responder a crisis como sequías o contaminación.

Ambiente: La estatización desincentiva la reforestación y el mantenimiento de riberas, a pesar de las obligaciones constitucionales. Los usuarios, al no ser propietarios, carecen de motivación para invertir en estas tareas. El PERC ha documentado casos en los que poblaciones con derechos de propiedad sobre recursos naturales (como bosques, o ríos) implementan prácticas sostenibles, como la reforestación, porque obtienen beneficios directos. La contaminación de aguas negras, un problema grave en Guatemala, se agrava por la falta de sistemas de tratamiento efectivos, que podrían desarrollarse más rápido mediante inversiones privadas incentivadas por derechos de propiedad. Aquí, los edificios están obligados a tratar las aguas, pero luego las aguas tratadas se mezclan con las negras.

Desarrollo social: La estatización limita el acceso equitativo al agua, ya que el Estado puede favorecer a ciertos grupos (por ejemplo, grandes empresas agrícolas) sobre poblaciones locales. La perspectiva praxeológica argumenta que los acuerdos voluntarios entre individuos, basados en derechos de propiedad, generan un orden social más justo. El PERC destaca que los mercados de agua permiten a las poblaciones negociar derechos, lo que favorece que el agua llegue a quienes más la necesitan (por ejemplo, para riego en poblaciones rurales), fomentando el desarrollo económico y social.

La semana próxima abordaré qué características debe tener una ley de aguas que respete la propiedad y la libertad, proteja el ambiente y favorezca el desarrollo social.

En conclusión, la estatización del agua no solo amenaza su conservación y manejo eficiente, sino que también frena el desarrollo social y ambiental. Solo a través de la libertad y la propiedad privada podemos garantizar un futuro donde el agua, que es un recurso precioso, sea protegido y aprovechado con justicia.

Columna publicada en República.


23
Jul 25

Oda al huevo frito

 

Tenía más de 25 años de no hacer huevos fritos a la vieja usanza. No solo disfruto de su sabor, sino de su textura y del sonido que hacen cuando se fríen. Esta vez usé aceite de oliva, pero los próximos los haré con manteca de cerdo.

Huevos fritos en sartén de hierro y aceite de oliva.

En esta ocasión usé la sartén de hierro fundido, pero antes los hacía en un recipiente de barro. Para que este método funcione, uno y otro deben estar bien, bien curados.

Me gusta acompañar los huevos con buen pan, y los huevos fritos se merecen el mejor pan posible, de preferencia de masa madre. Aunque a mí no me gusta el pan de masa madre si es demasiado ácido. También sirve el pan de semillas o el pan de centeno. Antes los comía con pan francés de horno de leña, pero ese ya no me es fácil de conseguir. Los de la foto los comimos acompañados por frijoles parados y chirmol.

@luisficarpediem

Huevos fritos a la vieja usanza, frijoles colorados, chirmol, campurradas y jalea de ciruelas. Café con leche. #desayuno #huevos #huevosfritos #frijoles #cafe #alimentos #alegria #luisfi61

♬ sweet day – nanaacom

En casa hemos eliminado las grasas basura y para el diario preferimos aceite de oliva, mantequilla y manteca de cerdo. Para ciertos casos muy específicos admitimos aceite de maíz.

¡Que vivan los huevos fritos! Y que nunca falten en la mesa, porque un buen huevo frito es más que comida: es tradición, es memoria, es pura alegría.


22
Jul 25

El Congreso y su piñata

 

Lo que te quitan en impuestos se piñatea de distintas formas; por ejemplo: el Congreso gasta Q7.4 millones mensuales en asesores delegados a tareas administrativas.

Los tributarios pagamos impuestos para no ir a la cárcel. La ilustración es de Grok.

¿Cuánto apuestas a que varias de esas plazas son para fantasmas? ¿Cuánto apuestas a que varios de los sueldos de esas plazas los reciben amigos, socios, parientes, compadres o algún amante?

De ahí que los impuestos sean una forma de tomar dinero ajeno por la fuerza para luego repartirlo entre la clientela de quienes tienen la facultad de cobrar tributos. Que no te cuenten que los impuestos son el precio de la civilización o que sirven para la justicia social. Los impuestos son robo y una forma de transferir riqueza con criterios políticos.

¡Basta de excusas! Los impuestos no son para el bien común, sino para engordar los bolsillos de los conectados al poder. ¿Ya es hora de exigir transparencia y justicia…o nos aguantamos?