Este domingo que viene, si los votantes en las grandes ciudades se quedan en casa, la socialdemócrata Sandra Torres del Partido Unidad Nacional de la Esperanza podría prevalecer, observa Mary Anastasia O`Grady, del Wall Street Journal, en un artículo titulado Guatemala Doesn’t Need Bernie Sanders, Central America has already tried his style of social justice and found it wanting.
El titular puede ser traducido como Guatemala no necesita a Bernie Sanders, Centroamérica ya ha probado su estilo de justicia social y lo encontró insatisfactorio…es decir que no cumplió on las expectativas, ni cumplió sus promesas.
El artículo alude a que Sanders dijo que hay que preguntarse por qué es que los migrantes centroamericanos llega a los EE.UU incluso caminando; y O`Grady explica que los migrantes nacieron en países que carecen de estado de derecho, de respeto a la propiedad privada y de libertad económica; y a que los países del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) han buscado la justicia social, al estilo de Sanders, como un camino hacia la prosperidad. No es una sorpresa que sus ciudadanos no disfruten de una, ni de la otra.
La columnista les recuerda a sus lectores que bandas de ambientalistas cierran proyectos mineros y ahuyentan a los inversionistas. Los activistas bloquean los caminos para sacudir al gobierno [como ayer, por ejemplo]; invaden fincas y roban electricidad con impunidad [como lo hace Codeca, por ejemplo]. Consciente de que la movilidad económica ascendente es casi imposible, los centroamericanos votan con los pies. Las perspectivas de cambio no son prometedoras. Las ideas son importantes, y durante generaciones la izquierda global, principalmente de Europa y Estados Unidos, ha tratado a la región como su caja de arena, donde juega con políticas que nadie compraría de otra forma. Centroamérica está a merced de aquella élite que promete utopía y entrega mercantilismo y estatismo corrupto. ¡No se puede estar en desacuerdo con esa descripción.
O`Grady observa que aquella es una de las razones por las que los guatemaltecos se asustaron [nos asustamos] el viernes, cuando se supo que Nancy Pelosi encabezaría una delegación del Congreso que visitaría a la ciudad de Guatemala esta semana para reunirse con la sociedad civil, los empresarios y otros sectores. Su oficina declinó hacer comentarios por razones de seguridad. Pero si ella va, vale la pena preguntar por qué haría su visita la semana anterior a las elecciones presidenciales del 11 de agosto. En serio, digo yo, ¿a qué viene la socialista Pelosi, justo antes de que se celebren comicios en los que la socialista Sandra Torres compite por la presidencia y por controlar los tres poderes del Estado y casi todo el sistema municipal, más la Corte de Constitucionalidad?
Si puedes, lee el artículo en el Wall Street Journal antes de la votación del domingo; porque, como dice la autora, esta elección es un hito importante en la política guatemalteca, y el factor decisivo puede ser la participación urbana. A pesar de una sólida ventaja en una encuesta reciente, Alejandro Giammattei, candidato de centroderecha del Partido Vamos, no es notablemente atrayente. Si los votantes en las grandes ciudades se quedan en casa, la socialdemócrata Sandra Torres del Partido Unidad Nacional de la Esperanza podría prevalecer.
Yo digo que hay que ir a votar y a defender la división del poder.