24
Sep 25

Adiós a Robert Redford

 

Para mí, Robert Redford es The Sundance Kid, de la peli Butch Cassidy and The Sundance Kid, de 1964; Johnny Hooker, en The Sting, la peli de 1973; y -¡Por supuesto!- Jay Gatsby, de El Gran Gatsby. También es el genial director de Ordinary People, de 1980.

Patricia Blair y Robert Redford en The Virginian. Foto de NBC Television, Public domain, via Wikimedia Commons.

La primera la vi en televisión en algún momento de los años 70. La segunda la ví pocos años más tarde con mi abuela, Frances, y mi madre en Cine Moderno, sala que se encontraba en la Sexta avenida de la zona 5, a inmediaciones del Parque de San Pedrito.  El Gran Gatsby no la ví hasta el 2020 durante los encierros forzados.  Y que hubiera película de Ordinary People fue una maravilla porque esa novela la leí en algún momento después del terremoto de 1976. Estaba entre los libros que mi padre tenía en su cabecera en esa temporada, y me conmovió mucho.

En 1977 Redford escribió un libro de denuncia sobre la expansión estadounidense hacia el oeste, The Outlaw Trail. De este tema se habla poco y creo que es importante en dos contextos: la moralina con la que los liberals abordan temas como el indigenismo y el racismo especialmente más allá del Río Grande, al ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio; y los contrastes y comparaciones de la colonización del oeste con la expansión de la corona hispánica en este lado del océano Atlántico.

Robert Redford falleció el 16 de septiembre del 2025. Adiós, Robert Redford.


13
Ago 25

¡Viva la feria!

 

Tal y como escribió José Milla y Vidaurre, en Cuadros de Costumbres, la Feria de Agosto en la ciudad de Guatemala no sólo es un evento comercial y de esparcimiento, sino un espectáculo social. En aquella obra, Pepe Milla escribió que Me dirigí al lugar de la escena, armado de mi espíritu de observación, como quien lleva un telescopio para ver de cerca los astros, o un lente para tomar una fotografía. La plaza y las calles de Jocotenango estaban blanqueadas por disposición de la policía, y los árboles seculares que sombrean el lugar parecían mirar con desdén el movimiento de la feria. […] La feria de Jocotenango es un pretexto: los que van a comprar bueyes o mulas son pocos; los más van a ver y a ser vistos, a comer dulces, a beber chicha, a divertirse con las ocurrencias del pueblo.

Doña Josefina tiene décadas de ofrecer dulces en la Feria de Agosto.

Pues yo también visito la feria, cada año, para ejercer el antiguo arte de people watching. Es tradición que voy en compañía de Carmina y de Raúl, y este año se nos unió Danilo, el novio de Carmina, y nos hizo falta el Tian, hijo de mi amiga. También nos hizo falta Luisa, que fue con nosotros el año pasado. Hay que ir a la feria en buena compañía para disfrutar mejor del paseo y para compartir la alegría.

Como en 2024 visitamos la dulcería de doña Josefina, que este año estaba acompañada por su hija, Yolanda, y no por su nieto, Kendal. Los dulces de aquella dama de Comalapa son frescos y deliciosos; pero lo mejor es la forma alegre y amable con la que atiende a la clientela. Ese puesto está junto al monumento ruidoso que hay en la fiesta, digamos que en la esquina suroriental. Si no le atinas a esta forma de orientarte, búscala a mano derecha, viendo hacia el Parque Morazán. Ahí compramos conserva de coco blanca y conserva con panela, chilacayote, canillitas de leche, chancaca, dulce de pepitoria, alfeñiques… y olvidé comprar mazapán.

Las garnachas son irresistibles.

¡Por supuesto que comimos garnachas! No encontramos la garnechería del año pasado, pero gracias a nuestros cuates Chema y Ariel nos quedamos en la número 68. Por algún motivo, este año algunos puestos de la feria no tienen sus nombres, sólo números. En la 68 hubo buenas garnachas con bastante cebollín. Comimos acompañados de Orange Crush y Tiki porque… ¿vas a creer que ya no venden cervezas en la feria? ¡Obvio que se están perdiendo los valores! Entiendo que se quiera un ambiente familiar —libre de bolos—, pero debería hacerse como en los diamantes de béisbol en los Estados Unidos de América, donde se venden cervezas, pero si te pillan bolo y conflictivo te sacan pie con jeta.

Los churros los comimos en Churros Occidental chulísima, muy moderna y elegante. En la Santo Domingo tomamos el atol de elote, sin maicena, bien hecho, sabroso como debe ser.

Lo sagrado y lo profano se mezclan en la feria desde siempre.

Esta vez no subimos a los carros chocones y no oí una buena lotería; pero no me quedé sin ir al tiro al blanco, de donde salí con llaveros del Hombre Araña, de Deadpool y con un colmillo para colgar al cuello.

No sólo José Milla escribió sobre la feria en el siglo XIX. En Tiempo viejo (citado por crónicas históricas), Ramón A. Salazar escribió que en el Jocotenango de antaño, la feria de agosto era un hervidero de gentes de toda laya: indios con sus bestias, criollos en carruajes, y hasta los señoritos liberales que venían a lucir sus trajes. El hipódromo, orgullo del gobierno de Barrios, atraía a las multitudes, y las calles se llenaban de puestos de comida, de chicha, de baratijas. Era un cuadro vivo de nuestra Guatemala, con su bullicio y su color.

Toda feria que se respete tiene loterías.

Y Antonio Batres Jaureguí anotó que la feria era el gran acontecimiento de agosto donde los indígenas traían sus productos, los criollos sus carruajes, y todos se unían en un festejo que mezclaba lo sagrado con lo profano, bajo la sombra de los árboles y el tañer de las campanas.

Recuerdos de niño

La Feria de Agosto me trae recuerdos de mi niñez. Mi primer recuerdo de la Feria de Agosto (como también se la conoce para distinguirla de la Feria de noviembre, que era la de don Jorge Ubico) es de cuando estaba en primer grado de primaria. Mi padre y mi tío Freddy nos llevaron a mi hermano y a mí; y en el tiro al blanco me gané una botellita de vino que mi mamá usó para sazonar un pollo.

Las abejas encantadoras y fascinantes se dan una fiesta con las torrejas.

También recuerdo que me dio miedo pasar junto a las carpas en las que eran exhibidas la mujer araña y el niño gusano. ¿Por qué es que ya no hay ese tipo de espectáculos en la Feria de Jocotenango? ¿La gente dejó de disfrutar de aquella candidez? En 2007, en la Feria de verano, en Coatepeque había un espectáculo de Mariacandunga, la peluda, y ¿vas a creer que no entré?

En mi primera visita a la Feria de Agosto recuerdo que subimos a uno de esos aparatos que dan vueltas y que me bajé totalmente mareado. No volví a sentir nada tan espantoso hasta hace unos años, en Sumpango, cuando tuve la mala idea de subirme a la rueda de Chicago.

Yours Truly en el tiro al blanco. Foto por Raúl Contreras.

De la feria me fascinaba cómo cantaban lotería; y en casa mi tía abuela La Mamita imitaba muy bien a los de la Feria: ¡El Sol, cachetes de gringo! ¡El negrito, calzón rayado! ¡La muerte quirina, que andando se orina! Ojalá me acordara de más de esas frases, que no volví a oír hasta 2016.

Fiesta que no muere

La Feria de Agosto es más que una tradición; es un lienzo vivo donde se pintan las risas, los sabores y los recuerdos de Guatemala. Es el lugar donde el pasado abraza al presente, donde las garnachas y los dulces de doña Josefina nos recuerdan que la vida se saborea en compañía. Así que no dejes pasar la oportunidad: coge a tus cuates, visita Jocotenango y déjate llevar por el bullicio de esta fiesta que, como dice el lema de Carpe Diem, nos invita a apoderarnos del día.

Colores, sabores, texturas, sonidos y aromas en la feria.

¡Sólo no vayas el viernes 15 porque como es el mero día de la festividad patronal de la ciudad de Guatemala, y hay feriado, pues hay chumules de gente!


08
Ago 25

Agua a salvo, y IV

Sin agua no somos nada; y desde la perspectiva praxeológica desarrollada en el libro «Fundamentos praxeológicos del derecho», de Ricardo Rojas, y los principios del ambientalismo de mercado del Property and Environment Research Center, la privatización del agua —o al menos su gestión basada en derechos de propiedad claramente definidos— se justifica por cuatro razones:

¿Quién querría el agua estatizada en manos de políticos y burócratas?

Incentivos para la conservación
El PERC argumenta que los derechos de propiedad privada alinean los intereses de los propietarios con la gestión sostenible de los recursos. Si una persona o comunidad tiene derechos claros sobre un cuerpo de agua (como un río, lago o manantial), tiene incentivos para protegerlo, ya que su valor económico y utilidad dependen de su calidad y disponibilidad. Por ejemplo, el propietario de un manantial querrá evitar su contaminación para maximizar su uso —agrícola, turístico, o de otro tipo—, mientras que, en un sistema estatal, la falta de responsabilidad directa normalmente lleva al descuido.

Acción individual y orden espontáneo
En Fundamentos praxeológicos del derecho, Ricardo Rojas sostiene que los fenómenos sociales —incluido el derecho— emergen de las acciones individuales coordinadas. Aplicado al agua, esto implica que los derechos de propiedad surgen cuando las personas reclaman y gestionan recursos para satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, comunidades locales que dependen de un río pueden establecer acuerdos privados para su uso y así generar normas de conservación sin intervención estatal. Este enfoque evita la burocracia y promueve soluciones adaptadas a las necesidades locales.

Diversidad de usos y eficiencia
Los distintos tipos de aguas —marinas, lacustres, fluviales, manantiales o residuales— tienen usos variados: navegación, pesca, agricultura o tratamiento de residuos. El PERC resalta que los mercados, basados en derechos de propiedad, permiten asignar recursos de manera eficiente a través de precios y acuerdos voluntarios. En mercados de agua como los del oeste de Estados Unidos, por ejemplo, agricultores pueden vender derechos de agua a empresas turísticas o municipios, optimizando su uso según la demanda.

Responsabilidad por daños
Tanto Rojas como el PERC coinciden en que los derechos de propiedad facilitan la rendición de cuentas. Si un río es privado o gestionado por una población, cualquier daño —como la contaminación por aguas negras o industriales— puede ser reclamado directamente al responsable, incentivando prácticas sostenibles. En un sistema público, la responsabilidad suele diluirse y el Estado rara vez compensa adecuadamente a los afectados.

La Constitución de Guatemala establece que las aguas son de dominio público y que su aprovechamiento debe servir al interés social, con obligaciones como la reforestación. Sin embargo, la debilidad institucional ha contribuido a la contaminación de ríos como el Motagua y el Samalá, así como de lagos como Amatitlán y Atitlán. Desde las perspectivas praxeológica y del PERC, estas fallas responden a la falta de incentivos claros y a la politización de la gestión del agua.

Una legislación basada en derechos de propiedad y mercados podría abordar estos desafíos, sin excluir salvaguardas para proteger tanto a las comunidades como al medio ambiente. La privatización del agua —entendida como la asignación de derechos de propiedad o de uso— fomenta la conservación y la eficiencia al alinear los incentivos individuales con el bienestar colectivo, como argumentan Rojas y el PERC.

La estatización, en cambio, suele generar problemas como la tragedia de los comunes, la burocracia y la politización, que afectan negativamente la gestión del agua y el desarrollo social en Guatemala. Una legislación no populista debería combinar derechos de propiedad definidos, mercados de agua, responsabilidad por daños y descentralización. Todo esto respetando la libertad individual y promoviendo la sostenibilidad ambiental y el desarrollo social.

El futuro del agua en Guatemala no depende de la política y la burocracia, sino de más libertad, responsabilidad y propiedad.

Fin de la serie. Columna publicada en República.


25
Jun 25

Mi flor alienígena, Ofelia brilla

Ofelia es una flor que no pasa inadvertida y que, con su rareza, nos enseña que hasta lo más peculiar puede tener su lugar en el mundo.Ofelia es el nombre de mi flor de Perdidos en el espacio y si visitas Carpe Diem con frecuencia recordarás que la tengo en mucha estima, a pesar de su olor.

Ofelia en mi balcón.

Lleva aquel apodo en alusión a la flora que salía en aquella serie de televisión sesentera; y es que mi Stapelia gigantea se ve como algo de otra galaxia; y ya tiene tanto tiempo de ser parte de la familia que hasta le pusimos nombre.

Ofelia es una suculenta que tiene la particularidad de que hiede. Despide una pestilencia como a carne podrida; y aparte de eso, llaman la atención su notoria hirsutez, su color y su tamaño. Nunca ha sido polinizada, pero atrae moscas que han de acudir fascinadas por su olor característico.

¿Te preguntarás cómo es que me causa alegría aquella flor tan poco agraciada? Y te diré que quizás es por su aspecto raro y porque es perseverante.

Un cuate hawaiano me contó que esta flor se encuentra en las partes más secas de la Isla Grande, y es conocida como Caron Flower, supongo que en referencia al barquero Caronte y en alusión a su olor. Uno ve el centro de esta flor y parece estar frente a un vórtice que lo llevará a la presencia del barquero. Cuando mi cuate era guía turístico, allá, se divertía mucho cuando los visitantes no le creían lo del olor y acercaban sus narices a las flores.


02
Jun 25

Lo mejor de mayo

 

Los pinabetes retoñan notablemente en mayo; y es un espectáculo precioso ver un bosque de esos árboles en ese mes.

Los retoños de pinabetes son chulisimos.

Porque visito la finca El Encanto en diciembre y enero, cuando las ramas de los pinabetes ya están bien maduras, yo no tenía idea de lo bello que es el proceso de retoño. Los pinabetes que disfrutamos para las fiestas de fin de año y que llenan de aroma muchos hogares guatemaltecos son chulísimos en mayo. Resulta que, mientras las ramas maduras muestran el color verde oscuro al que estamos acostumbrados, los nuevos crecimientos muestran variadas tonalidades de verde tierno.

Encontramos hongos dorados en el bosque.

Gracias a Rafa y Mercedes —que también nos invitaron en mayo, además de haberlo hecho en enero—, un grupo de amigos y yo descubrimos a los pinabetes en su proceso de retoño. La paz y los aromas que se respiran en un bosque de Abies guatemalensis es encantadora. Amanecer con el frío de Tecpán es vitalizante. Salir a recoger moras silvestres y platicar sobre la vida es un placer delicioso. Además…descubrimos unos hongos dorados que nunca había visto antes. 

Rafa y Mercedes también organizaron un churrasco en el bosque con una vista hermosa de hasta siete horizontes.

Humo, carbón, aromas, sabores y texturas para el alma.

¿Por qué te cuento esto? Porque en mi vida es importante el contacto frecuente con la naturaleza; pero no para apartarme o esconderme, sino para compartir con amigos y nuevas personas a la sombra de los árboles, acariciados por el viento, alrededor de una buena mesa y libando cosa buena. Y porque creo, de verdad, que hacerlo con frecuencia es muy enriquecedor.

El churrasco estuvo buenísimo, y de casa, para la cena del viernes, llevamos ensalada de bolovique y arroz con palmito; y para la cena del sábado, llevamos salpicón para comer sobre tostadas de tortillas.

@luisficarpediem

Los pinabetes retoñan en mayo, y nunca había vidto ese proceso bello #pinabetes #arboles #bosque #vida #Amigos #naturaleza #luisfi61 #campo #elencanto

♬ Aware – Adrián Berenguer

Es una dicha vivir la naturaleza, compartir con amigos y descubrir el encanto de los pinabetes en mayo.


07
Abr 25

Adiós a Jay North

 

Jay North fue Terry Bowen en la serie de televisión Maya y fue Dennis Mitchell en la serie Daniel el travieso. Dos series que me gustaban mucho cuando era niño. Maya es de 1966 y Daniel el travieso es de mucho antes, 1959.

Maya, Raji y Terry, de la serie Maya. Foto por MGM TV, Dominio público, via Wikimedia Commons.

En la primera serie, Terry Bowen y su amigo indio Raji buscan al padre del primero, un cazador que se perdió en la India. Terry y Raji tienen muchas aventuras en compañía de la elefanta Maya. En la segunda serie, Dennis Mitchell es la pesadilla de sus padres y del señor y la señora Wilson, a pesar de las buenas intenciones del niño.

Maya era una de mis series muy favoritas junto a Flipper, Las nuevas aventuras de Huckleberry Finn, Tarzán, Daktari y Perdidos en el espacio.

Adiós, Jay North, que falleció el 6 de abril de 2025. Que tu recuerdo perdure en esas aventuras que me hicieron soñar.


31
Mar 25

Tradiciones y el pulso de Guate

 

A mediados de los años 80 mi papá llegó a casa con la novedad de que había visto una procesión de la brigada militar Guardia de Honor. Como mi padre había estudiado en la Allen Military Academy, en Texas, tenía cierto gusto por la disciplina y el orden militares, sin exagerar la nota; y llegó muy conmovido por la procesión castrense. ¿Qué se le ocurrió hacer ese día? Pues le escribió una carta a quien quiera que fuera el comandante de esa brigada para felicitarlo.

Banderas de diferentes unidades del Ejército acompañaron a la procesión.

No sé si el oficial en cuestión recibió la misiva y seguro que no hubo respuesta, porque mi padre lo hubiera comentado en casa.

Ayer, casi por casualidad, me topé con la procesión en cuestión, misma que fuimos a ver a la 12 avenida de la zona 1 cuando ya iba de regreso al cuartel. Como es un vía crucis, nos tocó ver una estación en la iglesia de Santo Domingo y otra en el Liceo Mercantil.

Estudiantes del Liceo Mercantil recibieron y despidieron al cortejo con fanfarrias.

Ambas paradas tuvieron su carácter especial. Por ejemplo, en la iglesia había un grupo de personas mayores en sillas de ruedas y el anda fue entrada por cargadores encapuchados. En el colegio, los muchachos recibieron y despidieron el cortejo con fanfarrias.

Para las personas mayores en sillas de ruedas es una oportunidad para vivir recuerdos.

Llama la atención que diferentes cuerpos de la Policía Nacional Civil y del Ejército cargan el anda; y son muy elegantes las capas verde olivo que portan los civiles que participan, así como las que llevan las damas que… además… usan mantillas y peinetas muy elegantes.

Las señoras participantes lucieron mantillas y peinetas.

Me alegra mucho haber visto esa procesión y, por supuesto, aproveché la ocasión para recordar a mi padre, que hubiera estado muy contento de estar ahí.

Una vez escuché, de un habitante de San Sebastián, Retalhuleu, que Un pueblo sin tradiciones es un pueblo muerto. Dichosamente, los guatemaltecos -a lo largo y a lo ancho de Guatemala- tienen las más variadas y ricas tradiciones. Todas con tronco y raíces comunes, pero adaptadas e interpretadas de acuerdo con los sistemas de creencias de millones de individuos, familias y poblaciones. Las tradiciones también crean comunidad, nos dan sentido de estabilidad y de pertenencia, y sentido de propósito común… cuando hace falta. De ahí que el valor sanador y constructor de las tradiciones sea consecuencia de un largo proceso evolutivo, y no pueda ser el resultado de imposiciones ni de prohibiciones. Ese valor se aplica incluso para tradiciones cuyo contenido místico uno podría no compertir.

La procesión de la Guardia de Honor tiene un carácter muy especial.

Por eso, mientras las procesiones sigan recorriendo nuestras calles, Guatemala seguirá viva, tejiendo su historia con hilos de recuerdos.


11
Feb 25

Mueren 51: ¿quién es responsable?

Luego del accidente de ayer en la Calzada de la Paz, me acosté triste y me desperté triste; pero el dolor que causa la muerte de 51 personas y el dolor de sus deudos no será en vano si inspira un cambio de paradigma que mejore la calidad de la seguridad vial. Porque no es que haga falta más regulación; lo que no hay es voluntad de hacer cumplir la que ya existe, ya que las supuestas autoridades, en realidad, no tienen autoridad. No la tienen el Presidente y sus ministros para que haya un seguro, o para que se cumplan las condiciones del seguro (cuando lo hubiere), y no la tienen los policías de las carreteras cuando se enfrentan a un piloto y su ayudante armados con machetes.

Accidente en la Calzada de la Paz a imediaciones del Puente Belice. Foto de Repúblicagt.

Y claro, podemos seguir haciendo lo mismo para tener los mismos resultados, o podemos explorar soluciones innovadoras y creativas. La elección es nuestra: resignarnos al caos o exigir un cambio real. Si no lo hacemos ahora, ¿cuántos muertos más necesitamos para reaccionar? ¿Quién es responsable de lo que ocurrió ayer en la Calzada de la Paz? ¿Va a haber consecuencias’?

Estoy convencido de que las licencias de conducir (todas las licencias de conducir) deberían ser expedidas por empresas aseguradoras privadas, lo mismo que los permisos para operar flotas de buses. ¿Por qué? Porque las empresas aseguradoras, a diferencia de los políticos y burócratas, sí tienen mucho que perder con los accidentes viales. Estoy convencido de que fue una canallada de la administración Giammattei derogar los seguros para el transporte colectivo como respuesta a presiones de los transportistas. Estoy convencido de que el seguro debe ser personal y obligatorio para todo prestador de servicios de transporte colectivo y de carga.

Está clarísimo que el modelo de entes reguladores (de carácter político) ya se agotó. No sólo en el caso del transporte, sino en cualquier otra instancia que quieras mencionar.

Solidaridad chapina

Dicho lo anterior, me quito el sombrero con el respeto más absoluto para los socorristas, bomberos y demás voluntarios que han ayudado en esta tragedia.

También para vecinos y personas que ayer proveyeron alimentos y bebidas en el lugar de la tragedia para los deudos, afectados y equipos de rescate. Y para la funeraria que ofreció ataúdes. Y para los vecinos y personas que construyen nichos. La chapinidad se volvió a manifestar en forma de solidaridad y generosidad en medio del sufrimiento, de la misma forma en que se ha expresado en otras ocasiones.

Prueba de que el concepto de prójimo y el sentido de comunidad pueden más que todas las instancias políticas y burocráticas a la hora de auxiliar rápida y efectivamente en casos como el del accidente.

El Estado promete seguridad, pero ofrece muerte. La comunidad promete nada, pero entrega ayuda. Elijamos mejor en quién confiamos.


09
Ene 25

A diez años de Charlie Hebdo

 

¿Cómo se me pudo pasar? El 7 de enero de 2015, dos hombres enmascarados y armados con fusiles de asalto entraron en la oficina de la revista satírica francesa Charlie Hebdo y al grito de Al-lahu-Àkbar mataron a 12 personas e hirieron a otros 11. Los terroristas se identificaron como miembros de Al Qaeda.

La periodista Zineb El Rhazoui y yours truly en la UFM.

El décimo aniversario de aquel atentado que no sólo segó vidas, sino que fue un ataque contra la libertad de expresión fue hace dos días y se me pasó recordarlo.

La periodista Zineb El Rhazoui se salvó porque estaba de vacaciones; e igualmente se salvaron otros miembros del equipo humano del semanario. ¿A que no sabías que  Zineb El Rhazoui visitó Guatemala en marzo del 2019 con ocasión del College Freedom Forum que se celebró en la  Universidad Francisco Marroquín.

Durante el College Freedom Forum, Zineb El Rhazoui explicó el valor de la libertad de expresión y del precio que ella y sus colegas han pagado para defenderla. Ella ha sido el blanco de miles de amenazas de muerte y de fetuas. Zineb dio detalles estremecedores acerca de la naturaleza de aquellas amenazas.

La periodista contó historias acerca de personas que viven bajo la opresión de la sharía en países islámicos. Miles de personas que se esconden en el mundo musulmán, dijo, porque no tienen libertad para vivir sus vidas. Personas que son azotadas, encarceladas, perseguidas, exiliadas o condenadas a muerte.

Zineb advirtió sobre la importancia de distinguir entre criticar ideas y criticar personas; advirtió contra el peligro de tachar de islamofobia, o de racismo la posibilidad de criticar las ideas islamistas. Occidente no debe caer en esa trampa.

En una entrevista que le hizo elPeriódico nos deja joyas para meditar:

  • No he sentido suficiente miedo como para decir: no voy a seguir luchando.
  • No estaba de acuerdo con que me impusieran la manera en la que yo tenía que hacer las cosas.
  • En mi país hay muchas tradiciones que van contra los derechos humanos; por ejemplo  que a una mujer viuda a tengan que matar porque ella ya no tiene razones para vivir. 
  • Cuando se incluyen las tradiciones de la religión dentro de las leyes de un país es cuando se empieza a violar los derechos de muchas personas.
  • En muchas ocasiones he sentido miedo cuando he recibido las amenazas de muerte donde describen como me matarían.

29
Nov 24

Black Friday vs. Día Sin Compras

 

Hoy es el Black Friday y también es el Día de No comprar nada. La primera es una especie de fiesta capitalista, posible gracias a la productividad y a la mejora de la calidad de vida propias de ese sistema. La segunda es una especie de antifiesta socialista, supuestamente contra el despilfarro y contra un malentendido individualismo.

La tacañería contrasta con la productividad. Una no es riqueza, y la otra sí. Chatgpt.

En los Estados Unidos de América —y en otras partes del mundo, incluida Guatemala— el Black Friday se celebra el viernes después del Día de Dar Gracias, y allá en el norte es el día en el que la gente compra más. Muchos negocios atraen compradores con ofertas y descuentos verdaderamente atractivos. Por otro lado, el Día Sin Compras es una jornada de protesta contra el consumismo y el derroche. Incluso hay activistas que se organizan para tratar de impedir que la gente visite centros comerciales. Una celebración es pacífica; el otro evento puede no serlo.

Individualismo, por cierto, no se refiere a que la mayoría de las personas viva aislada, al margen de la sociedad, ni a que la mayoría contemple su ombligo y solo vea por sus propios intereses, ignorando la división del trabajo y la cooperación social pacífica. En cambio, el Individualismo propiamente dicho es el sistema que respeta absolutamente los derechos individuales de todas las personas, sin distinciones ni privilegios. Se opone al colectivismo, que no reconoce la existencia de los derechos individuales y solo considera los supuestos intereses colectivos.

Este choque de visiones en el día de hoy sirve para explicar que —contrario a lo que cree la gente en la calle— no son los gastos ni las compras los que mueven la economía, el capitalismo o la prosperidad. Quien mueve la economía, el capitalismo y genera prosperidad es el ahorro. ¡Sorpresa! Del ahorro sale el capital, y del capital surgen las inversiones productivas. De las inversiones productivas nacen los bienes y servicios que enriquecen buena parte de nuestras experiencias de vida, así como los empleos productivos.

Sin ahorro (y por eso el despilfarro no es aconsejable), no habría nada de aquello, porque la oferta genera su propia demanda. No en el sentido de que si yo ofrezco bienes necesariamente haya demanda por ellos, sino en el sentido de que, para que yo ofrezca bienes —digamos zapatos—, tengo que invertir (demandar) en materias primas, trabajadores capacitados, ejecutivos creativos, máquinas, inmuebles y todo lo que se necesita para que mis zapatos se vendan con éxito.

El ahorro no debe ser confundido con avaricia. Mientras que el ahorro es una conducta sana con miras a prever para el futuro y con propósito, la tacañería no solo implica no gastar, sino que, cuando se gasta, se pasa mal. El ahorro conduce al placer, mientras que la tacañería lleva al sufrimiento.

De ahí que el Día de No Comprar Nada sea engañoso. A simple vista y de modo superficial parece una forma de ahorro, pero en realidad es solo una manifestación anticapitalista e incluso antihedonista.

¿Habías pensado en eso?