16
May 24

Crimen, percepción y realidad

A un cuate, con hijos preadolescentes, un grupo de delincuentes lo dejó cuadraplégico. Para él, si en enero y febrero del 2024 hubo menos homicidios que en el mismo período del 2023 y luego, en marzo y abril hubo más homicidios, es un tantito irrelevante.

Desde donde está ahora, a causa de delincuentes que no han enfrentado las consecuencias jurídicas de sus acciones criminales, aquello es como discutir acerca del sexo de los ángeles, o acerca de cuántos de ellos caben en la cabeza de un alfiler

¿Esta gráfica debería distinguir entre homicidios y asesinatos?

Ojo…¡por supuesto que es importante que disminuya la delincuencia! Pero es importante que sea disminuida porque el gobierno cumple con sus únicas funciones legítimas que son proveer seguridad y justicia de forma sostenida y sostenible.  Es bizantino celebrar que la delincuencia disminuya estacionalmente, o que disminuya dos meses para volver a crecer en el siguiente bimestre.

La seguridad y la justicia por cierto, son como un banco que descansa sobre tres patas: apoyo legislativo, apoyo presupuestario y apoyo político.  Y abarca no sólo a la policía, sino a los tribunales de justicia, la fiscalía y al sistema penitenciario. Ningún programa de seguridad ciudadana -que no sea basado en la circulación de paneles blancas y otras prácticas similares- va a funcionar, en el largo plazo, si no se entiende aquello.

Y voy a añadir un quinto elemento que se hizo evidente en la zona 14, la semana pasada, cuando un grupo de agentes privados de seguridad hizo posible la captura de un grupo de secuestradores express, captura que trataron de capitalizar en el Ministerio de Gobernación.  Las personas -individualmente, o asociadas; directamente, o por medio de agentes en los que confían- tienen derecho a defenderse.  Pero, si tienen que hacerlo, ¿por qué tienen que pagar impuestos supuestamente destinados a la seguridad ciudadana?  Además, deben diferenciarse aquellos esfuerzos, de los que podrían hacer grupos de justicieros.

Dicho lo anterior, es un desatino calificar de mera percepción la existencia de una criminalidad evidente en las vidas diarias de muchísimas personas.  Por los lugares donde viven, por los lugares donde circulan, por los horarios en que se movilizan, por los empleos en los que trabajan, demasiadas personas están expuestas a los efectos directos e indirectos de la delincuencia impune. 

No es prudente ignorar las angustias de esas personas; no es prudente ningunear la información acerca de actos delincuenciales; la gente necesita saber cuáles son los lugares peligrosos para vivir y para circular; es absurdo que en un lugar se comentan delitos reiteradamente y con frecuencia y las autoridades no puedan montar una operación de inteligencia para capturar y conseguir sentencias condenatorias para los responsables; es increíble que grupos delincuenciales puedan actuar con frecuencia y de forma sostenida sin protección, o complicidad de algún tipo.


04
Mar 14

La fiebre de las tabletas

Según el Viceministro de Prevención de la Violencia y el Delito, la entrega de tabletas electrónicas a 70 policías que patrullan a pie y la carnetización de más de mil vecinos y comerciantes, fracasó porque el Consejo Nacional para la Protección de la Antigua Guatemala  no atendió las solicitudes de mejorar la red en la ciudad para ese propósito.  Y hoy nos enteramos de que  los inspectores de trabajo en la capital usarán tabletas digitales para la supervisión de las leyes laborales, informó el Ministerio de Trabajo.

¿Qué hay con la fiebre de tabletas?

Yo digo que los policías no necesitan tabletas.  Basta con teléfonos inteligentes si lo que querían era comunicarse, tomar fotos y vídeos, localizarse con GPS y cosas así.  ¿Has leído los partes de la policía? ¿Qué harían con tabletas? ¿Ver vídeos chistosos en Youtube? ¿Qué harán los inspectores de trabajo? Si los diputados, en sus curules usan las compus y las tabletas para jugar solitario y para ver chavas.  ¿Te imagínas para qué las usarán policías e inspectores?

No se…tal vez soy muy suspicaz; pero no está de mas preguntar.


10
Jun 13

Guatemala y el Indice de criminalidad 2013

A ver…¿qué lugar ocupa Guatemala en el Indice de criminalidad 2013?  Pero antes de ver las cifras, he aquí información sobre el índice: El índice de criminalidad es una estimación sobre el nivel general de crimenes en una ciudad, o país.  Niveles de criminalidad de 50 son razonables y los niveles de criminalidad de más de 100 son muy altos.  El Indice de seguridad es, por otro lado, lo opuesto al Indice criminal.  Si una ciudad tiene un Indice de seguridad bajo, se considera que es una ciudad muy segura.

Ahora veamos los números:

En cuanto al Indice de criminalidad, para hoy lunes 10 de junio de 2013, el de Guatemala es de 87.24; en tanto el de Caracas es de 85.7; el de Johannesburg es de 83.93 y el de Johor Baharu es de 81.56.  Para más referencia, el de la ciudad de México es de 77.86 y el de San José de Costa Rica es de 66.29.  El Indice de seguridad, de Guatemala, es de 12.76, el de México es de 22.14 y el de San José C.R., es de 33.71.

¿Qué pasa si vemos los componentes del índice?  Veamos unos:

  • Incremento de la delincuencia en los últimos 3 años: 95.0
  • Preocupaciones acerca de allanamientos y robos de casas: 80.0
  • Preocupaciones acerca de ser asaltado y robado: 95.0
  • Preocupaciones acerca de robo de autos: 95
  • Preocupaciones acerca de que sean robadas cosas del automóvil: 81.25
  • Preocupaciones acerca de la posibilidad de ser sujeto de un ataque físico debido a el color de la piel, el origen étnico, o la religión: 50.0

Te lo dejo al costo.


09
Abr 13

Atol con el dedo para los chapines

A ver…recuérdenme por qué es que muchos chapines votaron por los actuales pipoldermos.  Ah, es porque ofrecían seguridad.  Hoy, sin embargo, leemos que de acuerdo con un informe presentado por el Grupo de Apoyo Mutuo, durante el primer trimestre de este año las muertes violentas en el país se incerementaron en un 9& comparado con 2012.

Pero los chapines votaron por Los Colom/Espada porque ofrecían ¿seguridad con inteligencia? Y votaron por Alfonso Portillo porque Efraín Ríos Montt estaba con él y ofrecían seguridad.  Y siempre ha resultado que la delincuencia y la inseguridad van creciendo y se van multiplicando.  Sospecho que a los votantes chapines les dan atol con el dedo.  Y sospecho que la seguridad y la justicia no son prioridades.  Sospecho que son más importantes el poder y el saqueo, que la seguridad ciudadana, y que la impartición de justicia pronta y cumplida.


02
Abr 13

Trato inhumano para la PNC

No soy un fan de la Policía Nacional Civil; y sí, sí he leído las historias de policías violadores, secuestradores, extorsionistas, abusadores y cómplices de delincuentes.  Pero ahora que leí la historia esa de que los agentes destacados en sitios turísticos de Izabal recibieron raciones de alimentos vencidos me molestó muchísimo y me tiene indignado.

¡Carajo!, ¿qué tan inhumano y pura lata hay que ser para mandarle comida vencida a alguien?  Además, las latas que se muestran en la foto de la noticia que origina estas líneas se ven viejas, lastimadas y en mal estado.  La comida no sólo está vencida sino que parece desperdicio.  No es justificar las cosas; pero, ¿por qué nos extraña que la policía sea corrupta e ineficiente si sus agentes son tratados como animales?

La PNC, junto con los tribunales de justicia, el Ministerio Público y el sistema penitenciario, es uno de los cuatro pilares del sistema de seguridad y justicia.  Y la seguridad y justicia son las únicas justificaciones razonables para tener un gobierno.  Pero tenemos un Ministerio Público que es incapaz de culminar investigaciones criminales de forma exitosa; tenemos tribunales lentos, venales y prevaricadores; tenemos cárceles que están en poder de los delincuentes; y tenemos policías que…bueno, ya lo dije arriba; pero que, además, son tratados de forma inhumana. ¿Por qué nos extraña que la inseguridad ciudadana y la injusticia estén a la orden del día? Está claro que la seguridad y la justicia no son prioridades para los pipoldermos.  Imagínate tu, trabajando en Izabal (o donde sea) con esos uniformes que han de ser saunas portátiles, con sueldos de miseria, con la moral por el suelo, sin apoyo político, ni administrativo; y recibiendo latas de comida vencida y con mal aspecto.

Desde una perspectiva humana me dieron pena los policías.


17
Jul 12

El dilema de las juntas de seguridad

Plis jelp.  En este tema todavía tengo muchas dudas.  En Ciudad Quetzal, donde los habitantes son aterrorizados por los delincuentes -y las autoridades brillan por su ausencia– algunos vecinos aplauden la captura de los miembros de la junta de seguridad, mientras que otros creen que los criminales volverán a asolar el lugar.

Entiendo la desesperación de los vecinos y se que las autoridades tienen abandonados este y cientos de cientos de lugares más donde los delincuentes hacen lo que les da la gana.  Entiendo que las personas tienen derecho a usar la fuerza para defenderse.  Es más, coincido con Ayn Rand en eso de que las mismas razones que justifican el no iniciar el uso de la fuerza en la sociedad, son las que justifican su uso para enfrentar a los que empiezan con la violencia.

Sin embargo, las turbas no me tranquilizan.  Le temo al poder de las turbas y a su arbitrariedad.  Se que sin ley y sin debido proceso, lo que hay es abuso de poder.  Se que cuando las turbas se desatan, nadie es responsable.  Me pone la carne de gallina pensar en qué es lo que ocurre cuando las turbas son dirigidas por zelotes y fariseos.  Presiento que más de un comité de seguridad puede convertirse en instumento para venganzas personales.

Y claro…entiendo, perfectamente, que el estado no es ajeno a los males de la turba, ni a las calenturas de los zelotes y los fariseos, y que muchas veces es herramienta para conseguir intereses personales.

De pronto me pongo de parte de las juntas de seguridad, y de pronto no; pero lo que no puedo hacer -sin sentirme muy incómodo- es ponerme del lado de las supuestas autoridades (ausentes, corruptas e incapaces).  El vídeo de abajo (en inglés) me ha dado algunas luces…¿tú que opinas? ¿Cómo hacemos para que la gente esté protegida contra los delincuentes, pero que no haya arbitrariedades, ni abusos de poder?


23
Abr 12

El Ejército, la seguridad ciudadana y la ONU

He aquí un fenómeno interesante para meditar y discutir.  En la misma página 6, de El Periódico del sábado pasado encontramos estas dos noticias: Comité de la ONU critica estrategias de seguridad del estado; y Piden a la institución armada.

La primera reporta que el Comité de Derechos Civiles y Políticos de la ONU objeta el uso de elementos castrenses en operaciones civiles, y la creación de fuerzas de tarea, para garantizar la seguridad ciudadana.

La segunda, sin embargo, reporta que el alcalde de San Juan Cotzal, en la región Ixil de Quiché, el alcalde Balzatar Cruz Gómez hizo pública la solicitud de un destacamento militar en esa jurisdicción miunicipal, debido al alto índice de violencia. No puse enlace a la noticia porque no la encontré en el sitio Web de El Periódico.

Además, la Constitución de Guatemala dice que uno de los deberes de los guatemaltecos es cumplir y velar, porque se cumpla la Constitución de la República; y que una de las funciones del Presidente es cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes. Adicionalmente dice, y muy claro, que el Ejército de Guatemala, es una institución destinada a mantener la independencia, la soberanía y el honor de Guatemala, la integridad del territorio, la paz y la seguridad interior y exterior.

Yo no estoy muy seguro de ser un entusiasta de que el Ejército se encargue de la seruridad interior; pero siendo que la Constitución dice que al Ejército le corresponde mantener la paz y la seguridad interior y exterior; y que en las poblaciones la gente solicita que el Ejército se involucre contra la criminalidad…¿por qué no mandamos a los burócratas de la ONU, y a sus intereses, por un tubo? Digamos…¿por qué no los mandamos a freír espárragos?

Claro que el Ejército puede cometer abusos violentos…pero la Policía también. Y también, aunque en distinta escala, los cometen los maestros y los campesinos que bloquean calles y carreteras; los médicos que suspenden servicios y todo aquel que tiene algo de poder al amparo del estado.

En todo caso, lo que hay que hacer es hacer efectivo -para el Ejército, la Policía, los delincuentes potenciales, los maestros, los campesinos, los empresarios, los médicos y cualquier otro grupo de interés- el mandato constitucional que dice que el poder proviene del pueblo. Su ejercicio está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley; y aquel otro que indica que el imperio de la ley se extiende a todas las personas que se encuentren en el territorio de la República.


08
Jul 11

Repensar la policía

Alentrar al sitio Web de la PNC, donde dice ¿Quiénes somos?, sale el siguiente mensaje: Quiénes somos… en construcción. ¿Es esta una Policía sin identidad?

Paré ahí porque quería usar el lema de la PNC como título de esta columna; pero no encontré nada como To Serve and to Protect. Todo esto en el contexto de que nos enteramos de que los habitantes de Guatemala por cada 6 agentes privados hay un policía estatal, según datos de 2008.

Tengo problemas con esta perspectiva: el primero, es que las llamadas policías privadas, no son policías en realidad. Sí son empresas que prestan seguridad; pero los “polis” privados no pueden perseguir delincuentes. Su misión es cuidar negocios, o a las personas que los contratan; y si presencian un acto delictivo, no están legalmente –ni contractualmente– facultados para intervenir. Es muy posible que no estén en condiciones físicas, ni psicológicas para proceder.

En las actuales condiciones regulatorias, los polis, como se les llama con algún grado de aprecio, pueden prestar servicios de seguridad específicos; pero si ocurre un asesinato en un edificio resguardado por polis estos no pueden realizar las investigaciones propias de los detectives y policías estatales. El segundo problema es que, ¿pueden, los PNC realizar las labores propias de una policía estatal? ¿Deberían?

Los fanáticos del estatismo no pueden pensar en que la Policía no sea gubernamental; pero, lo cierto, es que las fuerzas policiales, las fiscalías, e incluso las Cortes de justicia y las prisiones son de reciente aparición. Antes de que aquellas funciones fueran centralizadas y monopolizadas por intereses políticos, las comunidades locales y algunos sistemas privados se ocupaban de los asuntos que ahora creemos que son tareas exclusivas para los sistemas gubernamentales de justicia criminal. Esto lo aprendí de Bruce Benson, cuyos trabajos sobre el tema son muy recomendables*.

Lo que debería alarmarnos no es que haya 6 polis por cada agente estatal; y lo que sí debería pararnos los pelos es que no hayamos caído en cuenta de que, a lo mejor, es tiempo de acabar con la centralización y el monopolio del sistema de justicia criminal; y buscar otras opciones profesionales.

En la medida en que las sociedades se hacen más complejas, el tamaño, el costo y la creciente ineptitud de los sistemas centralizados y monopólicos están siendo cuestionados. Y deberían serlo más en sociedades como la nuestra donde todo está por hacerse.

* Más sobre este tema en Returning Justice to its Private Roots, por Andrew P. Morris, en The University of Chicago Law Review, Spring 2001, P. 551

Esta columna fue publicada en El Periódico.


27
Sep 10

¡Sorpresa!: La delincuencia le cuesta a los tributarios

La delincuencia y la impunidad no sólo cuestan vidas humanas irreparables; también distraen recursos que han sido tomados de los tributarios y pesan sobre los hombros  de estos.  Hoy leemos que la criminalidad incontrolada eleva los costos de los servicios de salud estatizados porque el dinero que no se invierte en salud preventiva y en salvar vidas por enfermedades, o accidentes, tienen que ser utilizados en heridos por armas de fuego, o blancas, artefactos explosivos, objetos contundetes, estrangulamientos, vapuleos y otros actos violentos.  ¿De cuánto estamos hablando? De entre Q300 y Q400 millones al año.

Eso es lo que, a los tributarios, les cuesta la irresponsabilidad de la Administración en cuanto a seguridad ciudadana y justicia.  Todos los tributarios son víctimas de los delitos que se cometen en otros.


07
Jul 10

Lecciones para aprender, robo de bicicletas

El diario Las Vegas Sun publicó, ayer, una nota sobre el hecho de que se supone que si las ciudades construyen ciclovías, la gente va a usarlas; lo cual resulta cierto -al menos en las ciudades de los Estados Unidos de América- . Pero resulta, también, que con más ciclistas en la ciudad, también se multiplican los ladrones de bicicletas.

Acá, muchas ciudades han respondido con una especie de juego del gato y el ratón mediante el uso de tecnología e incluso mediante el uso de las redes sociales; pero un ciclista de San Francisco comparó el combate contra los ladrones de bicicletas con la guerra contra las drogas.
Yo creo que esta es una buena lección para aprender: La seguridad es primero. La evidencia parece mostrar que si una administración municipal provee cierta infraestructura, sin la seguridad debida, los ladrones y otras formas de delincuentes las van a aprovechar inmediatamente. Algo así pasó con Cuatro Grados Norte en la ciudad de Guatemala; un distrito que pretendió ser de carácter artístico y gourmet, pero que rápidamente fue rodeado por la realidad. Primero por distintas clases de delincuentes entre ladronzuelos y vendedores de drogas; y luego por la realidad económica. Una ciudad sólo puede tener la infraestructura que los habitantes pueden pagar. En una ciudad como Guatemala es lindo tener un distrito chic; pero, ¿cuántas personas hay para ir cuántas veces al mismo restaurante? Si el lugar no llena las expectativas mínimas de seguridad, y encima siempre están sólo las mismas opciones, ¿cuánto tiempo pasa antes de que la gente lo encuentre monótono?
El caso de las ciclovías en las ciudades de los EUA, y el de Cuatro Grados Norte en la ciudad de Guatemala, apuntan a que la seguridad es lo más importante. Ojalá que Tu Muni tome estas experiencias en cuenta cuando termine con la remodelación de la nueva Sexta Avenida en el Centro Histórico. Si no, se va a crear expectativas irreales entre la gente, basadas en pura publicidad y buenos deseos.