En casi todas las poblaciones dominadas por el oficialista Movimiento Al Socialismo, de Evo Morales, fueron quemadas urnas y fueron destruidos recintos electorales. Un periodista fue gopleado mientras fotografiaba los incidentes. Y luego de esto, usted dirá que cuáles son las buenas nuevas…
Lo bueno es que a pesar de la violencia que organizaron los socialistas, la autonomía de Santa Cruz, en Bolivia, fue aprobada por una mayoría de 82%, de acuerdo con un escritunio parcial difundido por la Corte Electoral local.
Morales no reconoce la validez de los resultados; pero eso es de esperarse. El proceso santacruceño está abriendo brecha en cuando a la redefinición del republicanismo y la democracia en América Latina; y a quienes menos les conviene eso es a aquellos que dependen del control total para ejercer el poder y para llevar a cabo sus planes de ingeniería social, o de cualquier forma de colectivismo.
¡Yo celebro, con los valientes ciudadanos de Santa Cruz!