Como comenté en julio pasado Los cultunazis salieron de cacería y la agarraron contra un bar de roqueros. Y ahora dispusieron que Bad Attitude, un bar de roqueros de la zona 1 no califica para estar donde está.
Los cultunazis se han erigido en jueces superemos de lo que califica y de lo que no como cultura y como vecino. El snobismo de los cultunazis se pasa; pero la culpa no es del loro, sino del que le enseña a hablar y los responsables de que haya grupos de interés que tengan el poder para decidir quién califica y quién no, la tienen aquellos que creen que los políticos deberían tener al poder para zonificar y para ordenar a su antojo lo que no les parece que está bien ordenado.
Los roqueros que favorecen la planificación urbana y la zonificación deberían echar pan en su matate. Esto es lo que pasa cuando los ciudadanos le dan a las autoridades la facultad de decidir qué aporta, y que no aporta a una zona urbana. Los roqueros que favorecen el control político de la cultura y la asignación política de fondos tomados de los tributarios, para la cultura, deberían echar pan en su matatate. Esto es lo que pasa cuando los ciudadanos les dan a los políticos la facultad de decidir qué es cultura, y qué no. El precio de la libertad es su eterna vigilancia.
Al respecto, lee: