23
Abr 12

A celebrar el Día del libro

Hoy, que es el Día del libro, voy a aprovechar para agradecer a todas las personas que influyeron para que yo aprendiera a disfrutar de esos estupendos amigos, compañeros, consejeros y cómplices que son los libros.

Primero a mi padre, porque cómo me gustaba encontrarlo sentado en la sala de la casa, libro en mano, en las tardes cuando yo regresaba de jugar en la calle con mis amigos.  Ahí estaba él, en un rincón y acomodado.  Y se veía tan bien, galán como era.  Sereno y absorto.  Yo quería ser así…o, por lo menos, hacer eso.

Luego a mi abuela, Frances, porque tenía una bilbioteca riquísima.  Llena de libros de de todo.  Desde Cervantes, Shakespeare y Dante; hasta novelitas de una de las cuales un día me dijo: I am tired of getting in and out of Amber´s bed.  Ella me enseñó a amar la lectura, y las novelas históricas.  Me enseñó a leer de todo y a apreciar distintos ángulos de lectura.

También a mi Tía Baby, porque ella tenía -en español- los libros que mi abuela, Frances, leía en inglés; y un día de tantos ella me regaló todos sus libros.  Leí bastante gracias a que los libros en español me facilitaban la lectura.

Finalmente a Conchita de Castellanos que me regaló mi primer libro propio, mío de mí. Para una Navidad me obsequió Corazón, de Edmundo de Amicis.

Corazón fue el primer libro serio, completo que leí, aunque ya había hecho un intento anterior.  Una tarde de aquellas me senté junto a mi padre con Hamlet en mano y lo empecé a leer.  No recuerdo por qué elegí  Hamlet en particular; pero cuando mi padre me vio con eso me dijo que quizás debería leer algo más como para mi edad.  Yo calculo que tendría unos 10 u 11 años, entonces.  Y me dió Vida y combates de Luis Angel Firpo (un boxeador argentino).  Y me explicó que el libro había sido de mi abuelo, y que a él le gustaba mucho el boxeo.  Recibí el libro e hice lo posible por leerlo, mas nunca lo terminé.

Lo que sí disfrutaba mucho, entre aquel episodio y esa navidad en la que recibí Corazón, era de leer enciclopedias y revistas Life que había varias en la casa de mis padres y en la casa de mi abuela.  También gozaba mucho leyendo series de historietas de la Editorial Novaro: Leyendas de América, Aventuras de la vida real, Clásicos del cine, Vidas ejemplares y Vidas ilustres.  Creo que esas me costaban Q 0.25 cada uno y como me costaba juntar la plata para comprarlas.


19
Abr 12

Hallan muerto a Greg Ham, de “Men at Work”


El músico Greg Ham, de la banda de rock australiana Men At Work, fue hallado muerto por un grupo de amigos en su casa de un suburbio de Melbourne a la edad de 58 años.

Ham se incorporó a Men At Work en 1979 en sustitución de Greg Sneddon y tocaba la flauta, el saxofón y el teclado. El impacto que causó la canción «Down Under», incluida en el elepé, les decidió a sacarla en un sencillo ese mismo 1982 que se convirtió en «hit» en Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Australia. Este tema tuvo tan buena acogida que fue incorporado al cancionero australiano, pero un tribunal australiano dictaminó en 2010 que la parte para la flauta que tocaba Greg Ham era un plagio de una composición de 1935 de Marion Sinclair llamada Kookaburra.

Men at Work es uno de mis grupos ochenteros favoritos.


30
Mar 12

Falleció Adolfo Lau


Hoy falleció Adolfo Lau, arquitecto del campus de la Universidad Francisco Marroquín y gran maestro. Hombre genial y con un sentido del humor extraordinario.

Esta es una entrevista que le hice cuando obtuvo una condecoración del gobierno de Austria. En ella cuenta como es que antes de querer ser arquitecto quería ser comediante; hasta que su papá se enteró.

Gracias a Adolfo por una vida productiva, creativa y llena cosas buenas.


24
Mar 12

Caricaturas y series favoritas: Skippy


Skippy no es de cuando era niño; pero igual…me gustaba mucho. Claro, si no podría tener un delfín, como en Flipper; o un elefante, como en Maya. ¿Qué tal un canguro?

Continuaré esta serie luego.


24
Mar 12

Caricaturas y series favoritas: Las nuevas aventuras de Huckleberry Finn


¡Vaya!, otra serie de aventuras de chicos; pero esta vez son las de Becky, Tom y Huck. ¿Ves esa tumba, Becky?


24
Mar 12

Caricaturas y series favoritas: Maya


Aaaaaaaah, como me parecían fascinantes las aventuras de Terry, Raji; y Maya, la elefanta.


24
Mar 12

Caricaturas y series favoritas: El monstruo milton


Continúo esto que interrumpí hace dos semanas: mis caricaturas y series favoritas de cuando era niño. Ahora es El monstruo Milton. Cinco gotas de caldo de araña, seis gotas de maldad concentrada, y un leve toque para el corazón. Así solamente me querrá a mí, solamente a mí. LOL.


13
Mar 12

Carpe Diem en reportaje sobre tickets de caminoneta

Los usuarios ya no reciben boletos por el servicio de transporte; comienza a contar el reportaje titulado Protagonistas de la historia, por José Luis Escobar, en la Revista D del 11 de marzo de 2012.

En ese reportaje, conocemos la curiosa historia de los boletos que se entregaban en las camionetas de la ciudad de Guatemala; y la historia de las rutas antiguas del transporte colectivo urbano.

En mayo de 2005 escribí una entrada llamada Recuerdos de camioneta; y este fue citado en el reportaje sobre boletos; y la entrada dice:

Así eran los boletos o tickets del transporte colectivo urbano en la ciudad de Guatemala. El primero es de 1958, el segundo es posterior a 1945, y el tercero es de 1977. En los casos del 1 y el 3 esto se sabe por los números de serie; y en el caso del 2, se sabe por la inscripción que tiene atrás el boleto y que alude a un Acuerdo Gubernativo del año citado.

Los boletos más antiguos venían en libros que me obsequió mi tía abuela Baby; en tanto que el de 1977 lo encontré en uno de los libros que yo usaba en el colegio.

Los tickets los entregaba el piloto; y de cuando en cuando subía a la camioneta o autobús un inspector que los cortaba a la mitad. La leyenda decía que si uno no entregaba su boleto era bajado del vehículo por el inspector; así que, en mis primeros días de camioneta, yo cuidaba mi boleto como un objeto precioso. Luego descubrí que si por algún motivo lo perdía, bastaba con decir se me perdió, y nada pasaba.

Otra leyenda decía que si el número del boleto (no el de serie) sumaba 21, ese boleto era uno de la buena suerte. Sin duda por eso es que guardé el de 1977.

Algunas personas le devolvían el boleto al piloto, con la idea de que este podía revenderlo y así ganarse los 5 centavos que costaba el pasaje. Yo hice eso durante algún tiempo, hasta que, precisamente mi tía Baby, me explicó que eso era como robarle al propietario del autobus.

Mis camionetas eran la 2 que unía La villa de Guadalupe y Ciudad Nueva (barrios en los que transcurrió la mayor parte de mi vida) y la 1, que me llevaba de Vista Hermosa a la zona 1. Ambas contrastaban mucho. Mientras que la 2 tenía buses muy viejos y destartalados, y tardaba muchísimo tiempo en pasar, la 1 tenía buses más nuevos y pasaba con más frecuencia. La 7, que me llevaba de Ciudad Nueva al Centro Histórico, también era bastante buena. Y mi primer viaje, sólo, en camioneta, fue cuando estaba en quinto grado de primaria, al anochecer, entre la casa de mis padres y la casa de mi abuela Frances.

Hubo un tiempo en el que, para ir a la universidad, tenía que tomar la 1 a la hora en que salían los albañiles; de modo que, para cuando la camioneta pasaba por mi parada, ya venía llena y normalmente no se detenía. Eso me obligó a pasarme del otro lado del boulevard de Vista Hermosa, tomar la camioneta que subía hasta el entronque con la carretera a El Salvador y regresar de nuevo (y a salir unos 10 minutos antes de mi casa). Pero los pilotos empezaron a reconocerme y, cuando me veían, tampoco paraban. ¡Ah, cuantas maldiciones espantosas lancé contra los conductores de camionetas! Entonces tuve que cambiar de estrategia y salir media hora antes de mi casa para no coincidir con los albañiles.

En las camionetas no había asaltos, ni disparos. Uno podía dormir tranquilamente, y más de una vez me pasé de mi parada porque iba bien dormido, especialmente cuando entraba a la universidad a las 7 de la mañana. Tenía que bajarme frente al Campo de Marte, y aveces no despertaba hasta que íbamos por el el Gimnasio Teodoro Palacios Flores. Aunque aveces subían algunos cantantes, o guitarristas, generalmente eran mendigos educados que hacían lo que mejor podían para ganarse unos centavos. También se subían jóvenes de una secta, que repartían volantes y pedían contribuciones.

El negocio del transporte colectivo urbano, en la ciudad de Guatemala, siempre fue muy corrupto por los monopolios de rutas y por el subsidio; pero hubo un tiempo en el que ir en camioneta no era peligroso.


11
Mar 12

Caricaturas y series favoritas: Daktari


Como me gustaba Daktari, con Clarence, el León bisco y Judy.


11
Mar 12

Caricaturas y series favoritas: Flipper


Aaaah, como me gustaba ver Flipper; y cómo me hubiera gustado tener un delfín. Je je. Claro que tuve que conformarme con un Flipper inflable que me trajo mi madre de un viaje.