10
Abr 23

Excursión a Chajul, el día principal

 

El viernes 17 de marzo amanecimos en Nebaj luego de una noche reparadora. Después de pasear un poco por la plaza central y de recibir el sabroso sol nebajense Lissa, Raúl y yo fuimos a desayunar.  Estábamos muy ilusionados por agarrar camino rumbo al mítico Chajul; pero primero, lo primero.

Paseantes en Nebaj.

El azul del cielo en Nebaj.

Plaza central de Nebaj.

Three amigos.

La noche en el Hotel La Paz fue muy reparadora por lo buenas que son las camas y por lo deliciosas que son sus duchas.  En el restaurante El´Sim nos echamos buenos desayunos y el mío incluyó una milanesa que allá las hacen sabrosas.

Luego del desayuno dimos un vuelta por el mercado de Nebaj y por algunas calles para identificar dónde compraríamos el queso y la crema de Acul cuando regresáramos el sábado. Ya sabes, primero, lo primero.

Mercado de Nebaj.

¡Ah, los deliciosos ichintales!

Es muy emocionante agarrar camino hacia Chajul porque es una población remota y casi mítica.  Forma parte del fascinante triangulo ixil y desde que leí Ixiles y ladinos, por Benjamin N. Colby y Pierre L. van den Berghe, en la universidad, tenía muchas ganas de ir hasta allá.  Hace un año que habíamos estado en Nebaj y ahora era el turno de Chajul.  Además, tengo una cerbatana tradicional de aquella región.  Vamos allá para explorar antes de la venida de nuestra amiga, Rachel, que investiga mártires durante el enfrentamiento armado y queremos ver los célebres murales centenarios que hay en algunas casas de la población.

Iglesia de Chajul, desde el balcón del hotel.

Mercado y calle principal de Chajul.

Los trajes en Chajul son bellísimios.

Mercado e iglesia de Chajul.

Iglesia y mercado de Chajul.

El camino entre Nebaj y Chajul es bastante bueno.  Hoyos por aquí y hoyos por acá pero una buena carretera en general. Me llamó la atención el cambio de geología al salir rumbo a Chajul y me sorprendió lo rápido que llegamos a esa población. Al nomás llegar uno nota que las casas y la disposición del pueblo son diferentes y nos dirigimos directo al hotel San Gaspar donde estacionamos mientras preparaban nuestras habitaciones.  Y ahí empezó la aventura. ¿Sabes? Chajul tiene la reputación de ser el lugar donde se originó e cultivo del maíz.

Escalinata para subir a la iglesia de Chajul.

Es la hora de comprar boxboles tradicionales.

Raúl observa el mercado de Chajul.

Higinio Azicona, propietario del hotel nos recomendó con Felipe Rivera para que fuera nuestro guía en Chajul; y de verdad que fue una recomendación valiosa.  Felipe dirige el museo de la localidad y el comité de cofradía.  Ha vivido allá toda su vida, conoce las costumbres del lugar y es un anfitrión de primera.  Para contactarlo, si algún día quieres visitar Chajul, su email es comitedecofradia@yahoo.es.

Visita a museo de Chajul en compañía de Felipe.

La virgen de Guadalupe.

Vaso maya inciso.

Cristo en el museo de Chajul.

A Chajul llegamos en el cuarto viernes de cuaresma de modo que es día de fiesta.  La calle principal está abarrotada con el mercado, los marchantes y los peregrinos que llegan a ver al nazareno y a que los curas les bendigan sus ramos de manzanillas y romero.  El pueblo está animadísimo y el ambiente es de fiesta.  La iglesia blanca está al fondo de la calle principal y se la ve cuando uno camina por el mercado. Quedamos de juntarnos en el atrio con Felipe y desde lo alto de la escalinata apreciamos la intensa actividad que hay en el pueblo.

Urna funeraria característica de la región ixil.

Cristo de Esquipulas en el museo de Chajul.

Capa para protegerse de la lluvia. Típica de la región ixil.

Luisfi con macana.

Luego de presentarnos y saludarnos con Felipe él nos condujo hacia donde se encuentran los tuk tuks o toritos para ir en uno hasta en museo de la localidad.  Dicho establecimiento es una colección variada de objetos precolombinos entre los que destacan un vaso inciso y una máscara del dios del maíz que es parte de una urna funeraria; también piezas y textiles antiquísimos que son de la cofradía entre los que destacan las imágenes del Cristo de Esquipulas y la Virgen de Guadalupe; así mismo objetos que recuerdan el enfrentamiento armado; una capa tradicional contra la lluvia o tziaj y una diversidad de objetos que llaman la atención. Felipe nos contó de la danza del colibrí, que ya no se hace en el área ixil.

Lo más, más divertido de esta visita fueron los inodoros dobles a modo de His and Hers, de Neiman-Marcus.

“His and Hers”

No recuerdo cuánto tiempo estuvimos en el museo pero fue bastante; y todo el tiempo escuchando las historias y la información que compartía Felipe.  Cuando el hambre ya demandaba atención dispusimos regresar a la plaza del pueblo para encontrarnos con Tomás, compañero guía de Felipe, almorzar e ir en busca de los murales.

Tomás es agricultor y también conoce la vida y costumbres de Chajul.  Nos llevó al restaurante Victoria en donde comimos nachos y nos refrescamos con coquitas frías para luego caminar por las calles del pueblo y visitar las casas con murales.  Aquí hay que subrayar lo sonrientes y amables que son las personas en Chajul.  En el mercado, en el atrio de la iglesia, en el museo, desde sus casas y en el restaurante, en el lugar de los toritos, y en todas partes los chajulenses nos saludan con gusto.

Almuerzo en compañía de Tomás.

Los murales de Chajul fueron descubiertos en 2003 y se estima que fueron elaborados entre los siglos XVII y XVIII.   Tienen elementos precolombinos y virreinales, muestran escenas de la Danza de la conquista y seguramente los hicieron los antiguos ixiles integrantes de cofradías. Se conservan gracias a la intervención de la Universidad Jaguelónica de Polonia y a fondos de Helena Zaleski.

Haz clic en la foto para ver una conferencia sobre los murales de Chajul, organizada por el Museo Popol Vuh.

Con Tomás visitamos tres casas y me enamoré de la arquitectura y de las casas tradicionales de Chajul.  Casas de adobe, con patios y corredores amplios.  Casas con elementos fascinantes como los tapancos y, sobre todo, unas figuras de barro chulísimas colocadas sobre los tejados a modo de acróteras. Esas figuras incluyen animales, personas, cruces y custodias.  que le dan mucho carácter a las casas.  Nunca antes había visto ese tipo de piezas y me encantaron.

Cocina en una casa de Chajul.

Los propietarios de las casas que visitamos cobraron Q30 por persona para admitirnos en sus hogares y mostrarnos los murales; Tomás ayudó con las explicaciones y fue el intérprete necesario para facilitar las visitas. Mira este vídeo para conocer más sobre estas antiguedades fascinantes que forman parte de la historia de Guatemala.

Bien cansados, pero contentos, regresamos al hotel y nos despedimos de Tomás, muy agradecidos por sus buenos oficios.

Iglesia de Chajul por la tarde.

Costado de la iglesia de Chajul.

Hay centenares de candelas y veladoras.

Tejedora y su perro en el patio de una casa ixil tradicional.

Luego de refrescarnos en el hotel agarramos de nuevo por el mercado rumbo a la iglesia para visitar a los mártires que, aquí en Chajul son tres.  Como se acercaba el atardecer había menos actividad en el mercado y ya casi no la había en la escalinata, ni en la iglesia.  Conversamos con algunas personas, compramos roscas de pan y shecas de Xelajú y rondamos un rato por los alrededores.

En la noche volvimos al hotel para cenar algo lite y tomar un par de copas de vino antes de ir a dormir.

De Chajul me llevé muy buenos recuerdos de gente muy amable, clima delicioso, arquitectura hermosa y la valiosa experiencia de su museo y sus murales.

Si visitas Chajul te recomiendo contactar a Felipe, o a Tomás para que te guíen en el museo, para visitar murales e incluso para organizar un almuerzo con boxboles.  Es recomendable reservar una habitación en el Hotel San Gaspar con el propósito de contar con un baño privado y un lugar para dejar cosas y estacionar. Nosotros siempre viajamos con vituallas por si acaso, pero si esa no es tu costumbre, lleva box lunches de El´Sim, en Nebaj.  Cuando volvamos iremos a Chajul temprano en la mañana y volveremos a dormir a Nebaj porque el Hotel La Paz tiene buenas camas y buenas duchas, y porque la distancia entre ambas poblaciones no es mucha y la carretera es bastante buena.

Muy brevemente y en el minuto 20:53, Víctor Castillo habla sobre los murales de Chajul:

Enlaces relacionados:

Excursión a Chajul, etapa de Nebaj.

Excursión a Chajul y visita a Santa Cruz.


28
Mar 23

Excursión a Chajul, etapa de Nebaj

 

Chajul es una población remota en El Quiché. Con Nebaj y Cotzal, forma parte del triángulo Ixil y con muchas expectativas hacia allá nos dirigimos para pueblear el jueves 16 de marzo de 2022.  Objetivos: explorar para una próxima venida de nuestra amiga Rachel y conocer los célebres murales centenarios que hay en aquella población.

Rachel hace una investigación sobre mártires católicos durante el enfrentamiento armado interno; y ella y su esposo Robert, son autores de The Wealth of Religions. The Political Economy of Believing and Belonging.  Además, recientemente grupos de científicos de la Universidad Jaguelónica y de la Universidad de Valencia, conjuntamente con personal guatemalteco, han estudiado las pinturas murales ubicadas en diversas casas del Chajul, Quiché. Los murales presentan un estilo iconográfico que combina elementos prehispánicos y occidentales y son fascinantes.

Uno de los célebres murales de Chajul. Haz clic en la foto para ver una conferencia sobre los murales, organizada por el Museo Popol Vuh.

En el primer día de nuestro road trip Raúl y yo quedamos de pasar a por nuestra amiga Lissa a las 4:00 a. m. con la intención de dejar la ciudad de Guatemala a más tardar a las 5:00 a. m.  Poco más, o menos conseguido ese objetivo llegamos justo a tiempo para desayunar en Paulino´s, en Tecpán.  Paulino´s es recomendable porque se come bien, el personal es eficiente y su atención agradable.

Al concluir el desayuno enfilamos rumbo a Nebaj por la vía del puente Chimaché sobre el rio Motagua y de ahí a Chiché y Santa Cruz del Quiché.  Esa ruta te ahorra una hora de camino, por lo menos; pero podría ser mucho mejor.  Fue habilitada sin que se hicieran los trabajos necesarios para el paso de transporte pesado y eso la hace estrecha e incómoda.  Luego del puente los taludes de las montañas son tan verticales que no es raro que caigan piedras. El tramo no es largo, pero es es algo tenso; y, con todo y todo te ahorra una hora de camino.

Puente Chimaché sobre el río Motagua.

En ese camino el sentido del humor de Rachel y Lissa es muy importante; y ya nos hacía falta Rachel que no pudo venir porque su vuelo fue cancelado, en Boston, debido a una tormenta.  Lo mismo había ocurrido en noviembre de 2022 cuando su vuelo también fue cancelado por la misma razón.  Esta vez, sin embargo, decidimos no cancelar el viaje para adelantarnos en la exploración del área y preparar material para cuando Rachel pueda venir.

Para nosotros, en el camino a Nebaj hay dos paradas importantes: una es en Sacapulas para comprar dulces y sal negra; y otra es en La vuelta del río, una playita en el río Negro, junto al sitio arqueológico Xutixtiox, al que nunca hemos ido. Compramos unos dulces de panela y pepitoria,  y paramos en La vuelta del río donde estaba cerrada la playa principal.  Eso no fue óbice para que bajáramos a la playa adyacente y aprovecháramos lo encantador del lugar para refaccionar con hummus, babaganush y queso brie para agarrar energías y continuar hacia Nebaj.

En la playa de La vuelta del río. Listos para refaccionar y agarrar energías.

La vuelta del río es una playita encantadora junto ak río Negro o Chixoy.

La vuelta del río es un lugar relajante y encantador.

Llegamos a Nebaj cerca de la hora del almuerzo, oportunamente para juntarnos en el restaurante El´Sim con nuestras amigas Ana y su pequeña hija Alma que, por su carácter y su viveza, es encantadora.  El´Sim es siempre recomendable.  Tiene una vista estupenda hacia el parque de la población, se come razonablemente bien y el servicio es atento.  Mientras nos refrescábamos con bebidas, con Ana y Alma nos pusimos al día luego de que pasara un año desde nuestra visita anterior.  Ana nos recitó su poema sobre la amistad…que es una perla, y un diamante; y luego fuimos a almorzar. Alma es nieta de don Tomás Guzaro y no sólo es una dicha contar con su amistad, sino que fue un honor ser recibido por ella y la querida Ana.

Me encanta esa estructura en la plaza de Nebaj.

Cambiamos de establecimiento para el almuerzo porque uno de los mayores placeres de visitar Nebaj es comer un buen caldo de carne de res ahumada.  Lo que distingue el caldo de res en Nebaj, del que hay en otras localidades, es que allá usan carne delicada y deliciosamente ahumada.  El restaurante Amanecer es el lugar perfecto para disfrutar aquel caldo acompañado de una cerveza.

La foto no le hace justicia al caldo; pero créeme que es una delicia.

Luego del almuerzo nos despedimos de nuestras queridas Ana y Alma, no sin haber sentido muchísimo no encontrarnos con Angie, que es tía de Alma.

Paseamos un buen rato por Nebaj, visitamos el mercado, disfrutamos de la salida de los escolares en la tarde y de lo alegre que se ve el parque con la presencia de tantos jóvenes.  Además, uno no se cansa de ver el traje tradicional de Nebaj que es uno de los más bellos en Guatemala, traje que las mujeres ixiles llevan con una dignidad notable.

El hermoso cielo azul de Nebaj.

El traje de las señoras es tan bello.

Los colores y el diseño del traje de Nebaj son preciosos.

Vista del parque central de Nebaj al atardecer.

Al atardecer, muchos jóvenes se reúnen en la plaza de Nebaj.

También conocimos la obra del profesor Reynaldo Alfaro Palacios, cuyas contribuciones a la castellanización, durante el período revolucionario, le merecieron un busto en el parque nebajense.

Busto del profesor Reynaldo Alfaro Palacios.

En eso cayó la tarde y se hizo la hora de cenar así que de vuelta a El´Sim.

¿Dónde dormimos? En el Hotel La Paz.  Excelente elección.  Primero porque es céntrico, luego porque las camas son posiblemente las más cómodas que hemos encontrado en nuestros road trips, es limpio y tiene unas duchas que, sin ser duchas, son las duchas más poderosas y masajeadoras que hay de este lado de la Via Láctea.  Dormí como tierno, claro.  Con la ilusión de que al día siguiente agarraríamos camino rumbo a Chajul.  El mítico Chajul.

Enlaces relacionados:

Excursión a Chajul, el día principal.

Excursión a Chajul y visita a Santa Cruz.


12
Abr 22

Excursión a Nebaj, de vuelta a Guate

 

Es cierto que dormi como tierno en la noche del sábado 2 de abril en la Hacienda San Antonio.  Luego de un día emocionante y emotivo era lo que correspondía y ni oí a los gallos hasta las 7:00 de la mañana del domingo.  Tristemente el día de regresar a Guate.

Desayunamos alegremente panqueques, frijoles, huevos, café y la maravillosa crema de la hacienda.  Las maravillosas manos de doña María y doña Catarina prepararon el exquisito desayuno.

Luego de despedirnos de los terneros, de los gallos y de las gallinas agarramos camino hacia Nebaj para despedirnos de la familia Guzaro por medio de Angie y de Cristian; y de Jossimar.  Una parada en el pueblo…y  ¡Hasta pronto!

El plan era llegar a Santa Cruz del Quiché, enfilar hacia Chiché y volver por la carretera nueva; …y para no perder la tradición…¡Adivinaste!…Google maps nos perdió y nos mandó hacia Chichicastenango. Lo bueno es que Raúl se dio cuenta a tiempo y unos trabajadores nos guiaron bien para salir de la cabecera departamental.  Si me preguntan, diré que tanto en Santa Cruz, como en Chiché, hace falta señalización que ayude al viajero a encontrar el camino a Guate con facilidad.

Para ir resumiendo llegamos a Chichavac y de ahí a Katok para almorzar según la tradición.  El descubrimiento notable de esa parada fue el pan de la Deli de Paulino´s que es exactamente lo que tengo en mente cuando deseo un pan sandwich como debe ser.  Por supuesto que ahí compramos un queso Chancol y regresamos más contentos de lo que llegamos.

Tenemos muchas ganas de volver a Nebaj y explorar Chajul y Cotzal y todo lo que se pueda. Tenemos ganas de probar Boxboles.  Quedamos agradecidísimos con la familia de don Tomás Guzaro y con la gente que conocimos en Nebaj y en San Antonio.  Volvimos más enamorados de Guatemala.

…y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

Excursión a Nebaj, primer día.

Excursión a Nebaj, el día importante.


11
Abr 22

Excursión a Nebaj, el día importante

 

Amanecer en Acul, Nebaj -y particularmente en la Hacienda San Antonio es una delicia y un espectáculo.

A pesar de que cuando viajamos llevamos nuestras propias almohadas, siempre me cuesta mucho conciliar el sueño la primera noche en cama ajena; y a pesar de eso dormí como tierno.

Amanecer en la Hacienda San Antonio. Haz clic en la foto para ver más fotos.

A las 4:30 a.m. sentí el canto de los gallos que ya habíamos visto en la noche.  Agradecí ese despertador porque brinqué hacia la ventana y el color del cielo y la silueta del cerro que tenía enfrente me indicaron que tenía que salir. A pesar del frío abrí la puerta del cuarto y al salir al balcón me encontré con Venus, Júpiter y Saturno brillantes como sólo se ven brillantes en el campo y cómo deben haberlos visto los antiguos Ixiles del área.

Fue un momento espectacular y yo estaba muy agradecido por la dicha de estar ahí.

Raúl se levantó y salimos a disfrutar del amanecer, del canto de los gallos y de los alrededores del alojamiento.  Luego sendos baños -al son de Cunén en fiesta- salimos a visitar a los gallos, a las gallinas, a los establos con sus vacas y a los perros, ¡Por supuesto!  Y luego…lo mejor…huevos, frijoles, tortillas, longanizas, mermelada de sáuco y crema de la hacienda.  ¡El desayuno delicioso preparado por doña María y doña Catarina.

De vuelta a Nebaj

Luego de desayunar y de dar otro breve paseo por los alrededores agarramos camino para Nebaj y fue un error no visitar Acul.  La próxima vez exploraremos Acul.  Es que queríamos llegar temprano para pasear por el pueblo, visitar el mercado y el museo arqueológico de la población.  Acul, Chajul  (y sus murales) y Cotzal quedan para la próxima visita, con más tiempo.

Lo del museo fue un fiasco porque está cerrado, como el de Gumarkaaj.  Repito que a estas alturas es absurdo que los museos estén cerrados.  El parque central de Nebaj está en remodelación así que no es muy agradable; pero la iglesia tiene lo suyo y está bien cuidada, bonita.  Ahí me encontré a Rafael con su cráneo partido por una cimitarra.  Cuando era niño y visitaba la iglesia de los dominicos en la ciudad de Guatemala -en compañía de mis padres, o de mis abuelas- y ese personaje me daba miedo y no me gustaba ir por no encontrármelo.  Ahora sé su nombre; pero en una búsqueda rápida en Google, no he encontrado nada de él.

La visita al mercado fue productiva y agradable.  La guinda del pastel fue un tzut que le compramos a doña Catarina.  Es de mi uso, nos dijo la señora y nos lo llevamos contentos.  A nosotros nos gusta comprar piezas que han sido usadas, en vez de nuevas, porque tienen historia.

“Tzut” de Nebaj. Haz clic en la foto para ver más fotos.

Almuerzo con la familia Guzaro

La familia de don Tomás Guzaro tuvo la gentileza de invitarnos a almorzar y para pasar el tiempo -antes del almuerzo- nos sentamos a ejercer el antiguo arte de people watching desde el balcón del restaurante El´ Sim.  A la hora acordada nos dirigimos al restaurante El amancer donde nos recibió Angie Guzaro y donde conocimos a su hermana Aurelia y a su cuñada, Ana, así como a su tío, a su sobrino Tomás y a sus sobrinas Melanie y Alma.  Alma, por cierto, tiene cinco años y fue el alma del almuerzo y es una chispa de vida.  También conocimos a Kenneth Muller, el director de Nebaj, la película basada en la vida de don Tomás, a Susan y a Cristian y a otros familiares de Angie.  De verdad fue un honor compartir con la querida familia Guzaro.

Nos gozamos la compañía y el delicioso caldo de res ahumado que nunca habíamos probado antes; y llevamos un pastel de la abuelita Flory, pastel que nos habían recomendado y que se veía bien rico y bien pastel.  De paso, fue un gusto conocer a doña Flory.

Para pasar el rato entre el fin del almuerzo y la hora del homenaje a don Tomás y la película (que era a las 6:00 p. m.) fuimos a descansar y a comer el postre al Restaurante Don Tono, que también queda frente al parque y tiene un balcón muy agradable, fresco y conveniente para el atardecer.  Ahí tomé un café bien sabroso y una crepa fue el postre.  Raúl pidió limonada que estaba bien rica.  Para esas alturas ya nos habíamos dado cuenta de que la gente, en Nebaj, es muy cordial en el trato, a donde quiera que íbamos nos trataban con amabilidad y afecto. Tanto en los restaurantes, como en el mercado, en la gasolinera, cuando andábamos perdidos y en la calle.

Homenaje a don Tomás y la peli Nebaj

Llegaron las 6:00 y nos dirigimos al Salón municipal que se fue llenando poco a poco y ahí habían entre 800 y 900 personas y nos sentíamos muy emocionados. Emocionados por compartir con la familia y porque ahí estaban los sobrevivientes de la aventura que don Tomás Guzaro relata en Escapando del fuego, el libro que escribió con Terri McComb.  Emocionados y conmovidos por el homenaje que don Tomás recibía a un año de su muerte.  Emocionados porque la peli Nebaj iba a ser exhibida en Nebaj, por primera vez y porque ahí estaban los que vivieron la historia y la recuerdan, y los que sólo la han oído porque se las han contado.

Homenaje a don Tomás Guzaro y proyección de la peli “Nebaj”. Haz clic en la foto para ver más fotos.

Don Tomás fue un héroe no sólo porque salvó del fuego a los habitantes de su aldea en lo peor del conflicto armado interno; sino porque era un emprendedor, filántropo, padre de familia y ciudadano muy respetado y querido.  Entre otras obras de benevolencia, don Tomás fue fundador de Cotoneb, una cooperativa importante en Quiché, de una clínica conocida como El hospitalito, y de un centro de rehabilitación para personas que sufren de trastornos por consumo de alcohol.  Fue una dicha conocerlo (a él y a su esposa, doña Petronila), gracias a mi amigo Giancarlo Ibárgüen, y hacer este viaje que fue idea de mi amiga, Mayra Ramírez.

Te digo que la peli es intensa y muy educativa y que es una que hay que ver.  Te digo que verla allá fue una experiencia conmovedora y te digo que me encantan Nebaj y su gente. Yo había leído acerca del área Ixil y de sus habitantes debido a las noticias de los años 80; pero también porque cuando estaba en la universidad había leído Ixiles y ladinos, la monografía de Colby y van der Berghe.  Y de verdad tenía muchísimas ganas de visitar el área tan remota, algo mítica y de tanta tradición e historia.

Fue algo triste que no nos quedáramos al final de la peli, pero el estacionamiento lo cerraban a las 9:00 p. m. y teníamos que cenar antes de llegar a la Hacienda San Antonio.  Cenamos en El´ Sim, yo una milanesa verdaderamente bien empanizada y rica; y Raúl un pollo asado bien sabroso. Fue bueno que saliéramos a las 9:00 en punto porque…nos volvimos a perder para salir del pueblo.  En parte por cletos, en parte porque Google maps nos volvió a enviar por el extravío y en parte porque un camión bloqueó la salida que conocíamos.  Para hacer la historia corta casi llegamos a las 11:00 a la Hacienda San Antonio.

Luego de hacer un debriefing del día y de checar redes sociales me quedé dormido como sólo se duerme en el campo y con la conciencia tranquila, a tal punto de que, al día siguiente ni oí a los gallos hasta las 7:00 a.m. pero de eso te cuento en la próxima entrada.

Excursión a Nebaj, primer día.

Exursión a Nebaj, de vuelta a Guate.


09
Abr 22

Excursión a Nebaj, primer día

 

Con el propósito de asistir a un homenaje para don Tomás Guzaro y a la proyección de la película Nebaj -en su honor- la semana pasada agarramos camino para Nebaj; con la ilusión, además, de visitar por primera vez el triángulo Ixil en Quiché.

Más grata no pudo ser la experiencia; no sólo porque nos encanta viajar por Guatemala, sino por la oportunidad de recordar a don Tomás en su tierra a un año de su fallecimiento; por la de experimentar de cerca el cariño, respeto y admiración que le tiene la gente a ese héroe, emprendedor y filántropo; y por conocer aquella parte casi mítica del país.

El viernes 1 de abril salimos temprano para desayunar en El pedregal, en Santa Apolonia; una parada tradicional en nuestras excursiones al occidente y un lugar donde siempre desayunamos rico.

Una novedad en este paseo es que usamos la recién estrenada carretera entre Chichavac y Chiché vía el río Motagua.   En 2021, durante una visita a la finca El encanto, en Tecpán, ya habíamos ido a conocer la parte del camino entre esa finca y el puente sobre el Motagua.  ya se veía que iba a ser una ruta preferida y bella.

Haz clic en la foto para ver más fotos.

Por ahí vimos niños caminando por la carretera, con sus útiles escolares y me enteré de que, en las escuelas estatales, las clases sólo ocurren durante dos horas al día.  ¡Sólo dos horas al día!

Uno se ahorra bastante tiempo por esa ruta y además es emocionante conocer una nueva vía hacia Quiché que no fuera la carretera Panamericana de siempre.   Además, la nueva ruta -por ser nueva- está en mejor estado que muchas secciones de la Panamericana en donde la última vez que fuimos a Xela el concreto nos rebanó una llanta.

¡En busca de Gumarkaaj!

Bueno…llegamos a Chiché y de ahí a Santa Cruz del Quiché en busca de Gumarkaaj.  Visité la capital de los Quichés a mediados de los ochenta cuando fui a medir el techo de la agencia del Banco de Guatemala en aquella cabecera departamental.  Mi amigo, Bobby, me hizo el favor de llevarme y como paseo fuimos a conocer el sitio arqueológico.  No recuerdo que en aquel entonces estuviera reconstruido el campo de juego de pelota.  Eso fue una novedad en esta visita de la semana pasada.  Raúl y yo caminamos por lo que queda de Utatlán (que es el nombre náhua de Gumarkaaj) y es muy agradable.

El bosque es fresco y hermoso.  No hay muchas estructuras como las hay en Iximché y en Chuwa Nim Abaj; pero el ambiente -con sus árboles enormes y abundancia de musgo español- es medio mágico.  Nos encaramamos aquí y allá y luego seguimos camino. Lo que es una lástima es que el museo del lugar esté cerrado.  A estas alturas no hay motivo razonable alguno para que los museos no estén abiertos.

Sal negra y La vuelta del río.

Pasamos por Sacapulas y no podíamos pasar sin comprar la extraordinaria sal negra que se produce en el río Negro en esa población.  A mí me gusta mucho esa sal cuando aso carne, o incluso para bistecs normales, y también en huevos tibios.  Tiene un sabor ahumado que le da un carácter distinto a las comidas.

Más adelante encontramos La vuelta del río, una playa en el río negro.  ¡Por poco y no  nos detenemos!,y de verdad me alegro mucho de haberlo hecho.  El encargado del lugar fue muy atento y lamento no haber preguntado su nombre.  Ahí nos contó que en el lugar se halla Xutixtiox, un sitio arqueológico; también hay una catarata y nos invitó a cortar frutas en los mangales y jocotales del lugar.  Como Raúl tenía un compromiso en línea a las 3:30 p.m., no pudimos aprovechar las gentilezas del encargado de La vuelta del río; pero definitivamente es un lugar al que queremos volver.

¡Llegamos a Nebaj!

Llegamos a Nebaj justo a las 3:25, con apenas tiempo para encontrar un lugar para conectarnos en línea y almorzar.  Nos recomendaron el restaurante El´ Sim, en el centro comercial K´um´us que está bien ubicado frente al parque central y es buen lugar para estacionar.

Cumplimos puntualmente el compromiso de las 3:30 y almorzamos para luego encontrarnos con Angie Guzaro, hija de don Tomás.  Llevábamos un cargamento de los libros Escapando del fuego, por Tomás Guzaro y Terri McComb para entregarle a Angie; y Raúl y yo teníamos muchas ganas de conocerla.  Luego de conversar, de tomar café, de hacer los planes para el día siguiente y de despedirnos agarramos camino para la Hacienda San Antonio.

…y para mantener una tradición, nos perdimos.

No nos perdimos en la carretera, sino en la población.  ¡Que un mal rayo parta a Google maps que nos enviaba a San Antonio por un extravío en vez de hacerlo por el camino correcto!  No lográbamos salir de Nebaj y la App nos enviaba por calles estrechas y empinadas, e iba oscureciendo.  Quienes han seguido otras excursiones nuestras saben que no nos gusta andar de noche en carretera, y menos en caminos desconocidos.  Luego de dar más vueltas que un trompo, luego de pasarnos un semáforo en rojo y de ser reprendidos por un PMT, luego de preguntar una y otra vez, logramos salir y ponernos en ruta.

La carretera entre Nebaj y Acul, donde está San Antonio, no es largo, ni está en mal estado (son sólo 30 minutos de camino), pero es de terracería y sí lo deja a uno todo saguaneado y como era de noche sentimos que era eterno.  En fin, llegamos a San Antonio donde doña María nos preparó una cena deliciosa de huevos revueltos (de las gallinas del lugar), longanizas, frijoles parados. (muy, pero muy bien hechos, con ajito sabroso), tortillas y limonada (exquisita)…¿y lo mejor? La crema del lugar.  ¡Que crema!

San Antonio es una hacienda con arquitectura característica. Los cuartos y camas son cómodos y de buen tamaño.  Agua caliente en la ducha…que era algo que nos urgía.  Yo suelo pasar mala noche la primera noche que duermo en cama ajena y esta vez no fue la excepción; pero estaba muy contento de estar ahí, e incluso me divertían los eventuales cantos de los gallos en la oscuridad de la noche, a la vera de cerros que prometían ser hermosos.

¡Al fin estábamos en Acul, en una hacienda, como nos gusta!…y sólo se puso mejor.

Excursión a Nebaj, el día importante.

Excursión a Nebaj, de regreso a Guate.