07
Ene 18

Fin de año en Monterrico

Siempre me agrada volver a Monterrico con cinco propósitos: que me revuelque el mar, participar en la liberación de tortugas, visitar el tortugario, relajarme en El pez de oro y disfrutar de su flan delicioso y cenar en el Divino Maestro, un magnífico pez sierra fresco.

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Aunque Monterrico se ha poblado mucho y ya no es la playa remota y encantadora que era en los 90; sigue teniendo carácter y me gusta volver ahi de cuando en cuando.  En realidad es mi playa chapina favorita en el Pacífico.

Como desde niño me ha fascinado el mar, aunque me fastidie el calor de la playa, una buena revolcada en las olas, o varias revolcadas siempre me divierten mucho.  Le tengo respeto a los peligros del mar; pero no me puedo resistir a el agua, la sal, la espuma y las olas.

En Monterrico hay un tortugario en el que se cuidan y ¿empollan? huevos de tortugas; también se cuidan y conservan variedades de quelonios, caimanes, iguanas y machorras.  También hay variedad de flora y árboles, incluida una Ceiba pentandra con sus espinas características que, incluso, inspiran cierta alfarería maya. Es un lugar particularmente divertido si viajas con niños.  En temporada de tortugas es costumbre liberar tortugas recién nacidas a las 5 de la tarde, en la playa frente al tortugario. Por Q10 te dan tu tortuga y tienes el gusto de ponerla en la arena para que inicie su peligroso viaje en el océano.

A mí me gusta hospedarme en El pez de oro, un hotel agradable, sin pretenciones, donde se come bien y la gente que atiende es divertida y agradable.  Tienen, además, un flan delicioso cuya calidad se ha manetenido por años. Es tradición, también, hacer por lo menos una cena en El divino maestro, uno de los comedores que está en la calle principal del pueblo; a mano izquierda si vas en camino a la playa.  El lugar es pequeño y sencillo; pero no te engañes, tienen el mejor pescado frito de este lado de la Vía Láctea, que acompañan con arroz bien hecho (como pocos), papas fritas y ensalada de pepinos.  Ese plato, con una, o dos chelas es una experiencia playera que valoro mucho.  También es un lugar que ha mantenido su carácter y su calidad a través de los años.

No pasamos la fiesta del fin de año en Monterrico, pero fue un par de días que disfruté mucho.


10
Jun 17

¿Es hora de que los diputados derramen sangre?

Es escandaloso que, para efectos del cálculo de sus bonos 14 y de sus aguinaldos, los diputados pretendan que se tomen en cuenta sus gastos de representación.

El de abajo es el glifo maya del sacrificio de derramamiento de sangre.  Tal vez es tiempo de que, los mandantes, exijamos que los diputados derrramen sangre, antes de emitir legislación, sobre todo cuando esa legislación es sobre privilegios para sí mismos.

El jueves, los diputados que tienes por corruptos, venales e ineptos se recetaron su salario mensual, dietas, gastos de representación y bonificación anual. Además, dejaron abierta la posibilidad de pedir indemnización cuando dejen el cargo para el cual fueron electos. Así, ¿o más ofensivo contra los tribubtarios?

La indemnización debe ser impugnada ya que en 2007 hubó un decreto en el que los congresistas salientes pretendían indemnizarse; pero existe un fallo en contra, de la Corte de Constitucionalidad.

Los reyes y sacerdotes mayas solían perforarse el pene, la lengua, o las orejas para extraerse la sangre que, ofrecida a los dioses, permitía que el universo continuara funcionando.

El glifo que ilustra esta entrara lo encontré en una estela ubicada en uno de los museos de Tikal, hace diez años; y cuando mi amigo Andy la vio opinó que los legisladores -igual que los gobernantes mayas- deberían derramar su sangre como parte de sus obligaciones, especialmente antes de legislar.  Esto por supuesto, es una nota de humor (para quienes necesitan que se les expliquen estas cosas); de humor para sobrellevar la rabia que dan aquellos canallas.

Lo que si es cierto y bien cierto es que es tiempo de renovar la clase política.