Cada vez que el gobierno de los Estados Unidos de América interviene en el mercado, al poco tiempo, los lectores corren a comprar La rebelión de Atlas, por Ayn Rand. ¿Por qué? La respuesta está en uno de los más recientes grupos de Facebook: Read the news today? It is like “Atlas Shrugged” is happening in real life. Quizás es que la vida está imitando al arte.
La rebelión de Atlas
02
Mar 09
La vida está imitando al arte
28
Ene 09
La rebelión de Atlas, ¿un Te lo dije?
“La moraleja de La rebelión de Atlas es que, invariablemente, los políticos responden a las crisis –que en muchos casos ellos mismos han creado– mediante el engendro de programas gubernamentales, leyes y regulaciones nuevas. Estas, a su vez, generan más destrucción y pobreza, mismas que inspiran a los políticos a crear más programas…y así la espiral en picada se repite a sí misma hasta que los sectores productivos de la economía colapsan bajo el peso de los impuestos y de otras cargas impuestas en el nombre de la equidad, de la igualdad y de las buenas intenciones”.
Si esta observación de Stephen Moore le parece de actualidad, espere a leer Atlas Shrugged: From Fiction to Facts in 52 Years, publicado en The Wall Street Journal el 9 de enero de 2009. Y antes de leer el artículo, seguramente querrá, usted, ver esta entrevista.
El artículo de Moore explica cómo es que los rescates, los paquetes de estímulo, el gasto público creciente y las normativas con nombres atractivos, entre otras políticas que están de moda ahora, son perturbadoramente parecidas a las que describe Ayn Rand en su novela; y que conducen por “el camino de servidumbre” y al colapso que hace necesaria La Rebelión.
¿Qué tal si las peores pesadillas se hacen realidad? ¿Qué tal si la realidad es peor que la ficción? “Muchos de nosotros, que conocemos el trabajo de Rand, hemos notado que con cada semana que pasa, y con cada plan de rescate y esquema de estímulo que se sucede en Washington, nuestros políticos actuales están cometiendo los mismos actos de locura económica que La rebelión de Atlas hizo parodia en 1957”, advierte Moore.
Moore confía en que todavía es tiempo de detener el hundimiento; si las personas comprenden, entre otras cosas que tarde o temprano todo el gasto en el que se está incurriendo va a tener que ser pagado. Y si comprende que no es necesario cometer errores, para salir de la crisis.
La lectura de La rebelión de Atlas puede ser un remedio que evite un hundimiendo total de la economía; o puede ser un triste te lo dije, luego de que los daños sean irremediables y que los costos se cuenten en términos de vidas humanas destruidas.
20
Jun 08
Advertencia oportuna
“Ante la situación que afronta nuestra sociedad, nunca fueron más oportunas las palabras de Ayn Rand en su novela La Rebelión del Atlas, publicada en 1950. “Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar —sin temor a equivocarse— que su sociedad está condenada”. Reflexionemos”.
Esta nota fue publicada por Fernando Castillo Herrarte, en Prensa Libre; y la reproduzco por atinada y porque menciona a mi filósofa favorita.
12
Mar 08
La solución Galt
Hoy leo que en abril ya no habrá cambio de hora en Guatemala. La administración socialdemócrata estima que si se adelanta la hora “aumentarán las horas peligrosas para la ciudadanía”, debido a la inseguridad creciente.
Aunque la noticia correspondiente muestra unas estimaciones de ahorro, por adelantar la hora; la verdad es que en la administación anterior nunca, nadie, pudo dar razón de si esa medida producía algun tipo de beneficio, o no. A mí me gustaba porque me parecía muy agradable que el día “se extendiera”.
Lo que no tiene pies ni cabeza, con respecto a la justificación de la administración para no hacer lo que dijo que iba a hacer, es que si bien es cierto que algunas personas saldrán en la oscuridad temprano, otras regresarán en la claridad durante el fin del día. Nada se gana, y nada se pierde en ese sentido; porque ahora las personas que salen en la claridad temprano, regresan en la oscuridad durante el fin del día.
Al final de cuentas, si los asaltantes cuentan con la “oscurana” para cometer sus fechorías, pues oscuridad habrá en la mañana, o en la tarde. A mí, todo esto me parece un absurdo que sólo se explica porque los pipoldermos se sienten presionados para “hacer algo” y resolver lo que los precios y las personas responsables pueden resolver por sí solas.
Yo recomiendo la solución John Galt. En la novela La rebelión de Atlas, por Ayn Rand, cuando la economía mundial ha colapsado debido al socialismo y a la intervención de los políticos en la economía, los causantes del caos secuestran al héroe John Galt y le exigen que les diga qué hacer para detener el desastre. Galt se niega a ayudarlos; pero les recomienda que no estorben.
10
Mar 08
El Asentamiento Ayn Rand
El sábado, a fuerza de no tener mucho que hacer durante el fin de semana, un grupo de amigos y yo decidimos acampar en el jardín de la casa de Lucy.
No contánbamos con que la temperatura bajaría por lo menos a 10 grados, que fue la última vez que vimos el termómetro; y a eso hay que sumarle el factor del viento que no dejaba de agitar las carpas. ¡Tenía ratos de no sentir tanto frío!, y francamente me divertí como mico.
Comimos elotes asados, longanizas, frijoles con queso, brownies, y S´mores.
Esta es una foto del “Asentamiento Ayn Rand”, como denominamos la aventura; en honor a la filósofa y novelista, autora de El Manantial y de La rebelión de Atlas.
31
Dic 07
La Abui
La Abui era mi abuela, Frances; y salvando las diferencias, siempre la vi un poco como a la Auntie Mame, el personaje principal de la novela homónima de Patrick Dennis. Quizás eso explica por qué es que la mencionaba mucho en mis columnas, hasta el punto de que una vez, a un mi primo, un amigo suyo le dijo: Al que no soporto es a ese columnista que siempre menciona a su abuela. Mi hermano, Gustavo, fue quien le puso el apodo de Abui.
La Abui era muy católica; tenía una novena para cada necesidad y varias más por si acaso. Una vez me preguntó que por qué es que yo no iba a misa, y cuando le expliqué que yo no quería tener nada que ver con la organización que las celebraba, sólo se sonrió con un gesto que delataba su capacidad para entender más allá de las formas. Ella me obsequió La rebelión de Atlas y me dijo: Este libro es muy bueno, el final es algo filosófico, pero te va a gustar.
Tenía una biblioteca estupenda. Leyó a Shakespeare, a Cervantes y a Alighieri. Pero también leía otras cosas. Una vez me dijo: I am tired of getting in and out of Amber´s bed, al referirse a las actividades intensas de la heroína de una novelita que estaba leyendo.
Conmigo compartía su gusto por la historia de Inglaterra, por la ópera y por la música ranchera. Ella me introdujo al mundo del Scrabble y al de los crucigramas, a la filatelia y a la numismática. De donde quiera que regresara, lo hacía cargada de monedas y de estampillas que la emocionaban mucho.
No navegó mucho por Internet; pero cuando una vez se la describí como el Mare Nostrum, alrededor del cual estábamos todos e intercambiábamos todos, sus ojitos brillaron. Ella se fascinaba mientras le mostraba todo lo que uno podía encontrar ahí. En una de sus últimas fotos se la ve observando una revista en 3D, con los anteojos correspondientes puestos.
Su sentido del humor era extraordinario; pero era muy mala contando chistes, lo cual la hacía reír. Hasta sus últimos días sostuvo un vaso de vodka y un cigarrillo; y mientras que otras abuelitas sembraban violetas y culantrillos, ella tenía, entre aquellos, una matita de marihuana que no superaba los 12 cms. de alto. ¡Y gozaba tanto, cuando le hacíamos bromas sobre la plantita!
A lo largo de su vida siempre fue generosa. Su casa era punto de encuentro para su familia y para una pléyade de hijos postizos a quienes siempre les tuvo mucho cariño. Nunca hay un momento aburrido en la Casa Figueroa, dijo una vez una amiga suya, que venía a Guatemala y a su casa a pasar temporadas. Era generosa en particular y era generosa en general. Fue presidenta del Club Zonta de Guatemala, fue colaboradora de la Sociedad Protectora del Niño y del Instituto Guatemalteco Americano.
La Abui se crió junto al mar y caminaba descalza al colegio. Cómo refacción llevaba patas de pulpo secadas al sol y sazonadas con una mezcla de chile y cabezas secas de camaroncillos. En su niñez nadó con Duke Kahanamoku, nadador olímpico y actor que hizo de Tarzán. Vivió su niñez en Hawaii, con su abuela; y así como bailaba bien el hula, también bailaba bien el tango.
Con aquella mezcla de chile y de cabezas de camarón molidas, solíamos cenar frijoles con crema, queso duro y pan. Mientras hacía sus magníficos pays, a los niños nos enseñó a hacer palitos de queso con la masa que sobraba. Hacía galletas deliciosas para la Navidad y su fiambre es el Santo Grial que perseguimos todos los que hacemos fiambre en la familia.
A La Abui le ocurrió lo peor que puede pasarle a alguien: dos de sus hijos murieron antes que ella. Y aún así, nunca dejó de ser inspiración, alegría, consuelo, y amiga para quienes la buscábamos.
A todos los que perdieron a un ser querido en este año, les deseo que 2008 venga cargado de prosperidad, felicidad, y de centenares de recuerdos maravillosos ganados y construidos a lo largo de los años que pudimos compartir con aquellos que ahora no están con nosotros.
Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 29 de diciembre de 2007.
18
Oct 07
Luisfi y el pirata cojo
“Si la vida se deja yo le meto mano/…Pero si me dan a elegir/entre todas las vidas, yo escojo/la del pirata cojo/con pata de palo/con parche en el ojo,/con cara de malo,/el viejo truhán, capitán/de un barco que tuviera/por bandera/un par de tibias y una calavera”. Joaquín Sabina.
Mi homenaje a Ragnar Danneskjöld: un filósofo brillante que, en La rebelión de Atlas, elige combatir a los saqueadores como pirata. El les roba sus barcos y le devuelve su riqueza a la gente que la ha producido. El le roba a los parásitos y le devuelve su riqueza a los que la producen.
13
Oct 07
¿Quién es John Galt?
En esta semana, que está por terminar, aquellos que amamos la libertad celebramos el 50 aniversario de la publicación de Atlas Shrugged o La rebelión de Atlas. El libro que, según una encuesta que hizo el Club del libro del mes, de The New York Times, entre sus lectores, “ha marcado una diferencia en más vidas, después de la Biblia”.
Como es uno de mis libros favoritos, desde julio pasado he estado participando en un club de lectura en el que esa obra, de Ayn Rand, ha sido objeto de extraordinarias y apasionadas discusiones. Esto es porque una vez se empatina uno en ese libro, no puede ser indiferente a él ni a las ideas que contiene.
¡Este es un libro lleno de ideas! Ya he contado esto antes; pero como siempre hay nuevos visitantes en este espacio, aquí va: Cuando mi abuela me regaló su ejemplar, que es una primera edición, me dijo que “Este es un buen libro. El final es muy filosófico, pero te va a gustar”. A mí me causa mucha gracia, porque todo el libro es una novela filosófica y porque yo soy uno de esos a los que les cambió la vida.
En Guatemala, la celebración de esta importante efemérides para amplios círculos de la literatura y de la filosofía, ha llamado la atención del mundo. Esta piedra angular de la filosofía occidental está siendo festejada con conferencias de clase mundial; con una exhibición de libros en la Biblioteca Ludwig von Mises, de la Universidad Francisco Marroquín; con un concurso de reseñas acerca de la obra y ¡con una escultura monumental en el campus de La Casa de la Libertad!
Atlas Libertas, está concebida para celebrar el espíritu emprendedor y la fuerza creadora del individuo. Es una figura humana de la cadera hasta la cabeza, cargando el Universo; y este está representado por un conjunto de semicírculos (abstrayendo planetas y engranajes). Atlas Libertas mide 4.5 x 4.5 Mts. y su autor es el escultor, Walter Peter Brenner.
A la escultura la acompaña una cita de La rebelión de Atlas: “En nombre de lo mejor que hay en ti, no sacrifiques este mundo a los peores. En nombre de los valores que te mantienen con vida, no permitas que tu visión del hombre sea distorsionada por lo feo, lo cobarde, lo inconsciente en aquellos que nunca han conseguido el título de humanos. No olvides que el estado natural del hombre es una postura erguida, una mente intransigente y un paso vivaz capaz de recorrer caminos ilimitados. No permitas que se extinga tu fuego, chispa a chispa, cada una de ellas irremplazable, en los pantanos sin esperanza de lo aproximado, lo casi, lo no aún, lo nunca jamás. No permitas que perezca el héroe que llevas en tu alma, en solitaria frustración por la vida que merezcas pero que nunca pudiste alcanzar. Revisa tu ruta y la naturaleza de tu batalla. El mundo que deseas puede ser ganado, existe, es real y posible; es tuyo”.
A algunos lectores, los protagonistas de La rebelión de Atlas -como John Galt y Dagny Taggart- les parecen irreales e imposibles debido a su lealtad a sus principios y a su carácter heroico. Ella dice que la prueba de que personas así sí existen es que el libro fue publicado. Y yo digo que otra prueba de que sí existen personas así, es que Atlas Libertas ha sido erigido.
Atlas Libertas fue dedicada en el marco de la serie de actividades académicas que la UFM programó para celebrar el 50 aniversario de la publicación de La rebelión de Atlas.
La edición rústica de Atlas Shrugged es ¡la número 119 en el rankeo de ventas de Amazon!, según consulta que hice ayer, temprano. En Guatemala, la obra en español está disponible en Sophos, en el Fondo de Cultura Económica y en el Centro de Estudios Económico-Sociales. Si quiere saber más sobre Rand y su obra, le recomiendo Ayn Rand: A Sense of Life, que está en Take One, la tienda de vídeos que está en Futeca de la zona 14.
Publicada en Prensa Libre el sábado 13 de octubre de 2007.
10
Oct 07
Hoy es el L aniversario de la publicación de La rebelión de Atlas
¡Hoy se celebra el 50 aniversario de La rebelión de Atlas!
Con respecto a sus personajes, Ayn Rand escribió: “I trust that no one will tell me that men such as I write about do not exist. That this book has been written -and published- is my proof that they do“. Y yo añado que, otra prueba de que sí existen hombres y mujeres como los que Rand describe es que Atlas Libertas haya sido elaborado y erigido. En qué otro lugar, si no en la Universidad Francisco Marroquín.
01
Oct 07
¡Atlas Libertas ya está en casa!
¡Monumental!, así es la escultura llamada Atlas Libertas que está a mi espalda.
Atlas Libertas fue concebida para celebrar el espíritu emprendedor y la fuerza creadora del individuo, ya se encuentra junto a la entrada principal de la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín.
Atlas Libertas es una figura humana de espalda, en altorrelieve, de la cadera hasta la cabeza, cargando el Universo. El Universo está representado por un conjunto de semicírculos (abstrayendo planetas y engranajes). La escultura es de lámina de latón, con un acabado final de pátinas (químicos al calor) de color cian, semejando el óxido de cobre. La escultura mide 4.5 x 4.5 Mts. y tiene una profundidad aproximada de 40 cm. Su autor es el escultor Walter Peter Brenner.
Atlas Libertas forma parte de la celebración de los 50 años de la publicación de la novela La rebelión de Atlas por Ayn Rand.
A la escultura la acompañará una cita de La rebelión de Atlas: En nombre de lo mejor que hay en ti, no sacrifiques este mundo a los peores. En nombre de los valores que te mantienen con vida, no permitas que tu visión del hombre sea distorsionada por lo feo, lo cobarde, lo inconsciente en aquellos que nunca han conseguido el título de humanos. No olvides que el estado natural del hombre es una postura erguida, una mente intransigente y un paso vivaz capaz de recorrer caminos ilimitados. No permitas que se extinga tu fuego, chispa a chispa, cada una de ellas irremplazable, en los pantanos sin esperanza de lo aproximado, lo casi, lo no aún, lo nunca jamás. No permitas que perezca el héroe que llevas en tu alma, en solitaria frustración por la vida que merezcas pero que nunca pudiste alcanzar. Revisa tu ruta y la naturaleza de tu batalla. El mundo que deseas puede ser ganado, existe, es real y posible; es tuyo.