De Juan Murúa, una opinión muy atinada: El Gobierno pretende que se apruebe un abultado presupuesto para el año entrante, nada menos que Q52.7 millardos. ¿Acaso los analistas y ministros no se dan cuenta de que se nos viene una grave crisis económica mundial, que el desempleo ya es manifiesto en muchos sectores, especialmente en la construcción; que la inflación es aguda, y que el consumo interno está por caer al haberse reducido la generación de riqueza? Lástima que nuestros legisladores no conocen el dicho “a la arrogancia en el pedir, la virtud del no dar”, pues es seguro que el Presupuesto será aprobado en el Congreso, para desgracia de todos.
Juan Murua
09
Sep 08
Corrupción e impuestos, la gente sí entiende
He aquí tres cartas de lectores -de Prensa Libre y de Siglo Veintiuno– que demuestran que la gente sí entiende la relación que hay entre la corrupción y los impuestos abusivos.
La primera es de Carlos Maldonado:
“Sería una pena que los diputados aprobaran una ley de reforma fiscal o tributaria; esto debido al desfalco ocurrido en el Congreso, por la perdida de Q82 millones. ¿Con qué moralidad aprobarán nuevos impuestos o incrementarán los ya existentes, después de esto? ¿Acaso no les alcanza lo que ya han malgastado? Soy guatemalteco de corazón, y estoy orgulloso de vivir en un país hermoso, pero qué pena me da decir que las personas que nos gobiernan son asesinos del pueblo, estafadores de la clase trabajadora”.
La segunda es de Víctor Morales:
“¿Cómo es posible que se hayan perdido Q82 millones, según publicación del 20 de agosto en Prensa Libre, y todavía se piense si se retira o no el privilegio de no ser enjuiciada esta cuadrilla de ladrones? Quisiera poder hacer algo, pero, como simple ciudadano común, me siento inútil ante esta banda de ladrones que nos gobierna y hace lo que quieren con las leyes y con nuestro dinero. Mi percepción es que quienes dirigen los tres poderes del Estado de Guatemala, sin excepción, son una farsa; todos buscan su bienestar, y no les importa que mucha gente se muera de hambre, mientras ellos se engordan a costillas del sudor de gente honrada. Soy una de las muchas personas que ya nada esperan de nadie que trabaja en algún puesto de Gobierno. Alvaro Colom da pena y enoja con tanto anuncio de que “vamos por el rumbo correcto”. Él, su familia y sus amigos van por buen rumbo, porque, que yo sepa, no ha habido ningún avance que beneficie a la gente pobre en estos ocho meses de gestión. Y de los que integran el Congreso, los del Ministerio Público, que no presentan las pruebas suficientes, de los jueces que dejan escapar a los ladrones, ¿qué opinión me pueden merecer? Qué desconsuelo. Solo en Dios podemos confiar. ¡Pueblo de Guatemala, hay que rogar para que una cura divina se deshaga de toda esta lacra de la sociedad!”
La tercera es de Juan Murúa:
“El oportunismo es el denominador común en la administración Colom-Espada, pues no es posible que en presupuestos presenta-dos ante el Congreso en 2007 se haya establecido el Bono de Independencia —que pronto otorgará la PGN, o el Bono de Aniversario —que otorgó el TSE—. Encima, ahora los asesores presionan para obtener mejoras salariales y otros beneficios. Están haciendo piñata y chinche con el dinero del Estado. Todo se perfila hacia el hecho de que, con su actuar, el Ing. Colom y su gente están sembrando las bases de una inmensa debacle financiera, similar a la creada por el gobierno de José López Portillo y Pacheco en México. Como decía Raúl Velasco, y aún hay más… pues la factura por los platos rotos la pagaremos todos a la salida del gobierno de Colom. Tristemente y como ocurre siempre, serán los pobres quienes pagarán la peor parte. Dios quiera que no se es-tén creando las condiciones para un levantamiento social en el futuro, pues como bien se lee en las pintas dejadas en el centro his-tórico por la Conic, un pueblo con hambre es un pueblo sin paz”.
12
Ago 08
Pura patraña
Esta atinada opinión de Juan Murúa fue publicada hoy en Siglo Veintiuno: “Como el alcohólico que mendiga al feligrés que sale de la iglesia, jurando que no se gastará la limosna en bebida, así nos han tenido los gobiernos guatemaltecos, de mentira en mentira; pues resulta que son adictos, pero al dinero fácil. Lo que comenzó como un impuesto temporal llamado ISET en 1996, se volvió IEMA en 1997 y debió finalizar en 1999, pero el Congreso lo prolonga hasta 2003. Reemplazado por el IETAAP —que debió vencer en 2007— y prolongado por el Congreso hasta 2008, el impuesto se resiste a morir. Ahora el gobierno de la UNE nos sigue dando atol con el dedo, con el estribillo de temporal para prolongar el impuesto que lleva ya 12 años. El nuevo Iso (Impuesto de Solidaridad) no es más que una bofetada a la Constitución, pues representa doble tributación”.
20
Jun 08
Buena idea: Congreso móvil al Preventivo de la zona 18
“Cada día más personas resultan embarradas con el manejo de los ahorros del Congreso, colocados a través de Mercado de Futuros, y es que cuanto más profundo llegan las investigaciones, más apesta. El problema no será la recuperación del dinero. El problema es que muchos de los involucrados cometieron los delitos de evasión fiscal y peculado al recibir las jugosas comisiones, y son precisamente las penas aplicadas a quienes cometen estos delitos las que pueden enviarlos a prisión. Con tantos involucrados, ¿será que reaparecerá la figura del Congreso Móvil, esta vez desde el Centro Preventivo de la zona 18?, ¡claro que no!, ello sólo ocurrirá si el MP presenta pruebas y la figura de antejuicio no sea utilizada por los políticos para resguardarse de ser juzgados por delitos comunes”.
Que bueno que Juan Murua está escribiendo otra vez. Sus opiniones generalmente son muy atinadas y reflejan el sentir de muchos electores y tributarios. Esta nota suya fue publicada en Siglo Veintiuno.