02
Nov 09

Delincuencia: Los chapines andan por las ramas

Es alentador que casi 9 de cada 10 capitalinos crean que la violencia juvenil puede ser prevenida; porque casi 5 de cada 10 dicen que los problemas que más les afectan en la ciudad de Guatemala son la violencia, la delincuencia y la criminalidad. Por cierto que siempre me llama la atención eso de que la gente distingue a la violencia de la delincuencia y la criminalidad; y que prefiere usar el la primera palabra, antes que las dos siguientes.

También llama la atención eso de que los entrevistados creen que para prevenir eso que llaman violencia los mejores medios son la educación y a orientación, los deportes y el trabajo.
En la encuesta que da origen a estas meditaciones no se menciona por ningún lado la necesidad de que los delincuentes tengan la certeza de que el crimen lo paga; y este es un ejemplo más de cómo es que las personas se distraen por las ramas en vez de ir a las raíces de los problemas.
¡Por supuesto que la educación, el ocio creador y el trabajo son elementos importantes en una sociedad sana!; pero la delincuencia prospera porque entre nosotros hay una impunidad escandalosa y crece porque entre nosotros el crimen paga. Porque los delincuentes saben que no serán perseguidos por la policía; porque saben que si son perseguidos no serán procesados adecuadamente; y porque si son apresados adecuadamente saben que podrán escapar de prisión, u operar provisionalmente desde ahí.
Eso de ignorar la realidad y pensar que la delincuencia se va a acabar con canchas de fútbol en cada barrio, se parece a aquello de que si todos nos tomamos de la mano vestidos de blanco, y corremos por un prado verde, el mundo va a ser mejor. Todo eso es muy bonito para spots en la tele y para llenar un par de páginas en las memorias de labores; pero lo cierto es que la delincuencia y sus actos de violencia sólo van a disminuir significativamente cuando se acabe con la impunidad.
La semana pasada a mi amiga Luzma la asaltaron tres sujetos en sendas motos. La cercaron y le quitaron su teléfono móvil. ¿Usted cree, de verdad, que esos tres delincuentes abandonarán su carrera criminal si les ponen cancha de básquetbol en su barrio? ¿Cree que dejarán sus actividades delictivas si consiguen un trabajo con corbata de 9 a 5? Esos tres sujetos dejarán sus sueños del mal cuando estén en prisión por ladrones.

06
Sep 09

Meditaciones sobre banderas y motos

Los que visitan con regularidad este espacio, saben lo que opino del nacionalismo y del patriotismo, así que esta entrada no es sobre ese tema, sino sobre las leyes que nadie está dispuesto a hacer que se cumplan. Y lo que da pie a las meditaciones son los vendedores callejeros de banderas, con ocasión del 15 de septiembre.

De acuerdo con el decreto 104-87, los colores de la bandera de Guatemala son: el azul ISCC-NBC177 o VM 1.6 PB 5.9/9.4; y el blanco ISCC-NBC263 o VM 2.5 PB 9.5/0.2 y queda terminantemente prohibido elaborar banderas no autorizadas o de características distintas a las del modelo normado por esa ley. Hoy leemos que el Ministerio de Cultura es el dispone las sanciones en caso de infracción; pero la viceministra de ese ramo, Elsa Son, informa que no se ha impuesto ninguna multa debido a que los infractores son vendedores informales, “por lo que se tendría que hacer una investigación exahustiva para dar con las empresas que elaboran esas banderas”.

Es difícil controlar esas ventas, y el Ministerio no cuenta con la capacidad suficiente para sancionar a todas esas personas que deambulan por las calles. Además que son niños y mujeres, aseveró la funcionaria. Y por cierto que este año, el Ministerio sólo autorizó a cuatro empresas para fabricar banderas.

De las declaraciones de la viceministra Son, me llaman la atención varios elementos:

1. El Ministerio no le impone sanciones a los vendedores informales…y, ¿se las impondría si fueran formales?
2. Si el Ministerio de Educación no tiene capacidad alguna para cumplir con sus funciones, ¿qué capacidad va a tener el de Cultura para perseguir a los que no hacen bien las banderas?
3. El Ministerio de Cultura tiene burocracia suficiente para autorizar a ciertas empresas para que fabriquen banderas; pero es incapaz de hacer que las que no se molestan en pedir la autorización, cumplan con la ley.
4. Como la mayoría de infractores son niños y mujeres, el Ministerio se hace el loco. Con niños se entiende, porque son inimputables; pero igual habría que hacer cumplir la dichosa ley. Pero…¿y las mujeres? ¿Por qué es que a las mujeres se les trata diferente en este caso? Si la mayoría de vendedores fueran hombres, ¿el Ministerio si actuaría? ¿Por qué?

Al final de cuentas, y lo que importa para estas meditaciones, es que la ley sale sobrando cuando las supuestas autoridades pueden decidir arbitrariamente a quién se la aplican y a quién no. Y cuando la ley no es pareja sino que se toman en cuenta condiciones económicas, o el sexo de los infractores para decidir si se va a aplicar una normativa, o no.

Igual cosa pasa con la ley que prohibe que más de una persona vaya en una moto; o con la que obliga a llevar casco y chaleco numerados. En las fotos se ve a una familia entera en una moto, a una pareja en otra moto y a un muchacho que ayer andaba sin su chaleco y que conducía parado sobre su moto.

¿Quién tiene autoridad moral para sancionar a una familia humilde que sale a pasear en moto el domingo? ¿Quién tiene autoridad moral para castigar a una pareja que debe salir a trabajar y cuyo transporte más seguro y eficiente es una moto? ¿Quién tiene autoridad alguna para ponerle multa a un muchacho que hace suertes en su moto?

¿Quién tiene autoridad moral alguna para perseguir a los informales y a las mujeres que hacen y venden banderas que no cumplen con los requisitos legales?

¡A lo mejor no deberían existir este tipo de leyes que nadie está dispuesto a hacer que se cumplan!

27
May 09

A ver si como ronca, duerme

Cuando tuve conocimeinto de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala pensé que, como tradicionalmente en nuestro país no han funcionado los ministerios, entonces creamos fondos sociales. Y que como la cosa seguía sin funcionar, creamos los comisionados; y cuando estos fracasaron también, entonces pasamos a hacer otra cosa.


Así nos ha estado pasando con el combate a la impunidad. No sólo con la de los cuerpos ilegales y clandestinos de seguridad, sino con la de todas formas de delincuencia, la de la corrupción de los funcionarios y en general con el incumplimiento de los contratos. Como el Ministerio Público no funciona y como las leyes no son respetables, como los tribunales no son indepencientes y como la policía aveces no se distingue de los criminales pues engendramos la Cicig. He sostenido que hay un patrón en esta forma de conducta; y lo ilustro con algo que escribió Henry David Thoreau: 

Pero así como los marcianos llegaron ya; así llegó la Cicig y ya está aquí.  No se arreglaron el MP, ni el Organismo Judicial, ni la PNC; pero la Cicig tiene una responsabilidad y las denuncias del abogado asesinado, Rodrigo Rosenberg, son una oportunidad para probar que como ronca, duerme. O más bien, para averiguar si es cierto que aveces vale la pena diferir la solución de la raíz de los problemas y trabajar con lo que se tiene.  Hay un dicho que dice: haz lo que puedas, con lo que tengas, donde te encuentres; y la Cicig es lo que tenemos.

Sin independencia judicial y con un Ministerio Público cuyo jefe se reune con el Presidente en secreto,  ni modo que los chapines no vamos a tratar de confiar en la siguiente instancia si lo que buscamos es justicia y transparencia en las investigaciones, sobre todo en casos que podrían involucrar a quienes ejercen el poder.

Por eso es que a mí no me da pena contarme entre quienes creen que a la Cicig le corresponden el caso del asesinato de Rodrigo Rosenberg y la investigación de las denuncias que hiciera en vídeo antes del crímen que acabara con su vida.

Curiosamente, y como la vida da vueltas extrañas, hoy leo que Gladys Monterroso, esposa del Procurador de los Derechos Humanos, ha solicitado que su caso sea trasladado a la Fiscalía de la Mujer, con el argumento de que la Fiscalía Especial destacada por la Cicig irrumpe en su vida privada.  Ciertamente vivimos en tiempos extraños.

26
May 09

La burocracia cierra filas

La imagen de Colom es muy buena, vino a decir José Miguel Inzulza, mientras bendecía con el ispopo de la Organización de Estados Americanos la administración de Alvaro San Nicolás Colom y Sandra Evita Torres, misma que está en entredicho luego de las revelaciones que hiciera el abogado Rodrigo Rosenberg, antes de ser asesinado.  Fiel al lema burocrático que manda Tapaos los unos a los otros; Inzulza vino a asegurar que, en este caso no será posible la impunidad.


Eso no es serio, ¿verdad? Los que vivimos aquí sabemos que la impunidad es el pan nuestro de cada día; y que, precisamente, la impunidad está en la raíz del problema.  Día a día, más de una docena de asesinatos quedan impunes; día a día, ¿cuántas docenas de saqueos y latrocinios del dinero extraído a los tributarios va a parar a cuentas de funcionarios corruptos? La impunidad, señor Inzulza, no sólo es posible, sino que es nuestra realidad.

Insulza cree que si el caso está en manos de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (y en manos del Ministerio Público, hágame usted el favor), el caso está en buenas manos.  Y créame que a mí me gustaría pensar que sí; empero, en las cartas de los lectores de hoy leo que Edward Kaehler relata que un abogado internacional que trabaja en la CICIG le contó el fin de semana que el Ministerio Público no los está dejando hacer lo necesario para esclarecer el caso Rosenberg.

Y, ¿cómo no iba a ser así, si una de las primeras cosas que San Nicolás hizo luego de conocerse la denuncia de Rosenberg fue encerrarse con el Fiscal General, Amílcar Velásquez?

De verdad quisiera creer que la impunidad no es posible en este caso, como dice que cree Inzulza; sin embargo, creo más en que el burócrata citado vino más para poner una hoja más en su informe de labores, que a entender lo que está pasando en realidad.

18
May 09

Apoteósico rechazo a la impunidad

Los pelos se me erizaron y el pulso se me aceleró. En los mejores momentos de la gesta de hoy, cuando la gente gritaba y aplaudia, cuando entonábamos el Himno Nacional, podía recibir la energía y la fuerza que emanaban del gentíal que estaba reunido en la Plaza Italia de la ciudad de Guatemala.

Vea usted las fotos, lea los carteles que llevaba la gente, vea sus expresiones. Note que hoy, la gente se entregó con pasión y con entusiasmo a esta lucha cívica. Ahí había niños, jóvenes y ancianos; hombres y mujeres; gente de la ciudad y de otras áreas del país; todos unidos por los deseos de justicia y de paz. ¡Que gusto daba ver estudiantes de todas las universidades superando las divisiones artificiales que nos han separado a ellos y a todos los chapines!

En esta ocasión fui invitado a participar en la tarima como animador, je je. Ahí traté de cantar Voy a pasarmela bien, de Hombres G; pero a mí no se me da el canto. Pude ver cómo llegaban multitudes por la Séptima avenida y cómo había gente junto al mercado de La Placita y en las terrazas de los edificios adyacentes.

Le conté a la gente cómo es que hoy, en una entrevista, el vicepresidente Rafael Espada comentó que a él no ha sido atacado (cómo si las denuncias de Rodrigo Rosenberg fueran un ataque) porque no tiene nada que esconder. Y a mí se me hace que Espada sabe que otros sí tienen algo que esconder. Espada sabe con quiénes está metido porque ya desde la campaña electoral él había contado que mucha gente le daba dinero a él porque no confiaban en Sandra Evita Torres, en Alvaro San Nicolás Colom y en su partido, la Unidad Nacional de la Esperanza. ¿Qué tan cómodo está ahora Espada en esa compañía? Yo digo, y dije en la Plaza, que el Vicepresidente debe asumir su responsabilidad y pedirle la renuncia a Los Colom para rescatar institucionalidad, obtener alguna autoridad, y proteger el orden constitucional.

Durante la gesta de hoy destacaron muchas cosas buenas: la gente que la hace posible es un equipo admirable que trabaja con un pasión que inspira; la seguridad fue impecable y en la Plaza Italia fue provista por la Policía Municipal de Tránsito; no hubo conatos de enfrentamiento con los grupos de personas que traen Los Colom.

Eso nos preocupaba mucho, y el sábado en la tarde me había reunido con un grupo de chicos que tenían la misma inquietud. Chispudos ellos habían elaborado un plan de contingencia en caso que se dieran enfrentamientos y en caso de que hubiera alguna emergancia de seguridad. Nada de eso ocurrió y todo ocurrió de forma pacífica como debe ser. ¡Gracias a quienes, con sus gestiones y sus buenos oficios hicieron anularon las posibilidades de violencia que se perfilaban!

Al conlcuir la jornada en la Plaza Italia, la gente comenzó a caminar por la Séptima avenida hacia el sur en dirección del Monumento a los Próceres de la Independencia de Centroamérica; y ¡wow!, no se imaginan ustedes mi sorpesa cuando llegué a la pasarela que cruza esa vía con rumbo al Banco de Guatemala. Ahí se veía toda la avenida, hasta la Torre del Reformador, como un enorme río blanco. ¡Toda la avenida llena de gente! Un poquito y se me salen las lágrimas.

Tengo confianza en que estas jornadas concluirán no sólo en un proceso judicial y político que afianza la justicia y que ayude a acabar con la impunidad en Guatemala; tengo confianza en que está consituyendo un valioso proceso de educación cívica para una nueva generación de chapines comprometidos.

Mi generación y la generación de mis padres (que son relativamente jóvenes) se perdió de la experiencia cívica debido a la guerra que sostuvieron la URNG y sus componentes, durante 36 años; y no es sino hasta esta nueva generación que los patojos chapines -quitados de los traumas de aquella guerra- están siendo actores y protagonistas de su propio tiempo. Algo que sólo unos pocos de mi generación pudimos medio experimentar, debido al miedo que prevalecía y a las condiciones adversas.

Cansado y asoleado, hoy me iré a la cama contento. Contento porque en las miradas que ví en la Plaza Italia, supe que Guatemala tiene futuro, y que el futuro está aquí y ahora entre nosotros.


09
May 09

Evidencias para los necios

En las comisarías de policía de la ciudad de Guatemala, cada día son reportados entre cinco y ocho casos de robos de teléfonos móviles, cometidos con armas de fuego.  Eso quiere decir que seguramente hay más, porque más de alguno no es reportado por una, u otra razón.  

Cándido, que sorbe su leche con café y pone la cara que ha de tener el dios de la ironía, comenta: ¡¿Cómo va a ser eso, si hay una ley específica que tipifica el robo de celulares y hay una ley nueva de control de armas?!  Cándido sabe que el problema es la impunidad; y sabe que los fabricantes de legislación pueden producir y producir prohibición tras prohibición; pero que, si no se ataca la raíz del problema, de nada sirve ocuparse de las ramas.
Así como la pena de muerte para los secuestradores, que nunca es aplicada, no ha acabado con los secuestros; así otras leyes que nadie toma en serio no acaban con otras formas de delincuencia.  La clave no está en tipificar delitos ad absurdum; sino en aplicar las penas que ya hay, para los delitos que ya existen.

07
May 09

Sigue la tragicomedia de los chalecos

El Ministerio de Gobernación reculó en la decisión de que el chaleco para los motoristas sea amarillo, y prorrogó hasta el 9 de junio la obligación de usar ese distintivo que, además, debe llevar los números de placa bien visibles.

¿Ya vió usté?, dijo Cándido mientras acomodaba dos chiles rellenos en sus panes franceses; se ve que esa medida es una gran paja.  Imagínese que si hay ¡un sólo muerto! por sicarios que viajan en motos y sin los números que los identifiquen, las autoridades no van a poder quitarse esa sangre de las manos ni con cloro.  Si la medida es tan buena, tan efectiva y tan preventiva, ¿por qué arriesgar a las víctimas potenciales?  Y si no hay asesinado alguno, entonces será que lo de los chalecos es irrelevante y que toda esa bulla sólo resultará en costos y castigos para las miles de personas inocentes y honradas que han sido afectadas por este asunto. ¿Por qué no se darán cuenta de que el verdadero problema es la impunidad?

Para los que no saben de qué se trata esto, resulta que aquella dependencia dispuso que para evitar los asesinatos por sicarios que se conducen en moto, ahora es prohibido que dos personas viajen en esos vehículos y es obligatorio que todos los que lo hacen lleven chaleco y casco en los cuales se lea, con claridad el número de placa del vehículo.

18
Abr 09

Los ladrones no quieren celulares baratos

A una prima de mi amigo, Ricardo, la asaltaron para robarle el teléfono móvil; y cuando ella entregó un su frijolito, el ladron se lo aventó y le dijo: ¡Este no va con usted!  Lo humillante, dice ella, es que ni modo, ese era su teléfono; lo halagüeño, dice ella, es que ahora sabe que tiene look de tener buen teléfono; y lo absurdo, dice con ironía, es que a pesar de que hay una ley específica contra el robo de teléfonos móviles, esos robos continúan.  
Cuando uno escucha historias como esta, recuerda que la ley específica contra el robo de móviles iba a acabar don esos delitos; eso según quienes creían y aseguraban que la tipificación de ese tipo de robo iba a terminar con aquellos robos.  Es evidente que la multiplicación de tipificaciones no acaba con los delitos; porque el ambiente propicio para la criminalidad no es la ausencia de normas penales, sino la falta de cumplimiento de las que ya hay.
Hoy, leemos un caso similar al que relato arriba: Un amigo fue asaltado en un autobús de la ruta 4.  Le pidieron el celular pero lo agredieron la ver que era un modelo barato
Es un engaño, y es un engaño peligroso, cuando quienes ejercen el poder le hacen creer a la gente que con medidas cosméticas y populistas van a resolver problemas como la impunidad.  


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02
Abr 09

El asesinato de un periodista

Rolando Santiz, reportero del noticiario Telecentro 13, fue asesinado ayer; y su camarógrafo, Juan Antonio De León, resultó herido. Una mujer que presenció el ataque dijo que los atacantes le dispararon varias veces al automóvil. Los dos atacantes seguían el auto de Santiz cuando  se dirigía a la 20 calle de la zona 1.

Este hecho se suma, en cuanto a impacto social, al asesinato del bebé Anthony Josué y al tiquis miquis de Gladys Monterroso,  esposa del Procurador de los Derechos Humanos, ¡en condiciones que urge aclarar, bien, bien! Curiosamente, la administración socialdemócrata, que no se manifestó públicamente en el casó de Anthony Josué, hoy publicó una esquela por el periodista Santiz.  Me parece que vale la pena hacer notar cómo es que la administración reacciona cuando el asesinado se trata de un distinguido miembro de un grupo importante de influencia; y como no dice esta boca es mía, cuando se trata de un pequeño guatemalteco sin conectes.

Yo lamento mucho el asesinato de Santiz porque es una víctima más de la impunidad y porque es otra mala señal.  Ya sabemos, porque lo vemos en las noticias, en qué contextos es que ocurren asesinatos de periodistas en otras sociedades. 

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30
Mar 09

Guatemaltecos contra la impunidad

Los listones blancos que ayer fueron colocados en parte de la Avenida de las Américas y la Avenida de la Reforma, de la ciudad de Guatemala, son expresarse contra la violencia.  Un grupo de jóvenes, entre los que destacaba el equipo de Jóvenes por Guatemala, reaccionó así luego de los actos violentos del martes pasado, que colmaron la paciencia de los guatemaltecos.

La víctima más notoria de aquella jornada fue el bebé Anthony Josué, de dos meses de edad, que fue asesinado.  En la capital chapina, más de un grupo está organizando marchas para expresarse contra la criminalidad y contra la impunidad que la ampara.  Y yo me uno a estas expresiones para demandar que la administración socialdemócrata deje de desperdiciar recursos en propaganda y en programas políticos, para concentrarse en lo que importa: acabar con la impunidad y garantizarnos seguridad y justicia a los habitantes del país.

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