24
Sep 09

Irrespeto a la dignidad humana

Cientos de padres de familia recibieron la primera luz del día en las banquetas que rodean distintas sedes del Registro Nacional de las Personas, con el objetivo de conseguir las partidas de nacimiento de sus hijos. Empero, a última hora, el Ministerio de Educación dispuso que las partidas no sería necesarias.

En Guatemala la socialdemocracia de Los Colom se llena la boca con que la educación es gratuita; pero no se toma la molestia de avisarles a tiempo, a los padres de familia, que la mentada fe de edad -que siempre se exige para la inscripción- ya no será necesaria. Ese irrespeto a la diginidad humana se ve en otros sectores de la administración como el seguro social, en donde enfermos y ancianos reciben malos tratos.

La foto es por Erlie Castillo, de Prensa Libre.


24
Jul 09

Pero que mala taza esos del IGSS

Una malatazada es lo que hace el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social con los altos funcionarios a los que el seguro social no quiere darles cobertura. Hoy leo que Maynor Robles, jefe del departamento actuarial y estadístico del Instituto, dijo que hay que considerar el perfil que tienen estos funcionarios; es decir, la morbilidad que ellos van a presentar, porque muchos de ellos presentan enfermedades crónicas, como presión alta, cardiovascular, diabetes, que son enfermedades de alto costo y esto impacta financieramente en los programas.


Dicho en otras palabras, por cuestiones puramente financieras -y nada humanitarias- el IGSS se rehusa a darles cobertura a los altos funcionarios porque son muy costosos y riesgosos. Lo cual, encima de todo, no tiene sentido, porque el IGSS obliga a pagar a altos ejecutivos del sector privado, que están sometidos a las mismas presiones, pero sí tienen que cotizar.

Eso, claro, nos lleva a una contradicción conceptual del Seguro Social. Los altos ejecutivos del sector privado están obligados a pagar, no porque al IGSS les preocupe su salud (como ya quedó evidenciado por las implicaciones de las declaraciones de Robles), sino porque supuestamente tienen una obligación solidaria con los más pobres. Se supone que los ejecutivos bien pagados, aunque no tienen necesidad de caer con el seguro social, están obligados a cotizar para contribuir al canasto comunal y apoyar, con sus altos pagos, a mejorar las condiciones de los que tienen menos ingresos. Ya todo ese proceso redistributivo es falaz y perverso, como para que se le añada el nuevo elemento que queda al descubierto con los que nos cuenta Robles.

Sepa usted, que los altos funcionarios del gobierno están exentos de la obligación solidaria a la que sí están sometidos los ejecutivos del sector privado. Esto constituye un privilegio para los funcionarios, y una malatazada para los más pobres, que no se benefician con las contribuciones de los funcionarios privilegiados.

Al final, tantas inconsistencias propias del seguro social en el que todo es de todos y nada es de nadie, sólo perjudican a los trabajadores que no tienen otro palo en qué ahorcarse; y sólo minan el estado de derecho y la igualdad de todos ante la ley. Por eso, urge una reforma del seguro social en el que cada quién sea dueño de sus ahorros, en vez de que pase como ahora, que los que más se benefician son los funcionarios que los maladministran, se los roban, o los pierden.

02
Jul 09

Urge la reforma del seguro social

Las propuestas del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, de subir de 60 a 65 años la edad de jubilación y el aumento de cuotas como requisito para retirarse, generaron ayer rechazo y dudas en el sector sindical y entre patronos.

El seguro social en Guatemala es como una pila en la que el desague es más ancho que el chorro de entrada; y encima, el el estado no sólo no paga su cuota patronal, sino que ha puesto ahí administradores que sacan palanganazos de corrupción.

¡Urge la reforma del seguro social!; urge devolverles a los trabajadores la propiedad y el control de sus ahorros. Si se suben las cuoas y se retrasa el tiempo para la jubilación, lo único que ocurrirá es que también se atrasará el colapso que ya se viene. La gente no sólo seguirá recibiendo jubilaciones magras, sino que las generaciones futuras se quedarán sin nada. ¿Por qué? Porque las prestaciones del presente se pagan con los depósitos de quienes esperan recibir algo en el futoro. Le parece a usted algo conocido…pues sí….¡eso fue lo que hizo Bernard Madoff y ahora está condenado a 150 años de cárcel.

26
Ene 09

Los incentivos para el mal los pone la administración

La banca chapína recibió fondos públicos porque se suponía que los bancos no contaban con liquidez para atender la demanda de rédito de las empresas. Entonces el banco central proveyó a los otros bancos con casi Q3000 millones; y ¿qué ocurrió? Pues pasó que los bancos no hicieron fluir el crédito, sino que optaron por invertir esa plata en papeles del Banco de Guatemala para ganar 7.25% de interés, sin riesgo.

¿De quién es la culpa? No de los bancos, por supuesto. Ellos están haciendo lo correcto, es decir: están invirtiendo los recursos que tienen en donde el rendimiento es más alto, y en donde el riesgo es más bajo. ¡Habría que ser algo baboso para arriesgar la plata en donde los rendimientos son más bajos!

Yo digo que la culpa de que estas cosas ocurran es de las autoridades monetarias. Ellas son las que crean las condiciones adversas para la inversión productiva y fomentan las inversiones en papeles; fabrican inflación; encaraman las tasas de interés; sueltan plata barata; garantizan las inversiones y luego pagan rendimientos elevados. Todo eso, no es consecuencia del mercado, ni del liberalismo, ni de nada parecido. Es mercantilismo del puro. Raya en el socialismo porque, en última instancia, ¿cuál es la justificación para toda esa manipulación que hacen las autoriades monetarias? El supuesto interés común. El interés colectivo. ¿O no?

Todo esto me recuerda un chiste que recién he visto. Bernard Madoff está siendo interrogado bajo una luz potente. Uno de los interrogadores, con cara de policía malo, le dice: ¡Está bien, Madoff! ¿De dónde sacó la idea de pagarle a los inversionistas más viejos, con el dinero de los inversionistas más nuevos? Y Madoff, con cara de contrito, contesta: Del sistema de seguridad social.

¿Dígame usted si no? ¿Quién sino los socialistas inventan este tipo de esquemas?

Y ya que estamos viendo las cosas con humor, hace ratos vi un anuncio que decía: Cuando un negocio malgasta todo el dinero de los fondos de retiro de sus empleados se le llama fraude; pero cuando el gobierno hace lo mismo, se le llama seguridad social.

¿Dígame usted si no? Lo de Madoff y el fraude es lo que hace el IGSS con la plata que usted deposita, ¿o no? Y los bancos, ¿cómo no van a reaccionar frente a los incentivos que le pone la Junta Monetaria?

El chiste es del caricaturista Gary Varvel.