Tres fueron mis conferencias favoritas de ayer durante la Objectivist Conference 2016: Finding Fuel in Short Fiction: Giving Full Conscious Value to the Writer´s Choice, por Shoshana Milgram; Being Selfish, Being Happy, por Tara Smith (que es una de mis expositoras favoritas); y Objectivism Indispensable Value to Understanting -and Changing- the Culture, que fue un panel en el que participaron Don Watkins, Steve Simpson (que acaba de editar un libro que te recomiendo: Defending Free Speech) y Elan Journo, autor de Winning the Unwinnable War, libro que he recomendado en ocasiones anteriores.
El objetivismo es radical no sólo en sus ideas morales y políticas sino, especialmente, en cómo guía el pensamiento. Ofrece un marco intelectual poderoso para conceptualizar y tener impacto en temas culturales y políticos. Los presentadores, autores de los libros mencionados arriba, ofrecieron perspectivas objetivistas con respecto a temas como la desigualdad, la libertad de expresion y la política internacional.
Combustible espiritual
La mañana, sin embargo, empezó con la parte de literatura del curso Spiritual Fuel: Appreciating Various Forms of Art. Para el curso leímos el cuento The Last Sixty Minutes, por la ganadora del Premio Pulitzer Susan Glaspell. Un cuento inequívocamente romántico, por una autora que en su momento defendió El manantial contra la censura.
En esta obra y luego de reflexionar sobre su vida y su carrera, un hombre decide cambiar el curso de aquella. Te recomiendo que la leas y te preguntes si puede inspirarte y por qué.
Durante la conferencia, Shoshana nos recordó que dado que tenemos la facultad volitiva, las elecciones que hacemos son importantes y son la clave para el arte romántico; y comentó que el hecho de que las puedan cambiar el curso de sus vidas, incluso al final de las mismas, da pie para una grandes historias.
Objetivista y feliz
La idea de que una persona pudiera ser egoísta es tan ajena a nuestra cultura, que las personas luchan para entender qué querrá decir Ayn Rand con aquello. En esta primera parte de su conferencia, Tara Smith, explicó las características cruciales del egoísmo racional, qué no es egoísmo racional, y para qué sirve aquel. Empezó a explorar laforma en la que el egóismo de las personas es su único medio para conseguir la felicidad sostenible. Hoy continuará con este asunto.
El principio del egoísmo es la razón, su objetivo es el florecimiento y la pregunta clave es: ¿Qué significa para ti? Explicó que la vida es un proceso autogenerativo y auto sostenible y que para florecer, para alcanzar la felicidad debemos actuar y promover nuestros intereses propios.
Tara explicó que el egoísmo no es transparente porque no siempre sabemos como promover nuestro propio interés; el egoísmo no es subjetivo porque no todo lo que pensamos que es en nuestro propio interés lo es en realidad; no es materialista porque, aunque tiene componentes materiales, lo cierto es que las personas también tenemos una dimensión espiritual, entendiendo espiritual como atingente a la mente, necesidades como orgullo, relaciones, o arte, por ejemplo; el egoísmo no es automático, hay que pensarlo; y tampoco es hedonista porque el placer no es un estándar; sin embargo, el egoísmo no es anti-placer, no por ver el árbol debemos perder de vista el bosque (digo yo); el egoísmo es notablemente apasionado porque la vida está en la mente; el egoísmo no es depredador ya que abusar de otros no resulta en nuestro propio mejor interés, el egoísmo no sanciona el sacrificio de otros.
Tara aconsejó que para construir un yo, para uno mismo, hay que ponerle atención a las cosas que a uno le gustan y pensar acerca de ellas, pensar por que es que le gustan a uno y cuando eso está entendido hay que perseguirlas y disfrutarlas.