Fidel Castro
26
Feb 10
En recuerdo de Orlando Zapata
18
Ago 09
Para empresarios, periodistas, anunciantes y demás
Miguel Ángel Quevedo fue editor y propietario de la revista Bohemia, misma que era muy popular en la Cuba en los años 50. Bohemia apoyó la la revolución y en julio de 1958 la revista publicó el manifiesto de la Sierra Maestra, documento cuyo objetivo fue la unificación de los grupos que combatían a Fulgencio Batista. Quevedo se exilió en Miami donde en agosto de 1969, se suicidó y dejó una carta que, en la América Latina del Siglo XXI, es de escalofriante actualidad. El texto completo puede puede ser leído aquí; pero los dejo con algunos fragmentos con la esperanza de que los deje pensando:
– Cuando recibas esta carta ya te habrás enterado por la radio de la noticia de mi muerte. Ya me habré suicidado ¡al fin! sin que nadie pudiera impedírmelo.
– Sé que después de muerto llevarán sobre mi tumba montañas de inculpaciones. Que querrán presentarme como “el único culpable” de la desgracia de Cuba. Y no niego mis errores ni mi culpabilidad; lo que sí niego es que fuera “el único culpable”. Culpables fuimos todos, en mayor o menor grado de responsabilidad.
-Fidel [Chávez, Morales, Correa, Ortega, ¿y Los Colom?] no es más que el resultado del estallido de la demagogia y de la insensatez. Todos contribuimos a crearlo. Y todos, por resentidos, por demagogos, por estúpidos o por malvados, somos culpables de que llegara al poder.
-[Fueron culpables] los periodistas que conociendo la hoja de Fidel, su participación en el Bogotazo Comunista, el asesinato de Manolo Castro y su conducta gansteril en la Universidad de la Habana, pedíamos una amnistía para él y sus cómplices…Fue culpable el Congreso que aprobó la Ley de Amnistía. Los comentaristas de radio y televisión que la colmaron de elogios. Y la chusma que la aplaudió delirantemente en las graderías del Congreso de la República. Bohemia no era más que un eco de la calle. Aquella calle contaminada por el odio que aplaudió a Bohemia cuando inventó “los veinte mil muertos”.
-Fueron culpables los millonarios que llenaron de dinero a Fidel [a Chávez, a Morales, a Correa, a Ortega, o ¿a Los Colom?]. Los miles de traidores que se vendieron al barbudo criminal. Y los que se ocuparon más del contrabando y del robo que de las acciones de la Sierra Maestra. Fueron culpables los curas de sotanas rojas que mandaban a los jóvenes para la Sierra a servir a Castro y sus guerrilleros. Y el clero, oficialmente, que respaldaba a la revolución comunista con aquellas pastorales encendidas.
-Fue culpable Estados Unidos de América [o la Unión Europea], que incautó las armas destinadas a las fuerzas armadas de Cuba en su lucha contra los guerrilleros. Y fue culpable el State Department [o casi cualquier cancillería de Europa], que respaldó la conjura internacional dirigida por los comunistas para adueñarse de Cuba.
-Todos fuimos culpables. Todos. Por acción u omisión.
-Ojalá mi muerte sea fecunda. Y obligue a la meditación. Para que los que pueden aprendan la lección.
17
Jun 09
Armando Valladares, héroe de la libertad
Armando Valladares es un escritor cubano que trascendió a la escena pública internacional como prisiononero político y de conciencia del régimen cubano. Fue encarcelado en 1960, a los 23 años de edad, y pasó 22 años en prisión. Valladares fue torturado y sometido a palizas, a trabajos forzados, a experimentos psicológicos y biológicos, y a aislamiento. Fue confinado en una celda sin luz natural, ni artificial.
22
Abr 09
Pegáme, pero no me dejés
Pegáme, pero no me dejés, le dijo doña Rome a uno de sus maridos cuando este la iba a dejar. De esa frase me acordé cuando vi la portada de El Periódico de ayer, en la que se ve a Alvaro San Nicolás Colom y a Sandra Evita Torres, almorzando con los embajadores Stephen McFarland de los Estados Unidos de América y Omar Morales, de Cuba.
09
Mar 09
Más sobre el ridículo de Los Colom en Cuba
En Catalejo, Mario Antonio Sandoval dice algo que es muy importante y que había pasado inadvertido en cuanto al ridículo que Los Colom fueron a hacer a Cuba. ¿Recuerda, usted? Le llevaron a Fidel Castro la Orden del Quetzal y la dignidad chapina; y Castro no les dió bola. Les metió el cuento de que él sólo recibía damas y los mandó a pasear por La Habana.
Al referirse a las razones por las cuales Castro no recibió a Los Colom, y en cambio se desvivió por Hugo Chávez y por Manuel Zelaya, MAS comenta que si recibió a alguien porque a su juicio tiene determinadas calidades, no recibe a otro porque esta persona no las tiene. Simple. El lamentable fiasco sufrido por Guatemala en la persona de su presidente tiene en esta columna del comandante Fidel una especie de lápida. Ya a nadie le puede quedar ninguna duda de las razones del régimen cubano para actuar como lo hizo.
A mi juicio esto salva a los guatemaltecos, aunque hunde a Los Colom. Ya que, ¡por supuesto!, hay que separar a unos de otros; y esto es porque verá usted: a su regreso de Francia una vez le preguntaron a Lord Chesterton que cómo le habían parecido los franceses; y Chesterton contestó: No se, no los conocí a todos.
Es obvio, entonces, que Los Colom no reunen las cualidades que demanda Fidel; y resulta obvio que Guatemala (o más bien los guatemaltecos) tampoco. Esto es ominoso para Los Colom que se morían por ser recibidos por el Comandante y por tomarse una foto con él; pero es honroso para Guatemala (o los guatemaltecos), porque así resulta que aunque we walk amongst them, we are not of them.
09
Mar 09
Más sobre el ridículo de Los Colom en Cuba
En Catalejo, Mario Antonio Sandoval dice algo que es muy importante y que había pasado inadvertido en cuanto al ridículo que Los Colom fueron a hacer a Cuba. ¿Recuerda, usted? Le llevaron a Fidel Castro la Orden del Quetzal y la dignidad chapina; y Castro no les dió bola. Les metió el cuento de que él sólo recibía damas y los mandó a pasear por La Habana.
Al referirse a las razones por las cuales Castro no recibió a Los Colom, y en cambio se desvivió por Hugo Chávez y por Manuel Zelaya, MAS comenta que si recibió a alguien porque a su juicio tiene determinadas calidades, no recibe a otro porque esta persona no las tiene. Simple. El lamentable fiasco sufrido por Guatemala en la persona de su presidente tiene en esta columna del comandante Fidel una especie de lápida. Ya a nadie le puede quedar ninguna duda de las razones del régimen cubano para actuar como lo hizo.
A mi juicio esto salva a los guatemaltecos, aunque hunde a Los Colom. Ya que, ¡por supuesto!, hay que separar a unos de otros; y esto es porque verá usted: a su regreso de Francia una vez le preguntaron a Lord Chesterton que cómo le habían parecido los franceses; y Chesterton contestó: No se, no los conocí a todos.
Es obvio, entonces, que Los Colom no reunen las cualidades que demanda Fidel; y resulta obvio que Guatemala (o más bien los guatemaltecos) tampoco. Esto es ominoso para Los Colom que se morían por ser recibidos por el Comandante y por tomarse una foto con él; pero es honroso para Guatemala (o los guatemaltecos), porque así resulta que aunque we walk amongst them, we are not of them.
05
Mar 09