26
Nov 10

¡Celebración de la vida y de lo que la hace buena!

¿Cómo no dedicarle una noche a la celebración de todo lo bueno que hemos tenido en el año? ¿Cómo no celebrar a las personas que nos aman y que amamos, a nuestras familias y a nuestros amigos? ¿Cómo no celebrar las cosas buenas que tenemos: los frutos del trabajo, y la salud? ¿Cómo no celebrar a las ideas y a las personas que hacen posible lo que tenemos y lo que hace nuestras vidas más placenteras, más fáciles y más alegres?

A mí, por eso, me gusta mucho celebrar la fiesta del Día de Gracias.  La verdad sea dicha, las fiestas en las que se celebran la muerte y el sacrificio sólo me interesan como fenómenos sociales y como parte de las tradiciones (¡Y por la comida que se acostumbra en ellas!); pero, realmente, me parecen perversas.  ¡Que vivan la vida y la productividad!

Anoche celebramos con un pavo que hicimos en casa de acuerdo con la receta de mi bisabuela, Adela o Mami; acompañado por puré de camote, ensalada y un Quimera 2005, de Achaval Ferrer, que trajeron amigas queridas.  Y el toque chapín lo puso una torta de yemas, de Totonicapán, departamento guatemalteco famoso por sus panaderías, entre otras cosas.

He aquí una meditación valiosa sobre esta fiesta,  por el cuate Craig Biddle.


25
Nov 10

Concluida la fase 1 del pavo

Debido a los horarios apretados, en casa preparamos en fases el pavo para la cena de hoy: Fase 1, es la preparación del relleno y la sazón de la piel del ave.  Fase 2, es la horneada.

Ya hicimos la primera parte, que consiste en picar y freír en mantequilla: cebolla, apio, hongos, castañas  y los menudos del pavo.  Luego, estos se mezclan con pan que ha sido remojado en vino blanco de modo que no quede empapado, sino húmedo.  Esta mezcla se sazona con sal, pimienta y salvia.  Luego el pavo es sobado con mantequilla, ajo, sal y pimienta.

Mi bisabuela, mi abuela y mi madre usaban champiñones; pero a mí me gusta usar crimini, o shitakes aveces porque su sabor se hace sentir más; y hoy usamos shitakes. Y otra cosa que hago, porque me gusta el toque que le añade, es ponerle un chorrito de aceite de oliva.

Cuando está frío el relleno se coloca dentro del animal.

Para mí, el pavo es sólo un vehículo para hornear el relleno, que es mi parte favorita, la que me me pone contento y la que me lama los bigotes.  Definitivamente no me gusta la pechuga -que mi bisabuela decía que era como comer sábana-, y me disfruto mucho la carne de las alas y de  los muslos.

La fase 2, ocurrirá hoy en la noche.  Luego de rellenado el pavo, se le ponen encima lascas de tocino a lo ancho de la pechuga y sobre las piernas y en las alas.  Se pone dentro de la bolsa con algo de vino blanco y ¡al horno!

Esta es una de las recetas de mi bisabuela, Adela.  Ella preparaba otras dos: una con manzanas y otra con ostras; pero esta es mi favorita.


28
Nov 08

¿Cómo no celebrar algo así?

Este es el pavo que preparó anoche mi amiga Anna María.  La foto con mi movil no le hace justicia; pero el dorado estaba magnífico, como lo estaba la carne jugosa y el relleno de arroz y queso provolone, que, según dijo, era de orígen mediterráneo.

A mí me gusta celebrar el Thanksgiving Day porque, ¿a quién no le gusta una comilona conla familia y con amigos queridos?  Pero, además, aprecio muchísimo su significado profundo.  El Día de Gracias, festeja el exito de la libertad, del  individualismo, de la propiedad privada.  
Antes de que el gobernador William Bradford y los pilgrims abandonaran el colectivismo, no tenían más que escasez y hambre.  Pero una vez que optaron por que cada quién fuera responsable de sus propias siembras y de sus propias necesidades; y una vez que optaron por un sistema que proveyera los incentivos necesarios para mejorar la productividad y evitar la hambruna.
¿Cómo no tener respeto por una celebración así?  Este festejo de la vida y de la productividad contrasta con el tipo de cosas que celebramos en otras culturas.  Por ejemplo, aquí le damos prioridad al Día de los Muertos y al Viernes Santo (vis a vis el Domingo de Resurrección).  Y eso, seguramente, dice mucho de nosotros.
La abundancia, la alegría y el optimismo que caracterizan al Día de Gracias, junto a la compañía de amigos viejos, y amigos nuevos, hacen que esta fiesta sea una de mis favoritas.

22
Nov 07

El Día de Gracias

Aquí en la tribu, a algunos les ofende la celebración del Día de Acción de Gracias. Dicen que es una fiesta extranjerizante, y que no se qué y que no se cuánto. Sin embargo, a mí me parece una festividad de los más alegre.

Esto es porque la comilona epicúrea de este día celebra el éxito, y la cosecha de los frutos del trabajo de todo el año. Festeja la abundancia. Por eso es que no es raro que una fiesta así no se haya desarrollado en los países en los que la escasez y la precariedad son lo de todos los días. Claro que en la tribu también tenemos nuestra comilona; pero la celebramos en el Día de Todos los Santos (que están todos muertos).

Hoy comeré pavo, camote y otras delicias donde mi amiga, Anna-María. Y a mí no me intimida eso de que la fiesta sea de aquí, o de allá. Con tal de hacer alboroto -de disfrutar de mis amigos y de mi familia- y de comer rico, me apunto hasta para celebrar Kwanzaa.