Pegáme, pero no me dejés, le dijo doña Rome a uno de sus maridos cuando este la iba a dejar. De esa frase me acordé cuando vi la portada de El Periódico de ayer, en la que se ve a Alvaro San Nicolás Colom y a Sandra Evita Torres, almorzando con los embajadores Stephen McFarland de los Estados Unidos de América y Omar Morales, de Cuba.
Cuba
22
Abr 09
Pegáme, pero no me dejés
20
Abr 09
Cerdo asado, al estilo cubano
09
Mar 09
Más sobre el ridículo de Los Colom en Cuba
En Catalejo, Mario Antonio Sandoval dice algo que es muy importante y que había pasado inadvertido en cuanto al ridículo que Los Colom fueron a hacer a Cuba. ¿Recuerda, usted? Le llevaron a Fidel Castro la Orden del Quetzal y la dignidad chapina; y Castro no les dió bola. Les metió el cuento de que él sólo recibía damas y los mandó a pasear por La Habana.
Al referirse a las razones por las cuales Castro no recibió a Los Colom, y en cambio se desvivió por Hugo Chávez y por Manuel Zelaya, MAS comenta que si recibió a alguien porque a su juicio tiene determinadas calidades, no recibe a otro porque esta persona no las tiene. Simple. El lamentable fiasco sufrido por Guatemala en la persona de su presidente tiene en esta columna del comandante Fidel una especie de lápida. Ya a nadie le puede quedar ninguna duda de las razones del régimen cubano para actuar como lo hizo.
A mi juicio esto salva a los guatemaltecos, aunque hunde a Los Colom. Ya que, ¡por supuesto!, hay que separar a unos de otros; y esto es porque verá usted: a su regreso de Francia una vez le preguntaron a Lord Chesterton que cómo le habían parecido los franceses; y Chesterton contestó: No se, no los conocí a todos.
Es obvio, entonces, que Los Colom no reunen las cualidades que demanda Fidel; y resulta obvio que Guatemala (o más bien los guatemaltecos) tampoco. Esto es ominoso para Los Colom que se morían por ser recibidos por el Comandante y por tomarse una foto con él; pero es honroso para Guatemala (o los guatemaltecos), porque así resulta que aunque we walk amongst them, we are not of them.
09
Mar 09
Más sobre el ridículo de Los Colom en Cuba
En Catalejo, Mario Antonio Sandoval dice algo que es muy importante y que había pasado inadvertido en cuanto al ridículo que Los Colom fueron a hacer a Cuba. ¿Recuerda, usted? Le llevaron a Fidel Castro la Orden del Quetzal y la dignidad chapina; y Castro no les dió bola. Les metió el cuento de que él sólo recibía damas y los mandó a pasear por La Habana.
Al referirse a las razones por las cuales Castro no recibió a Los Colom, y en cambio se desvivió por Hugo Chávez y por Manuel Zelaya, MAS comenta que si recibió a alguien porque a su juicio tiene determinadas calidades, no recibe a otro porque esta persona no las tiene. Simple. El lamentable fiasco sufrido por Guatemala en la persona de su presidente tiene en esta columna del comandante Fidel una especie de lápida. Ya a nadie le puede quedar ninguna duda de las razones del régimen cubano para actuar como lo hizo.
A mi juicio esto salva a los guatemaltecos, aunque hunde a Los Colom. Ya que, ¡por supuesto!, hay que separar a unos de otros; y esto es porque verá usted: a su regreso de Francia una vez le preguntaron a Lord Chesterton que cómo le habían parecido los franceses; y Chesterton contestó: No se, no los conocí a todos.
Es obvio, entonces, que Los Colom no reunen las cualidades que demanda Fidel; y resulta obvio que Guatemala (o más bien los guatemaltecos) tampoco. Esto es ominoso para Los Colom que se morían por ser recibidos por el Comandante y por tomarse una foto con él; pero es honroso para Guatemala (o los guatemaltecos), porque así resulta que aunque we walk amongst them, we are not of them.
05
Mar 09
Cuento que te metió Castro
04
Mar 09
La diferencia entre Fernández y Los Colom en La Habana
23
Feb 09
El viaje de Los Colom desde una perspectiva cubana
“Un viaje innecesario. Una orden que no pudo entregar a su destinatario y la justificación absurda de Raúl Castro de que no visitó a la deidad viviente porque no era una dama, como sus pares de Argentina y Chile. Todo un circo y para vergüenza de Guatemala, uno de los mayores payasos del espectáculo que se desarrolló en Cuba, fue su presidente”, así describe CubaMatinal.com el resultado del periplo de Los Colom en La perla de las Antillas.
“Señor Colom, los cubanos pedimos disculpas por los muertos que su admirado Fidel Castro provocó en su país y en la América entera”, dice la nota; y así describe Pedro Corzo las implicaciones del viaje lastimoso viaje a Cuba: “Las excusas del mandatario guatemalteco Álvaro Colom porque su país fue usado para preparar la expedición de la Brigada 2506 que desembarcó en Cuba una madrugada de abril de 1961, es un hecho que confirma la crisis histórica del liderazgo político latinoamericano.
Un viaje innecesario. Una orden que no pudo entregar a su destinatario y la justificación absurda de Raúl Castro de que no visitó a la deidad viviente porque no era una dama, como sus pares de Argentina y Chile. Todo un circo y para vergüenza de Guatemala, uno de los mayores payasos del espectáculo que se desarrolló en Cuba, fue su presidente.
Colom, expreso, Quiero pedirle disculpas a Cuba por haber prestado nuestro país, nuestro territorio, para haber preparado la invasión a Cuba. No fuimos nosotros, pero fue nuestro territorio.
Si por décadas América Latina, salvo contadas excepciones, ha cerrado los ojos y encerados los oídos ante la situación cubana, lo que sucede en el presente rebasa la imaginación más desbordante. Colom pidió disculpas por algo que no hizo, y olvidó reclamarle a sus anfitriones excusas por los miles de muertes que la política del foco guerrillero guevarista ocasionó en su país.
Viajes aparte, obviar que Fidel Castro enlutó miles de hogares de América Latina como consecuencia de una política de subversión y desestabilización en el hemisferio, es como pedirle a los pueblos del Cono Sur dejar de lado los muertos y desaparecidos que causaron los militares cuando se hicieron del poder.
Pocos meses después del triunfo revolucionario las embajadas cubanas en todas las capitales del continente se convirtieron en santuarios donde los futuros guerrilleros y subversivos, iban a recoger armas y recibir instrucciones para imponer el socialismo a sangre y fuego.
Por décadas Cuba fue la metrópoli de la subversión totalitaria y Fidel Castro, el mentor de todos los grupos que habían asumido la violencia extrema como receta de los males que todavía continúan asolando el continente.
De Cuba para América y en particular hacia Guatemala se exportó el dolor. La tierra del Quetzal fue uno de los países que más sufrió por la subversión castrista. En la isla se entrenaron guerrilleros de ese país y de Cuba recibieron todo tipo de apoyo”.
El artículo completo está disponible aquí; y gracias al cuate Pepe, por la pista.
21
Feb 09
Diputados recibieron madreada
Como ochenta mil jicaques ha de andar Sandra Evita Torres, que junto a su esposo Alvaro San Nicolás Colom, hizo el ridículo en Cuba cuando ambos fueron a ofrecerle la Orden del Quetzal a Fidel Castro y este no quiso recibirlos.
De hecho, el viernes reunió a los diputados del partido gobernante y los fustigó: “Nadie salio en defensa del Presidente con el viaje a Cuba. Les recuerdo que yo tuve que llamarlos personalmente pra que enfrentaran a los medios y defendieran los programa de cohesión social”. Así reclamó la Doña, por la supuesta falta de lealtad de su gente en el Congreso.
Lo cierto, sin embargo, es que dada la reacción ciudadana luego de la afrenta en La Habana, y por la tontera de ir a pedir perdón por Bahía de Cochinos, sin que el tirano de la Isla se disculpara por los miles de muertos del enfrentamiento armado, lo mejor que pudieron hacer los diputados de la administración socialdemócrata fue tratar de no embarrarse.
19
Feb 09
¡Cosa ma grande e la vida, chico!
¡Cosa ma grande e la vida, chico!, era una frase característica de José Candelario Tres Patines en el programa cubano La tremenda corte, que seguramente alguno de los lectores recordará con cierto cariño.
De ese programa me acordé cuando leí las explicaciones que Alvaro San Nicolás Colom dió acerca de su lastimoso viaje a La Perla de las Antillas en busca de una foto con Fidel Castro.
Y en ese mismo contexto, pero desde otra perspectiva muy distinta, pensé que qué cosa más grande es la vida al leer que el embajador guatemalteco Carlos Urrutia devolverá su insignia de la Orden del Quetzal. “En mis escritos he aplaudido el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Guatemala y la Perla de las Antillas, y he abogado por el fin de las medidas coercitivas impuestas al régimen castrista —unilateralmente— por el Gobierno de Estados Unidos, pero de eso a aprobar la concesión de nuestra máxima presea a quien ha gobernado Cuba por medio siglo, ciertamente en forma dictatorial, hay un gran abismo”, explica Urrutia al anunciar que devolverá la Gran Cruz que recibió en 1961.
Curiosamente, el lunes pasado y con unos amigos, comentábamos que sería interesante saber si alguno de los que ha recibido la Orden del Quetzal tendría la dignidad suficiente como para devolverla si estaba en desacuerdo con su entrega a un tirano. Pues bien…aquí hay uno: El embajador Carlos Urrutia, cuya bonhomía confirma que la vida es una cosa grande.