20
Abr 09

Los chapines

He leído una descripción de los guatemaltecos, por Mario Monteforte Toledo, que me pareció injustamente negativa.


Dijo el novelista que: Esta gente te jala de los pies hasta bajarte a su tamaño. Te niegan, te regatean todo lo que haces, especialmente si está bien hecho. Les ofende la inteligencia; debes ser listo, pero no tanto, informado pero no mucho. Nunca debes hablar de lo que los demás no saben o no entienden. Debes ser borracho, o por lo menos beber hasta que se te salen los mocos, porque de lo contrario eres maricón y te suponen que les velas el sueño para criticarlos o para despreciarlos. Nunca debes hablar de éxito; si te preguntan cómo estás debes responder que mal, sobre todo en dinero –como si temieran que a la menor provocación fueras a darles un sablazo-. Tal vez ese complejo de infelices y de pequeños les venga de los terremotos que desde hace siglos arrasan las ciudades, los hogares y su seguridad de vivir en la tierra; tal vez por eso sus ciudades son chatas, feas, como preparadas para que en cualquier momento vuelvan a destruirlas, o como esas mujeres muy feas que se arreglan mal para verse peor. Todos son individuos medio tacaños, incapaces de esfuerzos largos, usureros y preocupados por hoy o a lo sumo por mañana temprano. Odian los grupos, los equipos: por eso están condenados a que les peguen todos en fútbol. No creen verdaderamente en nada; desconfían hasta de su madre; el chiste les sirve para morder y para sacarle el bulto a las responsabilidades. Aquí sospechan que todos somos delincuentes, sinvergüenzas, mientras no se pruebe lo contrario y a veces aunque se pruebe. Todo esto acaba por humillar y lo hace a uno sentirse despreciable. Uno necesita que lo crean mejor de lo que es, o cuando menos como es. En este país cada quien le hace daño a los demás.


Yo tengo otra perspectiva de los chapines; y si bien es cierto de que me quejo por la impuntualidad, y por las mañas de orinar en la calle y de no contestar directamente a preguntas directas, cientos si no miles de veces he oído a extranjeros admirarse por la generosidad, la calidez y la bondad de mis compatriotas. Talvez no seamos los centroamericanos más jacarandosos; pero no estamos ni cerca de ser como aquellos que te invitan a su casa, y te dan su número de P.O Box.

Es cierto que hay ambientes en los que el conocimiento, la intelectualidad y el amor por lo bueno, lo bello y lo pacífico son ninguneados; pero yo he tenido la suerte de convivir con jóvenes y viejos a los que les brillan los ojos cuando descubren ideas nuevas, cuando hablan del futuro y cuando encuentran sus valores reflejados en un ensayo, en una novela, en una sinfonía, o en una pintura.

Que nos chamarreen en el fútbol a mí no me quita el sueño; porque a cambio de ese colectivismo masificante, muchos chapines destacan individualmente en la música, el cine, el boxeo, el hipismo, el tiro, la vela, el badmington, el tea kwon do, la cocina, la medicina, la arquitectura, y en muchas otras actividades.

Puede ser que nuestras ciudades hayan sido chatas; pero a pesar de que la riqueza es castigada por políticos y por los buscadores de rentas parasitarias, la ciudad de Guatemala cuenta con arquitectura de primera. Durante unos años tuve mi oficina en la esquina de un noveno piso, y yo adoraba la vista de esa magnífica combinación de edificios y árboles que hay en el sur de la ciudad.

Puede que muchos chapines sean cortoplacistas y desconfiados; pero eso no es extraño en una sociedad en la que se vive por permiso, y no por derecho. ¡Pero hasta eso tiene solución!, y ya hay elites largoplacistas trabajando duro para cambiar esa situación. Tampoco aquello es extraño en una sociedad castigada por sus salvadores entre incienso y pólvora.

Una vez, cuando lord Chesterton regresó a Gran Bretaña, luego de un viaje a Francia, alguien le preguntó que qué le habían parecido los franceses. Y, ¿sabe usted que contestó aquel personaje? Contestó que no sabía, porque no los había conocido a todos.

Gracias a Chapines de Oriente, por la pista.

14
Abr 09

Meón en plena faena

He aquí otro meón.  La de orinar en la calle es una de las costumbres chapinas más deleznables, comparable con la impuntualidad y con la manía de no contestar directamente a preguntas directas.

Digg!


12
Abr 09

Suspiro por el dulce de garbanzos

Este es el dulce de garbanzos que hace mi tío Rony, de acuerdo con la receta y la tradición de mi tía abuela La Mamita.

El bacalao a la vizcaína y los garbanzos en dulce son mis platos favoritos de la temporada.  Y en casa hacemos muy bien el primero, pero sólo una vez, a finales de los años 80, hicimos los segundos.  Y es que el de garbanzos es un plato muy laborioso ya que hay que pelar uno por uno.  Según mi madre, cuando era niña le quedaban los dedos lastimados.  
Como nunca los he pelado, creo que he idealizado el proceso y no pierdo las esperanzas de que algún día los hagamos en casa.  Me imagino acompañado por las personas que más quiero, y al calor de la noche -gozando de Pastis y de un buen brie-  pelando, pelando, pelando y pelando garbanzos. 
El resto es ciencia y arte: sacarlos del fuego a tiempo, ahogarlos en una miel precisa…y cruzar los dedos para que no se pasmen y para que calen bien.  Si se pasmaran estarían duros, y si no calaran, sería un fracaso.
Ayer, gracias a mi tío Rony y su esposa, Veralí, almorzamos bacalao delicioso, acompañado con arroz, curtido de remolacha, tamalitos de viaje, torrejas, y el esperadísimo dulce de garbanzos.
Por cierto que los no inciados, aveces sospechan de este postre porque están acostumbrados a pensar en los garbanzos como una comida salada.  Empero, los garbanzos son neutros, de modo que van tan bien salados, como dulces.

Digg!

11
Abr 09

En Semana-Santa-Mode

Las procesiones son todo un acontecimiento de varias naturalezas.  Es religioso para quienes gustan de esas cosas; es cultural para quienes admiramos su riqueza en esa ámbito; y es un paseo para otros.  En todo caso, para el chapín, las procesiones son un montón de cosas.

Algunas familias, por ejemplo, elaboran alfombras para el paso de las procesiones.  Mis favoritas son las de aserrín coloreado; pero las hay de flores, de frutas y hasta pintadas.  Ir a una procesión, generalmente implica comer algo.  Desde las tradicionales empanadas de leche y estrellas de harina, hasta maní, pasando por los algodones de azúcar, los pirulíes, panes con frijoles, enchiladas y hasta pizza.
A las procesiones las acompañan ventas improvisadas de mantillas; así como ventas de jueguetes variados como luces, yoyos, rehiletes, y otros.  Antes se veían ronrones, pero ahora no vi ninguno, y tan pronto como la consiga, pondré la foto de un ronron en este espacio.
La decoración de las andas es un gran atractivo en las procesiones y es motivo de competencia entre los grandes cortejos.  También son motivo de atractivo las bandas y la música que tocan.  Es una especialidad musical esa de las marchas fúnebres.
En las fotos vemos parte de los cortejos que acompañan a La Recolección y a El Calvario.  Incluyendo los Pasos, de esta última y su célebre Escuadrón de Romanos.  También se ven cucuruchos y penitentes.
En Guatemala, todo el país se pone en Semana-Santa-Mode desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Páscua.  Por el estallido de sabores, olores, colores y sonidos que esto implica, es la mejor temporada para visitar el país, tanto para locales como para extranjeros.  Esto es porque, aún quienes hemos nacido y crecido aquí, no conocemos la inmensa variedad de costumbres y tradiciones que se celebran en cada rincón del país.

 


11
Abr 09

La procesión de La Recolección

La de La Recolección es una de las tres procesiones monumentales que recorren las calles del Centro Histórico de Guatemala, durante la tarde del Viernes Santo.  Mundos de gente llenan la zona 1 para admirar esos cortejos y para disfrutar del paseo. 
Las otras grandes procesiones del Viernes Santo son: La Merced, durante la mañana; y El Calvario y Santo Domingo durante la tarde.  No sé cuántas personas se necesitan para cargar el anda de La Recolección; pero recuerdo que para llevar la de El Calvario, que es la más grande, se necesitan 140 personas. Este tipo de procesiones salen a las 3:00 p.m. y entran pasada la media noche.  
Siendo significativamente católicos, muchos chapines concentran sus energías en los días de la Pasión y de la muerte, en vez de hacerlo en el de la Pascua de resurrección.

11
Abr 09

¿Qué pasa si usted deja su carro en una via procesional?

Esto es lo que ocurre cuando alguien deja su automóvil en una vía procesional:  Llegan miembros de la Hermandad, acompañados por la Policía Municipal de Tránsito, y lo mueven en un procedimiento que no siempre es gentil.
A mí siempre me ha sorprendido que haya gente que deje sus vehículos en esas rutas.  Total…es dificil no darse cuenta de que es Viernes Santo; y luego, ¿quién no sabe que por todo el Centro Histórico circulan inmensas procesiones?
Este es un grupo de La Recolección, sobre la Décima calle de la zona 1.

11
Abr 09

La procesión de mi barrio

Hace un momento ví el Santo Entierro de la Villa de Guadalupe.  Esta es típica de los barrios de la ciudad de Guatemala e involucra todos los elementos de las grandes procesiones del Centro Histórico y de La Antigua, excepto que los cargadores no van vestidos de cucuruchos y que las imágenes son cargadas por hombres, mujeres y niños por igual.
En las grandes procesiones se acostumbra que sólo los hombres llevan a Jesús y sólo las mujeres llevan a la Virgen; en tanto que los niños y las mujeres tienen a su cargo a María Magdalena y a San Juan.  Los cucuruchos, por cierto, son cargadores que llevan trajes especiales de color morado, si es para cargar un Nazareno; y de color negro si es para cargar un Señor Sepultado.  Los trajes de cucurucho son túnicas con atributos de acuerdo con el rango y de acuerdo con la hermandad a la que pertenezca el cargador.
La procesión de mi barrio -como las grandes procesiones- encuentra alfombras a su paso, hechas por vecinos devotos que suelen quemar incienso; también lleva dos bandas, una para el Sepultado y otra para la Dolorosa.  Las procesiones son acompañadas por mucha gente que incluye vendedores de poporopos o palomitas de maíz, de algodones de azúcar, pirulíes y juguetes, entre otras cosas.
Al final de los cortejos, nunca falta quienes van recogiendo las flores, el corozo y otros adornos de las alfombras.


Digg!


10
Abr 09

Homenaje al bacalao

Hoy, mientras almorzábamos el tradicional bacalao a la vizcaina, unos eramos partidarios de comerlo una sóla vez al año, en tanto que otros eran de la opinión en que se debería comer con más frecuancia.

En Guatemala, el bacalao es el plato tradicional del Viernes Santo; y a mí me gusta esperar todo el año para gozármelo. Es que no me gusta trivializar las cosas buenas.
En casa lo preparamos con aceite de oliva abuntante, con tomates, cebollas, ajos y chile guáque asado, y con pimientos morrones, aceitunas y alcaparras.  La clave es usar cantidades generosas de aceite de oliva; y a mí me gusta comerlo con arroz, acompañado por pan francés de horno de leña y un buen tinto.

En la foto hay dos bacalaos distintos.  El de la izquierda lo trajo mi tía Ana María y es el que hace la esposa de su papá; en tanto el de la derecha es el que hicimos en la casa.  Y como dicen Les Luthiers, Alabado sea el lenguado, y el bacalao alabao.


09
Abr 09

Miel de garbanzos y pan

La miel de garbanzos es uno de los platillos tipicos de la Semana Mayor chapina, que espero con más deseos cada año.

Yo estaba acostumbrado a comerlo al modo de La Mamita, mi tía abuela, que es el modo típico de la ciudad de Guatemala. Es decir, con miel de azúcar y canela. Ese es el modo, por cierto, en que lo hacen mis tíos Rony y Veralí, y que espero disfrutar este sábado que viene.
El de la foto es el modo de la Costa Sur, en donde se hace con panela y en donde se le añaden frutas. Y lo mejor de todo es que se come con pan. El pan dulce, que las familias hacen en sus casas para consumir y obsequiar, es remojado en la miel y sabe delicioso. El pan ese, de por sí, tiene un aroma extraordinario y su sabor se combina de maravillas con el de los garbanzos. Eso y leche con café, fue mi desayuno de hoy.
Este dulce es difícil de hacer porque hay que pelar garbanzo por garbanzo, y porque la miel debe calar bien; de modo que no queden secos los centros de las leguminosas.
El pan de la foto es gracias a mis amigos Alexis y Mari; en tanto que los garbanzos son obsequio de mi amiga, doña Lucy.

Digg!

09
Abr 09

Globos de aire caliente

La primera vez que vi volar un gobo de aire caliente fue para un cumpleaños de mi padre que, como era el 1 de abril, cayó al finalizar la Semana Mayor c. 1973. Estabamos en el mar, y el guardián de la casa en la que pasamos la temporada elevó dos globos para celebrar la ocasión.

Desde entonces siempre me han gustado mucho, aunque nunca he elevado uno. He visto muchos, pero nunca he sido directamente responsable de hacer que uno vuela.

Ayer, luego de desayunar delicioso en casa de mis amigos Walter y María Fernanda, dos generaciones de globeros le pusieron fuego a este globo y fue una sorpresa muy agradable.

Digg!