28
Nov 07

¡Canallas!, con razón no alcanza la plata

El presupuesto del estado de Guatemala crece y crece, como crecen, también, las presiones para que la administración eleve los impuestos. Esto es porque muchos grupos de interés dependen de aquella piñata para su existencia. Claro que no hay dinero para el Organismo Judicial, ni para seguridad ciudadana; pero si lo hay para canalladas como la indemnización para los diputados.

Con una moción sorpresiva el Congreso aprobó -de urgencia nacional- reformas a la Ley de Servicio Civil de ese organismo, que permiten que diputados que no fueron reelectos reciban indemnización al dejar el cargo. ¿Para eso necesitan el IETAAP?

Pero claro, la culpa no la tiene el loro, sino quien le enseña a hablar. La culpa la tienen los que aceptan la existencia de impuestos extraordinarios, la de tributos progresivos, y la de impuestos que no reflejan el costo de tener una administración que sirve a intereses particulares a costa del interés general.


09
Nov 07

Así, no hay impuestos que alcancen

Algunos diputados, y la administración, quieren extender la vigencia del Impuesto Extraordinario y Temporal para el Apoyo de los Acuerdos de Paz. Supuestamente es para financiar todas “las cosas buenas” que falta por hacer. Sin embargo, hoy nos enteramos de que el Congreso gasta $1,282 diarios en llamadas de teléfonos móviles; $55,930 mensuales en alimentos; $16,533 mensuales en combustibles y lubricantes; $30, 717 en reparaciones de vehículos.

¡Puchis, muchá!, así no hay impuestos que alcance. Por eso: ¡Ni un sólo centavo más, hasta que no saneen el gasto público! ¡No al Ietaap!


23
Jul 07

Lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta

Leo que “han transcurrido tres años y medio desde que los canales 5 y 9, los dos últimos de frecuencia abierta VHF del país, fueron entregados a la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala (ALMG) y al Congreso de la República, y todavía no están en el aire”. Este injustificable desperdicio de recursos tiene sus raíces en aquel dicho que dice: “lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta”.

Ni la dirigencia indigenista, ni el Congreso están en capacidad de operar canales de televisión. Sinceramente pongo en duda que puedan hacerlo sin perder dinero en canastos, y menos aún ofreciendo algún tipo de programación que sea atractiva para los televidentes. Esos dos grupos recibieron los canales como un favor político y ya sabemos qué es lo que ocurre con la televisión cuando las frecuencias son una dádiva del poder.

Mi propuesta es que aquellos canales sean puestos a disposición de la Superintendencia de Telecomunicaciones y que las frecuencias sean subastadas para que alguien con talento los aproveche.


29
May 07

A aprender con el ejemplo, pues

El ministro de Agricultura del Japón, Toshikatsu Matsuoka, fue hallado ahorcado luego de verse incolucrdo en un escándalo por supuesta malvesación de fondos públicos por lo que ayer debía comparecer ante un comité parlamenterio.

A ver si algunos de por aquí aprenden con el ejemplo. Digo…en vez de tratar de que le den su curul en el Parlamento Centroamericano, o en vez de tratar de ser reelecto para el Congreso, por ejemplo.


23
May 07

Esta payasada es un circo

“Con payasos y felinos, representantes de 30 circos nacionales desfilaron ayer en rechazo a la aprobación en el Congreso de la ley que permite a cirqueros extranjeros presentarse en la provincia”.

¡¿Cómo no?! Si en guatemala todos tienen sus privilegios (empresaurios, sindicalistas, maestros y demás), ¿por qué es que los payasos no iban a querer los suyos?

Los payasos chapines (los de los circos, se entiende) aducen que habrá competencia deleal y que los circos extranjeros cuentan con mejor equipo que los nacionales. Dicen que la gente no tendrá motivación para pagar por los espectáculos nacionales; y que por eso necesitan el monopolio del espectáculo en las provincias.

Al menos los cirqueros guatemaltecos son honrados: admiten que la gente no pagaría por verlos si tuviera mejores opciones y que por eso necesitan su privilegio. Eso, en mi opinión, no los hace menos sinvergüenzas; pero les da un toque de superioridad por encima de otros grupos de interés que hacen creer a la gente sencilla que los privilegios que obtienen son en beneficio del bien común.


19
May 07

Cicig, no plis

En esta semana me llamó mucho la atención que el Vicepresidente de la República y el Procurador de los Derechos Humanos “¡urgieran a la creación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala!”; y se me hizo evidente que ambos temen que el Congreso no apruebe aquella instancia.

En días recientes la Corte de Constitucionalidad opinó que el proyecto de creación de la Cicig no es ilegal y esto abrió paso para que aquella propuesta sea discutida en el Parlamento.

Para los que llegaron tarde, como se decía en las tiras cómicas de El fantasma, la Cicig es una comisión que la Organización de las Naciones Unidas y “los países amigos” de Guatemala están tratando de forzarnos a aceptar. Su objetivo principal es “determinar la existencia de cuerpos ilegales de seguridad y aparatos clandestinos, su estructura, formas de operar, fuentes de financiamiento y posible vinculación con entidades o agentes del estado y otros sectores que atenten contra los derechos civiles y políticos en Guatemala”.

Como era de suponerse, los promotores de la Cicig han acusado a aquellos que nos oponemos a ella de ser miembros, o ser financiados por aquellos cuerpos ilegales y clandestinos. La falacia es absurda, pero no es nueva. Es común, entre los chapines, que si uno escribe contra el monopolio de la educación pública, a uno lo tachen de defensor del analfabetismo; y que si uno advierte contra las imprecisiones de las ideas prevalecientes sobre el calentamiento global, a uno lo tilden de enemigo de Bambi.

La Cicig es sucesora de la difunta Comisión de Investigación de los Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad. Este engendro venía de la ONU plagado de inconstitucionalidades y de privilegios para sus ejecutivos y por eso fue rechazado. La Cicig superó aquellos obstáculos, pero su texto fue mantenido en secreto por sus promotores para que no pudiera ser conocido por los guatemaltecos antes de que aquellos estuvieran listos para “hacerla pasar” sin discusiones ni contratiempos.

Sin embargo, la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, que no desconocía los vericuetos por los que había pasado el proyecto, se curó en salud y sometió el texto al análisis de la Corte de Constitucionalidad y resultó que este ya había sido saneado. De esa cuenta es que el tema regresó al Legislativo y ahora ese organismo tiene en sus manos preguntarse, en serio, si en realidad necesitamos la Cicig.

Mi hipótesis es que no la necesitamos. La primera vez que entré en contacto con la Ciciacs/Cicig pensé que, como tradicionalmente en Guatemala no han funcionado los ministerios, entonces creamos fondos sociales. Y como la cosa sigue sin funcionar, creamos los comisionados; y cuando estos fracasan también, entonces pasamos a hacer otra cosa.Así nos está pasando con el combate a la impunidad. No sólo con la de los cuerpos ilegales y clandestinos de seguridad, sino con la del crimen organizado, la de la corrupción de los funcionarios y en general con el incumplimiento de los contratos. Como el Ministerio Público no funciona y como las leyes no son respetables, pues engendramos la Cicig, o la Ciciacs, o lo que sea.Sostengo que hay un patrón en esta forma de conducta; y lo ilustro con algo que escribió Thoreau: “por cada mil personas atacando las ramas de un problema, hay una sola atacando sus raíces.”

En Guatemala necesitamos fortalecer las instituciones que hay, hacer que se cumplan las leyes que hay. No es cuestión de hacer más oficinas y de hacer más comisiones, o de hacer leyes comos si fueran salchichas.

Talvez es hora de decirles a la Organización de Vacaciones Unidas y a “los países amigos” que gracias, pero no gracias. Y que para cambiar vamos a hacer las cosas bien. Y si no las vamos a hacer bien, de todos modos, ¿para qué queremos una nueva versión de aquella Minugua que tantos malos recuerdos nos dejó?

Publicada en Prensa Libre el sábado 19 de mayo de 2007


15
May 07

Los delincuentes obedientes

Ayer, el presidente Oscar Berger participó en la destrucción de unas 1000 armas que estaban en custodia del Organismo Judicial desde hace 16 años. Berger dijo que “quisiéramos vivir sin las armas; precisamente hoy (ayer) hablé con el vicepresidente del Congreso sobre el tema de la inciativa de ley de armas y me dijo que está en agenda”.

Lo que necesitamos es una ley de armas y seguro que los delincuentes, obedientes, van a entregar las suyas, parecen creer algunos; y ¡sí, pues, ya vas!, digo yo.

Carmen Rosa De León, de la Comisión para la Destrucción de Armas, apoya la iniciativa y estimó que en Guatemala hay un millón de armas sin registro y que 250 mil tienen licencia.

Y yo apuesto una ceja a que los delincuentes no registran sus armas.

Si quiere ver algo inteligente sobre las armas por favor vea este reportaje, en inglés.


20
Abr 07

Nos vamos a quedar solitos

Alguien propone hoy, en las cartas de los lectores en Prensa Libre, que se regule el ingreso de los turistas pobres a Guatemala, porque no tienen dinero y regatean. Hace poco, el director de Migración, con la bendición del Congreso, prohibió la entrada de el autodenominado Anticristo. Pocos saben que para un indio, o un paquistaní, es prácticamente imposible conseguir una visa para ingresar a Guatemala. Si seguimos así, nos vamos a quedar solitos. Pero, ¿quiénes?


17
Abr 07

¡Dígales NO, a los privilegios!

¡Vaya!, mis respetos para la ministra Carmen Urizar por plantarse frente a un nuevo privilegio que se pretende establecer por medio de una ley. Leo que “el Ministerio de Energía y Minas objetó la iniciativa del diputado Oliverio García Rodas que busca reformar el Decreto 17-85 Ley de Alcohol Carburante, que pretende establecer las bases para mezclar etanol nacional a las gasolinas. El MEM dice que la propuesta presentada por Rodas el 27 de abril, establece únicamente etanol nacional, que limita el libre mercado del producto”.

Con lo que no estoy de acuerdo es con que el uso del etanol deba ser obligatorio; porque, si es que es tan bueno, ¿por qué debe ser coercitivo su uso? El MEM “señala que la iniciativa, que será analizada mañana por la Comisión de Energía del Congreso, no establece claramente la obligatoriedad del uso de etanol, como tampoco quién deberá realizar la mezcla; ni garantiza la libre fijación de precios para el etanol, ni considera infracciones como la coacción y concertación de precios”.

Por su parte, Luis Fernando Pérez, presidente de la Comisión de Energía, que opinó que “siempre es bueno escuchar los puntos del MEM, aunque será el Congreso quien tendrá la última palabra al respecto”.

En el Congreso no escasean los dispensadores de privilegios, ni los serviles.


11
Abr 07

Y dale con el Anticristo

A mí, eso del Anticristo me parece absurdo y ridículo; sin embargo, leo que “El Congreso emitió ayer un punto resolutivo para sumarse a la medida tomada por Migración, la semana recién pasada, de prohibir el ingreso al país de José Luis de Jesús Miranda, líder de la secta Creciendo en Gracia, quien se hace llamar el anticristo. Aunque reconocemos la libertad de culto, no podemos permitir que alguien venga a causar confrontación y desorden, explicó Leonel Soto, de la Unidad del Cambio Nacionalista”.

Hace años, algunos dirigentes religiosos consiguieron prohibir que fuera exhibida La última tentación de Cristo; hace poco otros (o los mismos) hicieron sus tanes para ver si conseguían prohibir El código da Vinci. Recién ahora, algunos dirigentes indígenistas intentaron prohibir la exhibición de Apocalypto. Hace no mucho, una galería de arte tuvo que dejar de exhibir un cuadro que a algunos les parecía ofensivo.

¡¿A dónde vamos a ir a parar si cada vez que algo no le gusta a alguien eso puede ser prohibido, escondido, o perseguido!? ¡Una caterva de fascistas, eso es lo que son! Dicen respetar la libertad de cultos y dicen ser tolerantes; pero a la hora de rajar ocote, abundan los serviles que se pliegan a las presiones de los grupos de interés totalitarios e intolerantes.