27
Ago 17

WTF La lucha entre Morales y Velásquez

¡Que mal se ve la decisión del presidente, Jimmy Morales, en cuanto a declarar non grato a Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala!

Vale aclarar, sin embargo que el rumor de que Morales iba a la ONU a pedir la remoción de Velásquez no pasó de ser un rumor.  Uno rumor que nunca llegó a serverdad y que desató la crisis actual. Antonio Guterres, secretario general de aquel organism confirmó que el Presidente de Guatemala nunca pidió la destitución del jefe de la CICIG.

Empero, la decisión del Presidente se ve mal porque:

-La Comisión y el Ministerio Público pidieron un antejuicio contra Jimmy Morales por financiamiento ilícito al partido oficial FCN-Nación.  Se ve feo que siendo señalado el Presidente, procediera a expulsar al señalador, ¿con la esperanza de que la Fiscal General cumpla su amenaza de renunciar en caso de que Velásquez fuera removido?

-Esta es la hora en que Jimmy Morales no ha explicado clara e inequívocamente sus razones para declarar non grato al Comisionado. De acuerdo con la Convención de Viena no tendría que hacerlo; pero en un ambiente de silencio han surgido toda clase de especulaciones y estridencias.  Los mandantes y tributarios merecemos una explicación porque la incertidumbre y las aguas turbias quién sabe a quién van a terminar sirviendo.

-Luego del fracaso de la operación de ayer, en la plaza que no fue multitudinaria, ni nada parecido, ¿qué necesidad habría de fortalecer a los grupos cuyas banderas e intereses se reunieron en la plaza?

-Tanto Jimmy Morales como Iván Velásquez -si hubieran unido, en vez de separar a los guatemaltecos- tuvieron la oportunidad de liderear el rescate de Guatemala, de las manos de la impunidad, de la corrupción y de las mafias. Esa oportunidad de oro se está yendo, si no es que ya se fue, dada la fragmentación que estamos viviendo.

Desde antes de su creación, cuando aún existía el concepto de CICIACS, me opuse a la creación de una comisión internacional que dirigiera la lucha contra la impunidad, la corrupción y las mafias, no con argumentos nacionalistas (y menos por defender aquellas lacras); sino porque nos quitábamos, los chapines, la responsabilidad de encabezar aquella lucha.  Y ya sabes, no ser responsable de algo es cómodo; pero tiene un precio terrible: la impotencia.  Y así está resultando.

Con todo y todo, sin explicaciones claras e inequívocas, en un ambiente enrarecido y de divisiones profundas, en el contexto de los señalamientos de financiamiento ilícito y a la vista de las banderas que había ayer en la operación de la plaza, la decisión imprudente del presidente Morales es digna de un WTF; y ha puesto en grave peligro a Guatemala y -lo que es peor a los guatemaltecos-.

…y aún así, esta lucha de poder nos involucra a todos como mandantes y va a requerir que separemos la paja del trigo y que -en la medida en que se aclare el panorama- actuemos de forma racional, pensando en el largo plazo y de forma objetiva.  ¿Vamos a ser actores, o vamos a ser observadores? ¿Vamos a involucrarnos en una lucha personalizada, o vamos a tomar decisiones conforme a principios?

La foto la tomé de elPeriódico.


21
Abr 15

La corrupción en la SAT, y la CICIG

sat

Una de las razones por las que desde el principio no me convencía el establecimiento de la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala (desde que se perfilaba como la Comisión para la Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad) era que, en una sociedad que necesita madurar, la delegación de la responsabilidad de investigar y combatir la impunidad en un tercero no era buena idea.  Yo suponía que lo que iba a ocurrir es que la sociedad guatemalteca iba a desentenderse de la imvestigación y el combate contra la impunidad, muy confiada en que eso era tarea de la CICIG convencida de que eso era lo correcto y suficiente.

¡Dicho y hecho! con el argumento de que no quieren entorpecer las investigaciones de la CICIG en Guatemala (¿O con ordenes de no meterse para no robarle el show a la Comisión?), tanto el partido Libertad Democrática Renovada (Lider) como la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) descartan iniciar el proceso de antejuicio contra Roxana Baldetti, vicepresidenta de la República, por el caso de la corrupción en la Superintendencia de Administración Tributaria.  ¡Qué cómodo es no involucrarse y dejar que el asunto lo resuelvan otros!  ¿A qué costo? ¿Al de hoy por tí y mañana por mí? ¿Que harán otras instancias? Sospecho que lo mismo.   ¡Tranquila tu mente!

El caso es que hay tranquilidad entre muchísimos sectores sociales porque la CICIG está a cargo y no hay que molestarse.  Es como cuando la gente no medita en qué banco invierte su dinero porque supone (mal) que la Superintendencia de bancos tiene todo bajo control.  A la gente le gusta abdicar a su responsabilidad, especialmente si cree que un tercero puede proteger sus intereses, o sus derechos.

Otra de las razones por la que no me convencía el establecimiento de la CICIG es que los chapines hemos construido una cultura en la que si algo no funciona, en vez de hacerlo funcionar, o eliminarlo, se crea una entidad supuerior, o paralela.  Como tradicionalmente en Guatemala no han funcionado los ministerios, entonces fueron creados los fondos sociales (¿Te acuerdas). Y como la cosa seguía sin funcionar, fueron creados los comisionados (¿Recuerdas?). Así pasó con el combate a la impunidad. No sólo con la de los cuerpos ilegales y clandestinos de seguridad, sino con la del crimen organizado, la de la corrupción de los funcionarios y en general con el incumplimiento de los contratos. Como el Ministerio Público no funciona y como las leyes no son respetables, pues fue engendrada la CICIG.  ¡Tranquila tu mente!

Por supuesto que ¡qué maravilla que se destapó el caso de La línea!; pero el mérito no es nuestro. Hay tranquilidad entre muchísimos sectores sociales porque la CICIG está a cargo y no hay que molestarse; y por eso es que esa Comisión es una solución aparente y falsa.  Mantiene a la sociedad guatemalteca como una sociedad inmadura y tutelada.  Incapaz de hacerse responsable; y acostumbrada a estar más contenta por las apariencias que por la realidad.

Al final de toda esta historia sospecho que sabremos sólo lo que la CICIG quiera mostrarnos en Powerpoint, porque la Comisión no es accountable frente a los electores y tributarios chapines.  ¿Nunca sabremos qué negociaron la CICIG y el Organismo Ejecutivo? Posiblemente nunca porque la comisión no tiene por qué rendirle cuentas a los electores y tributarios chapines…y el Ejecutivo está convencido de que tampoco.

…y pasará lo que las élites quieran.

La ilustración la tomé de Facebook.


17
Jun 11

La CCICIG y Thalia

Hay una costumbre chapina –que talvez es latinoamericana– que me incomoda: la de suponer que si alguien no está de acuerdo con uno, es porque está involucrado en saber qué.

Cuando se discutía el tema de la conveniencia de la Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad, muchos de sus promotores decían que quienes estaban contra aquella propuesta seguro que eran miembros de algún cuerpo ilegal. Cuando se discute la despenalización de las drogas, no falta quien diga que eso es de narcos. Si alguien advierte contra la monopolización de la adopción, ¿quién duda de que haya interés comercial en dicha advertencia? Si alguien escribe un libro de Historia, y cuestiona la Historia oficial, para algunos de plano que el autor está vendido.

A sabiendas de aquel riesgo, esta semana se nos presenta una oportunidad para meditar y a cuestionar. ¿A quién? A la poderosa Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que debería hallarse bajo la seguidora porque, en nota publicada por Prensa Libre, el 15 de junio, se lee que la jueza Verónica Galicia explicó que no aceptó la recusación en el caso Maskana por estar fuera de tiempo. “La CICIG intentó hablar con el oficial para que pusiera sello y fecha atrasada, y que cambiara la constancia de su notificación, pero no se le permitió. Esas situaciones provocaron que tomara la decisión de separarme de los dos procesos”, dijo la jueza. Lo que Galicia dice es que la CICIG trató de hacer que pareciera como que sí había entregado los documentos dentro del plazo de ley y así poder utilizarlos dentro de un juicio; aunque la entrega había sido extemporánea.

Cosas como esta erosionan el prestigio que sus promotores le atribuían a la CICIG. Por cosas así sus casos chuecos se han desplomado como castillos de naipes. ¿Debería, el Ministerio Público, investigar detenidamente los casos de la Comisión? Yo digo que sí; y no soy conspirador. Solo soy un ciudadano que quiere una verdadera y mejor administración de justicia. Tristemente, la costumbre citada va como aquella canción de Thalia que dice:

Parece que somos armas mortales/ Pues sin miedo mutilamos sentimientos naturales/ Destrozamos la alegría, acabamos con la vida/ Sabotajes para el alma, tropezones y apatía/ Juzgamos a todos los que encontramos/ Destrozamos sus creencias y evadimos sus razones/ Que si es guapo, pues “gay”; que si es rico es del cartel/ Que si es joven y es muy bella la cuchilla estuvo en ella.

Esta columna fue publicada en El Periódico.


02
Mar 11

Atinada decisión de los jueces

La Asociación de Jueces y Magistrados rechazó la intervención de la Comición Internacional contra la Impunidad en Guatemala en la elaborción de un plan de emergencia para darles seguridad a los operadores de justicia.  Carlos Aguilar, presidente de la Asociación, indicó que no es prudente aceptar la colaboración del ente internacional, ya que en algunos casos judiciales la CICIG es acusadora y tiene a su cargo investigaciones penales que se ventilan en los tribunales.  Por su parte, Juan Ramón Lau, secretario de la Asociación de Trabajadores del Organismo Judicial, expuso que la seguridad de jueces y personal judicial debe ser una obligación del Ministerio de Gobernación, y no de la Cicig.

Muy atinado lo advertido por la Asociación de jueces ya que, ciertamente, no es prudente que la seguridad de los operadores de justicia dependa de una entidad que es parte en los procesos que tienen que resolver.  Muy atinado, también, lo advertido por la Asociación de Trabajadores del Organismo Judicial ya que el Ministerio de Gobernación es el llamado a ofrecer seguridad ciudadana.

Desde siempre, desde que se discutía la nonata Comisión Internacional de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad, yo advertía que no era buena idea que los guatemaltecos abdicáran a su responsabilidad de eliminar la impunidad y la ausencia de estado de derecho.  Mi oposición a la CICIACS y a la CICIG siempre se ha basado en que es muy desatinado entregarles a otros la responsabilidad de resovler nuestros problemas.

Por eso celebro que esté pasando ya aquella etapa nefasta en la que se hacía lo que la CICIG quería y en la que a la Comisión se le permitía actuar como un tractor que pasaba sobre lo que fuera y sobre quien fuera, sin más discusiones; y que ni los jueces están dispuestos a depender de ella, ni los trabajadores del Organismo Judicial le condonen al Ministerio de Gobernación lo que es su más harta obligación.

¿Será que estamos madurando?

La caricatura es del genial Fo, de Prensa Libre.


21
Feb 11

Las cuitas de la CICIG

Según mi cuate, Felipe Valenzuela, el pleito que se está librando entre Francisco Dall´anese, director de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y su sucesor, Carlos Castresana, debe ser abortado cuanto antes.  Felipe parece sostener que los trapos sucios se lavan en casa; y aunque yo estoy de acuerdo con que esa máxima es perfectamente apropiada para la vida privada, no lo es para asuntos de interés público.

Soy, desde los tiempos de la nonata Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y de Aparatos Clandestinos -predecesora de la CICIG-  muy descreído de las bondades de semejantes comisiones.  Empero, si fuera cierto que la Comisión es una oportunidad para fortalecer las instituciones y avanzar contra la impunidad, eso sólo sería posible bajo la luz de la transparencia y en un ambiente en el que el fin no justifique los medios.  No en uno que dependa de que los trapos sucios se laven en casa, ni en uno en el que un mediador eficiente detenga la autocrítica y cualquier proceso de discusión y rectificación pública de errores graves cometidos.

Hace unos meses, cuando prevalecian la condecendencia y el secreto sobre la CICIG, esta, su jefe y sus actuaciones eran incuestionables.  Excepto, claro, por parte de un pequeño grupo de críticos tenidos como parias por el establishment.  Hoy, sin embargo, el mismo Felipe habla de la erosión del prestigio de la CICIG, y los errores y los resbalones del excomisionado Carlos Castresana.

Juan Luis Font, cuate, también, se refiere, hoy, a los tormentos de la CICIG y a la pesada herencia que, a modo de lastre, digo yo, le dejó Castresana a su sucesor.  A Dall´anese le toca dar la cara frente a penosas derrotas frente a los tribunales, dice el columnista.  La mismísima Helen Mack -laureada internacionalmente- está teniendo sus que sí y que no con la Comisión y con el comisionado.  Y estoy de acuerdo con Font en el sentido de que este tipo de diferencias se discuten, no se acallan.

Otro columnista, Edgar Gutierrez, hace referencia al virus Castresana, a los vicios de Castresana y de su gente y a los casos chuecos que heredó el mismo Castresana y que podrían desplomarse como castillos de naipes en los tribunales.   Hace referencia a implantación de pruebas, coacción de testigos y otras prácticas.

¡Que lejos parecen los días en los que todo crítico de la CICIG y de su Comisionado eran señaladas de ser parte de una conspiración, o alguna forma de mercenarios!  Y que bueno que ya se pueden discutir el papel y la naturaleza de la Comisión y el desempeño de sus jefes.


11
Ene 11

Ya en serio…la CICIG no investigará el bombazo

Los que visitan este espacio desde hace ratos recordarán que yo tenía dos objeciones principales contra la nonata Comisión Internacional de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad y contra su sucedáneo la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.  Advertía contra la costumbre de los guatemaltecos en el sentido de no resolver los problemas de fondo y abdicar a sus responsabilidades.  Advertía que -como sucedió durante el tiempo de Castresana- la CICIG sustituyera al Ministerio Público y que este nunca fuera ni independiente, ni eficaz.  Advertía, también, contra la posibilidad de que la CICIG se convirtiera en una especie de policía política que  actuara como la KGB, la Stasi y la Gestapo.

Algo de aquello ha ocurrido.  El MP y los tribunales de justicia se sometieron a la Comisión.  El jefe de la CICIG dijo que esta es como un tractor que pasa sobre cualquier cosa.  Y la Comisión tiende a ocuparse principalmente de casos de impacto político, olvidándose de que la impunidad de la delincuencia común y organizada deja un promedio de 15 muertes violentas al día.  Ni las mafias relacionadas con el narco, ni las mafias relacionadas con las maras llaman la atención de aquella policía política que actúa como tractor.

Esto se evidencia ahora que se conoció que la Comsión no investigará el bombazo contra un autobús extraurbano, ocurrido el 3 de enero pasado.   Parecería que esto es porque este no es un caso de impacto político.


12
Nov 10

La toma de Guatemala, ¿está encaminada?

Los niveles de impunidad rebasan la capacidad de la Comsión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, dijo el miembro (¿o ex miembro?) de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, Ramón Cadena.  Y lo que dijo es muy importante porque la Cicig está enfrentando una crisis.

Como veo la cosa es que desde hace ratos hay grupos políticos muy interesados en pintar a Guatemala como un estado fallido. ¿Con qué propósito? Con el objetivo inmediato de que la comunidad internacional tome el control político del país y neutralice los procesos internos de construcción de una república basada en el estado de derecho; y lo sustituya por un mecanismo constructivista para establecer el socialismo, sin necesidad de acudir a los procedimientos democráticos.

La nonata Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad en Guatemala fue el primer intento por tomar el control institucional del país.  Y fracasada esa instancia, la Cicig fue the second best.  Empero, los arquiectos del plan ya se están dando cuenta de que si su instancia no tiene los poderes plenos de una KGB, una Gestapo, o una Stasi, la cosa es cuesta arriba.  Porque los chapines no son tan ovejunos como parece.

Desde otra perspectiva, pero con similares efectos, la guerra perdida contra las drogas está haciendo otra parte del trabajo.  Una pleyade de regulaciones intrusivas, específicas y concretas está haciendo la labor de intimidar y neutralizar a la sociedad.

En La rebelión de Atlas, por Ayn Rand, el científico del estado, Floyd Ferris se lo explica así a Hank Rearden: ¿Realmente pensó que queremos que esas leyes se cumplan?..lo que queremos es que se dobleguen…Buscamos el poder y vamos directo a él.  Ustedes son sólo segundones.  Nosotros conocemos los verdaderos trucos y será mejor que lo admitan.  No hay forma de gobernar  a personas inocentes, porque el único poder que tiene cualquier gobierno es el de lanzarse violentamente contra los criminales…Se declaran delictivos tantos actos que es imposible que la gente viva sin quebrantar alguna ley…si uno dicta leyes que nadie puede respetar, que es imposible hacer cumplir y que no pueden interpretarse de manera objetiva, inmediatamente crea una nación de transgresores y, enseguida, se puede caer sobre los culpables.

De ahí que la Cicig y la guerra perdida contra las drogas demanden una legislorrea compleja y ambigua.  De ahí que ex miembros de la guerrilla y sus organizaciones en la sociedad civil sean tan entusiastas de la multimplicación de delitos y de criminalizar todo lo que se pueda.  De ahí que estén anunciando que la Cicig no es suficiente y que hace falta más, más y más.  Un tribunal de fuero especial, quizás, como lo dejó ver Cadena.

Y ni siquiera haría falta que hubiera un consentimiento ciudadano.  No.  Según Cadena, los políticos socialistas y sus burócratas que dominan el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas tendrían la facultad de imponerse, sin más.

Pero a la ONU hay que verla con cuidado; y a sus entusiastas les recomiendo tres libros muy buenos: ONU, historia de la corrupción, por Eric Frattini; El espejismo humanitario, por Jordi Raich; y Lords of Poverty: the Power, Prestige and Corruption of the International Aid Business, por Graham Hancock.

El tema de la toma de Guatemala ya está siendo discutido en serio.


17
Oct 10

Stein, padrino de la Cicig, se queja

Eduardo Stein, el controversial vicepresidente de la administración de Oscar Berger, y uno de los padrinos de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, dice que aquella comisión se desbocó y criticó las investigaciones que está haciendo sobre las supuestas ejecuciones de siete reos durante la toma de control de la Granja Penal de Rehabilitación Pavón, y de otros tres que se habían fugado de la cárcel llamada El infiernito.
Yo tengo la impresión, y puede que me equivoque, de que cuando Stein y la administración Berger apadrinaron y le dieron la bienvenida a la Cicig, ni en sus sueños más ácidos se imaginaron que el monstruo que estaban creando se los iba a devorar.  Los monstruos, como el del doctor Frankenstein, o las revoluciones, son así: se devoran a sus padres.  Por eso es que no hay que crear monstruos, ni cultivar revoluciones.
Desde el momento de la concepción de la Cicig (y desde que se empezó a planificar su antecesora la nonata Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad en Guatemala) advertí contra dos peligros:
1. Que la Comisión se podía convertir en una especie de policía política todopoderosa al estilo de la KGB, la Gestapo, la Stasi y otras parecidas.
2. Que una vez más, y bajo la presión de la comunidad internacional, los guatemaltecos optábamos por no resolver los problemas de fondo, sino por hacer un chapuz y evadir la responsabilidad de fortalecer nuestras instituciones.
Eduardo Stein se queja, ahora, de que la Comisión esté siendo usada de forma política contra miembros del gobierno del que él era el segundo al mando; pero yo no recuerdo que se haya quejado porque esté siendo usada, de esa misma forma, en casos en los que él no está involucrado.
Hasta ahora, la Cicig ha manchado muchas reputaciones y ha fabricado verdades interinas de dimensiones novelezcas; pero nunca había sido usada contra sus padrinos y patrocinadores.  Esta, es una experiencia nueva.

15
Jun 10

Cuestionar y analizar, ¿son conspirar?

Cuando se empezó a hablar de la nonata Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos y de Seguridad, que luego se convirtió en la Comisión Internacional Contra la Impunidad den Guatemala, advertí contra dos peligros:


1. Que cómo los guatemaltecos teníamos la costumbre de no resolver nuestros problemas, sino que, en vez de eso lo que hacíamos era darles vuelta a los asuntos, la Comisión iba a quitarnos responsabilidades e iba a minar la institucionalidad. Puse como ejemplos aquello de que como los Ministerios no funcionaban, en vez de hacerlos funcionar, lo que hacíamos era multiplicar los Fondos de Inversión; y que como estos no funcionaban, lo que hacíamos era idear los Comisionados (era el tiempo de los Comisionados, de Oscar Berger).

2. Que la Comisión podía convertirse en una especie de policía política que -al estilo de la KGB, la Stasi, o la Gestapo- iba a servir para neutralizar a los críticos del establishment.

…y ojalá que las cosas no estén apuntando hacia esa dirección.

Por un lado, llama la atención que luego de la renuncia de Carlos Castresana, y luego de su sentencia en el sentido de que Guatemala no tiene remedio; ha cundido el pánico. En la calle ya se da por hecho que si se va Castresana, nos quedamos huérfanos. Se habla, otra vez, de un estado fallido y el mensaje que circula es que todo está perdido. ¡Hasta escuché que debería haber una intervención directa de la Organización de las Naciones Unidas en el país!

Los chapines hicimos lo mismo de siempre: en vez de fortalecer política y presupuestariamente al Ministerio Público, al Organismo Judicial y a la Policía Nacional Civil, nos buscamos un superhombre, y ahora que se nos va, nos quedamos sin el mico y sin la montera.

Acostumbrados al caudillo, al pastor y al líder, el asunto está tan personalizado que toda discusión se centra en la persona de Castresana; y se pasa por alto que la Comisión seguirá su trabajo. Y peor aún, hemos abierto la puerta para que sí los guatemaltecos no hacemos exactamente lo que quieren la Cicig y el establishment –digamos que si no elegimos a los funcionarios que ellos quieren y como ellos quieren- corremos el riesgo de que nos cuelguen un sambenito.

Por otro lado, también llama la atención que empieza a ocurrir que cuestionar y analizar las hipótesis de Castresana -y de la Cicig- puede ser interpretado como conspiración. Empieza a ocurrir que si un politólogo, un columnista, o cualquiera persona comparte su opinión sobre las hipótesis de la Cicig, o sobre el trabajo de Castresana, o sobre el trabajo de la Comisión, esa opinión y su responsable pude ser convertido en pieza de una conspiración. Así como el tema de la corrupción en algunos bancos desapareció del radar de la opinión pública, luego de la persecución contra el twittero @Jeanfer en mayo de 2009; así es como toda disidencia con respecto al trabajo de la Cicig y al de Castresana van a ir desapareciendo. Cuando la Comisión y el establishment hayan tratado de desprestigiar y de intimidar a dos, o tres politólogos, columnistas y analistas, ¿quién quedará con ganas de expresarse libremente acerca de las hipótesis y el trabajo de la Cicig y de Castresana o sobre el papel que juega, en todo esto, el establishment?

En Venezuela, Hugo Chávez y sus esbirros están utilizando instrumentos de la ley ordinaria para silenciar las expresiones críticas, o disidentes. Ojalá que eso no ocurra por aquí cuando politólogos, columnistas y analistas, entre otros, traten de expresar puntos de vista y de contribuir a entender los fenómenos sociales y políticos por los que está pasando el país. Ninguna república sana puede desarrollarse en un ambiente en el cual las personas teman expresarse, por miedo a ser señaladas como parte de conspiraciones ciertas, o inventadas.

La libertad de expresión es fundamental; no sólo para el desarrollo de la República, sino para la buena salud de todas las demás libertades.

Si le interesa el tema, vea: Libertad coartada; y Chávez´s Prisoners.

11
Ene 08

¿Qué se trae Stein?

De todos los funcionarios de la administración Berger, uno de los que de verdad no tiene un pelo de tonto es el comandante Stein. Por eso llama la atención que el Vicepresidente vaya a pedrile a Carlos Castresana, jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), que investigue la estafa a los inversionistas del Banco de Comercio, porque hay indicios de que un grupo “conspiró para quedarse ilegalmente con el dinero”.

Despúes de todos los enredos con la Ciciacs y la Cicig, yo había entendido que esta iba a ocuparse de cosas como las violaciones a los derechos humanos cometidas por parte de funcionarios y de personajes poderosos ligados al gobierno; y de delitos cometidos por grupos paralelos como guerrillas, escuadrones de la muerte, y otras mafias parecidas.

Sin embargo, Stein pretende que la Cicig se ocupe de un caso que no está relacionado con el ejercicio del poder; sino con negocios mal hechos. Lo del Banco de Comercio más parece algo común que debería ser tarea del Ministerio Público, y no algo para distraer a la Cicig.

Yo digo que Stein se trae algo entre manos…porque estas cosas, no son por casualidad.